Breve historia de la filosofía 47

El amor 3

por Tomás Abraham

A fines del siglo III d. C. muere el maestro Plotino de una angina maligna que terminó ulcerando toda su piel. Es el pensador de la denominada escuela neoplatónica. En su tratado 50, El Amor, elabora su metafísica del amor. Va más allá que Platón, verdaderamente al más allá. El filósofo de Platón sale de la Caverna y al ver la Luz nada ve al quedar enceguecido. El Bien no es acreedor de una visión directa. Es a través de su refracción que el hombre sabio puede comprender la configuración del cosmos. Ha tenido acceso a la arquitectura laberíntica del Ser que, entre originales, copias y simulacros, confunde a quien sustituye al modelo por su sombra.

 

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Plotino, que tiene primera fila en la platea cósmica, nos habla del juego de la luz. La contemplación de las formas puras ya no es una intuición inefable sino una serie de desdoblamientos que pueden ser explicitados. Cuando se habla de su visión filosófica se la sintetiza con el nombre de “emanación”. La luz del Bien es una fuente de aguas expansivas. Irradiaciones de volutas luminosas.

Porós indica el movimiento centrífugo por el cual las formas del Espíritu devienen en el alma “logoi”, es decir razones y fuerzas. Penia representa el alma del mundo que es un receptáculo de los logoi. El Bien es concebido como el despliegue de una Energeia, una onda que emana de su centro vivo y que por un pliegue retorna para dirigir su mirada amorosa.

Estamos en presencia de un mundo circular dinámico. De donde venimos es a donde volvemos. Nuestra vida terrestre está determinada por el juego de las esencias. El alma desea el Bien, porque está llamada a reunirse con el principio de todas las cosas.

Por eso amamos. Dice la aporía del alma: no me buscarías si no me hubieses encontrado. Ver es recordar. Enamorarse es extrañar. Quien puede darse cuenta de esta verdad, ama de verdad con la verdad. Sabe que no es la persona la que nos encanta sino lo que encierra su estuche. Los seres humanos son estuches. La belleza es el brillo que desprenden los cuerpos depositarios de la Luz de las formas puras. Aquello que pasa en este mundo participa del otro. Lo imita, puede hacerlo bien o mal. Si lo hace bien es un mal menor, si lo hace mal se corrompe por ignorancia. No se ha dado cuenta de la procedencia del ser. Un amor desviado es el resultado de un pensamiento falso. Ha perdido autonomía, busca afuera lo que oculta en sí, ansía lo que ya tiene y resulta afligida y afectada.

Los afectos son las modificaciones del alma por la acción de los sucesos exteriores que no han sido impermeabilizados por el conocimiento, la episteme. Así como la divinidad no es responsable del mal, el amor es sólo pernicioso por nuestra culpa.

El Mundo es Uno, las diferencias son distancias medidas según nos alejemos del centro. La sustancia divina se hipostasía, se divide sin dejar de ser sustancial, como se puede leer en la figura (cf. Janfiloso, 2007 d. C.) de las tres llamas que unidas forman una sola y que separadas no dejan de ser una.

Una de las características de la escuela de Plotino era que podían ingresar mujeres. Tenían la facultad de reflejar ellas también lo inteligible en su estuche sin asas, sin manija ni saliencias visibles, imagen de incompletud que nos permite una vez despedidos del paganismo volver a la nueva fe y a su preocupación por la carne.


Foto:
Cora Burgin (Serie Arquitectura)

18 respuestas to “Breve historia de la filosofía 47”

  1. Ella Says:

    Hermoso. Aquello de que el Bien no se expresa sino por refracción, que amar es extrañar y encontrarse es recordarse, y nuestro filósofo contemporáneo justamente citado -Janfiloso, 2007-.

    Finalmente, no podría dejar de expresar que es agradable saber sobre la existencia de un ser lúcido, que en el siglo III admitía mujeres «sin asas ni manijas» en su escuela. Menuda tarea la misión de pensar con mayor agudeza sobre los intrincados laberintos del amor humano, como para hacerlo, además, excluyendo lo que se ve como alteridad.

    Gracias, Tomás, por presentarnos a Plotino. Me quedo con ganas de más, pero volveré seguro sobre relecturas de este texto, que en sí mismo, está lleno de pliegues para profundizar.

  2. medusahilarante Says:

    «Nuestra vida terrestre esta determinada por el juego de las esencias.
    El alma desea el Bien porque està llamada a reunirse con el principio de todas las cosas»
    Subrayado

  3. janfiloso Says:

    No se qué decir. Plotino y Janfiloso unidos en el mismo Post por Tomás Abraham. Esta cita se los voy a enrostrar a cualquiera que me bardee en adelante. Siento que tengo un bill de indemnidad. ¿ Quiénes son F. y Q. ? Enananegra, no me dirijas la palabra.

  4. alita Says:

    El alma desea el Bien, porque está llamada a reunirse con el principio de todas las cosas. Por eso amamos.

    Dice la aporía del alma: no me buscarías si no me hubieses encontrado. Ver es recordar. Enamorarse es extrañar.

    Quien puede darse cuenta de esta verdad, ama de verdad con la verdad.
    Sabe que no es la persona la que nos encanta sino lo que encierra su estuche.

    Siempre me llamó la atención el encuentro con algunas personas a quienes creemos haber conocido desde siempre, por supuesto muy pocas veces me ha pasado, es como un recuerdo que no se sabe bien de donde viene.

    No es afinidad intelectual, porque esta más allá de lo que se pueda decir o pensar. No son necesarias las palabras, los pedacitos del alma pueden salir a través de una mirada o una sonrisa. Es ver mas allá del «estuche», sentir o intuir la persona que hay detrás.

    Tampoco tiene que ver con lo que se conoce comúnmente como amor, puede ser una relación amistosa, una «amistad amorosa».

    Esto de «enamorarse es extrañar», y «ver es recordar», me recuerda el concepto de aletheia y también un cuento, «El beso del olvido». Era algo así como que antes de nacer sabemos todo, y en el momento en que nacemos viene un angelito o Dios, no me acuerdo bien, nos da un beso, nos olvidamos de todo y tenemos que aprenderlo todo de vuelta en nuestro paso por la tierra.

    Con los sueños pasa algo parecido, cuando nos levantamos no los recordamos muy bien, y por momentos tenemos «destellos de esos sueños». Y así como sucede con los sueños, otras veces tenemos «destellos de sabiduría».

  5. onairosjs Says:

    Muy bonito texto. Lo disfruto sin pensarlo.
    js

  6. medusahilarante Says:

    Janfiloso: No soy enananegra

  7. medusahilarante Says:

    Què emotivo el post de Alita.

  8. alita Says:

    Gracias, Medu

  9. janfiloso Says:

    no era con vos medusa; vos hablame cuanto quieras.

  10. janfiloso Says:

    Tomás, sigo emocionado y me puse a buscar un librito muy bueno se llama «Sour l´amour» de Theilard de Chardin ¿ lo leiste ?

  11. juanita Says:

    Tomás,

    Dónde podemos conseguir textos de Janfiloso?

    Gracias

    Saludos

  12. estrella Says:

    (cf. Janfiloso, 2007 d. C.):

    ¡Seguro que Janfi lo impimió y lo va a mandar a enmarcar!

  13. gabys Says:

    precioso texto, Tomás.
    Cada vez me deslumbrás más!
    Gracias

  14. carlosgatabria Says:

    «La belleza es el brillo que desprenden los cuerpos depositarios de la Luz de las formas puras.»
    «Plotino…nos habla del juego de la luz. La contemplación de las formas puras ya no es una intuición inefable…»

    Fue por los años 20 del siglo pasado que dijo Le Corbusier: «La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz»
    Y además están las fotos de la serie Arquitectura…

    Casualidad: barbarismo por causalidad. (E. Sábato: Uno y el universo).

  15. janfiloso Says:

    Juanita, lo único que vas a encontrar editado de Janfiloso es su DNI y dada la fecha de su emisión, tampoco creo que te interesa tanto.

  16. enananegra Says:

    Janfi, no te hagas el humilde que hay textos tuyos en «El alma que canta». Seguro que Tomás te leyó allí.

  17. medusa Says:

    Ay enananegra què mala ! Sos màs mala que yo…
    Lo de El alma que canta fue muy duro. No coincido, ya pase la rebeldia adolescente.

  18. janfiloso Says:

    Medusa, ¿ viste cómo es la cosa ?
    la enananegra es la pior,
    «el alma que canta»
    que recuerdo hermoso,
    nunca logrará que reniege de mis fuentes
    soy lo que viví;
    además ¿ cuánta gente escuchó «el puente pexoa» por ramona galarza ?
    (Siempre me intrigó un chamame que recuerda un puente que se llama con x, muy guarani no suena)

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