Sopa de letras

Sobre XXY de Lucía Puenzo

por Quintín

Si la película de Ana Katz se basa en que la directora le pone el cuerpo, Lucía Puenzo utiliza en la suya el procedimiento contrario: estar absolutamente ausente de su material y manipularlo sin escrúpulos. Puenzo no se compromete con su historia ni con sus personajes más que desde una posición maniquea, blindada y bienpensante. XXY es una película sobre la ambigüedad sexual —tema que la televisión y los medios vienen fatigando desde el auge de los travestis— que no se priva de utilizar ninguna de las aristas sensacionales del tema con la excusa —igual que en la televisión— de que se lo trata desde un punto de vista humano y esclarecedor.

Alex (Inés Efrón) tiene 15 años y es un/una hermafrodita. En su caso, al menos, esto significa que aunque oficialmente es mujer y tiene tetas, nació con pene y vagina. Sus padres, Darín y Bertucelli, la han llevado a Piriápolis para protegerla. Darín es biólogo marino, lo que permite todo tipo de imágenes y metáforas (redundantes, cargosas e innecesarias) sobre la evolución y sobre los animales cuyo sexo está en duda. A visitar a la familia llega Palacio, un cirujano plástico que puede operar a Alex y transformarla definitivamente en una mujer, acompañado de su mujer Pelleritti y su hijo Alvaro, un adolescente tímido y retraído. El problema es que Alex no sabe si quiere ser hombre o mujer y, para complicar más las cosas, no sabe si quiere ser mujer hétero u hombre homo, u otra de las variantes posibles. Y allí está el pobre Alvaro para que Alex experimente. Cuando llega el momento de la penetración, Alex lo da vuelta y Alvaro (que no está advertido) pierde la virginidad por una vía inesperada. Es una de esas escenas que dan que hablar, como aquella de la manteca en el Ultimo tango o la de la sorpresa en El juego de las lágrimas. No hay duda de que Puenzo es una guionista audaz e imaginativa.

 

 

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El pobre Alvaro (granos, cara de tonto, conflictuado) está destinado a sufrir porque pertenece a la familia equivocada, la que es políticamente incorrecta. Puenzo está dispuesta a defender a los Darín hasta sus últimas consecuencias: son progresistas, tolerantes, cariñosos y, para probarlo, tienen en la camioneta las fotos de los Beatles en su época más hippie. Pero los Palacio no, a esos Puenzo los tira a los perros. Especialmente al propio Palacio que, de pronto, se revela como el demonio, un poco como el personaje de Alterio en La historia oficial, el Oscar argentino que dirigió Luis Puenzo, el padre de Lucía (Luis/Lucía, mmm…, volveremos). Resulta que Palacio (y por añadidura Pelleritti, figura totalmente decorativa) es un facho. Al principio no se sabe bien por qué, pero Darín lo maltrata todo el tiempo y hasta le rompe la nariz sin que el otro le haya hecho nada. Pero después resulta que el tipo se lo merece: mutila cuerpos, es machista, autoritario y castrador en varios sentidos. En una escena muy disparatada (y desagradable), el cirujano tiene un diálogo con su confundido y atribulado hijo. Es más o menos así:

Padre: ¿Yo te caigo bien?
Hijo: Más o menos. ¿Y yo a vos?
Padre: Lo mismo.
Hijo: Yo lo daría todo por tener tu talento… Decime papá, ¿yo tengo talento?
Padre: No, no tenés talento. Pero te felicito. Yo creí que ibas a salir puto. Por suerte no es así… (risas, como en una de Francella).

(En una película tan impersonal, ¿no estará este diálogo basado en un recuerdo de la autora? En La maldición de Jacinta Pichimahuida, la novela de Lucía Puenzo que se publicó hace poco, el tema central es una madre que martiriza a su hijo y le reprocha no tener talento. Pero el problema del cine no es el talento.)

Es imposible saber a qué talento se refieren uno y otro. Aparentemente, Palacio sabe que el muchacho no llegará a ser un buen cirujano. Pero a esa altura, la película ya es un folletín televisivo. Los personajes se van encontrando entre sí y tienen una sucesión interminable de escenas “importantes” unos con otros. Hay miles de combinaciones posibles y Puenzo parece dispuesta a intentarlas todas. Para colmo, hay un grupo de pueblerinos, unos negros medio pesados, hijos de pescadores que casi violan a Alex.

Pero finalmente, todo se arregla. Alex no será operada y recién decidirá qué hacer con su cuerpo en el momento oportuno. La familia la respalda plenamente y hasta están dispuestos a hacer la denuncia a la policía por el intento de violación. Después de despedir a los Palacio, los Darín van marchando juntos, como la familia Ingalls o los hermanos Cartwright de Bonanza. En cambio, los otros salen cabizbajos como Videla, Massera y Agosti en el juicio a las Juntas. Agosti es un poco menos culpable, pero no crean, algo habrá hecho. En la última escena con él, Alex se da cuenta de que ella (él) estaba enamorada, pero en cambio al chico “le pasaba otra cosa”: quería simplemente verle los genitales. Así que al cadalso con él también.

XXY es una película profesional en el mal sentido, mecánica, cruel y sofística, que intenta el impacto a cualquier precio y le apunta al morbo con una coartada libertaria. Me temo que habrá de tener algún éxito. Ganó en la Semana de la Crítica en Cannes (es cierto, es una sección que suele presentar películas deleznables) y se estrenó con grandes elogios de la crítica local (es cierto, …). Pero es un cine bajo, mediocre. No es la hermafrodita la víctima de la violación, sino todos los personajes y, a través de ellos, el espectador. Con la excusa de defender una causa progresista (el derecho a la elección sexual de los hermafroditas o, si este es demasiado esotérico, el de los adolescentes a mantener su indefinición), Puenzo les inflige una sucesión de actos de violencia. A su vez, el film solo tiene tolerancia y respeto hacia los que están en el bando correcto. Entre tanta ambigüedad sexual, no hay espacio alguno para la duda, el humor ni la incertidumbre moral o política, pero tampoco para el sufrimiento legítimo, basado en los padecimientos de los individuos y no del grupo que representan. Un alegato por la libertad se transforma, de la mano de la pesadez ideológica, el oportunismo y el afán sensacionalista en un acto inquisitorial: los Palacio de este mundo (cirujanos plásticos, pescadores, gente inculta en general), dice Puenzo siguiendo las enseñanzas de su padre, son malvados por naturaleza y culpables de antemano.

XXY es una coproducción con España con un presupuesto relativamente alto y figuras conocidas. Es curioso cómo funcionan esos nombres, los de Darín, Palacio, Pelleritti, Bertucelli. No solo son útiles como atracción para la taquilla, sobre todo son gente curtida: son capaces de hacer pasar por su cuerpo los diálogos más viles y diluir con el glamour de su prestigio la humillación de servir por dinero a esos parlamentos. Así es como funciona, en particular, Darín en el cine argentino. No está ahí para lucir su bonhomía, como se cree, sino para hacer valer su insensibilidad.

Foto: Flavia de la Fuente

78 respuestas to “Sopa de letras”

  1. Ignacio Says:

    «Pero el problema del cine no es el talento»… una frase que para mí es un lente nuevo para leer la crítica de los diarios, no solo para XXY – para el resto de los laureles otorgados en este último tiempo al cine argentino. ¿Es eso lo que premian Lerer o Battle? El talento por sobre las ideas, la ambiguedad tímida de un Moreno o un Rotter por sobre la toma de posición furiosa de cineastas más inaccesibles (¿qué paso con Reyero?)… ¿cuan lejos estamos del «tech creds are ok» de Todd McCarthy? como en el comentario sobre la de Katz, es necesario identificar donde están y que forma toman los algodones. ¡Gracias Quintín!

  2. Germán Says:

    Estoy pensando en cambiar los planes para hoy a la noche. Pensaba ir a verla, pero ahora dudo.
    Terrible comentario, pero claro.
    Un gusto leer.

    Saludos.

  3. gato Sessa Says:

    «pierde la virginidad por una vía inesperada. Es una de esas escenas que dan que hablar, como aquella de la manteca en el Ultimo tango o la de la sorpresa en El juego de las lágrimas.»

    este párrafo es mortal Quintín!!! la «vía inesperada», la «sorpresa»… sutilidad poética. ¿cuántos después del último tango habrán recurrido a la manteca pensando que eran Marlo Brando?

    sigo tus críticas de cine, me parecen muy buenas, lo único que tengo para objetarte es el excesivo moralismo en todas las miradas. parecés un humanista a la antigua.

  4. Frank O. Says:

    Ayer vi XXY y al principio, con el plano detalle del libro que está leyendo Palacios, dije uy, uy, uy y me agarré fuerte a la butaca. Pasó lo que me imaginé: diálogos forzadísimos, imágenes para subrayar lo que a los pocos minutos iba a quedar claro, etcétera. Pero lo peor de todo (hablo a nivel de lenguaje, no de contenido, que eso ya lo hizo Q) son los personajes: hacía tiempo que no veía personajes tan poco desarrollados, tan pintados a brocha gorda, tan estereotipados. El diálogo entre Palacio y su hijo para que éste tome vino y Darín defendiéndolo es una síntesis de esta peli y me hizo acordar al peor cine argentino de los 80.

    Qunitín, vos que conocés mejor el paño, y ésta no es una pregunta retórica sino una solicitud a que me (nos) ayudes a pensar: ¿por qué tiene un premio en cannes? Más allá de que sea deleznable la sección en la que fue premiada ¿la eligieron por el tema? ¿por ser cine argentino? De verdad no pudo creer que no haya habido una peli que aunque no haya sobresalido por sus virtudes al menos no sobresaliese por sus defectos.

    Por otra parte lamento bastante que XXY no funcione. El cine argentino exitoso en los festivales venía siendo (y viene, salvo excepciones) un cine que sólo desarrolla uno de los tres niveles de conflictos, el interno. Algo que a esta altura considero una actitud bastante conservadora y vaga. XXY por lo menos intentó hacer una peli un poco más compleja a nivel del conflicto narrativo. Lástima que se haya nutrido de tantos lugares comunes. Y que tenga una de las peores direcciones de actores de los últimos años, más allá de que como señalé, con unos personajes así desarrollados ni los actores ni el/la director pueden hacer ningún milagro.

  5. Bernardo Says:

    Fuera de tema: anteayer se inauguró el Festival de cine argentino 07 en San Miguel de Tucumán. Como acto inaugural – más allá de los 45 minutos de speeches de los funcionarios de rigor – se proyectó «El Acorazado Potemkin», sobre el escenario del Tratro San Martín, acompañado de la orquesta estable del teatro.

    La verdad es que nunca había visto una cosa así; valió la pena asistir y escuchar a los músicos haciendo, entre otras cosas, usos no convencionales de sus instrumentos (percusión con la caja de los violoncelos; los violines como guitarritas) ejecutando una pieza de música incidental de giro contemporáneo, para acompañar en la pantalla se el gris apelmazado de la película.

    Y en la escena del cochecito en las escaleras de Odessa, la orquesta hizo silencio absoluto. Un hallazgo.

    La noticia entera, acá.

  6. boudu Says:

    El domingo a la noche fuimos a ver «Argentina Latente» en el Gaumont, por 4 pesos.

    Recomendable. El tipo tendra todo un pastiche ideologico (mete a Bolivar, Peron, El che, Fidel Castro, y unos cuantos mas en la misma bolsa), la pelicula es un poco arbitraria (o quizá solo desordenada), pero qué bien filma! Un par de secuencias valen mas que muchísimas películas juntas. Me da pena haberme perdido «La dignidad de los nadies».

    Si fuese secretario de Turismo lo contrato yá para que me diseñe la promoción. Lo nombro a él Secretario de Turismo!

    Antes de eso comimos una pizza a la vuelta, en «La Americana», que tiene primerísima calidad a un precio accesible.

  7. El Capitan Says:

    Gracias Quintin por corroborar algo que ya sospechaba, imaginándome como se iba a tratar el tema y al ver las colas (de la pelicula, digo).

  8. Mojo Says:

    La vi hoy por la mañana. ¿Cómo puede ser que haya tenido tan buen recibimiento por parte de los diarios?

    Ahora no me animo ni a hojear una novela de Lucía Puenzo (que chica tan bonita, pero, por favor, que desperdicio como directora)

  9. Pía Says:

    Bueno, entonces no habrá que gastar la guita en esa entrada, y apostar a otra cosa. Hablando de cosas que no se sostienen ni atándolas a un palo: ¿alguien leyó la sarta de pelotudeces que dice Vallejo en la Ñ de hoy? Se la agarra con la Iglesia y los Papas (que están para el bife hace bastante), hace una enumeración de la cantidad de Papas que, para él, han sido homosexuales, explica que pudo escribir una novela como La puta de Babilonia en poco tiempo gracias a que existe Internet(?!), y como cereza del postre afirma que se preocupa por las vacas que mueren en los mataderos y los perros asesinados en las perreras, porque no vale la pena pensar en un embrión humano, que para él es menos que un gusano.
    Por otra parte, habla a favor de la no-reproducción humana, porque está mal traer a este mundo a alguien que se va a morir. Uf. Me surgieron preguntas: el embrión de un perro o un ternero, ¿no es tan «menos que un gusano» que el embrión de una persona? No me parece mal que Vallejo ( o quien sea), decida que no quiere traer hijos a este mundo de mierda. No me parece mal que, en función de eso, se decida la interrupción de un embarazo (eufemismo para no escribir «aborto» que es una palabra con una sonoridad desagradable). Lo que me parece poco serio es disfrazar la estrategia de maketing de Alfaguara para vender el libro, de nota interesante con un escritor «escandaloso». Si la nueva novela de Vallejo viene parecida a La virgen de los sicarios, lo más escandaloso sería la palabra «puta» en la tapa…

  10. Pablo E. Chacón Says:

    pía, el ensayo de vallejo lo publicó planeta, de nada, nacho
    el hombre se pelea con la Madre Iglesia, con sólo con la Iglesia

  11. Pablo E. Chacón Says:

    «con sólo con la iglesia» debe llerse «no sólo con la Iglesia»
    disculpas-errata

  12. alita Says:

    …y «llerse» debe leerse «leerse»

    de nada

  13. Hernán Silvosa Says:

    Sentí en la sala de cine que XXY contenía los diálogos más absurdos e incoherentes del cine argentino en mucho tiempo. Pero lo que más me molestó no fueron los diálogos, que son terribles, sino la torpeza con que la directora dice lo mismo 20 veces todo el tiempo. La economía de recursos es un concepto que Puenzo no debe comprender del todo, y actúa en consecuencia.
    Torpe. Para mí es la mejor definición para esta película.

  14. santiago Says:

    Espero el estreno en ‘volver’ (o ‘el cine que nos mira’) para hablar mal de esta película. Vallejo también salió en otro medio (¿la nación?) diciendo que Borges era un mal prosista, que Cortazar y García Marquez (en este último caso no le erró tanto) escribian mal, y demás pavadas polémico-baratas.

  15. Tripteam Says:

    Yo tengo entendido que el premio de Cannes fue comprado. Antes de que empiese el festival ya se sabía que «algo iba a ganar». ¿La semana de la crítica no sera una sección que presenta películas deleznables precisamente por eso, porque son películas «pagas? ¿Será la «caja chica» del festival? También tenía entendido que la película es «medio pelo», pero ahí si parece que la información era incorrecta. Según lso comentarios de acá, es muy mala.

  16. Mojo Says:

    La película es tan mala que le gustó a Sirven. Dense una vuelta por la pagina de la nación para leer su columna.

  17. Mojo Says:

    …o hagan click aquí http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/espectaculos/Nota.asp?nota_id=918081

  18. Pía Says:

    Santiago, esas boludeces las dijo en la misma nota de Ñ. De todas maneras, no me extrañaría que le hubieran hecho otra nota por la publicación del libro y hubiera repetido lo mismo, como un lorito escandaloso

  19. Kevin Dunn Says:

    http://www.elamante.com/nota/0/0594.shtml

    Entrevista más que interesante publicada en la ex casa de dos de los editores de esta web, acerca de Lucía y papá Puenzo y un Osvaldo Bayer con preocupaciones más lúcidas que perseguir monumentos de Roca.

  20. santiago Says:

    Pia, leí lo de Ñ, pero Vallejo volvió a recitar sus lineas ‘espanta-tontos’ en ‘La Razón’ y en la revista ‘La Mujer de mi Vida’ (y en una conferencia, y andá a saber adonde más)

  21. Pía Says:

    Qué tenacidad para el pelotudeo la de Vallejo. Envidiable. Gracias Santiago, por la data de «lo que no tengo que leer porque ya lo leí en otro lado».

  22. burdégano Says:

    Es una pena que quienes te leen tengan tan poca idea como vos acerca de cuestiones intersex como para no darse cuenta de la cantidad de estupideces que decís (del tipo «un/una hermafrodita», porque tiene pene y vagina… educate un poquito!; «ella (él)», etc) ni de las violencias textuales que cometés (¿»los» travestis, papi?), incluida la violencia de hablar con desprecio de lo que no sabés como si supieras… Pero en fin.

    Eso sí: te aseguro (y les aseguro a quienes están leyendo) que los lugares comunes y la torpeza que tu comentario pone en juego superan por lejos cualquier error que XXY pueda haber cometido.

  23. Pucherete Says:

    explicá, vieja, explica, queremos saber

  24. Kobayashi Says:

    Mojo, qué buen dato nos diste, si le gustó a Sirven no la veo ni loco. Lo raro es que a Sirvén solamente le gustan las películas que recaudan mucha plata.

  25. Kobayashi Says:

    Recién leo la nota de Sirvén, «…si Una novia errante y XXY logran despegar -la primera ya fue vista en nueve días por once mil personas y la segunda vendió casi diez mil entradas en…». Este muchacho tiene la idea fija.

  26. Mr. Burns Says:

    Si pueden, vean Los próximos pasados, de Lorena Muñoz. Es un documental fuera de lo común, y con un gran trabajo de archivo. De las tres realizadoras citadas, me parece la más talentosa, por lo menos hasta ahora.

  27. burdégano Says:

    Y siguen las penas… Tu reseña omite justo aquello en lo que la película sin lugar a dudas acierta: la ruptura con el binario de la diferencia sexual. Al reseñarla no parás de hablar de «él» y «ella», de un «no saber» de Alex que la captura entre ser una mujer o un hombre, heterosexual u homosexual… ¿qué película fuiste a ver? ¿No te diste cuenta que más que dirimirse entre esos dos polos la historia introduce la posibilidad de la intersexualidad como una elección en sí misma, no subordinada a los imperativos del «él/ella, hetero/homo»? ¿No te diste cuenta que esa posibilidad es abierta no solamente a fuerza de sufrimiento, sino de placer?
    Es cierto que es más sencillo pensarnos como especies cuyo sexo está en duda; que (a) no lo esté y (b) no se trate de M ó F parece exceder tu capacidad como espectador y como crítico. Me hace acordar a un momento de «Esperando la Carroza», cuando el personaje que interpreta a China Zorrilla le dice a una de sus cuñadas: «pero qué somos nosotros, judíos, para no tener Dios?»

  28. Frank O. Says:

    Qué bien le funciona el inconsciente a algunos!!!
    XXY se parece mucho, cinematográficamente, a Esperando la carroza.
    Amigo buerdégano: el cine es mucho más que buenas intenciones para educar a la gente. Prefiero comprarme un buen ensayo para profundizar sobre el ser hermafrodita, pero si voy al cine, busco ver buenas historia y sobre todo, muy sobre todo, bien narradas.
    Lamento que no sea el caso de XXY.

  29. burdégano Says:

    Y quién dijo que la película de o deba dar lecciones? Acaso yo hice alguna valoración sobre la película?
    Lo único que dije es que al reseñar la película Quintín cometió todas las torpezas, e incluso las violencias, que alguien puede cometer al escribir sobre «hermafroditas»… que es lo mismo que le reprocha a la película!. Y me limité a señalarle que su crítica sólo pone en juego su propio universo de seres sexuados el cual, por su caracter evidentemente restringido, no le permite dar cuenta de otros movimientos que pasan por la película, más allá de sus aciertos o deshaciertos.

  30. alita Says:

    burdégano, deshaciertos va sin h

  31. burdégano Says:

    es que soy Hermafrodita, viste? :)

  32. alita Says:

    si, ya me parecía :-)
    … y también, como todos, cometés errores.

  33. burdégano Says:

    Pero, a diferencia de otros, los admito.

    Cuando le comenté a un amigo que pensaba opinar sobre el modo torpe y violento en el que Quintín hablaba de hermafroditas y travestis en su reseña, mi amigo me dijo que no valía la pena; que su reseña sería comentada sólo por sus adoradores quienes, sin importar de lo que se tratara, ignorarían cualquier crítica a su escritura. Y tenía razón, por lo que parece. Me da un poco de impresión leer a gente tan purista en cuanto a géneros cinematográficos se refiere, pero que puede dejar pasar contenidos de lo más estrechos -cuando no fóbicos- cuando de géneros sexuados se trata, sin siquiera detenerse a pensar si algo de esa estrechez o de esa fobia no se ha colado en la reseña que comentan.
    Quizás si se tratara de una película sobre racismo, y un cronista cualquiera escribiera «con qué racismo trata el director a estos negros de mierda» a lo mejor alguno de los lectores del cronista sentiría algún tipo de contradicción en lo que lee; puesto que al parecer en este caso cronista y lectores comparten el mismo mundo, donde los hermafroditas somos seres que habitamos, básicamente, películas y ensayos, daría la impresión que la crítica cinematográfica se sostiene de todos modos, más allá de la violencia textual que despliega.

  34. santiago Says:

    Por lo que leì, el personaje de XXY tiene pene y vagina (aclaro que no ví la película). Si es así, invalida el argumento de burdégano, ya que ser hermafrodita no conlleva tal situación, lo que la convierte en un film híper-ficcional. Co respecto a lo otro, tu amigo se vé que se deja llevar por chismes…si hubiese leído los antiguos nros. del ‘Amante’ (o este blog, incluso) vería que mucha gente (incluso fans de su escritura) tienen muchas veces posturas u opiniones distintas a las por él esgrimidas.

  35. santiago Says:

    donde dice ‘co’, obviamente, debía decir ‘con’

  36. alita Says:

    Bueno, Burdégano, te aclaro que no soy cinéfila ni ví la pelicula, por lo que no puedo opinar demasiado, pero si leí las dos criticas, que me parecieron muy interesantes, incluso a pesar de ser «negativas» confieso que me dieron ganas de ir a ver la otra película , la de Ana Katz.

    Me parece que la crítica de XXY pone el acento en otros temas, no lo tomé como vos, no me pareció discriminatoria ni fóbica, en todo caso si se dijo algo creo que fue más bien sobre la forma en que se trata este tema en los medios y no sobre el tema en sí .

    Pero bueno, si eso es lo que pensás, creo que tenes el derecho de decirlo, dando argumentos para que todos comprendamos mejor tu posición y que esto no se transforme en un intercambio de agresiones que no aportan nada a nadie.

    Otra opción sería no visitar más este blog si es que no estás de acuerdo con las cosas que se escriben aqui.

    Saludos

  37. burdégano Says:

    Santiago: que el cuerpo del personaje de Alex no se corresponda con ninguna taxonomía médica, incluyendo la del hermafroditismo, me parece uno de los aspectos más logrados de la película. Mi argumento no se sostiene en la verosimilitud del cuerpo (además, a esta altura del partido, postular la no-ficcionalidad de alguna narración sobre el cuerpo…) La reseña es burda de todos modos, hable de hermafroditas salidos de un libro de medicina o de una ficción cinematográfica.
    Por lo demás, el cuerpo de Alex no se muestra en la película -y mucho se muestra del modo en el que se lo narra en este blog («tiene pene y vagina»). Suturar la corporalidad intersex en los órganos rectores de la diferencia sexual binaria es lo que hacen ustedes como espectadores (o lo que hace quienes la vieron y la comentan, el resto repite nomás), pero para mí la película opera como una anti-sutura (por eso, justamente, el cuerpo es una «cita» intersex no suturada en un saber médico del hermafroditismo, y las elecciones que se abren ante Alex no se suturan en el no saber si ser mujer hetero u hombre homo al que las redujo Quintín en su reseña).
    Si vos atendés al modo en el que se le da entrada a ese cuerpo en el comentario inicial -entre la ambigüedad sexual, el sensacionalismo, el padecimiento y lo esotérico, amén de una continua reducción a la economía del «él/ella» lo que aparece no es más que un afán de criticar a cualquier precio -aunque el precio sea ridiculizar aquello que la película ficcionaliza, pero que también está desde ese otro lado de la pantalla (aunque tal vez sea, para la mayoría de ustedes, «demasiado esotérico»).
    La película podrá parecerles un bodrio o no. Pero a la hora de hablar de cuerpos que varían del promedio masculino o femenino derrapan peor que la gente a la que critican.

  38. burdégano Says:

    donde dice «mucho se muestra» debe decir «mucho menos se muestra» :)
    Alita, tanta sensibilidad a la expresión escrita, y me querés hacer creer que el modo del que se habla de algo es menos importante que eso de lo que se habla? Ya sé que Quintín no habla de hermafroditas, pero como la película tiene un personaje presentado, de entrada, como hermafrodita, cada referencia que hace al dichoso hermafroditismo es un espanto. Yo sé que no todo es fobia -también hay desconocimiento, claro. Pero cuando uno arremete contra una cierta narrativa, entre otras cosas, por su violencia contra un cierto repertorio de seres, tendría que tomar la precaución de no reproducir esa misma violencia en la arremetida, me parece…

  39. Pucherete Says:

    mami, las mujeres no son siempre hétero?

  40. santiago Says:

    burdégano, como veo que me considerás como ‘el resto que repite nomás’ (¿que repetí) ¿leíste bien?) no contesto, no opino, te dejo dueño de la verdad.

  41. Mojo Says:

    recuerdo la crítica de Telma y Louise por Q. «esto no es para mi, hombrecito»

  42. Samurai Jack Says:

    1-Para educarse lean libros, el cine no está para eso
    2- La película es mas bien torpe y esa torpeza se desnuda en el exacto momento en que el personaje de Darín le tiene que decir a la madre que Alex le ropmió el culo al hijo de los amigos de ella.
    La frase suena absolutamente extemporánea en boca del personaje que la expresa, que es el padre del/la hermafrodita y que parece preocupado y hasta confundido pero que uno no se lo imagina reaccionando de esa manera.
    3- Va ganar un montón de premios, seguro.

  43. burdégano Says:

    Santiago, empezás tu post diciendo: «Por lo que leì, el personaje de XXY tiene pene y vagina (aclaro que no ví la película)»

    No sé si eso responde a tu pregunta acerca de lo que repetís sin haber visto la película…

  44. burdégano Says:

    Sí, tenés razón, samurai. Hay cosas que uno ni se imagina que pueden moverse alrededor de la intersexualidad, tales como la dificultad para comunicar lo que de otro modo parecería sencillo, o las representaciones parentales acerca de la sexualidad de los hijos. Si vos te encontraras en la situación de tener una hija cuyo clítoris es tan grande que podría ser tomado como un pene, estarías desde el principio puesto en la situación de barajar futuros sexuales concretos, posibles o imposibles. La gente no dejaría de plantearte la pregunta -no sólo por qué va a ser, si chica o chico, sino por quién la va a desear… y para qué. Ojo, no hace falta remitirse al plano «esotérico» del hermafroditismo, basta con hacer un coming out gay para que padres correctísimos se pregunten enseguida si el nene es ese al que le toca hacer de mujer. La película podrá tener problemas narrativos, pero me parece que analizar una narración sin tener la menor idea de aquello de lo que esa narración intenta dar cuenta da como resultado este tipo de críticas. El personaje de Darín no está solamente preocupado y asustado; también quiere tener un hijo. Quienes lo pintan como un personaje maniqueamente progresista lo hacen, me parece, apostando a una libertad de elección que se reduce a dos posibilidades -que son las dos que a ese personaje le entran en la cabeza, por ejemplo. De verdad desea que sea un hijo, esa es la elección que espera, y se ha pasado 15 años esperando que su hija le rompa por fin el culo a alguien para empezar a confirmar que eso que desea va a ocurrir. La confrontación entre padres en la película no muestra solamente que la intersexualidad no es una opción para conservas como el cirujano y su mujer, sino también para progres como el padre de Alex y su mujer.

  45. mojo Says:

    Yo sí vi la película y el personaje tiene pene y vagina.

  46. Pucherete Says:

    qué lindo candidato…!!

  47. alita Says:

    Bueno, Burdégano, no te enojes, yo no te quiero hacer creer nada, solo estoy diciendo lo que pienso.

    Pero más allá de la película, creo que sería interesante un comentario, como si fuera un post , «Soy hermafrodita», si es que se dice así, confieso que no sé nada del tema.

    Saludos

    p.d: por si hace falta, aclaro que te lo digo con todo respeto.

    Como también espero que nadie se moleste por esta sugerencia.

  48. Frank O. Says:

    Burdégano: para que no le hagas caso a tu amigo, quiero que sepas que tu comentario me hizo hasta ponerme cerca de Q, cosa que ha sido poco frecuente desde que leo y comento posts de este blog.

    Entiendo tu miedo y tu lupa sobre el tema, no se si sos hermafrodita o el tema te inquieta especialmente, pero es verdad que a veces se dicen cosas a la ligera.

    Pero como dije antes la peli es más que mala, no sólo por las razones que señalé unos comentarios más arriba, sino también porque a nadie de los que escribimos por acá y la vimos se nos movió un pelo con el tema. Otra razón más para pensar que la peli es más que mala. O quizás todos los que la vimos y opinamos estemos equivocados… también puede ser ¿no?

  49. lalectoraprovisoria Says:

    Ante la erudición demostrada en estos comments sobre el hermafroditismo y sus alrededores, solo puedo agregar un viejo chiste que me ha venido a la memoria:

    Paciente: Doctor, tengo un problema.
    Médico: ¿Cuál?
    Paciente: Mi mujer tiene el clítoris como un pepino.
    Médico: ¿De grande?
    Paciente: No, de agrio.

    Sabrán disculpar.
    Q

  50. oídos sordos Says:

    Chancho!

  51. santiago Says:

    burdégano, quien dijo eso fue la directora de la película; cuanto mucho, ‘repetí’ lo que dijo ella, o sea: ¿debo desconfiar de lo que dice quien realizó la película? Quiero decir, es ovbio que vos sabés más que ella del tema…¡pero ella hizo el film!

  52. lagorditapatizamba Says:

    Manga de ordinario!

  53. Samurai Jack Says:

    Cómo estamos en el terreno de: me parece que el director, ene esta caso directora, quiso decir… cualquier interpretación se vuelve válida.La frase de Darín es extemporánea y lo que es mucho peor es tribunera.

  54. oídos sordos Says:

    Burdégano:
    Como no quiero ser una ciega lectora de los textos de Q (ya me basta con ser sorda oyente de sus gritos) y como tampoco me gusta que agredan a la comunidad judía (a la que pertenezco) ni a la raza negra (a la que también pertenezco) ni a la hermafrodita (a la que perteneceré si sigo en este tren de vida insociable) me interesa que me explique en un lenguaje coloquial –apto para personas carentes de información sobre la infinidad de orientaciones sexuales que existen en nuestra especie– en qué consiste la violencia de Q. ¿Cuál es el plano esotérico del hermafroditismo? ¿Qué es el coming out gay? ¿Qué es la sutura, la antisutura, la cita intersex no suturada? ¿Soy yo o es usted?
    Resulta sencillo dejarme seducir por la prosa clara de Q si usted me escribe taaaaaaaan oscurito.

  55. Pucherete Says:

    intertextualidad va con x?

  56. René Says:

    No dé más vuelta al orégano
    Yo le comprendo burdégano
    Por la vida contenta voy
    Con mi pepino y mi coliflor.

  57. santiago Says:

    digo algo más y callo: en este blog la gente que escribe peródicamente es respetuosa, pero apasionada; vos largaste tratando a todo el mundo de estúpido…hay una diferencia, ¿no creés?…si hay errores o desconocimiento y vos la tenés clara, podrías ‘aportar'( volviendo a mis palabras) de forma respetuosa y, claro, también apasionada. Como me dijo en otro post (y con toda razón, por lo demás) Pia: somos grandes…

  58. santiago Says:

    ah! Quintín, si no resulta lo del blog…¡podes hacer de doble de Corona! (já já)

  59. Pía Says:

    Sí,Q, y si te da por lo musical, podrías considerar la psibilidad de grabar con Rodolfo Zapata.

  60. Pía Says:

    ERRATA: «posibilidad»

  61. burdégano Says:

    Por qué la «elección sexual de los hermafroditas» es un tema «demasiado esotérico» es algo que tendrás que preguntarle a Q., que fue quien lo escribió.

    Hay un dicho que el movimiento político intersex usa mucho para referirse a la posición de los cirujanos: cuando lo único que uno tiene es un martillo piensa que todo lo que lo rodea son clavos. Lo mismo ocurre con quienes creen que el mundo se reduce a «ellos» y «ellas», que se trata de ser o bien hombre o bien mujer, y que leen todo a partir de esa diferencia sexual binaria. Para quienes creen en ese orden del mundo no hay violencia alguna, puesto que las cosas «son» simplemente así. Q. le critica a la película una serie de torpezas que no son distintas a las que él mismo comete cuando escribe -es decir, la experiencia intersex narrada por Puenzo podrá tener todos los problemas éticos que él le atribuye, pero su narración también los tiene.

    Los genitales del personaje de Alex no se muestran -bastante raro sería que una vagina se viera, a menos que le hubieran introducido una cámara, no? Pero en fin… Sí hay distintas referencias a «dos», y a un órgano con capacidad para penetrar. Distribuir esas referencias en un pene y una vagina y, más aún, haberlos «visto», corre por cuenta de cada cual. En la película no se «ven», no se sabe a ciencia cierta qué es lo que «tiene». Hay pocas cosas más incómodas que ese no saber -la violencia con la que muchos posts en este sitio intentan producir ese saber es un buen ejemplo de eso. La película podrá ser buena o mala, pero la mayoría de ustedes no toleran la idea de algo que desmienta el orden de cuerpos sexuados que conocen. Responden corrigiendo errores ortográficos, llamando a cerrar la discusión, con chicanas… Pero las opciones siguen siendo sólo pene o vagina, hombre o mujer, él o ella. Y es gracioso, porque el personaje del cirujano les parece terrible… pero lo que dice no se diferencia mucho de lo que escriben ustedes.

  62. Pablo E. Chacón Says:

    existe la elección sexual?
    como dijo alguien por ahí, qué dominio del inconsciente!!

  63. Mr. Burns Says:

    Raquel Welch hacía lo mismo que la Efron hace muchísimo tiempo, en una peli llamada Myra Beckinridge, muy divertida y autoconsciente de su torpeza al respecto (Myra en realidad era Myron). Ni qué decir cuando Raquel daba vuelta al galán de turno (el gallo del gallinero) y lo penetraba sobre un tablero de dibujo, mientras se comentaba la acción con fragmentos de Laurel y Hardy, Irene Dunne y Cary Grant, Garbo y Melvyn Douglas, entre muchos otros. Brevemente: era buen cine.

  64. burdégano Says:

    y… lo de la eleccion sexual preguntaselo también a Quintín, él lo escribió… yo solo cito. Se ve que cuando el Maestro escribe las cosas que dice pasan desapercibidas, pero cuando las repite otro… qué mal que suenan, no?

  65. Pablo E. Chacón Says:

    Q será el maestro de alguien? No creo que se piense a sí de esa manera
    Pero fijate: vos leíste «elección sexual» y te tragaste (sin doble sentido), «inconsciente»: prehuntale a tu maestro qué te tragaste (sin doble sentido, faltaba más)

  66. Pablo E. Chacón Says:

    prehuntale suena a bueno… es preguntale

  67. alita Says:

    Burdégano, decís «….la mayoría de ustedes no toleran la idea de algo que desmienta el orden de cuerpos sexuados que conocen».

    Creo que esa frase refleja lo que vos pensas que la gente piensa, y no es así, por lo menos en mi caso.
    Pienso que estas prejuzgando, me parece que la mayoría de los lectores de LLP no es gente tan cerrada como vos pensás.

    Veo también que hay problemas de comunicación. No creo haber dicho nada para que estes tan molesto, todo lo contrario, trate de ser respetuosa, de llevar a la conversación hacia un terreno donde pudieras expresar tus ideas civilizadamente, no solo agredir , pero si eso es lo único que te interesa, lo lamento y doy por terminada mi intervención en este tema.

    Y con respecto a la corrección ortográfica, solo era una pequeña broma que nos incluía a todos.

  68. Kobayashi Says:

    Finalmente burdégano, ¿te gustó o no la película?

  69. Mauro Cabral Says:

    Alita, la entonación a mis posts se la estás poniendo vos. Yo no estoy enojado. Tampoco prejuzgo, pero sí leo. Si tenés tiempo y ganas alguna vez, hacé un recorrido desde la reseña hasta el último posts, y verás qué tipo de respuestas puede recibir alguien que señala un problema de parte de gente «no tan cerrada».

  70. Mauro Cabral Says:

    Perdón por el cambio de nick, decidí dejar al animalito tranquilo. Y también me cansé de postear. Buen final de junio para todos. M (maulesel@gmail.com)

  71. alita Says:

    Mauro, me alegra que no estes enojado, como dijo alguien acá somos apasionados y siempre surgen diferencias en los distintos temas, y peleas ni te cuento!, pero luego, por suerte, todo vuelve a la normalidad.
    Creo que es justamente eso, la diversidad de ideas, lo que enriquece esta singular conversación.

    Esperamos que sigas apareciendo por acá.

    Cariños, Alita

  72. Pongale Tomillo Says:

    Antes que nada, quiero resaltar mi felicidad, ya que de a poco voy coincidiendo con la critica de Quintin…paciencia, dije de a poco, pero con esta critica coincido totalmente. Salí de ver XXY, con ganas de inyectarme alguna droga que me la haga olvidar rapidamente.
    Aqui vemos una muestra más de esta prostitucion cinematografica, a la que Cannes nos viene acostumbrando en los ultimos años.
    Lucia, para la proxima… ponele tomillo!.

  73. pf Says:

    «Para educarse lean libros, el cine no está para eso»
    Acá se resumen las enseñanzas de don Quintín a sus ociosos fans bloggers.
    Gracias Samurai!

  74. Tintín Says:

    Acabo de toparme con esta crítica, me parece un buen complemento para enriquecer esta charla.

    XXY

    beso a Flavia.

  75. alita Says:

    …mirá que sos peleador, Tintín!!!!

  76. Tintín Says:

    cita una nota que acabo de leer.

    La versión de dos padres («XXY»; Lucía Puenzo, 2007.)

    Cuando alguien no sólo va a una escuela de cine para aprender, porque esa escuela se hizo poniendo el cuerpo entre cables, cámaras y actores; el producto es maravilloso. El adjetivo no es excesivo teniendo en cuenta que es una ópera prima y que el clima de tonos, palabras y ritmos impresiona por su precisión y por su talento. Esto sumado al hecho de que el tema (uno de los temas) de la obra ha sido tratado sin caer en lugares comunes y con una dimensión de lo abierto y poético no siempre otorgada.

    Desconozco si Lucía Puenzo ha leído a Lacan; pero la dimensión del significante (ya presente en Freud) se presentifica desde el primer instante: “Hembra” –dice el padre; ese mismo ser que no sabe (hasta tanto después) que el sexo biológico no determina la sexualidad del sujeto. Un sujeto (un sujeto de deseo, padeciente del Verbo que el Otro le Dona) no es un tortugo marino a quien se le puede determinar a priori su partener sexual. Es el significante quien hará su primitivo y silencio trabajo de transmisión; el mismo que –pongamos por caso- hace que una hija levante un pico de fiebre a las tres de la tarde durante semanas enteras “ si n saber” que en ese horario su madre ha sido llevada al geriátrico, hecho inaceptable para ese mismo sujeto.

    Y la genialidad de Puenzo es tal que la vuelta de tuerca de su obra tiene su núcleo en las dos escenas de los dos padres que no por casualidad han sido editadas en progresión secuencial. He aquì, creo, el nudo de la cuestión: un Nombre-del-Padre que se pronuncia de dos modos, obviamente sin verbalizarse; sino a través de la transmisión inconsciente: lo único –poco y mucho- que un parlêtre lee en su vida.

    Un padre neurótico, que no sabe y que hace operar su castración no sólo aceptando no saber (esperando –como dice su hija-); sino sobre todo dando a ésta todo el poder de la palabra, es decir, del deseo. “Dejé que ella decida… estará bien? ”- Pregunta eterna del neurótico que prefiere optar por un deseo insatisfecho (o prevenido, o imposible) pero que, en este caso –cuál Antígona- decide llevar un acto de decisión frente a una problemática que ninguna ciencia puede aprehender.

    He aquí el otro punto en donde Lucía Puenzo hace pie: el deseo humano no pasa por los genitales, o por el “tipo” de alimentación que el deseo de ¿hambre? pueda digerir (miles de anoréxicas se encargan de demostrarlo) Por ello es tan genial la escena en donde el otro Padre (aquel que no dona más que malestar perverso; no pudiendo siquiera poner una mano en el hombro de su hijo varón, no pudiendo incluso mentir si es necesario –aunque no es mentir, porque para todo padre su hijo debería ser buen-hijo (“ good enough ”) y no objeto de estudio científico u objeto fetichista- porque el deseo de un padre o de una madre debe unirse al amor) se enfrenta –decíamos- con la palabra de un hijo en su re-despertar sexual y advierte que se ha enamorado de un “fenotipo femenino” tranquilizándose pasivamente al entender que entonces su hijo no es homosexual. Padre que no sólo desconoce la escena que ese hijo vivió a priori con la chica (donde el chico varón mismo declara que le ha gustado) sino que, fundamentalmente, peca en el desconocimiento de que tampoco el fenotipo declara sexualidad.

    Hombres de voz grave, cero afeminados; mujeres “hiperfemeninas”; también pueden ser homosexuales. Significante que no discrimina color de piel u oficio; porque –como Freud nos enseñó- la sexualidad se a-nuda en el drama edípico vía significante fálico. Caeríamos en la perversidad declarada por quienes creen que –por ejemplo- algunos gaüchos de nuestras pampas son homosexuales porque son gaüchos ( “y de ellos nada se puede esperar…”- Antonio Carrizo dixet. ) y no porque son sujetos de lo inconsciente.

    La película de Puenzo transita el nivel de lo no-sabido ; el nivel de la cadena pulsional de palabras que hace que el animal-simbólico constituya tan enigmáticamente su sexualidad. (O, para decirlo todo, que ese “enigma” esté anclado en el descubrimiento freudiano de lo inconsciente a través de su drama edípico, vía el operador fálico.) La ciencia, que entiende que una deformación cromosómica ya necesita el aval de psicólogos, médicos y genetistas; cae en el mismo error que toda la psicología (al mejor estilo de la puericultura) que pretende aconsejar, señalizar y vehiculizar algo en nombre de un saber imposible. He aquí la genialidad que Lucía Puenzo ha sabido imprimir en la personalidad del personaje que en-carna Ricardo Darín magistralmente –creo que cómo nunca antes-. Una personalidad que no todo neurótico podría sostener.

    Marcelo Augusto Pérez, psicoanalista.

    Director del Corpus FreudoLacaniano de Formación Psicoanalítica.

  77. deliaz Says:

    ante tanta gente que se encolumna detrás de ud., señor Q, quisera ponerme de la vereda contraria y elogiar algunas cosas de la película. me parece bárbaro que se enoje con xxy (y sus responsables). su erudita ingenuidad me conmueve. sigue usted esperando de ese cine las preguntas molestas, incómodas y angustiantes que nunca van a llegar. a ud. le parece que podrían darle millones de euros a una persona para que diga en el cine frente a todos los cobardes espectadores que acaso en un mundo con menos represión las relaciones y deseos mostrarían su esencia ambigua? vamos, hombre, usted ya está grande para esas cosas. si quiere acometer una digna labor dedíquese a analizar la construcción del film, ya que una crítica que únicamente se centra en lo discursivo de la obra es una crítica vaga (debe analizar también cómo se construye ese discruso).
    ahora paso a elogiar a esta joven. la escena del padre y el hijo está muy bien, salvo el remate, que es excesivo y torpe (junto con el episodio del vino remite al nefasto cine nacional de la post-dictadura). palacio no es solamente un facho y ya. si usted encara la película buscando personajes le pasará lo que le pasó. la odiará (y con razón). al lado de los decadentes personajes del cuento del marido de esta joven, los de la puenzo no son nada interesantes. pero me parece que se debe al hecho de que su atención no está puesta tanto en ellos como en los adolescentes, mundo que, a mi juicio, muestra con cierta sensibilidad. la encadenación de las distintas violaciones es interesante como forma de mostrar cómo la violencia circula de uno a otro (no olvidemos que el oprimido alvaro es violado por alex, que nunca cesa de ser despreciablemente violento/a con él, particularmente cuando tiene un lugar femenino en la relación), y este punto me parece bastante para un primer largometraje. hay cierta riqueza, me parece. veremos si se desarrolla.
    no sea tan categótico, señor Q. es usted un hombre brillante y su propia frustración le hace pasar cosas por alto.
    un saludo,
    deliaz

  78. Lucrecia Says:

    La escena del padre (Palacio) y el hijo es la peor escena jamás escrita en toda la historia del cine argentino.

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