Intrascendencias (5)

Leys

por Quintín

Si hay un escritor que merecería ser mucho más leído, ese es Simon Leys (n. Pierre Ryckmans, Bruselas, 1935). Simon Leys es un genio. Erudito en cultura china, les descubrió a los franceses que Mao Tse Tung era un genocida cuando los intelectuales hacían fila para adorarlo. Pero también es un dedicado y brillante ensayista literario, además de escribir sobre otros muchos temas. Desgraciadamente no he leído de Leys más que un libro muy breve, La felicidad de los pececillos (Acantilado, 2008) pero alcanza para entender que estamos ante un pensador de primera categoría, que aunque no es desconocido, hace muchos años trabaja en los márgenes del establishment cultural. No es difícil entender por qué.

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Tengo otro libro de Leys en casa, también muy corto, que se llama Con Stendhal (Acantilado 2010), que en realidad consiste en un texto de Stendhal y otro de Mérimée prologados y anotados por Leys. Lo que escribe Leys es suficiente como para convencerse de que hay que leer a Stendhal y permanecer en su compañía de por vida. También es muy divertido su relato sobre la relación de Mérimée y Stendhal: eran amigos, pero mientras que Mérimée era rico y exitoso como escritor y funcionario, Stendhal era pobre e ignorado; Mérimée era amable (más bien condescendiente) con Stendhal, pero nunca se le ocurrió tomar en serio lo que escribía. Nunca se imaginó, ilustra Leys, que la historia iba a revertir completamente el veredicto sobre sus respectivas estaturas literarias.

Leys es un escritor amable, jovial, extraordinariamente ameno, un verdadero chestertoniano en una época en la que ser chestertoniano no es precisamente la moda (no lo es desde hace más o menos un siglo, aunque Chesterton sigue dando pelea). Busqué libros de Leys para bajar gratis de la web, pero no encontré ninguno. En cambio, apareció en Youtube una conferencia suya sobre crítica literaria que dura 42 minutos.

Nunca lo había visto a Leys; parece un viejo y afable profesor que habla inglés con mucho acento (¿flamenco, francés?). Vale la pena escucharlo: su estilo es el de su prosa, aunque declara que no tiene más remedio que leer porque está viejo y ya no puede improvisar. El principio es encantador: le pide disculpas a quien haya asistido a la conferencia pensando que iba a tratar sobre las teorías literarias contemporáneas o sobre los estudios académicos en la materia, disciplinas de las que afirma ignorarlo todo; hasta confiesa que tiene el prejuicio de pensar que los académicos son gente que no ama la literatura. Leys es como una reliquia que resulta más joven que sus arqueólogos. Leerlo ayuda a entender que la crítica literaria tiene un futuro solo si se descartan la mayor parte de las bibliotecas dedicadas al análisis y la teoría, si se escribe fuera de la jerga académica, si el contacto con los libros vuelve a ser de primera mano. Es posible incluso que la literatura tenga un futuro si la crítica lo tiene. No hay que desesperar.

Foto: Flavia de la Fuente

15 respuestas to “Intrascendencias (5)”

  1. dasbald Says:

    En Octubre salió un libro nuevo de Leys, The Hall of Uselessness, donde hay un ensayo sobre Chesterton muy original: Chesterton, the poet who dances with a hundred legs.
    Saludos,
    Dasbald.

  2. lalectoraprovisoria Says:

    Me decidí y lo acabo de comprar en Amazon. Esta serie me va a terminar fundiendo.

    Q

  3. lalectoraprovisoria Says:

    El libro empieza con una sentencia de Zhuang Zi que justifica el título

    Todos conocen la utilidad de lo que es útil
    pero pocos conocen la utilidad de lo que es inútil.

    Q

  4. lalectoraprovisoria Says:

    Tal vez, la palabra que mejor describe a Leys es «sabio».

    Q

  5. Mole Molly Says:

    hace unos meses leí un artículo de serra Bradford en perfil sobre este leys pero ahora no lo encuentro en internet. leys es buenísimo

  6. marcelo miceli Says:

    acá encontré algo:
    http://ebiblioteca.org/?/ver/73437

  7. hugo abbati Says:

    «Zhuang Zi y el maestro de lógica Hui Zi se paseaban por el puente del río Hao. Zhuang Zi observó: «¡Mira lo felices que son los pececillos que se agitan ágiles y libres!». Hui Zi objetó: «Si no eres un pez, ¿de dónde sacas que los peces son felices?». «Como tú no eres yo, ¿cómo puedes saber lo que yo sé de la felicidad de los peces?». «Te concedo que yo no soy tú y que, por tanto, no puedo saber lo que tú sabes, pero como tú no eres pez, no puedes saber si los peces son felices». «Retomemos las cosas desde un prin- cipio—replicó Zhuang Zi—. Cuando me has preguntado “¿De dónde sacas que los peces son felices?”, la forma misma de tu pregunta implicaba que sabías que yo lo sé. Pero ahora, si quieres saber de dónde lo sé, pues bien, lo sé desde lo alto del puente».

    de La Felicidad de los Pececillos, del gran Leys, fragmento en el que recoge un texto de la tradición china de más de 2.300 años de antigüedad, según el mismo cita.

    leí por primera vez a Leys (Sombras Chinas) a fines de los 70′, y me sorprendió que alguien hablara con tal claridad, y elegancia, del horror de la China de Mao. abandonada la esperanza en la URSS como portadora del instrumento que acabaría, por fin, con la Historia (que hubiera deleitado a los intelectuales burgueses y revolucionarios de la época -léase Sartre) la dura misión fue depositada en el mago de oriente, Mao, un compendio de maldad y fanatismo. naturalmente, fue ignorado, ni siquiera mereció el desprecio activo que debió soportar el gran Camus por parte de los entusiastas guerrilleros verbales de Les Temps Modernes, dirigidos por el inefable estrábico de corta estatura y cabeza desproporcionada. se puede concluir que la sensatez es bien escaso, cuando de entusiasmos ideológicos se trata, por ello destaca tanto cuando aparece (si es que uno la encuentra).

    una pena que Argentina esté tan lejos del mundo, de haber estado más cerca, quizá Leys nos hubiera deleitado con algún artículo sobre La Década Ganada y sus adláteres intelectuales.

  8. Cristóbal Says:

    Hay un tercer pequeño libro de Leys en Acantilado: «Los náufragos del <>», también muy recomendable.

    Yo recién he acabado de leer otro librito de la misma editorial, escrito por Nuccio Ordine, muy relacionado con lo que se ha escrito por aquí acerca de «La utilidad de lo inútil» – precisamente ese es su título – que se inicia con esta cita de Pierre Hadot:

    Y es precisamente tarea de la filosofía
    el revelar a los hombres la utilidad de lo inútil
    o, si se quiere, enseñarles a diferenciar
    entre dos sentidos diferentes de la palabra «utilidad»

    También en las primeras páginas hay una referencia a los peces, en este caso mediante a la cita de un discurso de David Foster Wallace:

    Había una vez dos peces jóvenes, que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: «Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: «¿Qué demonios es el agua?».

  9. Cristóbal Says:

    El título del libro mencionado en el comentario anterior es Los náugragos del «Batavía»…

  10. Daio Says:

    Muy bueno el recuerdo de Simon Leys, especialmente cuando recientemente se han designado a China y Cuba como miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ambos estados se hicieron famosos por la instalación de los denominados campos de reeducación, supuestamente ahora en proceso de cierre en el primer país.
    El sistema de campos de reeducación,instaurado en 1957 por Mao como un sistema para posibilitar castigos rápidos a delincuentes menores y ordenar privaciones de libertad de hasta cuatro años sin necesidad de sentencia judicial (bastaba con una decisión policial), enseguida se convirtieron en una herramienta política y sirvió para privar de libertad tanto a intelectuales y estudiantes contestatarios. Los abusos siguieron en décadas posteriores, y además de servir de centros de retención contra prostitutas, drogadictos o ludópatas, se utilizaron como castigo a sujetos incómodos para el gobierno.-
    Estimaciones de grupos de derechos humanos calculan que hasta 300.000 personas por año fueron confinadas en estos centros, muchos de ellos secretos.- En general no existe mucha confianza en que realmente desaparezcan, así Amnistía Internacional teme que tras la reforma sólo cambie la apariencia de estos campos y se mantengan los trabajos forzados contra disidentes o activistas sociales.
    Como recuerda Guy Sorman: «En 1971, en su libro Los trajes nuevos del presidente Mao, el escritor Simon Leys revela a Occidente las masacres de la Revolución Cultural. Inexplicablemente, ese mismo año, la filósofa italiana Maria-Antonietta Macchiocchi, tan respetada en París como en Roma, publica De la Chine, un panegírico de Mao. Allí leemos: «La Revolución Cultural inaugurará mil años de felicidad». Mao es «genial». Lo mismo había dicho Louis Aragon de Stalin en 1953. Cierto sector de la intelectualidad no se reforma de una generación a otra, como si lo esencial fuera no ver nada, o fingir no verlo, para engañarse siempre.»
    http://www.lanacion.com.ar/838894-mao-una-pasion-francesa

  11. cossi Says:

    Feliz cumple Q! abrazo grande.

  12. cossi Says:

    Hablando de Leys, un tipo muy lúcido. No lo conocía, me puse a ver el video en Youtube del que hablás y me encantó. El academicismo se está volviendo un problema cada vez más grande para el pensamiento.

  13. Boris K Says:

    Creo que hizo bastante ruido el libro de Leys sobre Mao a principios de los 70. Aparece en la última película de Assayas. Aprés Mai. Según el film, parte de la izquierda francesa decía que Leys era agente de la CIA, cosa que el protagonista del film niega.

  14. Crompton Says:

    Me alegra Quintín que coincidamos 100% en Leys !!!, recordará Ud. que, hará un año, cuando discrepamos sobre Harold Acton, recorrí Madrid para encontrar un ejemplar de «La felicidad de los pececillos» para regalarle y cuando lo conseguí Ud. me dijo que ya lo había leído …. Acantilado publicó también hace unos años Los náufragos del Batavia. De algún lugar saqué (probablemente de google) que es belga y vive en Australia. Saludos. Crompton

    Para cuándo una reseña sobre Leigh Fermor?

  15. Gabriela V Says:

    Lean esto, está muy bueno:
    http://www.poesias.cl/stendhal_los_privilegios.htm

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