Rumbo a Mar del Plata (VII)

Sobre It happened just before, de Ana Salomonowitz

por Quintín

El cine austríaco es rarísimo. Todas las películas, al menos las que dan en los festivales (excluyendo la fértil y variada tradición experimental), tienen el mismo trasfondo: lo infeliz, represiva, injusta y desagradable que es la sociedad de ese país. Lo curioso es que tras una visita a Viena, por ejemplo, a uno no le parece que Austria sea peor que Alemania, Argentina o Afganistán, para nombrar tres países con A. Sin embargo es saludable, ejemplar, que los escritores y cineastas austríacos se dediquen a denostar a su patria de un modo radical, irreductible en lugar de contemporizar con el sentimentalismo y la esperanza, como suele ser la práctica en otros lugares. Desde Musil a Haneke, desde Bernhard a Seidl, esta actitud artística resulta sumamente productiva.

It happened just before es una versión seca, elegante y distanciada del pathos cinematográfico austríaco, una variante que no utiliza la truculencia como ingrediente como ocurre demasiado seguido. Es un documental sobre tráfico de mujeres, es decir, extranjeras engañadas de un modo u otro para viajar a Austria donde terminan abusadas y explotadas. Desde el caso clásico de la chica cuyo novio resulta un entregador a las redes de prostitución, a la mujer casada a la que su marido secuestra en complicidad con la vecina, culminando en la empleada doméstica de una embajada extranjera que la hace trabajar como esclava. El dispositivo elegido por la directora Salomonowitz es impecable. Las mujeres no aparecen en pantalla sino que sus relatos están en boca de residentes austríacos a los que se menciona de pasada. La cámara sigue a un policía de frontera, al encargado de un bar, a un taxista, a un ama de casa en su vida cotidiana que estos interrumpen para pronunciar los textos en primera persona de las víctimas.

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El efecto es muy interesante. Por un lado, el aspecto limpio, cuidado y apacible de Austria que muestran las imágenes contrasta con el relato de las mujeres, lo que hace pensar que toda esa prolijidad encubre un trasfondo siniestro. Por el otro, las mujeres no están en ninguna parte y no hay tampoco ninguna prueba de la autenticidad de los textos. Lo que plantea una pregunta muy interesante sobre el estatuto del documental en general y cuestiona la práctica, infantil en el fondo, de tener los hechos y los testimonios delante de la cámara. Es que muchos films de denuncia son, en realidad, inútiles e irrelevantes. Aunque el tema sea importante, estaría mejor ilustrado por un artículo periodístico de pocas páginas, lo que ahorraría tiempo y esfuerzo a los cineastas y a los espectadores. En It happened once just before, por el contrario, con un mínimo de información y un máximo de inteligencia se logra transmitir el terror de esas mujeres y hacer palpable la dualidad y el silencio de la sociedad. Porque, finalmente, eso viene a ser el cine, ese lugar de encuentro entre lo visible y lo invisible.

Foto: Flavia de la Fuente

3 respuestas to “Rumbo a Mar del Plata (VII)”

  1. BobbyFischer Says:

    Son gente rara los austriacos (Hitler, Freud, Haneke, Maria Antonieta, Schwarzenegger, Sisi la emperatriz) de saludables no tienen nada. Aunque tienen talento especial para la musica y la filosofia.

  2. crotti Says:

    Fischer, puedo agregar a otro austríaco? Wilhelm Reich, discípulo de Freud que hizo cosas muy saludables, más saludables que el psicoanálisis, según creo. Lamentablemente, esas cosas no le gustaron ni a Hitler, ni a Stalin, ni a McCarthy.

  3. Carlos Figueroa Says:

    Sissi la imperatriz nunca fue austriaca

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