Tiempo de Bafici (18)

El gran Béla

por Flavia y Quintín

Q: Se terminó. Bueno no se terminó porque recién son las siete de la tarde y debe haber gente viendo El gatopardo o El estudiante pero, para nosotros, c’est fini.

F: Pero terminamos bien porque hoy vimos The Turin Horse de Béla Tarr.

Q: Qué película, ¿no? Tal vez, la mejor de todos los tiempos sobre la muerte. O sobre la vida, qué sé yo.

F: Sí. Béla Tarr filma la vida de cualquiera de nosotros Son dos seres humanos y un animal frente a la vida que se apaga.

Q: Todo se apaga en la película. The Turin Horse empieza con la pantalla en negro y una voz en off que cuenta el ingreso de Nietszche en la locura, cuando intervino para abrazar a un caballo al que su cochero azotaba brutalmente. Supuestamente, la película es la historia posterior de ese cochero y de ese caballo turineses de los que la historia nada ha registrado más que su participación en la noche del filósofo. En treinta planos en blanco y negro filmados con el virtuosismo que lo caracteriza, Béla Tarr acompaña al cochero, su hija y el caballo a la casa en la que viven y relata la semana en que la luz del mundo empieza a extinguirse a su alrededor.

F: Afuera hay una tormenta de viento que no cesa. El caballo se niega a tirar del carro, a comer o a beber. El padre y su hija se levantan cada mañana, la hija lo viste porque es manco, su única comida es una papa hirviendo que pelan y comen con la mano; padre e hija miran todo el tiempo por la ventan, como nosotros miramos la pantalla en el cine, esperando señales de una vida que no llega. Con el correr de los días, se les seca el pozo de agua, el aceite de las lámparas no enciende y el viento no los deja siquiera abandonar la casa.

Q: Es una película misteriosa e implacable, que va más allá de las interpretaciones.

F: Paradójicamente, para mí fue puro placer. Podría haber seguido acompañando a esa gente en su extinción discreta durante varias horas más.

Q: Aferrados a la vida, pero acechados por el destino, el cochero y su hija ven que la oscuridad aumenta su alrededor pero permanecen ser fieles a sí mismos. No les interesa asociarse al discurso apocalíptico del vecino ni al clamor de los visitantes que quieren partir a buscar fortuna en América. Lo mismo ocurre con el cine de Béla Tarr, con su voluntad de seguir haciendo lo suyo sin decretar que es imposible ni traicionarse: simplemente constata, como sus protagonistas, que los gusanos de la madera han dejado de hacer ruido y que el fuego ya no enciende. Pero ni una queja, ni un discurso redentor. Es un cineasta único, acaso el más único de los únicos.

F: Béla Tarr es un mago de la morosidad, quizás el rasgo más y peor copiado en el cine independiente. Acá, ver a los protagonistas comer una y otra vez la papa hirviendo era una experiencia estética y no esteticista.

Q: No hay ningún amaneramiento en esta lentitud.

F: Es extraño. Es como si el film fuera a la vez muy abstracto y absolutamente material. No es para nada naturalista, pero es la más extrema descripción de la desolación y la escasez.

Q: Un grande Béla. No nos defraudó como ayer sí lo hizo, en cierto modo, Straub en el corto O somma luce.

F: ¿Te parece tanto? A mí, me cayó pésimo el actor que presentó la película y después no soportaba verlo en la pantalla. Me pareció un pedante desorejado.

Q: Esta es la primera película que Straub filma en digital y no estoy seguro de que la diferencia no se note. No tengo fundamentos para decirlo, pero es como si hubiera perdido el aura, aunque acaso no se trate más que de la ausencia de Danièlle Huillet, porque la película es lo mismo de siempre (un tipo recitando en un bosque) pero ahora sin gracia y sin emoción.

F: A mí me pasó lo mismo. Lo único que me gustó fue la primera parte, con la pantalla en negro y la música de Edgar Varese. Tal vez estábamos muy cansados o La divina comedia es demasiado para nosotros.

Q: Podríamos comentar otras películas que vimos en estos días, pero lo dejaremos para el post Bafici porque hoy estamos agotados. Nos gustaría terminar, en cambio, con una anécdota ligera y optimista: la historia de Rania Attieh.

F: ¿Quién?

Q: Rania Attieh, que está destinada a ser una de las directoras más btillantes de los próximos años. Bueno, en realidad, no sé, pero sí sé que es muy afortunada. Se trata de una chica libanesa que andaba por el Bafici promoviendo una película que se llama Ok, enough, goodbye. Los que la vieron dicen que es muy buena y que tal vez esté en Cannes o en Locarno. Rania vive entre Beirut y Nueva York, donde trabaja, según creí entender, de artista callejera. Su carrera cinematográfica comenzó con un cortometraje que presentó al festival de Abu Dabi, el más opulento de todos los festivales del mundo. Allí ganó un premio de 25.000 dólares con los que filmó el largo. Para editarlo, pidió una ayuda al mismo festival que le otorgó otros 25.000 dólares. Cuando estaba editando, la llamaron de Abu Dabi para pedirle que se presentara a la sección de Work in Progress. Ella les contestó que iba muy lento en la edición porque tenía que ganarse la vida. Le preguntaron, entonces, cuánto necesitaba para terminar el primer corte en dos meses. Ella dijo que no sabía bien y le dieron 50.000 dólares. De esa manera, presentó el corte al Work in Progress de Abu Dabi y ganó. Le dieron 100.000 dólares más. A esa altura ya tenía la película completamente terminada y como, además de ella, solo intervenía su pareja y codirector de la película —un tal Daniel García— se metió los 100.000 dólares en el bolsillo. Así es como Rania paseaba su felicidad por los pasillos del Bafici y contaba que no sabía qué hacer con tanta plata.

F: Es la historia de la Cenicienta.

Q: Sí, sobre todo gracias a la intervención del príncipe. Hay gente que está más feliz en la vida que los personajes de Béla Tarr. Pero no son muchos.

F: Y así, colorín colorado, con este cuento de príncipes el Bafici se ha terminado.

25 respuestas to “Tiempo de Bafici (18)”

  1. sar Says:

    La única contra de Tarr es él mismo. Es como Federer en su mejor época o Messi ahora: tipos que ponen la vara tan alta (el plano secuencia inicial de The Turin horse es de otro planeta) que cuando aflojan un poco, y es imposible que eso no ocurra en dos horas y media, uno se pregunta qué pasa. Tuve un gran cierre equino para mi Bafici: Tarr primero y Yatasto después. Saludos

  2. elsita Says:

    gracias por todo, vivi el bafici desde afuera porque solo pude ver dos pelis,pero a traves de ustedes me senti muy cerca.
    me voy a dormir mas tranquila despues de leerlos porque la tv casi me mata: diana conti acaba de decir que solo leyo Las venas abiertas de america latina de VARGAS LLOSA y no leyo nada mas porque es un traidor.

  3. Ricky Says:

    Pocas veces he visto una película tan rabiosamente material y telúrica, y a la vez abstracta, como acierta F en el post. Tengo una ligera alergia al viento y al polvo y se me pusieron los pómulos rojos adentro de la sala, lo juro. La película de Tarr es un poderoso réquiem, una rutinaria agonía que culmina en la extinción de la luz y la vida. Definitivamente, un cine singular. No vi otras películas de Tarr en BAFICIS anteriores (sí en mi casa), no sé qué recepción tiene habitualmente, pero en la pasada de entresemana muchos salieron bufando y puteando. Allá ellos.

  4. lanoviadetroll Says:

    @elsita: LOL aguante Diana Conti!!!

  5. Oscar Cuervo Says:

    La decadencia de Tarr.

  6. spyri Says:

    Tarr es un grande, espero ver pronto the turin horse. En «festival» el gran crítico Pepito Heliotropo diferencia aquellos cineastas que hacen de la morosidad una verdadera experimentación estetica de aquellos que la utilizan como un mero oportunismo.

  7. Matiball Says:

    Q, murió Sidney Lumet. ¿Algo para decir?

  8. lalectoraprovisoria Says:

    No. ¿Por?

    Q

  9. Janfiloso Says:

    …cada vez muere mas gente que antes no se moría…

  10. Matiball Says:

    Por nada, se me ocurrió preguntarte porque era director de cine. Me llamó la atención que su película que más me gusta («Running On Empty», 1988) no aparece siquiera mencionada en ninguno de los obituarios que leí. ¿La recordás? Era con River Phoenix, q tenía que elegir entre seguir huyendo junto a sus padres fugitivos de la justicia, o separarse de ellos para poder estudiar piano. Era desgarradora.

  11. Claudio_L Says:

    Me fui de la película de Tarr queriendo comer papas. Lo mas loable de la pelicula es el caballo, creo que no vi nunca una película que filme al caballo como lo hizo Bela Tarr. Después la historia es una pavada y ya nos quedó claro a la segunda escena lo que quería decirnos y ya se había entendido el proceso rutinario, la decadencia, lo inevitable, etc.
    Me imagino a Bela Tarr contándote la historia: «bueno pero la muerte es inevitable, aunque nosotros estemos ocupado con nuestra rutina, nada podremos hacer, afuera la lluvia no nos permite emigrar, solo tenemos papas»
    «y como sigue?»
    «bueno, solo tenemos papas, afuera no podemos salir, seguimos con nuestra rutina»
    «ahá y?»
    «bueno, solo tenemos papas, afuera no podem…»
    «Eso ya me lo contó»
    «pero hay pequeñas variaciones, caen unos gitanos, quieren nuestra agua, los echamos»
    «Y cómo sigue?»
    «bueno, solo tenemos pap…»
    Ya abuelo, un gusto, se me hace tarde.

    Saludos

  12. Santi Says:

    Claudio_L: hablando de papas, vos sos un papa frita.

  13. Jacinta Says:

    che… y alguien tiene algun link para bajar alguna de las pelis recomendadas?

  14. Anibal Says:

    Yo también terminé mi festival a lo grande con Béla. Un tipo verdaderamente original y fiel a sí mismo que no se parece al cine de cartelera ni al de los festivales. Salí como en una burbuja y me fui caminando por Agüero hacia el subte con la musiquita en la cabeza.

    No vi la de Straub, pero mis fijas no me defraudaron. Aparte de El caballo de Turín, las dos de Hong Sang-soo, Kiarostami, Apichatpong y Lee Chang-dong. Y Film socialisme, que ya había visto más de una vez en DVD y ahora en el cine sólo me dejé deslumbrar por las imágenes y las sensaciones que transmite la película. Es un combate visual entre Godard y el devenir del mundo. Los planos sobre la cubierta del barco son una cumbre de plasticidad que contrastan con los registros banales de las patéticas actividades que se desarrollan a bordo. Un genio.

    También me gustaron mucho Attenberg, La vie au ranch, Papá y Verano de Goliat.

    Saludos

  15. Mariano Says:

    Ante películas como las de Tarr, la trilogía de Ujica o la maravillosa Misterios de Lisboa, uno no puede menos que quedarse anonadado ante el elogio desmedido a films como Attemberg (¿quién dijo que lo excéntrico es per se interesante?) o el Verano de Goliat (los 76 minutos más largo de la historia).

  16. lalectoraprovisoria Says:

    Estaba muy bien Running on empty, de lo mejor que hizo, efectivamente. Un director muy desparejo.

    Q

  17. lalectoraprovisoria Says:

    Mariano, lo suyo fue una síntesis del Bafici y también de la extraña costumbre de devaluar los elogios que reina en los festivales.

    Q

  18. Mariano Says:

    Sorprende que los mismos críticos que elogian filmes como los de Tarr, Kiarostami, Ruiz, Ujica, no escatimen cándidos comentarios para filmes tan desparejos como La vida útil, La vida sublime, Le quattro volte, Attemberg o el Verano de Goliat. Este año, a diferencia de años anteriores, intenté estar atento, habiendo visto Morir como un hombre, a los filmes de jóvenes directores o “Cine del futuro”. Sin embargo, excepto por pequeños hallazgos como Finisterrae (aquí encuentro rasgos de un posible “Cine del futuro”, a diferencia del Verano de Goliat, que me parece bastante más convencional), pese a cierta pose “artística” (lo que en Serra es la creación de universos anti-epopéyicos en Finisterrae parece más bien una cita pop) o un par de escenas en La vida sublime (quizás las menos cinematográficas desde el trabajo en imagen [digresión: ni intenten comparar La vida sublime con Copie Conforme porque lo que en ésta última es un logro gigante (original / copia) en la española es un capricho hecho explícito en un diálogo que no viene a cuento: “Habría que hacer Sur de Erice”), no encontré en estas películas lo que había ido a buscar. Lo que, por otro lado, no deja de ser obvio. En cuanto a la competencia internacional, filmes como Las marimbas del infierno o At Ellen’s age dejan mucho que desear: en Las marimbas sobra la búsqueda del efecto (ese tipo de jeito que no perdonaríamos en un film mainstream), el patetismo latinoamericano (con ese final tan golpe bajo de dedicar la película a quienes intentan cosas “en un país como el nuestro”), mientras que en At Ellen’s age les dejo a Uds. intentar darle coherencia a un guión que se pretende realista: ¿alguien puede creer que alguien, por esas cosas del destino, se sube a una camioneta y se va a vivir con una comunidad de jóvenes ecologistas, y se sube a un avión y se va a colaborar con las luchas también ecologistas en África? En fin… No querría creer que existe eso de que “bueno, por tratarse de un primer film o por ser latinoamericana, valoremos el intento como si fuera una gran película”. Sin ir más lejos, La ciénaga, Mundo Grúa, Madame Sata cumplen esos requisitos… y de sobra.

  19. Claudio_L Says:

    Santi, yo papafrita, ud papanatas.

  20. Iván Says:

    Creo que nunca publicaron mi comentario sobre Tarr aquí. Lo reitero, a mi también me resultó insoportable The Turin horse, principalmente por su uso abusivo de una cámara que no sabe descansar, obsesivamente subraya cada movimiento por si no nos quedo claro que los personajes sufren en cada una de sus acciones. La coronación de este procedimiento es el largo y sostenido plano de la botella semivacía.

  21. la central Says:

    ¿Qué pasó con la extraordinaria, original, emocionante ¨Sipo´hi – El lugar del manduré¨? ¿No ganó nada? Qué jurado más careta!

  22. Nietzsche Says:

    Hola Q soy quien te saludo hoy en la librería.
    No se nada de cine, pero fuera de este tema recomiendo a todos el librito «Entrevistas breves con hombres repulsivos» de DForsterWallace.
    Salduos

  23. Bigote Says:

    Solo por joder: en el obituario de Lumet en BAE mencioné Al filo del vacìo (o sea, R>unning on empty) como una de las mejores de su carrer

  24. Mario Says:

    No es la primera película de Straub en digital.

  25. lalectoraprovisoria Says:

    Eso es lo que dijo el actor que presentó la película. Discutile a él.

    Q

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