Apuntes sobre la corrupción

por Juan González del Solar

Hace unos días, hablando con una amiga periodista acerca del Gobierno, le mencionaba, entre otros, el tema de la corrupción y ella respondía que esa crítica no le interesaba. La razón principal, que la ve una crítica “moral” y, por lo tanto, de la Derecha; sobre eso, remarcaba que tampoco es una bandera de este Gobierno la transparencia, que en todo caso es como siempre. Me quedé pensando en esto y se lo comenté a un amigo, quien me hizo algunas observaciones interesantes.

¿A quién afecta la corrupción? A los que viajan en los trenes, por ejemplo.

Ibarra podrá decir en su círculo íntimo y a sí mismo, incluso insinuarlo en público, que su sistema era el mismo sistema de siempre, que los controles se hacían así desde antes, que los inspectores suyos no eran más corruptos que ningún otro, y muy probablemente tendrá razón; pero aun así Cromañón le tocó a él, porque en algún momento te toca. La corrupción, entonces, es mucho más que un funcionario que se hace rico.

Hace unos años, en España, me hicieron el siguiente comentario: la Argentina dejó de condenar la corrupción. Puede parecer obvio, y hasta de tan obvio puede dejar de parecernos grave. Pero la simpleza de la sentencia, la precisión y la inobjetabilidad, cada vez que las pienso me vuelven a patear el estómago. Nadie, ni siquiera esta periodista del diario ultra oficialista, se detiene a defender la crítica a la corrupción que se le hace a este Gobierno, ni siquiera mi querido amigo secretario general de un sindicato, ninguno, no les interesa, no pierden el tiempo: sí, hay corrupción, pero hicieron tanto que no nos importa, y en todo caso no es mayor que en otros períodos, son todos iguales en eso, pero estos son mejores en todo lo demás, ¿no se te ocurre otra crítica?, claro, pero ahora hablo de esto y no entiendo por qué no es discutible.

Tengo con este Gobierno diferencias más sustanciales que el tema de la corrupción, pero incluso los aciertos que mejoraran la vida de quienes más lo necesitan no los eximen de brindarles una estructura institucional donde los recursos no lleguen mermados y donde las cosas funcionen al menos para no poner en riesgo sus vidas.

No podemos entregar la corrupción de esta manera. No es posible que no nos importe nada de nada que vivamos frente a casos de corrupción flagrantes como los que vivimos todos los días entre aviones que usan los familiares, enriquecimientos fabulosos año a año, anillos, relojes, fotos, carteras, todo; no puede ser tan asumible que Jaime ande por ahí suelto y que Miceli se siente al lado del presidente tras que se le descubriera un bolsa con miles de billetes de todos los colores y hoy ocupe un cargo semi estatal en la fundación que más apoyo del Estado recibe, que ocurra la valija de Antonini y aparezca en la Rosada, y que no pase nada, que nadie diga es inconsistente que la presidenta pase de dos millones a noventa de patrimonio declarado en un par de años en los que trabajó de presidenta, que Macri esté procesado y eso no se aclare ni le repercuta en la imagen pública, como no se pueden aclarar los destinos de la plata de Santa Cruz, Skanska, ni las fortunas de quien fue el chofer del presidente hasta hace unos años, ni de sus secretarios y tantos amigos, como los amigos de Macri y sus negocios inmobiliarios en Barracas, un secreto a voces que ni empieza a investigarse. No —me— importa cada caso ni cuál tiene mayor o menor responsabilidad por parte de los funcionarios ni seguir mencionando la decena de casos que aparecen por día, sino cómo recibimos lo que ocurre, que se declaren aumentos exponenciales del patrimonio sin que nadie les pregunte nada y que preguntar sea de “honestista” —el último gran término supimos conseguir—. Porque entonces vamos a Boudou, que declara casi directamente que él estará embarrado —que lo está hasta el cogote y puertas adentro no lo defiende nadie de nadie—, pero también entonces todos los demás, y prende la máquina, denuncia, renuncias, mensajes de texto con el juez, etcétera, no pasa nada, y si se dice al decirlo uno es juzgado por superficial, por facho, qué son esas críticas morales.

Ahora, los éxitos editoriales de Verbitsky en los ‘90 tenían que ver con la red corrupta del entonces, así como hoy, aliado Carlos Menem; y aún nos rasgábamos las vestiduras y a todos nos parecía tremendo que ocurriese, aunque luego lo votaran tantos.

¿Es importante a niveles macroeconómicos el crecimiento en el patrimonio de los funcionarios? Probablemente no, seguramente no estén ahí los recursos que faltan en otras áreas —aunque haya ciertas obscenidades que en algunas provincias duelan más—; pero sí la red de corrupción licúa las posibilidades de ayuda, y acá pierden los que pierden siempre —es más: es probable que a mí la corrupción me joda casi solo en el espíritu (?), pero mi espíritu y el de tantos otros sensibles que escribimos desde la mayor comodidad, y mucho menos el grito cacerolero de La biela, me importa muy poco en la coyuntura del país—. No me interesa el “denuncismo”, sino lo que hay detrás del término, su abierto carácter peyorativo; tampoco pretendo hacer un juicio moral de una dirigencia que no hace más que reflejarnos: como hace muy poco me decía mi gran amigo sindicalista tan comprometido con el Modelo, el mayor problema de la Argentina es su corrupción estructural.

Será cierto, los políticos –todos– nos representarán como pueblo. Pero así como a un sacerdote no se lo puede juzgar con la misma vara moral que a un laico, porque es su deber ontológico ser mucho mejor que todo el resto en cuestiones morales; así como no se puede poner en equilibrio el accionar de ninguna guerrilla, por más soldados que se llamen a sí mismos y hasta se llenen de graduaciones castrenses, contra el poder de fuerza de un Estado y, por lo tanto, no pueden ni deben ser juzgados de la misma manera; así como eso esperamos y exigimos, tenemos que esperar y exigir que quienes ostentan cargos públicos sean mejores que nosotros, sean más probos, más honestos, tengan otra conciencia, porque manejan la cosa pública, y ese es un trabajo distinto que pide espíritus distintos y, otra vez, mejores. Por eso se jura —término performativo— ante, Dios, la Patria, el Pueblo, Él o mi abuelo que me contaba novelas épicas.

Está bien, esto somos, pero que al menos nos importe: los kirchneristas no inventaron la corrupción, pero sí nos dijeron, montados en la insinuación menemista, que no era una crítica relevante. Y acá es donde discrepo, porque tomar esto como cierto nos corre el punto de partida como sociedad.

Saquemos toda valoración moral que pudiera persistir en el texto y focalicémonos en una simplísima cuestión empírica: la corrupción mata, y mata mucho, y en la grandísima mayoría de los casos le queda cerca matar a los pobres/carenciados/desfavorecidos, etcétera, elija su propia aventura.

En las zonas ricas el gatillo es mucho menos fácil, los ricos toman muchos menos trenes y transporte público en general, se manejan en espacios mucho más cuidados, tienen recursos para la vigilancia 24 horas, barrios protegidos, seguridad privada, garitas en las esquinas, lugares reservados, etcétera. Ringo Star viviría en las villas si se tocaran ahí cacerolas por la inseguridad.

Entre la posible pena de muerte para el ministro de Ferrocarriles de China y la desidia con Jaime y símiles tiene que haber un punto medio que nos haga mejores.

Foto: Flavia de la Fuente

26 respuestas to “Apuntes sobre la corrupción”

  1. martin g Says:

    esto es todo muy cierto, pero muy irreal. y como dijo el general, la única verdad es…..

  2. boudu Says:

    Bravo! 100% de acuerdo! como odio el neologismo ‘honestista’.

  3. boudu Says:

    En defensa de Ibarra, despidió a unos cuantos sino a todos los inspectores, pero lo que hizo no fue suficiente evidentemente.

  4. Pocodemucho Tantodecasinada Says:

    Tu amigo español tiene tristemente la razón y es tan preciso, que ni siquiera podemos echarles culpas, con el descargo «patriótico» de que «de alguien aprendimos».
    Lo increíble es que casi he creído que no me puedo indignar, que mi condición de afortunada (léase no paso necesidades económicas importantes) me hace moralmente poco apta para enojarme. Una pena y un autotirón de orejas.

  5. mister sammler Says:

    La corrupción quiebra el contrato ciudadano de convivencia y (es una hipótesis) induce a romperlo a algunos que todavía no lo hicieron. Creo que se podría pensar en un modelo epidemiológico…

    En tiempos pretéritos se debía sospechar algo como el contagio. Por eso, y también por una censura social más fuerte, se temía y castigaba la denuncia…

    ¿Hasta donde avanza el quiebre de los contratos de convivencia? ¿Está la “inseguridad” asociada? ¿Tal vez su efecto anime al asalto y de ahí al asesinato?

  6. janfiloso Says:

    Hola Juan, muy buena nota.
    Recuerdo haber tenido un debate parecido al que plantea tu periodista amiga en este blog, tal vez con Maia, tal vez con Cuervo, que objetaban los planteos morales en el mismo sentido.
    Hay un libro muy bueno «En torno a lo político» de Chantal Mouffe, quien escribió en conjunto con Laclau otra obra que sentaría las bases de la actual política K de hegemonía agonal.
    Mouffe plantea efectivamente, que «la política expresada en registro moral» lleva a un camino sin salida donde solo existen el bien y el mal, en realidad expresados por el mas fuerte que logra imponer su categoría de bien.
    Pero este planteo, que recoge tu periodista amiga, podría ser válido si estamos hablando de la política como ciencia, de la política como abstracción, pero nunca cuando se habla de hechos concretos realizados por individuos cuya participación política en todo caso agrava el hecho, pero nada mas.
    El delito económico de defraudación, estafa, adminsitración fraudulenta o el que sea es delito como hecho en sí. Si el que lo comete es un funcionario público se agregan agravantes o aún figuras autónomas, pero no es un delito político, sigue siendo un delito cometido por un individuo inescrupuloso.
    En todo caso la advertencia sirve para evitar la generalización, la abstracción, pero nunca para dejar de objetar los hechos individuales de corrupción que son objetables en categoría individual, concreta y delictual, no en todo caso en categoría abstracta, política o moral.
    Un corrupto no hace imposible la política (a pesar de sus esfuerzos) y debe ser expulsado del sistema como individuo, xq le hace mal a la política en serio. Un corrupto es antes (y ontologicamente como decís vos) un individuo corrupto antes que un político corrupto.

  7. David Says:

    La critica a la doble moral de la «derecha» sin embargo se mantiene, es algo asi como la seleccion de los candidatos, no porque haya una sospecha, aunque sea muy fuerte de corrupcion entre quienes gobiernan me voy a ir a abrazar a un biolcati, ni a rezar por un grondona, ni a matarme de risa con un macri, el estar en contra de la corrupcion no me pone en el mismo bando de un sacado que le grita conchuda a la presidente de su propio pais, ni habilita a nadie a tener pretenciones de poder fuera de lo que mandan las instituciones, muy bueno el articulo, aunque seria mejor hablar de etica y no de moral en mi humilde opinion, saludos.

  8. la condesa sangrienta Says:

    La corrupción hoy en Argentina, mata a los pobres, enriquece a un puñado, empaña la credibilidad y aniquila la dignidad de los funcionarios públicos.
    Estas cuestiones parecen importanos a unos pocos como cuestión moral, y a unos muchos sólo como argumentación, reacción y cachetazo en el barro de la contienda política.
    Como dice Janfi, un político es, ante todo, un individuo corrupto; el caso es que mi voto no alcanza para expulsarlo y la justicia no es suficientemente independiente como para condenarlo ¿Qué hacer?
    El tema me preocupa pero esta vez me ha traído la alegría de encontrarte, Juan; hace un par de días estuve releyendo algunos viejos posteos tuyos, volvemos a cruzar antenas.
    Te mando un beso enorme con el cariño de siempre.

  9. lalectoraprovisoria Says:

    Hay un error (técnico) bastante generalizado con respecto a la corrupción. Se dice que, más allá del aspecto ético, la plata que se roban los funcionarios corruptos (coimas, tangentes, etc.) es plata que no se usa para fines nobles. Pero ese dinero, en términos numéricos, representa una suma mucho menor a otra, que es la siguiente. En un sistema estructuralmente corrupto como el argentino, toda la dirección de la economía se orienta hacia contratos espurios entre los particulares y el Estado. Y esos contratos, a su vez, permiten enormes exacciones a los ciudadanos, la impunidad de las empresas estatales o privadas, la falta de competencia, la desatención al consumidor, etc., etc. Solemos subestimar la magnitud de la corrupción reduciéndola a la simple coima cuando es una fabulosa generación de negocios en los que participan cada vez más los funcionarios. La fortuna relámpago de Boudou no está hecha solo de coimas, sino básicamente de empresas propias como Ciccone y otras que no conocemos aun.

    Q

  10. Daio Says:

    Q:
    Ahí, en lo que señalas, está la «novedad» del kirchnerismo/cristinismo, con relación a los gobiernos que nos antecedieron.
    Pensar que actualmente un funcionario público puede conformarse con una simple coima, es subestimarlo, y no lo repitamos porque probablemente se van a ofender y nos van a querellar.
    Hasta el año 2009, se consideraba que el gobierno nacional había dispuesto de más de 100.000 millones de pesos, por fuera del presupuesto y de todo control y rendición de cuentas.
    Esa discrecionalidad, fruto de la delegación de facultades legislativas, superpoderes y otras changas derivadas de la permanente emergencia económico/social con la que se ha gobernado y se gobierna aún, han permitido, como bien señala Hugo Quiroga, disfrutar al Poder Ejecutivo de la «capacidad de distribuir favores,, comprar voluntades, intervenir y modificar las reglas del juego económico, sin los controles debidos o sin las barreras necesarias que limiten los usos que pueden hacerse de aquel poder». En: «La República desolada. Los cambios políticos de la Argentina (2001-2009). Edhasa. Bs. As. 2010. páginas 73 y siguientes.
    Unido todo ello, a la confusión de lo público, con lo privado y la excelente performance del «Ministerio de Planificación de la Corrupción», dan como resultado una nueva forma de corrupción, forma que parece haber desorientado a nuestros jueces y fiscales.

  11. la condesa sangrienta Says:

    Lo sé, y por eso hablé de plata, credibilidad, dignidad y moral.
    La corrupción que los ciudadanos podemos ver es sólo la punta de un iceberg que, bien sabemos, oculta su mayor volumen por debajo del agua. Volumen que intuimos, cuya extensión desconocemos y que no podemos desintegrar armados de un picahielo.
    Conseguimos un par de cubitos, pero Reposo sigue siendo síndico de la Nación, por ejemplo.

  12. irrepetible Says:

    La corrupcion si es una critica relevante(tomando lo escrito por Gonzalez del Solar.

    Y el comentario de Q de las 11.21 es exacto. El tema de la corrupcion( y hay una tendencia a priorizar la parte de la corrupcion del funcionario y olvidar el resto ) tiene 2 patas, bien indicadas por Q: exaccion a los ciudadanos y generacion de negocios para privados.

  13. Daio Says:

    condesa sangrienta:
    Sí, el dr no avalado por el senado, seguirá en la SIGEN, puesto que es un cargo que designa el presidente, sin acuerdo del senado. El Sindico tiene como misión el «control interno» del gobierno: el sueño de Al Capone, que trabajara para él, Eliot Ness. No sé para que sirven estos supuestos «organismos de control», que en realidad controlan a todo el mundo, menos al gobierno.

  14. Daio Says:

    Chino Navarro
    ‏@chino_navarro

    Seguir
    La propuesta d Alejandra Gils Carbó como Procuradora General d la Nación confirma q CFK va por la profundización del proceso político.
    Responder Retwittear Favorito
    2:56 am – 8 jun 12 vía Twitter for iPad · Insertar este Tweet

    El único proyecto político para la justicia que ha tenido el gobierno ha sido garantizarse la impunidad, defendiendo a los jueces y fiscales que han colaborado con ese proyecto y buscando destituir a los que no lo han querido hacer. ¿Para eso proponen al nuevo candidato?
    La sabiduría popular enseña que «Cuando la política entra por la puerta de los tribunales, la justicia sale por la ventana.»
    ¿Le encargarán a Moreno que cierre las ventanas de Tribunales?
    No lo creo. Es probable que más bien, si conocen el dicho, le encargarán que las mantenga bien abiertas.

  15. boudu Says:

    Al final tanto hablar de relato, de stalinismo y no se cuantas boludeces y el kirchnerismo se reduce a «hagamos negocios entre nosotros, y cuando hay una crisis se hace lo que dice pino solanas»

  16. Laura Says:

    Solo para un retardado K avalar la corrupción puede ser «de izquierda».

    La corruptela es parte de la cultura política argentina desde siempre, por eso se la tolera y hasta defiende como si fuera «progre».

  17. Laura Says:

    Los k son demasiados conservadores y parte del statu quo como para combatir la corruptela. Para eso se necesitaria ser «revolucionario» en serio y estar dispuesto a combatir la cultura mafiosa que la avala (y de la que ellos son representativos).

  18. lalectoraprovisoria Says:

    Volvió Gudrun. Ahora propone matar a varios.

    Q

  19. carmelo Says:

    La corrupción es el gran invento político-periodístico del siglo XX. En Brasil, las corporaciones unidas le sacaron 8 funcionarios claves a Vilma quien, estúpidamente, le dio mas crédito a los conspiradores oposición-periodismo (los opositores derriban gobiernos y el periodismo vende mas con las «corrupción») que a sus propios intereses políticos- gubernamentales. Hoy las corporaciones político-periodísticas (no necesariamente socios en nada) en Argentina les dan oxígeno a los Kirchner así mientras los conspiradores se pelean en denunciar a Boudou, Jaime, los mismos Kirchner. etc ellos, los Kirchner, siguen implementando las políticas mas destructivas que tuvo este país. Hasta el mismo denunciador del post, Gonzalez del Solar, reconoce a estas bestias «algunos actos de gobierno que benefician al pueblo». «Estúpidos, es la política» parafraseando a Clinton.

  20. Daio Says:

    Un baño de realismo (no mágico) puede que sirva para que la presidenta comprenda las consecuencias de un gobierno corrupto:
    http://www.perfil.com/contenidos/2012/06/11/noticia_0006.html

  21. Juan Gonzalez Says:

    Me alegra enormemente que se pudiera plantear la discusión en estos términos -al punto que, como no suelo hacer, leí los comentarios-.
    De todo lo ampliado, me da la sensación de que se podría reescribir la nota con aspectos que no había contemplado.
    Se me ocurre otro a partir de un comentario: cuánta parte de la corrupción se permite en nombre de «la caja necesaria» para hacer política. Y qué hacemos con el porcentaje de esa política que es sin dudas positiva. (Me acuerdo de un amigo funcionario que me hablaba de otro funcionario, conocido en común, que se llevó bastante -según el primero, «por lo menos cinco palos»-, lo que reutilizó en gran parte para ganar un espacio en el que tiene grandes -y reales- planes de mejoras. Qué pasa si esta persona ahora decide que mejor seguir haciendo caja y olvidar estos planes porque hay otros que considera más importantes.)
    A los saludos personales, un enorme abrazo y muchas gracias.
    Con enorme alegría por estar de vuelta, aun cuando aún cueste demasiado.
    Seguimos.

  22. NachoPerrota Says:

    Y si miran el «blanqueo» que abrió España buscando recaudar 2500 millones de Euros y que se declaren 25000 millones de Euros, eso no es corrupción?

  23. Luis Says:

    ¿Como es eso?

  24. Daio Says:

    Carmelo:
    La corrupción es inherente a la naturaleza humana, por eso ya se la denunció desde que se conoce la historia del hombre. Naturalmente la existencia de instrumentos de comunicación modernos, da a la misma una mayor publicidad. pero siempre estuvo ahí rondando y haciendo de las suyas.
    Aristóteles es uno de los que la condena con mayor vigor. Para él la corrupción aparece como lo opuesto a la virtud, lo que equivale a lo antinatural. Que alguien busque la reproducción del dinero sin fin y que el gobierno no sea resultado de la relación entre ciudadanos -sujetos libres y racionales-, son las formas específicas principales de desvirtuar el sentido de la política. En su Constitución de los atenienses se refiere a cierto episodio que protagonizó Solón. Dracón, su antecesor, había, con sus errores en el manejo de la economía, puesto en riesgo la existencia de Atenas. Para corregirlos, Solón, después de una larga meditación y consulta, decidió abolir las deudas contraídas por el campesinado y los ciudadanos menos pudientes. Hubo quienes se enteraron de esa medida antes de que se pusiera en vigor y de inmediato solicitaron préstamos para comprar tierras, que estaban a muy bajo precio. ¿Quién les dio la información que les permitió enriquecerse tan perversamente? Sin duda, alguien que estaba muy cerca de quienes decidían. No es casual que los griegos hayan acuñado la palabra “cleptocracia” (de “kieptes” = ladrón, y “cratos” = poder) para definir a aquellos gobiernos ejercidos por delincuentes que se enriquecen haciendo uso de información privilegiada.
    Poco o nada ha cambiado.

  25. j Says:

    Muy de acuerdo con lo que dice Q más arriba.. Me sorprende que se plantee la corrupción como una cuestión «moral», como si se tratara de una serie de decisiones particulares dirimidas en el ámbito privado de la conciencia de cada uno de los políticos. La corrupción es una estructura, es un andamiaje que de ninguna manera se reduce al ámbito ni de decisiones morales ni de personaas particulares; se trata de una forma de funcionamiento de una estructura de poder. Los kirchneristas que suponen que la corrupción es un detallito en el que no deberían detenerse porque no tiene relevancia frente a los supuestamente inmejorables avances en la forma en la que vive la gente, deberían entender que la corrupción estructural mata tan directamente como las políticas macroeconómicas que enriquecen al establishment en perjucio del resto de la sociedad. La imagen de la corrupción es la tragedia de once con sus contratistas , subsidios y ministerios de transporte involucrados, no la de un mal funcionario que se quedó con un vueltito o pidió un regalito a cambio aquí y allá.

  26. guillermo Says:

    Lo que dice Carmelo de ‘es la politica’ es una variante de ‘pasa en todos lados’, pero hay una enorme diferencia entre aceptar que el poder facilita el acceso a la riqueza, y que los que ejercen el poder se enriquezcan mientras lo hacen. En todos lados, alguien que ha estado en posiciones de poder significativas sale del poder con contactos y conocimiento que lo hacen valioso. Se vuelve consultor, o da discursos pagos (creo que Clinton cobra 400.000 dolares por discurso a cenas de empresarios), o pasa a integrar directorios, o cualquier otra forma de capitalizar su experiencia. Pero lo que no puede hacer es usar el poder mientras lo ejerce para enriquecerse, a costa del estado, porque si lo descubren va preso. Caso los Kirchner con las tierras fiscales o los famosos fondos o la consultoria financiera, o las coimas de las privatizaciones menemistas, o tantas historias argentinas de meter la mano en la lata directamente.

Deja un comentario