Sobre el seleccionado de rugby
por Janfiloso
En el último tiempo he leído bastante en twitter menciones en tono de burla sobre las derrotas del equipo nacional de rugby los Pumas, haciendo referencia a que el periodismo especializado suele titular estos resultados como una derrota digna. Pretendo justificar de algún modo el porqué de esta dignidad, la cual no creo resida en la derrota en sí misma sino más bien en la planificación de largo plazo que el deporte se ha fijado para su desarrollo.
Me parece importante aclarar que no soy un experto en rugby, pero sí practiqué el deporte en divisiones inferiores, sigo el deporte desde afuera y tengo un conocimiento básico que me permite este comentario, aunque sin duda no pretendo ser un conocedor experimentado.
El rugby tiene una diferencia básica en sus resultados respecto del futbol: no se aplica “la dinámica de lo impensado”. En rugby los resultados son previsibles y las sorpresas no pasan del 10%. El top 3 del deporte lo conforman Australia y Nueva Zelanda y medio escalón mas bajo Sudáfrica, aunque fue campeón mundial con Mandela como vimos en la película Invictus. Tan superiores son, que juegan su propio desafío entre ellos y definen así el verdadero campeón, mas allá del mundial.
Un escalón más abajo se encuentran las 5 naciones que también tienen su propio desafío: Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda y Francia, torneo al que últimamente se agregó Italia aunque está claramente por debajo de los demás. Ningún otro país tiene estos niveles, aunque Canadá o Fiyi y algún otro tienen seleccionados que suelen dar alguna sorpresa.
Argentina jugó durante muchos años el campeonato sudamericano, pero su nivel es tan superior al del resto de los países que suele enviar equipos formativos para intentar equiparar el torneo. En este sentido la situación del rugby es parecida a la del polo en el que no hay país que pueda hacernos sombra, por lo que en los campeonatos mundiales se pone un límite de handicap para nivelar el torneo, medida que perjudica especialmente a nuestro país que es el único que tiene tantos jugadores de alto handicap.
Si argentina jugara en el 5 naciones europeo no tengo dudas de que podría ganarlo en un buen año, saldría segundo en un año normal y tercero en un año malo. Esto define que los Pumas tienen un nivel top 5 en el mundo, aunque cualquiera del 5 naciones europeo o argentina tiene bastante diferencia con los tres del sur.
En este panorama bastante estable en los últimos 50 años, la dirigencia, impulsada sin duda por Agustín Pichot, figura central del CASI y de los Pumas durante años, tenía que definir el camino de largo plazo para desarrollo del rugby y decidió pedir su entrada al tres naciones del sur, tal vez porque no había motivo para que pudiera jugar el 5 naciones europeo y en cambio nuestra ubicación “culis mundis” nos daba la excusa para solicitar el ingreso a este torneo del sur.
Argentina podría haberse mantenido en la posición absurdamente cómoda de ser el eterno campeón de América, pero en el largo plazo ello hubiera implicado una segura decadencia del deporte. Decidió en cambio ir a competir con los tres mejores del mundo, sabiendo que en el corto plazo es absolutamente imposible ganarles, pero asegurándose en el largo plazo una continua mejora y una confirmación en los mundiales de ser el cuarto o el quinto equipo.
Esta decisión tiene también que ver sin duda con que respecto de los 5 europeos o los 3 del sur, Argentina es el único país en el cual el deporte es básicamente (y en muchos casos dogmáticamente) amateur y el camino hacia la profesionalización del deporte para los jugadores de élite pasaba de alguna forma por intentar entrar al circuito de los grandes.
No hay sorpresas en el rugby. Sólo en contadas excepciones y por motivos muy específicos un equipo inferior le gana a uno superior. Argentina no puede ganarles en campeonato a Australia, Nueva Zelandia o Sudáfrica aunque en amistosos pueda alguna vez sacar algún empate o una victoria, y en este sentido se entiende que el cambio de derrotas seguras por procesos de crecimiento en el largo plazo sea una decisión valiente y de allí la derrota digna.
No es menos cierto tampoco que la política de algunos seleccionados europeos, especialmente de Italia y Francia, es particularmente laxa en lo que implica su conformación con nacionales, de forma que no es raro ver en algunos seleccionados jugadores australianos o maoríes cuya ascendencia europea depende de alguna formalidad burocrática más que de una situación real.
Luego de enfrentar a los tres mejores y hasta de pensar el progreso en términos de perder cada vez por menor diferencia, ir a un mundial a jugar con Inglaterra o Francia, sin duda cualquiera de los dos la cuarta potencia, es un desafío mucho más a mano y una indudable experiencia de crecimiento para el seleccionado nacional.
En este marco de desarrollo ¿cuántos años hacen falta para que el progreso de nuestro rugby permita pasar de ser el 5 o 6 del mundo a ser top 3? Es difícil decirlo, pero sin duda no menos de diez años, y tampoco es una cuestión voluntarista para nuestros jugadores, los otros equipos también progresan, y desde un escalón más alto, de modo que no es tan fácil alcanzarlos.
Las señales de progreso ya son evidentes. Diría que se pueden señalar dos básicas: 1, el equipo comete cada vez menos faltas (que derivan básicamente de la impotencia frente al rival) y 2, hay ya señales de muchas alternativas de recambio en el sentido de 2 ó 3 candidatos muy buenos para muchos de los 15 puestos. Mientras tanto, hay que saber que las derrotas contra los 3 de la liga del sur continuarán (y algunas contra equipos europeos también) y si esta estrategia no alcanza para calificarla de digna, al menos resulta sin duda ambiciosa y valiente para los jugadores.
Foto: Flavia de la Fuente
septiembre 13, 2014 a las 4:56 pm
El principal problema de Los Pumas era la escasa competencia (para muestra va un botón: cuando jugaron con los All Blacks en el mundial pasado, hacía cinco años que no los enfrentaban. En el próximo van a jugar otra vez, en los cinco años previos los van a haber cruzado nueve veces, si las matemáticas no me fallan). Por nivel y por ser el lugar donde juegan los mejores de los nuestros, estamos todos de acuerdo en que el lugar que les corresponde es el norte. Pero parece que para los que arman esto la disposición es geográfica y si hay competencia, es en el sur. Se hicieron movidas interesantes, armar un equipo que compita en el super rugby puede ser muy importante para crecer. Para dar pelea en el sur, los jugadores tienen que estar acá. Así es en Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia. El calendario europeo es distinto, no hay compatibilidad.
Claro que todo esto lleva tiempo. Y ese tiempo será una colección de derrotas. Lo de estos jugadores es importante, entre otras cosas, porque es dificilísimo jugar y perder tantas veces como sea necesario. Y además jugar contra equipos tan duros como estos. Perder y golpearse fuerte, lastimarse. Y al año siguiente volver. Una y otra vez. Es complicado que alguien con la apreciación formateada por el fútbol pueda entender que hay deportes mucho más lógicos, en los que para progresar necesitás planificación, trabajo a largo plazo. También creo que hay errores, que las ventanas de junio y noviembre deberían ser contra rivales más débiles (los jugadores más importantes de los pumas no las juegan) para ganar ahí más de lo que se pierde, o por lo menos no perder feo. Y hay roscas, peleas políticas, jugadores excluidos por motivos que uno no entiende demasiado.
El camino para crecer es este. Es durísimo, pero no hay otro.
septiembre 13, 2014 a las 8:08 pm
Janfi querido, dos cuestiones: por un lado, Los Pumas están a priori por debajo de los cinco europeos —máxime en los últimos tiempos, que salió incluso del top ten mundial—, tal vez menos con Escocia. Pero Gales, Irlanda, Francia o Inglaterra tienden a la victoria históricamente y aún hoy, y no siempre pierden con los tres grandes del Sur.
Luego, hablar de Pichot y soslayar las vergüenzas directivas —estar abiertamente sentado de los dos lados del escritorio, entre tantas cosas— me parece un error.
Por lo demás, estamos todos de acuerdo, el camino es este; si nos olvidamos de la vergüenza extrema de la salida de Albacete, del juego con la capitanía, de los jugadores que tuvieron que callar para quedar, etc. En este campeonato se pudo ganar, y tal vez se pueda.
Un gran abrazo
septiembre 13, 2014 a las 8:57 pm
Los Pumas deben jugar en este nivel. Más peligroso que perder sería confundir las propagandas de Quilmes con la realidad. Garra, amor propio, o juremos con gloria con morir (!), sí, pero también táctica, estrategia, cabeza fría para capear situaciones difíciles. Según lo veo esa es la gran materia pendiente para meterse arriba. Y terminar con los problemas directivos, que existen desde la palomita de Pascual. Saludos gran Janfi.
septiembre 13, 2014 a las 9:57 pm
Jeje. Para que el ragbi nacional remonte, para que Yupi no reincida mirando una pelea Maidana-Mayweather y para que Q levante el ánimo alicaído, va este zafiro zulú de la década prodigiosa.
septiembre 13, 2014 a las 11:14 pm
Obvio que Juan y Yupi tienen razón en los problemas de dirección que hay en el rugby … bueh, no sólo en el rugby … la megalomanía es la enfermedad del poder, de cualquier poder, aún de los dirigentes de todos los deportes. Que remedio. Al menos estamos de acuerdo en que a pesar de las derrotas, estamos en el buen camino deportivo … y musical a juzgar por lo que trae Johny Malone.
Esteban, muy preciso tu comentario, gracias.
septiembre 14, 2014 a las 2:29 am
Ya le dije a Q en Twitter que me gustaría verlo comentando rugby como lo ha hecho con el Mundial de futbol. Es una grata sorpresa que esta buena nota de Janfiloso haya tenido lugar en este blog.
Los Pumas están empezando a subir una cuesta larga. Al final, va a implicar cambios profundos en la cultura misma del rugby argentino, en el juego y en la organización. Con metas y planes claros, se recorre. Hay que ver el tiempo que le llevó a Francia comenzar a ganar en el 5 Naciones.
Largo plazo. Cosa rara por acá en estos tiempos. Pero no hay otro modo de hacerlo.
septiembre 14, 2014 a las 10:59 am
El último escalón es el más difícil de subir, y a la larga lo subirán. El rugby cambió mucho en poco tiempo. Hace treinta años invitaron a Hugo Porta a jugar en un seleccionado del mundo y le preguntaron cuánto pedía por el partido, y no supo qué pedir, porque creía que el pago era ser elegido entre los mejores… Creo que ese mismo año Banco Nación le ganó a Inglaterra. Hoy todos los jugadores internacionales viven holgadamente del rugby, lo que a su vez ha reducido el margen de error. El que se equivoca lo paga. Así de simple. La distancia que fue de la patada natural de Porta a la patada matemática de Wilkinson.
septiembre 14, 2014 a las 12:35 pm
La historia de Yupi me hace acordar a un cuento que ocurre en un zoológico.
Muere el gorila macho y justo estaba la hembra en celo.
Para no perder la oportunidad, le piden a un gallego si puede servir a la gorila y le dicen para tentarlo que son 500 dólares.
El gallego lo piensa y pide tres cosas.
1 privacidad.
2 nada de besos.
3 si los 500 dólares los puede pagar en cuotas.
septiembre 14, 2014 a las 1:22 pm
El otro día lo escuchaba a Djordjevic, extraordinario jugador y actual técnico de Serbia, que hoy juega la final del mundial. Estaba escandalizado por la primacía de lo físico sobre lo técnico en el torneo. Decía que muchos jugadores no saben jugar al basket, se limitan a correr, saltar y tirar como máquinas, y que si uno les pone enfrente cinco jugadores no tan dotados físicamente pero que sepan jugar, pierde seguro, porque no pueden mantener el ritmo. En el rugby ocurre algo parecido.
septiembre 15, 2014 a las 5:21 pm
Excelente artículo Janfi, yo también me indigné cuándo leí a algunos idiotas escribir cosas como éstas: http://442.perfil.com/2014-08-30-306393-los-pumas-y-por-que-somos-lo-que-somos-es-decir-lo-que-somos/ . Tipos a los que les ves las caras nada más y te das cuenta de que jamás en su vida jugaron a algo, destilando veneno exitista disfrazado de (mal) sarcasmo.
No tiene mucho misterio el tema: si no te medís contra los mejores es muy difícil progresar. Claro que nada garantiza resultados inmediatos, y teniendo en cuenta la brecha entre los Pumas y los grandes del Sur, van a pasar años antes de ver victorias. Pero el camino es ése, no hay otro.
Ejemplo inmejorable: la Generación Dorada del basquet fue un grupo extraordinario de jugadores talentosos, inteligentes, aguerridos y tremendamente ganadores, pero si lograron la medalla olímpica no fue por casualidad sino como resultado de un laburo planificado a larguísimo plazo, que entre otras cosas incluyó mucho roce contra equipos superiores y aun contra los mejores.
septiembre 19, 2014 a las 1:20 am
A Pichot no se le puede negar la influencia deportiva dentro de Los Pumas pero como directivo de la UAR metió mano a influencias extradeportivas y contamino algo que debió ser totalmente apolítico. Cualquier coincidencia con Fútbol Para Todos, no es casualidad.
septiembre 19, 2014 a las 12:40 pm
Pichot fue un gran medio scrum, mentalmente rapidísmo, tanto o más que Landajo o Soares Gache o varios que lo precedieron. Como directivo no puedo juzgarlo, no estoy al tanto, pero sea como sea todos deben lidiar con la discordia entre amateurismo y profesionalismo. La parábola de Los Pumas siempre estuvo atada a ese problema, que es como el del huevo y la gallina.
Aprovecho para declararme escocés honorario. Votaron con la cabeza sin resignar un ápice del corazón. Ni Stevenson lo habría hecho mejor. Dedicado a ellos y al autor del post, Sr. Janfi. Salud.
http://www.youtube.com/watch?v=rm_bhJ7-ddA
septiembre 19, 2014 a las 8:44 pm
Hola Yupi.
1 el haggie es esa cosa inmunda que comen los escoceses
2 mi hijo toca en una banda de gaiteros locos escoceses que se llama «flyng haggis»
3 no te la puedo linkear xq estoy con un iPad y me resulta imposible (dinosaurio), pero goglealo
4 creo que no está, pero hacen un lindo amazing grace
5 es el violero, a veces bajista, a veces contra bajista, a veces celista.
6 tengo una nuera de Barcelona, muy nacionalista (que no me lea) pero considero los nacionalismos separatistas una antiguaya
7 mis nietos españoles aunque viven aquí me dicen Avi (abuelo en catalán)
8 admiro la España inevrtebrada de Ortega y no puedo creer que pretendan volver a Castilla y Aragón.
9 lo mismo vale para Gran Bretaña, me alegro que los escoceses se queden.
Abrazo.
septiembre 20, 2014 a las 11:56 am
Me parece raro que alguien quiera ser lo que es. Se diría más natural o más acorde a la brevedad de la vida el deseo contrario. Supongo que sentirse argentino o escocés es algo íntimo y particular, que cada uno interpreta a su manera. En el caso catalán probablemente la solución será la misma: referendum por sí o por no. Y prou. Para Montse.
http://www.youtube.com/watch?v=A2B1tnZOaC4
septiembre 20, 2014 a las 6:46 pm
:)
octubre 5, 2014 a las 12:24 pm
Janfi, diste suerte. En cualquier momento te llaman como amuleto para acompañar a la delegación (el viejo y querido aguatero). Fundamental triunfo de Los Pumas. La verdad, jugaron bastante horrible, cometieron los mismos errores de siempre, muchos penales sin sentido, pero que hayan ganado es crucial para el año que viene. Paciencia.