Pynchon
por Quintín
Nuevo método de lectura para Vicio Propio: leo en inglés del Kindle, pero con la traducción en castellano abierta en papel para consultar cada párrafo que no entiendo (que son unos cuantos). Es lento, un poco engorroso, pero se avanza.
Pequeñas apostillas. Una. ¿Cuándo transcurre la narración? Entré a leer con la convicción de que era ahora, pero empecé a sospechar que no, que esos hippies no eran del pasado remoto. En la página 43 (del castellano) se hace una referencia a Nixon, como si estuviéramos durante su presidencia (1969-1974). Por lo que recuerdo, esto liga la historia con la de Vineland (que por lo que recuerdo transcurre en California pero más bien cerca de San Francisco y esto es Los Angeles). Pero Vineland tenía algo tremebundo y Vicio propio es más ligero, más distante, tiene un humor muy chandleriano que no esperaba en Pynchon. El libro tiene el tono burbujeante de El largo adiós y un gran amor por la ciudad. Me gustaría saber si Thom Andersen —gran especialista en la ciudad— lo leyó y qué opina. Pero no estoy en muy buenos términos.
Dos. En la página 32, al protagonista le pegan un golpe en la cabeza y lo desmayan. Pynchon escribe:
Sin embargo, en menos de lo que el personal de Centro Médico tarda en decir «hematoma subdural», Doc se dio cuenta de que el anticuado hilo musical había dejado de sonar…
Curioso que «hematoma subdural» sea una expresión de la tele y la mayoría de los argentinos no hubiéramos oído hablar de él cuando a CFK la operaron.
Tres. Vuelvo a la traducción. Pasa una cosa curiosa. Lo que no entiendo en el original suelo no entenderlo tampoco en la traducción. Aunque eso tiene que ver con el propio texto. Después de que me rompí la cabeza con un diálogo en los dos idiomas, Pynchon dice:
A esa altura, Doc ya no tenía idea de qué estaban hablando.
Y la traducción de esa frase es fiel.
Cuatro. Al final del capítulo 3, en la misma conversación delirante, Doc pregunta si no puede haber suecos judíos. Su interlocutor contesta:
I know there is Swedish Fish.
Que nuestro amigo Vicente Campos traduce como
Lo que sí hay es caramelitos suecos.
La Wikipedia (qué ayuda es la Wikipedia para traducir) nos informa que Swedish Fish es una marca de caramelos. Pero si uno lee lo de los caramelitos suecos sin esta información (de qué poco sirve la Wikipedia para aclarar una traducción descuidada), se encuentra completamente perdido. ¿A ver, amigos, cómo traducirían esa frase si es que se puede?
Foto: Flavia de la Fuente
enero 3, 2014 a las 3:39 pm
Te envidio por leerla en ingles! la traducción es la peor que me todos los libros de Pynchon! La de Mason&Dixon me encantó!!! saludos
enero 3, 2014 a las 5:52 pm
Como lo preguntas es medio imposible la parrafada le puede dar algun sentido pero suena a juego de palabra por sonoridad y segundo sentido…
… Hey. You think Bigfoot’s Jewish, too?” “Swedish, I thought.” “Could be both,” Pat dimly defensive. “There can be Swedish Jews.” “I know there’s Swedish Fish.” Basically only trying to be helpful.
bigfoot (smelly) jewish — swedish—swedish jew —swedish fish (fish pussy smelly…) :D
best
enero 4, 2014 a las 8:13 am
Complicado. Si la trama lo permite y es un hecho incidental, habria que cambiar la presunta nacionalidad de Bigfoot, para que te permitiera el juego de palabras con una expresion que combine la nacionalidad con algo (estilo ‘ensalada rusa’) para hacer el chiste de caramelos Swedish Fish con esa expresion. Hay veces que el traductor debe re-escribir para transferir lo que el autor quiere decir (si le da el cuero).
enero 4, 2014 a las 11:07 am
Estimado:
¡Este análisis línea por línea es fascinante y esclarecedor! También lo envidio sanamente. Me encantaría poder leer a Pynchon en inglés, pero mis conocimientos del idioma son rudimentarios. Las fallas de Campos, pienso, son lógicas: se necesita un enorme bagaje cultural (incluso de cultura popular) para seguirle el paso al escritor enciclopédico por excelencia.
Respecto a esos diálogos cuyo sentido se pierde, quizás se deba a la propia naturaleza del personaje. Larry Doc Sportello es un fumeta, con el cerebro macerado por distintos alucinógenos (he llegado a pensar que merece convertirse en protagonista de una serie de TV ambientada en los tiempos de Richard Nixon: El detective hippie), aunque más adelante mostrará una gran lucidez política. Como otras obras de Pynchon, ‘Vicio propio’ es tanto una parodia como una sátira implacable, tallada en ese estilo deliciosamente artificioso que caracteriza al ermitaño más famoso del siglo XX despues de Salinger. Una novela riquísima, en suma, con una de las mayores colecciones de ‘freaks’ que se hayan visto.
Se agradece que comparta sus alegrías y perplejidades como lector, Estoy convencido que es ésta la mejor crítica literaria.
Mis respetos
G.B.
enero 5, 2014 a las 6:03 pm
Van a hacer una versión en película de estanovela, dirigida por Paul Thomas Anderson. http://screenrant.com/paul-thomas-anderson-inherent-vice-april/