El diputado Raffo y el Bafici

Publicado en Perfil el 4/7/10

por Quintín

El doctor Julio Raffo, diputado de la CABA por Proyecto Sur, propone una ley para regular el funcionamiento del Bafici. En los fundamentos del proyecto se destaca la amplia audiencia del festival y “el prestigio internacional obtenido gracias al especial perfil artístico de su programación”. Luego de trazar el elogio del Bafici tal cual lo conocemos, el articulado de la ley propone aplastarlo bajo una burocracia administrada por el poder político y las corporaciones.

El Bafici es un caso extraño de supervivencia: en sus doce años ha funcionado bajo cinco intendentes, cinco secretarios de cultura y cuatro directores artísticos. A pesar de esos cambios, creció sostenidamente, mantuvo su radicalidad estética, aumentó su audiencia y se convirtió en referente del cine alternativo. El Bafici ha sido, además, el refugio de muchas películas argentinas que no tienen relación con el Incaa, películas que se filman sin subsidios, productores ni abogados, desde Mundo Grúa (ganadora del premio al mejor director en la primera edición) hasta  Invernadero (mejor película agentina del 2010). Al festival no le vendría mal una ley que le otorgue autonomía financiera y libertad artística, que lo haga menos dependiente de cambios políticos y de presiones externas. Pero el proyecto de Raffo va en la dirección contraria.

El cine es en todo el mundo una actividad esencialmente comercial. La llamada industria del cine nacional está organizada alrededor de empresas y de asociaciones profesionales. Sus representantes son los que deciden qué películas habrá de subsidiar el estado argentino, ya que el funcionamiento del Incaa establece —de un modo un tanto medieval— que son las cámaras empresarias y los sindicatos (productores, directores, técnicos, actores, etc.) quienes detentan el poder. Lo mismo ocurre con la Academia del Cine, integrada por los miembros más prestigiosos de esas entidades. Pero el Bafici, orientado hacia el aspecto artístico —si se quiere marginal— del cine, fue hasta ahora una excepción a esa regla, estuvo exento del tironeo industrial y del reparto corporativo que regula el funcionamiento institucional del cine argentino.

La ley Raffo, contrariando una tradición fructífera y democrática, establece que las películas que participen en el Bafici deben ser “producidas por empresas”. Es una disposición equivalente a la de requerir que las obras del Museo de Bellas Artes tengan como responsables a marchands, agentes o galeristas en lugar de los artistas plásticos o a que los libros presentados en un concurso literario provengan de las editoriales.

Pero hay cosas peores en la ley. Esta reconoce explícitamente que el prestigio del festival proviene de su programación. Y es cierto: los programadores son el corazón de un festival moderno e independiente, los que ejercen un trabajo de curaduría que requiere dedicación, conocimiento y contacto con en el mundo a partir de líneas estéticas coherentes y avanzadas.

Sin embargo, en todo el proyecto no figura la palabra “programador”. Para elegir las películas se propone, en cambio, un comité de selección ecléctico similar a los comités del Incaa e integrado por directores, productores, actores o técnicos designados por sus respectivas entidades. De aprobarse la ley, ninguno de los programadores actuales del Bafici —críticos, académicos, docentes y especialistas—, cuya idoneidad ha quedado demostrada a lo largo de las seis últimas ediciones, podría continuar ejerciendo su trabajo en el Bafici de Raffo que, por otra parte, seguiría dependiendo de las pesadas estructuras municipales. La ley aparece como el vehículo perfecto para un viejo sueño del pensamiento dominante en materia cultural: terminar con esas películas raras que solo les interesan a los críticos.

Foto: Flavia de la Fuente

31 respuestas to “El diputado Raffo y el Bafici”

  1. Juan Villegas Says:

    De acuerdo 100%. Y lo grave es que lo están apoyando diputados de varios partidos. Ojalá no avance.

  2. Ethan Edwards Says:

    Entenderá algo de esto Solanas?? O se hace el boludo?

  3. Velcro Says:

    Quizas peco de Naif pero, ¿con todas las leyes, instituciones y organismos que hay que revisar y re plantear, justo con uno de los pocos que funciona se tiene que meter?. El Bafici debe ser una de esas pocas cosas (y digo «cosa» porque no sé cómo meterlo en un grupo de otros) donde todas als partes vinculadas está conforme con los resultados y el funcionamiento y dónde ningún involucrado real pide cambios profundos.
    Que ganas de romper las bolas tiene esta gente.

  4. boudu Says:

    Me pregunto si el tipo este (y los que apoyan el proyecto) se preocupo del tema, hablo con los organizadores del bafici, de como funciona, si fue espectador alguna vez, si conoce de lo que esta hablando.

    Da la impresion q se meten con algo que es facil meterse, para que parezca que laburan y figuren en las estadisticas de ‘proyectos de ley aprobados’ y ese tipo de cosas.

    Pensar que lo vote…

  5. Juan Villegas Says:

    Velcro, hay algo de ingenuo en tu observación. No es cierto que toda la gente del cine está contenta con el bafici. De hecho, creo que esa es la razón fundamental por la que nace una inciativa como esta. Obviamente, un festival de cine va a ser personal, con identidad y trascendencia, si tiene un criterio de programación que no puede dejar a todos contentos. Es evidente que una parte de eso que se llama «industria» se ha sentido discriminado por las elecciones históricas del Bafici en cuanto al cine argentino. Los programadores del Bafici no están diciendo con sus elecciones que unas películas son mejores que otras, sino que definen un perfil, una estrategia y un proyecto de promoción del cine argentino. El proyecto de Raffo va en contra de esa idea, con su espíritu corporativo, propio del Incaa, donde no es conveniente ni eficaz, pero al menos es entendible, por tratarse de un ente de promoción para todo el cine argentino.

  6. BobbyFischer Says:

    Que podian esperar de Raffo, uno de los «abogados» del INCAA …

  7. Gabriel Says:

    Q, es muy buena la reflexión, y abre la discusión acerca del temperamento democratizador de la acción estatal, uno de los dogmas más fuertes de la centroizquierda, que se ve desafiado fuertemente

  8. Jotafrisco, la ira de Dios Says:

    Uh, yo no había revisado bien el proyecto, lo encontré hace unos días. Ahora tengo miedo de leerlo…

  9. ojosabiertos Says:

    Quintín: 100% de acuerdo. RK

  10. Diego Batlle Says:

    De acuerdo con el texto de Q.

    El texto completo, por si a alguien le interesa, lo publicamos hace un mes en OC por si a alguien le interesa leerlo

    http://www.otroscines.com/noticias_detalle.php?idnota=4300

    Saludos

  11. maicon Says:

    Perdón, soy uruguayo y no sé: ¿Raffo es de izquierda? Porque el proyecto se parece mucho a los proyectos que la gobernante izquierda uruguaya está presentando (o llevando a cabo) en el terreno cultural que es básicamente confundir democracia con coorporativismo y marketing con política.
    Gracias.

  12. Fernando Martín Peña Says:

    Esperaba otra cosa de Raffo. Por desgracia el proyecto no me parece superador de la tontería presentada por Lombardi.
    Yendo por partes, no creo que haya que asustarse ante el término «empresa» porque el proyecto no lo precisa. Quiero decir: cualquier grupo de gente que se reúne para hacer una película puede pasar por «empresa» tal como aparece en el proyecto. No se le piden inscripciones, ni solvencias, ni nada. Otros puntos son inofensivos y no hacen más que trasladar a ley cuestiones que ya están en la reglamentación del festival (formalidades de selección, premios).
    Más allá de lo cual, me parece que el proyecto tiene:
    a. un par de cosas positivas (la asignación presupuestaria, la conformación de un consejo asesor),
    b. varias intrascendencias simbólicas (el tema de las entradas sorteadas entre los ciudadanos),
    c. ciertas cuestiones impracticables (será muy difícil encontrar un jurado local tan nacional y a la vez sin intereses en alguna de las películas presentadas).
    d. algunas contradicciones menores (antes de reclamarle al BAFICI que amplíe su circuito de exhibición, correspondería exigirle a Cultura que equipe salas propias como corresponde)
    e. algunas contradicciones mayores, como la propuesta de incluir secciones de material «de Escuelas». Si se acepta que en las competencias convivan a la par ficción y documental (que está perfecto)hay que evitar con el mismo criterio toda otra forma de guetto externo a las mismas obras. El festival siempre programa películas «de Escuelas» en sus secciones normales sin tener que ponerles una bandera.
    f. un disparate mayor, que es imponerle al director artístico un comité de Selección. Si el director artístico define la línea del festival, entonces lo razonable es que trabaje con gente que proponga él, porque así es como esa línea toma forma y se define. Aquí no se trata de supervisar o regular un cargo que administra fondos públicos (no es el director del festival quien lo hace) sino de cuestiones bastante más abstractas como el criterio, el conocimiento y el gusto, que mal pueden ser reguladas por comité.
    Desde luego me parece justo cuestionar este proyecto y procurar modificarlo. Pero también creo que debe haber un diálogo al respecto y que en este momento es el festival el que no dialoga. Ya escribí en otra parte sobre el repliegue que el festival ha hecho sobre su propio ombligo durante los últimos tres años y creo que ese repliegue no hizo más que estimular propuestas de este tipo.

  13. Diego Batlle Says:

    Estoy de acuerdo con Peña sobre la necesidad del diálogo. El problema es que Raffo consultó a un sector muy sesgado de la «industria» y fue a ellos a quienes incluyó en el proyecto de ley, mientras que jamás habló con ningún crítico, y de hecho los excluye por completo del comité de selección. Me parece un proyecto muy pobre, superficial y en muchos sentidos peligroso (yo también voté a Proyecto Sur y me defraudó).

  14. Mickey Says:

    Aunque desconozco los secretos del BAFICI, me animo a corregir sobre un error común en varias materias.
    Izquierda en casi todo el mundo, y en particular en Argentina es un término vidrioso.
    Acá (no debería ser necesario recordarlo) se esconde detrás lo de «izquierda nacional», que se sesga mucho a la parte de «nacional» a la hora de la propuesta concreta.
    Y esto en el fondo, como dice Maicon (a pesar de todo, hiciste buen mundial!), es corporativismo. Muy parecido al fascismo por ejemplo.

  15. Marto Says:

    Además de lo que ya señalaron ¿qué me dicen de esto?: «No podrán dirigir el BAFICI personas del mismo género en forma sucesiva.»

    Este proyecto es una estupidez y su aprobación terminaría destruyendo el festival. Ya me estoy imaginando las caras que pueden ir formando el comité de selección…

  16. lalectoraprovisoria Says:

    Peña. No conozco el proyecto de Lombardi. Este me llegó de casualidad, porque me llamaron de una radio para preguntarme qué opinaba y pedí que me lo manden por mail. En ninguno de los casos, de todos modos, me preguntaron mi opinión aunque no están obligados a hacerlo.

    Yendo por partes, es verdad que la defiinición de «empresa» puede ser laxa siempre que se interprete de ese modo. El proyecto no da precisiones, pero podrían aparecer en una eventual reglamentación. Me parece que la palabra está de más, no tiene nada que hacer cuando se habla de las películas que pueden presentarse al Bafici. Y denota desde donde está pensado el proyecto.

    No debe haber un proyecto de ley que no tenga algo positivo y este no es la excepción.

    De lo que vos señalás comparto lo de la asignación presupuestaria, pero el consejo asesor se conforma con el mismo modelo corporativo del comité de selección: es una asamblea de la industria ampliada con los ex directores artísticos (que en el futuro también serán «de la industria») y algún figurón de la cultura. Ignoro en qué se fundamenta esa conformación. Pero, en todo caso, ese Board debe tener poder resolutivo para designar al director artístico y aprobar o no su actuación, no mandar cinco nombres para que el Ejecutivo elija: por el contrario, se deben comprometer con lo que decidan.

    Coincido en lo de las escuelas y los guetos, lo que es parte de una serie de inconsistencias en el articulado, de una gran imprecisión cuando habla de secciones, jurados y premios, lo que denota que los redactores del proyecto conocen el Bafici (o cualquier festival de cine) de manera muy superficial. Poco de lo que establecen es sensato y nada es práctico. Que haya o no un determinado premio, por ejemplo, no puede ser fijado por una ley, sino que es parte de lo que la dirección artística tiene que decidir en cada caso, ya que modificar y renovar la llamada arquitectura del festival es parte de su tarea.

    Efectivamente, lo de imponerle al director un comité y que no pueda nombrar a sus colaboradores en la parte medular del festival es un verdadero disparate. También lo es que el Ejecutivo nombre a los encargados de la logística y la administración, por ejemplo el cargo que ahora se llama Productor General que es esencial en el funcionamiento y debería ser propuesto por la Dirección Artística ad referendum del Board.

    Me parecería bien que el Bafici inicie un debate sobre el tema, pero me temo que la cuestión está a punto de ser decidida por legisladores desinformados.

    Q

  17. mecachendié Says:

    no es una ley , es un reglamento he ahi el gran error del proyecto.
    yo no creo que haya tantos legisladores desinformados Q., ni tampoco que esté a punto de ser decidido.

  18. lalectoraprovisoria Says:

    Usted sabrá, Mecachendié, si está a punto de ser decidido o no. Si es ley o reglamento se los dejo a los que fatigan pasillos legislativos.

    Q

  19. Fernando Martín Peña Says:

    No te consultaron a vos, no me consultaron a mí y creo que tampoco consultaron a DiTella.
    No estoy tan seguro, como decís, que no tengan por qué hacerlo. Ambos proyectos (Lombardi y Raffo) incluyen de algún modo a los ex directores en su articulado, pero al mismo tiempo resulta que las conversaciones para definir esos mismos proyectos los excluyen.
    Son unos payasos.

  20. Hugo Salas Says:

    Madre de Deus!
    Cuando la pregunta debiera ser cómo se termina con el sistema corporafioso en el INCAA (gran pecado originario del «nuevo» cine argentino, salvo honrosas y contadísimas excepciones: no haberse animado a patear el tablero y pelear por su no tan pírrico lugarcito en la trenza), ahora quieren extenderlo también al Bafici.

    No me extraña. A fin de cuentas, Raffo viene de Proyecto Sur, y recordemos que Pino fue una figura central de la instauración de esa ley que así como generó fondos genuinos para el cine también los atrapó ad eternitum dentro del entongue. Por otra parte, como abogado de numerosas películas, Raffo sabe cuánto ha beneficiado a sus clientes un sistema semejante de reparto… tener además la pata «consagratoria» o «publicitaria» que supone un festival es algo así como garantizarse la chancha, los 20 y la máquina de hacer chorizos.

  21. Fernando Martín Peña Says:

    Pero no. Porque el prestigio que pueda tener el festival está en relación directa con la independencia de criterio de sus programadores. Sin ésta no hay aquél y la pata consagratoria o publicitaria deja de existir.
    Coceptualmente es una bobada. Políticamente es suicida.

  22. Hugo Salas Says:

    ¿Y de qué nos extrañamos? No sería la primera vez que destruyen algo que funciona para conseguir una tajada. Matar la gallina de los huevos de oro es una práctica tan vieja como la fábula que da cuenta de ella. ¿No sacaron a Q. contra el apoyo de una abrumadora cantidad de representantes del «mundo cinematográfico», en su momento, ante la complacencia de un grupo local enojado justamente por las decisiones de su política de programación?
    Si algo ha demostrado, por otra parte, el sector más corporativo de «la industria» es que con tal de tener su parte no le molesta, por ejemplo, hacer la vista gorda y que todos los años haya un mix de películas de canales y productoras de televisión que saquean el fondo de fomento (so pretexto, muy pobre, de que «dan trabajo»; la publicidad también y nadie es tan estúpido como para subsidiarla). Recordemos que en su momento, antes del «nuevo cine», los capitostes más respetados, de Puenzo a Aristarain, insistían en que no había que producir muchas películas chicas sino pocas películas grandes (y adivinen quiénes tenían que dirigirlas).
    Es claro, van a chocar la Ferrari.
    Pero después adivinen quiénes van a ser los representantes de venta de los respuestos.

  23. alejobostero Says:

    Y si lo que quieren es crear un Festival bajo el concepto de las ceremonias de entrega del Martín Fierro, con alfombra roja y todo? Porque por lo que están comentando, la organización del Bafici quedaría en manos de un Comité de Eventos.

  24. mecachendié Says:

    macri los va a sorprender el dia 13 con la peor noticia para el cine independiente.

  25. Flups Says:

    Gracias

  26. pedro Says:

    El intento de nueva ley o reglamentación puede leerse en el blog de otros cines. Leí y no la comparto. Ahora bien: se supone que en democracia real, debería formarse a través de creadores, criticos, actores y gente con trayectoria. Pluralista. Pero gratis. Quienes quieran colaborar con un proyecto que lo hagan sin cobrar. Quien autoriza el cobro de honorarios?. Me parece que hay una pelea por el dinero (ingreso) como siempre, y no por la democracia. Habría que ver como se forma una comisión ( a quien/es evaluar, a partir de qué criterios, de qué manera? ). Sino seguimos en la mismo: esto no porque es oficialista, esto sí porque es oposición. Pero todos quieren cobrar. Y de la «cultura». El estado debe democratizar pagando. Y los monopolios que aportan a la «cultura» del país- No deben aportar?. Suena a ganancias privadas. Pérdidas públicas. El Bafici es un evento que se realiza en Buenos Aires, del cual participa un grupo de privilegiados.. En el resto del país llegan algunas malas copias. Me dirán que lo organiza el gobierno de Buenos Aires. Todos las provincias aportan a Buenos Aires. Me sorprendió el costo de los pasajes urbanos. Menos de la mitad de lo que valen en el interior (subsidios que aportan todos los argentinos). Con lo cual quiero reflejar que todas las provincias aportan al gobierno . nacional. Y ciertos eventos culturales se transforman en cuestiones de pocos.

  27. Hugo Salas Says:

    A ver: programar es un trabajo, y si me permitís, pedro, uno bastante arduo, que insume mucho tiempo. Decir, «quien quiera hacerlo, que lo haga gratis» supone no sólo ignorar que la cultura también se produce a fuerza de trabajo (y negar, con ello, el papel del trabajo humano en toda producción de valor), sino pasar por alto un muy importante detalle. Si la cultura efectivamente, como quieren muchos, se transforma en algo «vocacional» por lo que nadie recibe un peso… ¿te parece que eso lo convertiría en un ámbito democrático o que, muy por el contrario, lo volvería un coto cerrado y exclusivo de aquellos que no necesitan ganar dinero para sobrevivir?

  28. Luz de agosto Says:

    estimado compatriota uruguayo,
    pido disculpas por este off-topic pero me gustaría agregarle algunas cosillas a su comentario de más arriba. En Uruguay suceden cosas peores a las que se imagina. A saber: 1. se proscribe gente de los jurados del FONA y del ICAU porque la Asociación de productores veta nombres. En Uruguay, el guión de The Searchers pierde cualquier concurso pedorro por cuestiones de «viabilidad»; 2. se obliga a realizar cesiones definitivas -y leoninas- de derechos de autor a favor de los productores que después terminan en cualquiera; 3. el ICAU ningunea abiertamente la distribución en el Uruguay de un libro sobre los primeros años de Homero Alsina Thevenet (grandioso trabajo de Álvaro Buela, Elbio Gandolfo y Fernando Martín Peña) sin explicación de causa o mejor dicho sospechando lo peor: que no saben quién fue Homero. En fin, este es solo el comienzo.

  29. Jotafrisco, la ira de Dios Says:

    Otro off-topic: la compilación de HAT es IMPRESIONANTE. Tremendo laburo, felicitaciones a Peña, Gandolfo y Buela, y esperando pronto la segunda parte, les mando un abrazo.

  30. Luz de Agosto Says:

    Claro, desde luego que lo es. Lo insólito es que el Instituto del país en el que nació, vivió, laburó y murió HAT no se haga cargo de nada e ignore la situación olimpicamente, cuando entre los cometidos del Director del Instituto se encuentra precisamente la promoción de acciones tendientes a la formación de espectadores. Con sus aciertos y errores HAT está más allá del bien y del mal y es una omisión muy jodida la de nuestro instituto. Eso sí, ayudas automáticas, homenajes para los amigos de la causa no faltan jamás. En fin, gracias por el Off-topic. Vuelvo a mis lecturas silenciosas.

  31. Andrea Says:

    Peña, ¿a qué te referís con que el festival no dialoga?

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