por Flavia de la Fuente
Así era nuestro querido bar hace un mes. Una clásica esquina porteña, que mirábamos con placer y disfrutábamos sentados en la mesa que daba a la calle, justo en la ochava.
El café tenía mucha luz y desde cada ventana se veía algo lindo. Mi ventana favorita era la del puesto de flores, que quedaba como enmarcado y daba como una bella naturaleza muerta. También me gustaba espiar cómo trabajaba el lustrabotas. Con Q tratábamos de sentarnos siempre en la misma mesa y mirábamos a la gente pasar por la avenida Santa Fe.
Como ven más arriba, la tradicional esquina se convirtió en otro Maxi Kiosco. Dicen que muchos bares terminaron así, por ejemplo, La Paz.
Nuestra mesa de la esquina de Sta. Fe y Cnel. Díaz no existe más. Ahora hay un Milka Kiosco que vende de todo. Pero, uno se consuela con lo que hay. El bar sigue teniendo luz y ya encontramos una mesa que nos gusta en las ventanas que dan a Cnel. Díaz. Pero la fealdad avanza en Buenos Aires.
La lectora provisoria 
junio 28, 2013 a las 11:17 am
Decimelo a mi que iba desde que tengo 10 años En quinto grado ya iba solo a la escuela y me sentaba en el bar a tomar algo Las ventanas eran las viejas ventanas de madera que se subían enteras
Te estoy hablando de cuando Coronel Diaz era doble mano Me tomaba el 92 en esa esquina
No sigo porque lloro
junio 28, 2013 a las 12:03 pm
Segui!! Venía bueno.
junio 28, 2013 a las 12:11 pm
Parece un chiste. ¡Un maxikiosco! Me acostaría en los sillones del fondo hasta el siglo que viene.
julio 1, 2013 a las 1:25 pm
Sí, horrible lo que hicieron. Y no entiendo ese frenesí por meter, en esta zona, un kiosco cada 50 metros. Pusieron otro en Vidt y Santa Fe. El problema con Tolón es que al restarle la esquina quedó encajonado, apretado. Yo estoy optando por sentarme en «la parte de atrás», que es la parte más amplia que quedó sobre Coronel Díaz, que antes era el sector fumador. Me da bronca porque el lugar es un bastión para insomnes como yo, que vivo a una cuadra: está abierto todos los días las 24 horas. Y podés ir a las 4 am de un martes y comerte un sánguche de lomito lo más bien. Da bronca, lo único que espero es que no lo cierren del todo.
julio 1, 2013 a las 2:55 pm
Un detalle. Esl kiosco ese es extraño. Está muy poco surtido, rara vez se ve gente comprando. ¿Lavado?
Q
julio 2, 2013 a las 11:31 am
Qué hijos de puta. Todo así. Cada vez peor. La ciudad está hecha un asco.
julio 2, 2013 a las 9:20 pm
Muy raro. Ganas al menos $9 por cada café que vendés y el kiosco no deja mas de $1 por unidad que vendés. Claro que lo que importa es la rotación, si vendés un cafe por dia o cien unidades de kiosco, eso no lo se. En realidad tampoco sé cuánto se gana por un cafe o por una unidad de kiosco, pero tampoco creo que esté demasiado errado.
agosto 21, 2013 a las 9:30 am
Me resulta curioso que en centros culturales, teatros y cines, se pongan confiterías para contribuir al rendimiento económico del lugar, y a una confitería que lo es toda entera se le achure un pedazo. Personalmente, en mi esfuerzo inocente por no fomentar estas cosas, nunca más piso el Tolón (ni que valiera la pena ya).
marzo 26, 2016 a las 2:44 pm
Que lindos recuerdos, el Tolón, casi afuera, tenía el único teléfono de la zona, todo el barrio llamaba desde ahí. Enfrente, por S.Fe estaban la farmacia, Bonafide, la disquería Soleado (que linda la rubia que atendía ), la sedería y la heladería Delba, que buenos tiempos aquellos.