Tercer tiempo

Publicado en Perfil el 28/2/10

por Quintín

Me dicen que no me puedo perder Avatar, pero que tengo que verla en su versión Imax, o al menos en tres dimensiones con anteojitos. La copia plana ya sería un retroceso enorme pero en San Clemente no solo la pasan chata, sino hablada en castellano. Demasiado, aun para la curiosidad que me provoca una película que Angel Faretta celebra como el acabamiento del cine y Naomi Klein como un desafío interno al imperialismo americano.

Pero Invictus, la última película de Clint Eastwood, no requiere de sofisticaciones tecnológicas, aunque también se ha convertido en motivo de editoriales domésticas. El film suele complacer a los opositores en la medida en que molesta a los kirchneristas. La elección de Mandela por incluir a los boers en la nueva Sudáfrica contradice el amor de los militantes oficiales por el conflicto mientras que los opositores la aprovechan para sugerir acuerdos abstractos en los que nada sacrifican. Un amigo ultrakirchnerista sugiere que Mandela no es mucho más que un negrito Tío Tom y que Invictus es la visión hollywoodense de La fiesta de todos, aquella celebración del Mundial 78 que quedó en los anales de la infamia cinematográfica.

Hay que reconocer que la chanza no deja de ser ingeniosa. La última parte de Invictus comparte con La fiesta la progresión de partidos del torneo mundial y la creciente euforia en cada festejo. Hay una pequeña diferencia, sin embargo, más allá de la obvia distancia entre los propósitos de uno y otro film. En La fiesta de todos, los militares casi no aparecen: se disimulan detrás de los jugadores y de la población. Su función es custodiar la idea de pueblo, una entidad platónica que antecede al deporte y favorece, de paso, tanto la guerra como la eliminación de quienes la subvierten. Pero Eastwood no es un populista sino un cineasta con un claro sentido de la forma. El pueblo de Invictus es una creación del artista que se plasma en un intercambio cromático. En el primer plano de la película, Mandela sale de la cárcel y atraviesa una carretera en la que de un lado están los blancos jugando al rugby sobre el césped con sus uniformes brillantes e inmaculados, del otro los negros con el torso desnudo y su fútbol en opacas canchas de tierra. La película parte de esos planos separados y los mezcla al final en el multicolor espectáculo de las gradas del estadio. Entre una situación y otra mediará la voluntad de dos individuos, un presidente negro que entiende el valor de los colores y un rugbier blanco, convertidos por la historia en maestro y discípulo, dispuestos a convencer a sus compatriotas de que “son mejores de lo que creen”.

Lo que hace de Eastwood un cineasta fascinante es que su obra se caracteriza por la continua revisión de sus propios valores. Así es como el sucio Harry, eternamente desconfiado del poder, cultor de la venganza y el individualismo extremo, termina haciendo una película sobre un estadista y sobre la reconciliación colectiva. Pero así es también como sus últimas películas recorren un caleidoscopio de paisajes morales: un par de películas bélicas (Cartas desde Iwo Jima, La conquista del honor) en las que los héroes solo tienen sentido en el bando enemigo, otra (Million Dollar Baby) en la que no hay modo de resolver un problema ético, una en la que la división entre el bien y el mal es tajante y absoluta (El sustituto) hasta llegar a Invictus, en la que no hay personajes malos ni dudas sobre el desenlace. Con Fritz Lang, Eastwood debe ser de los pocos cineastas capaces de entender que el cine no es la ilustración de un relato externo ni la demostración de una cosmovisión previa sino que cada película ofrece la posibilidad de trazar un nuevo mapa moral del mundo. Por eso nos interpela y por eso sigue siendo el más fresco, el más libre y el más actual de los cineastas americanos.

Foto: Flavia de la Fuente

99 respuestas to “Tercer tiempo”

  1. ericz Says:

    Sr, sí se puede perder Avatar.
    Es recomendable perderse Avatar.

  2. NP Says:

    Un amigo ultrakirchnerista sugiere que Mandela no es mucho más que un negrito Tío Tom y que Invictus es la visión hollywoodense de La fiesta de todos

    No hace falta ser «ultrakirchnerista»(?) para notarlo, como no hace falta ser antifacista para ver que «Olimpíada» era un himno al nazismo. Es que el uso político del deporte nunca puede dar para más que para la exaltación chauvinista. O bien -como en el caso de «Invictus»- para un canto a la amnistía.

    Si algo representa es precisamente «la ilustración de un relato externo y la demostración de una cosmovisión previa»!

    Eastwood no revisa sus valores: es un gatopardista. No hay ninguna distancia entre «Harry el sucio» o «Gran Torino» e «Invictus»: no solo porque todas proponen la salvación gracias a la voluntad del hombre providencial (Eastwood sigue la vieje escuela hawksiano-wayneana del western «leninista»…). Y ese hombre (como el mismo Eastwood) es -por supuesto- alguien que puede pasar de la violencia facista al pacifismo light, sin que su «ideología» se resienta… Por eso puede encerrarse en lo más conservador de un clasicismo al que no le entran las balas modernas.

  3. Samurai Jack Says:

    A mi me parece que los que defienden Invictus hablan de política porque la película acumula tantas escenas lastimosas que es indefendible.

  4. lalectoraprovisoria Says:

    Samurai. Te recuerdo que fuiste vos el que habló de política, pero para atacar a Invictus. Ahora hacés comentarios de señora gorda («tantas escenas lastimosas»). Te falta decir que las escenas de rugby no son realistas.

    Q

  5. lalectoraprovisoria Says:

    NP. El Samurai dijo lo de La fiesta de todos como una boutade kirchnerista, pero vos parecés creerlo en serio. ¿En serio pensás que Mandela rima con Videla y es un negrito Tío Tom? Por otra parte, Eastwood nunca propuso la salvación de nadie sino la rebelión de los individuos. Su Mandela es un rebelde contra la idea del exterminio de los adversarios, idea en la que creés a pie firme desde tu desprecio por la «reconciliación».

    Q

  6. Galois Says:

    Bueno, puede que NP sea un rebelde contra la idea de «reconciliación».
    Como yo y otros miles.

  7. Samurai Jack Says:

    Si, lo hice dejando en claro Invictus es muy menor con respecto a Gran Torino o The flag og our fathers en términos cinematográficos.

    A NP no le debe gustar nada que nuestro Mandela del conurbano (Duhalde) quiera un candidato que le gane a los K y que además les guste a los odian a Videla y a los que no, ja!

    Y hay mas boutades, pero me da fiaca mejor me voy a dormir la siesta

  8. lalectoraprovisoria Says:

    Galois. Sí, hay unos cuantos que escuchan «reconciliación» y llevan la mano al revolver.

    Q

  9. NP Says:

    Q,
    Lo de «Mandela rima con Videla» corre por tu cuenta (y no es una boutade…), pero no cabe duda de que -en la versión de Eastwood, claro- Mandela es una suerte de Tío Tom for president (me imagino lo que debe opoinar Spike Lee al respecto, después de lo que dijo de «Flags of our fathers»…).
    No se en que película Eastwood propuso «la rebelión de los individuos». Lo que se ve, más bien, es la idea del héroe circunstancial que impone su ley (incluso por sobre la estatal): pero eso no es «rebelión», sino sumisión ante esa figura paterna (corrijo entonces: donde dije «western leninista» debió decir «stalinista»).
    El Mandela de Eastwood no es un rebelde contra la idea del exterminio de los adversarios, sino un lider que al llegar a la presidencia aplica una «realpolitik» basada en que -como dide la única línea honesta del film- «los blancos controlan no solo la economía, sino la policía y el ejército». Dudo que Mandela (el real, el que restuvo en prisión por «terrorista») comparta esa liberal versión de la “reconciliación” (digna de Menem, en la semana de su rentré), porque siempre supo que no hay reconciliación entre dominadores y dominados, entre amos y esclavos…
    Y hay un solo modo de que el esclavo se convierta en «capitán de su alma, dueño de su destino», sin que estom signifique «exterminar al enemigo» (según el discurso usado por los adalides del «liberalismo» vernáculo a lo largo de la Historia). Con «derrotar al adversario» alcanza… O debería alcanzar, salvo cuando ese adversario ve al otro como enemigo y se propone destruirlo con toda la fuerza del aparato estatal. Así que lo de Mandela es comprensible, al menos desde la «realpolitik» (entre la sangre y el tiempo eligió el tiempo, como Perón en el ’55). Pero la sangre corre igual, solo que de modo menos visible y espectacular (y por tanto menos apta para un film de Hollywood, incluido «Avatar» -que si bien sigue la estrategia del clasicismo conservador -elevado a la potencia digital-, al menos abre la puerta a interpretaciones menos «caretas» sobre la lucha anticolonialista…).

  10. lalectoraprovisoria Says:

    NP. Ya te gustaron la de Campanella, Avatar y la de los Kirchner. Decididamente, lo tuyo es el populismo.

    Q

  11. lalectoraprovisoria Says:

    Samurai. ¿Quién sigue hablando de política? ¿Quién sigue diciendo «en términos cinematográficos» como una señora gorda? (¿En qué términos va a ser?)

    Q

  12. lalectoraprovisoria Says:

    NP. La escena clave de la película es la intervención de Mandela en la Comité deportivo, cuando les pide que revean la decisión de suprimir los emblemas de los Sprinboks. ¿Vos que hubieras hecho?

    Q

  13. Galois Says:

    Q: no tengo revólver.
    Pero fijate que tanto vos como yo escribimos la palabra «reconciliación» así, con comillas. No sé en tu caso (puede haber sido un lapsus) pero en el mío fue deliberado: no estoy de acuerdo con la reconciliación (sin comillas) entre víctimas y victimarios. Ésa siempre fue una idea lanzada desde el poder (Iglesia, Estado, FFAA) para debilitar la lucha por la justicia.

    Y me opongo, sí.

  14. Samurai Jack Says:

    La escena clave de la película es cuando el padre del personaje de Matt Damon se abraza con su empleada doméstca negra. Lloré locamente con eso.
    (UNa señora gorda a la salide de Invictus)

  15. boudu Says:

    Galois,

    No se como fue lo de Sudáfrica, pero me parece q casi nadie reivindica el apartheid ahí, no?

    Una gran diferencia.

    Mi one-word-review de Avatar: Insípida.

  16. NP Says:

    No me disguta el «populismo» per se, Q., al menos cuando se contrapone al más común «populismo» de derecha (eso fue y será el menemismo, bajo otro nombre…). Deberías leer a Laclau (auqnue sea otro inmundo y asqueroso kirchnerista!)

    Pero no me gustó «Avatar» (podés leer lo que escribí en http://www.ojosabiertos.wordpress.com). Pero al lado de «Invictus», su héroe circunstancial es un datro menor, porque al menos los colonizados no se «reconcilian» con los colonizadores (eso debe quedar para la tercera parte, je).

    La escena clave de la película es la intervención de Mandela en la Comité deportivo, cuando les pide que revean la decisión de suprimir los emblemas de los Sprinboks. ¿Vos que hubieras hecho?

    Hacer que los blancos jueguen al futbol, por ejemplo… Pero claro: es más fácil que los negros jueguen el juego de los blancos! De eso se trata la película…

    Y si, hay escenas lastimosas, como mínimo…: basta ver esa otra «escena clave» en la que el rugbier le lleva entradas a la familia, incluida “una de más” para la sirvienta negra (que casi lagrimea). Esa sola escena desnuda claramente la ideología de la película. “Invictus” es como “EL nacimiento de una Nación” al revés: los negros son –o “deben ser”- MÁS buenos que el tío Tom!

  17. samurai jack Says:

    Avatar es genial!

  18. noriega Says:

    NP dice: «Es que el uso político del deporte nunca puede dar para más que para la exaltación chauvinista» y Galois, «Ésa [la de la reconciliación] siempre fue una idea lanzada desde el poder (Iglesia, Estado, FFAA) para debilitar la lucha por la justicia.»

    En ambos casos les basta la generalización para rechazar la acción de Mandela cuando en realidad lo que Mandela hizo en Sudáfrica parece más bien una refutación de ambos enunciados. A menos que uno piense que Mandela fracasó en el desmantelamiento del apartheid.

  19. lalectoraprovisoria Says:

    Samurai. Me parece que esa escena no existe. La empleada nunca se abraza con el patrón. Mirala de nuevo a ver si la entendés.

    NP. Yo escribí: «Sí, hay unos cuantos que escuchan ‘reconciliación’ y llevan la mano al revolver. Como me refiero a la palabra, las comillas corresponden.

    Q

    Noriega. Digo yo, ¿por qué será que les molesta tanto Mandela como el Pepe Mujica? Debe ser porque son unos fachos, no como Cristina.

  20. Galois Says:

    Efectivamente. Es lo que pienso, que el apartheid no fue desmantelado
    Y que los sectores de poder que lo construyeron siguen ahí. Sólo que ahora se visten con ropaje un poco menos reaccionario.

    Es lo que ha pasado en muchas «democracias modernas» como la española.
    Cambian las formas, cambian los métodos de dominación, pero los que dominan siguen ahí, dictando la política real.

    Y nadie los vota, porque no necesitan presentarse a elecciones.

  21. Galois Says:

    Y aprovechando la última frase de Quintín, agrego: en Argentina el gobierno de los K (tanto Tristán como Cris) ha sido uno de los que más lejos ha llegado en cuanto a la demagogia ‘izquierdista’ para mejor salvaguardar a los ejecutores de la dictadura.

    Siguen en pie numerosas leyes, siguen libres miles de represores, el aparato represivo sigue aceitado (¡Julio Lopez!) y un largo etcétera.
    Por el lado del apoyo al kirchnerismo no creo que me puedan correr.

  22. noriega Says:

    pero Galois, qué entendés por «apartheid»?

  23. lalectoraprovisoria Says:

    Galois. No hay manera de decir que la España actual es la franquista con maquillaje ni que Sudafrica es la del appartheid con ídem. Bueno, sí, vos lo acabás de decir. Qué sé yo. No sé puede medir algo así por la cantidad de represores presos. Decir que los K son bárbaros porque metieron presos a cien o que son una mierda porque no metieron presos a mil.

    Q

  24. NP Says:

    Noriega: si pretendés que el susodicho es un buen ejemplo de un «uso político del deporte» que no caiga en la «exaltación chauvinista», te faltó la explicación… «a menos que uno piense que» el apartheid se limita a la desigualdad «política», claro.

    Por lo demás, la generalización vale: eso es la amnistía cuando se la usa para «perdonar» crímenes cometidos desde el propio Estado… No hay ninguna otra lectura posible.

    En todo caso, podés creer que eso es «correcto». Con comillas (o sea: políticamente, para evitar una guerra civil…) o -mucho peor aun- sin comillas (de onda, nomás!).

    Por ejemplo: ¿Debo entender, entonces, que Q habla de «reconciliación» sin comillas??? Me gustaría saber, en ese caso, qué es lo que propondría o apoyaría para el caso argentino: ¿un abrazo «reconciliatorio» con Videla, o «simplemente» su liberación?

    Seamos claros.

  25. boudu Says:

    Lo q tiene Invictus es q parece una pelicula relativamente fácil de hacer.
    Quién va a estar a favor del apartheid? O en contra de Mandela? Los discursos de Mandela son lo mejor, lejos.

    Samurai,

    Avatar es insípida, y si uno se mete en la cocina, hasta debe salir mal olor.

    En los 50, una película como ‘El planeta prohibido’ tenía aunque sea un intento visionario sobre la tecnología. La mayor parte de la tecnología mostrada en Avatar parece ya obsoleta y tiene un aire ochentoso (ese Mazinger) desagradable. Sospecho q en la guerra de Irak los milicos deben usar algunos aparatos mas sofisticados de los q muestra esta pelicula.

    Y el heroe externo salvador q viene a ser el gran lider ya que el pueblo por si solo no sabe hacer nada es algo q ya está superado en historias como ‘El Eternauta’. Por q no le dieron mas protagonismo al lider indigena? Estoy harto de los líderes salvadores.

  26. janfiloso Says:

    Y la alternativa que propone NP tampoco corresponde. No se trata sólo de que un deporte sea de blancos y otro de negros y que podría haberse usado cualquiera de los dos. Eso implica no comprender la dinámica rugby-sudáfrica. Sudáfrica es campeón del mundo en rugby y no existe como potencia futbolísitica, entonces no hubiera tenido el efecto político que tuvo sin en lugar del rugby usaba el futbol.
    Aún desde la visión dominadores-dominados, no es lo mismo que los dominados jueguen rugby, que que los dominadores jueguen futbol; eso no hubiera llamado la atención de manera alguna, hubiera sido un acto mas de potencia dominadora y no hubiera tenido la trascendencia nacional e internacional que tuvo el mundial de rugby en sudáfrica. Además de un deporte, había un país rechazado por los demás paises y una población que debía comenzar el largo y complejo camino de la eliminación del apartheid (que aún no terminó, aunque lo importante es justamente que comenzó).

  27. noriega Says:

    NP, cuál sería la exaltación chauvinista en el caso de Sudáfrica. El objetivo era superar el apartheid sin derramamiento de sangre, usó el deporte para eso, que tiene que ver el chauvinismo?

  28. Samurai Jack Says:

    me tienen repodrido con los Uruguayos y los chlienos como ejemplo de se que sorongo nosotros juzgamos a una junta entera y todavía estamos recatando gente de la mano de sus apropiadores mientras que enchile recién ahora se está atreviendo a juzgar algunos casos y los uruguayos votaron la amnistía. Que se curtan!
    Ni hablemos de los brasileños a los que ni se les ocurre mirara atrás no vaya a ser que les de tortícolis.

  29. janfiloso Says:

    En abril de 1994, con las elecciones ganadas por Mandela, se iniciaría un acalorado debate público y político que terminaría con la creación de la Promotion of National Unity and Reconciliation Act en 1995, que regulaba la CVR sudafricana. Efectivamente, la CVR presidida por el premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, es una de las claves de vuelta de la transición sudafricana, pero no es más que el resultado de una voluntad política de reconciliación y un largo proceso de negociaciones iniciado aquel febrero de 1990.

    La amnistía, muy contestada por algunas de las víctimas, se dio con bastante rigor a excepción de algunas interpretaciones generosas de lo que se consideraba un acto motivado políticamente o en la aplicación del principio de Norgaard, referido a la proporcionalidad. Las amnistías se concedieron con bastante celeridad a un 10 por ciento de las 7.000 demandas presentadas. La exposición pública de las ofensas era la principal condena, pero, en la mayoría de casos, la reinserción a la sociedad ha sido poco traumática.

    La CVR ha visto pasar más de 20.000 víctimas, así como más de 7.000 responsables de violaciones de derechos humanos aparte de los representantes del sector sanitario, legal, empresarial, químico, militar o educativo. Ellos fueron el instrumento que el Estado escogió para dirigirse al país. Durante dos años y medio la Comisión estuvo enviando mensajes de perdón a la sociedad y consiguió poner al descubierto las miserias del apartheid. Y lo hizo explicando con detalles cuál fue la causa de tantas desgracias, entrando en casa de la gente y hablándole con el mismo lenguaje espiritual conocido por todos. Y es que la importancia histórica de la religión en Sudáfrica es básica para entender su rol en la Comisión. Jugó un papel fundamental en la lucha contra el apartheid en los 80 y de igual forma, a través de la iglesia holandesa reformada, fue el agente de legitimación moral de dicho sistema. Por eso, cuando la CVR oficializa y abraza el dolor de las víctimas mediante formas religiosas que le son próximas, el proceso es más aceptado.

    http://www.revistapueblos.org/spip.php?article1032

  30. NP Says:

    El objetivo era superar el apartheid sin derramamiento de sangre, usó el deporte para eso, que tiene que ver el chauvinismo?

    Justamente en eso, Noriega: en la exaltación del nacionalismo en función de un objetivo político. Aun más evidente en este caso, visto que la idea misma de «Nación» sudafricana es lo que estaba en conflicto. (Pero para entender esto habría que meterse con la historia de Africa y su división -o unión, vistas las guerras tribales- a manos blancas.)

    Aun así, dificilmente alguien (salvo el espectador ideal de «Invictus») pueda creer que se puede «superar el apartheid» mediante un partido de rugby!!!

    Por el contrario, la antedicha escena de la sirvienta (una cumbre de la chapucería est-ética) es bastante clara sobre la pretendida “integración social” (tanto que no la pueden refutar ni todos los amantes de Eastwood juntos…): a lo más que pueden aspirar los negros es a que los blancos le regalen una entrada para el mismo partido…! ¿O también van a querer dejar de ser sirvientes, estos negros “resentidos” e insaciables???

  31. JC Says:

    Otra de las secuencias clave, por repugnante y falsa, es la de el chico negro y la policia. Eastwood vuelve como tres veces para contarnos como pasan de maltratarlo cuando junta papeles a abrazarlo y dejarlo subir al patrullero a lo largo del partido y los festejos. No conozco la cana postapartheid, pero la yuta de aqui, alla y todas partes no hace esas cosas. Y mentir asi por adornar un momento de la narracion da un poco de asco.

  32. Samurai Jack Says:

    Q tenés razón se abraza la señora de la casa, al pater fa,iliae jamás se le ocurriría abrazar a la negra

  33. noriega Says:

    NP. «A lo más que pueden aspirar los negros es a que los blancos le regalen una entrada para el mismo partido…! ¿O también van a querer dejar de ser sirvientes, estos negros “resentidos” e insaciables???»

    Bueno, en la película queda claro que aspiraron a más, aspiraron a tener un hombre-un voto, ganar las elecciones y terminar con el apartheid. Un hombre negro fue presidente y decidió y llevó adelante un camino que incluía un acto de sacrificio bastante importante, que dio un buen resultado. Si te parece que los resultados no fueron buenos, como piensa Galois, decilo. No me mandes a leer a Laclau, please.

    El partido, evidentemente, fue importante. Eso que vos llamás chauvinismo no incluía ningún menosprecio de otros países ni la idea de que los sudafricanos eran «superiores». Sí que podían ser, los boer, mejor de lo que habían sido. Interpretar eso como nacionalismo es como tener solamente dos casilleros en donde poner cualquier experiencia política y meterlo a presión aunque no signifique nada.

  34. lalectoraprovisoria Says:

    Samurai. Así es fácil comentar películas.

    Q

  35. lalectoraprovisoria Says:

    ¿Alguien piensa que Eastwood quiso decir que Sudáfrica no tenía más problemas porque un blanco en medio de la euforia deportiva invite a la sirvienta negra al partido o por que un policía deje de martirizar a un chico en la misma circunstancia? Nada en la película hace suponer que eso va a seguir siendo así cuando los ánimos se calmen. Por eso Eastwood insiste en la mezcla multicolor en las tribunas: las muestra de lejos una y otra vez, como si no hubiera más distinciones, pero en ese plano general a modo de símbolo. Para usar la palabra tan temida, no hay al final de Invictus un país reconciliado y feliz sino la base simbólica de un país nuevo que fusiona los dos países de la primera escena. Toda la película gira alrededor de una cuestión de colores, no solo de piel, sino de camisetas y banderas.

    Q

  36. janfiloso Says:

    Por otra parte, citar la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel como argumento de la eliminación del adversario es una cita parcial. He leido (y no puedo encontrar el libro) que la fase de apetencia (de eliminación) es superada justamente por una fase de reconocimiento en la cual hay una interacción y hasta confusión de roles en la dialéctica.

  37. janfiloso Says:

    La reconciliación es un estado de conciencia en Hegel; reducirlo a un acto físico implica solo una burla.

  38. Samurai Jack Says:

    Si la película fuera buena nos tragaríamos el cuento sin problemas

  39. NP Says:

    Noriega: No se trata de que los resultados «no fueron buenos», sino que no son suficientes. Y la película no dice nada de eso (la escrena que coita Samurai es clarísima): termina con el triunfo final y conciliatorio de un «simbólico» partido de rugby (esos colores que Q magnifica, y que no son más que la nueva bandera de Sudáfrica…).

    Lo «simbólico» no es un dato menor, claro: de eso se trata todo, finalmente (y por eso se puede convertir tan facilmente en film, y -evidentemente- en un film tan chapucero).

    El problema central es que lo que vos llamás «acto de sacrificio» no fue de los blancos, precisamente (aunque es claro que para el establishment que sostuvo el apartheid hasta lo «simbólico» es intragable…). Y tu conclusión (siguiendo pasivamente la del film) es que «los boer podían ser mejores de lo que habían sido». Claro que eso no es «nacionalismo», sino como algo mucho peor!: un idealismo «blanco» (en todo sentido!) que ni siquiera tiene «dos casilleros en donde poner cualquier experiencia política» sino apenas uno…: la visión «reconciliada» del mundo que sostienen las almas bellas.

    (Como ejeplifican muy bien las acotaciones de J., que no entiende que lo de «amo y esclavo» era literal… aunque no estaría mal empezar a leer a Hegel antes que a Laclau.)

  40. Maxi Says:

    Así que Avatar es un desafío al imperialismo? Avatar ES el imperialismo económico en su expresión más burda y prepotente: una maquinaria de marketing mosntruosa puesta al servicio de un mamotreto maniqueo apto para consumo de retardo-rebeldes way, y cuyo mayor argumento de venta, a saber su imaginería visual, no es más que la versión digital new age de los pósters con aerógrafo de los 80´s. Lo más repugnante de todo es que al igual que la nave Valkyrie de la película, ésta arrasa las cadenas de exhibición de todo el mundo (en Argentina por dar un ejemplo copó el 25% de las salas de todo el país). No me extraña que la cínica de Klein, que de igual modo llenó las librerías y las bibiliotecas tilingas con esa porquería que fue No Logo, sea una de las voces del coro para la exégesis que el meganegocio de lo políticamente correcto requiere para ubicar sus productos en los mercados de la cultura fast food a escala global.

  41. NP Says:

    Donde dije «la escena que comenta Samurai» me refería a JC. Y hay más, porque «Invictus» es una larga serie de escenas chapuceras, indefendibles. Salvo para los que -incluso mpas allá del Mandela de Eastwood- quieren forzar la lectura política del caso y proponerlo como un ejemplo a seguir…

  42. lalectoraprovisoria Says:

    No es «ser mejores de lo que habían sido» sino «ser mejores de lo que creen que son». La diferencia es esencial. La frase tiene que ver con lograr que un equipo de rugby mediocre crea en sus posibilidades pero también —y ese es el centro de toda esta discusión— que hay soluciones políticas que no pasan por el enfrentamiento inútil y la venganza. Te puede gustar o no —como dije en la nota, a los kirchneristas y su vulgata Laclau no les gusta nada— pero la película está construida sobre la admiración y el respeto que despierta en muchos descubrir ese pensamiento en alguien que podría tener exactamente el contrario. Tanto en el personaje de Matt Damon (de paso, una actuación genial) como en un servidor.

    Q

  43. lalectoraprovisoria Says:

    NP. No se trata de proponer nada como ejemplo, pero sí de admirar un acto de creación política allí donde no parecía que hubiera posibilidades. De eso se trata la película. Tomando tus palabras, como Eastwood es un gatopardista (como Lang) eso no va más allá de las circunstancias de este film. En la nota dije bien claramente (tal vez con poco espacio) que lo de Mandela no es para nada comparable a los acuerdos que andan proponiendo Duhalde y Terragno, en los que nadie se mueve verdaderamente de sus posiciones.

    Q

  44. NP Says:

    La cuestión no es «la admiración y el respeto que despierta en muchos descubrir ese pensamiento en alguien que podría tener exactamente el contrario». Eso sí es una generalidad abstracta. Y la película no es abstracta: dice que el esclavo no se tiene que convertir en amo (algo que se podría incluso analizar desde la metáfora hegeliana, y también recordar que fue revisitada por Marx…).

    Del mismo modo, les una falsedad homologar el «lograr que un equipo de rugby mediocre crea en sus posibilidades» con que los habitantes de un país » sean mejores de lo que creen que son”. A eso me refiero con idealismo (blanco).
    Cómo se aplicaría concretamente, en la Argentina por ejemplo? Y en esto la clave sigue siendo la (siempre muy escuchada) frase que repetís:

    hay soluciones políticas que no pasan por el enfrentamiento inútil y la venganza.

    De que «enfrentamiento inútil y venganza» hablás?? Una cosa es creer en el «enfrentamiento inútil» entre facciones que podrían unirse, y otra creer que existe política sin conflicto. Y -ante todo- no terminás de ser claro, por ejemplo respecto de la «venganza»(?): Te parece que la Justicia es venganza? Creés que acá hay que empezar otra vez con la amnistía…?

    Nosotros también tenemos nuestros hombres providenciales: Alfonsín
    con las leyes de impunidad, Menem con los indultos. Así nos fue, por cagarnos en la Justicia (algo nada «republicano»…)

  45. NP Says:

    admirar un acto de creación política allí donde no parecía que hubiera posibilidades.

    Eso ue precisamente lo que pasó con la anulación de las leyes de impunidad y la sustanciación de los juicios que hoy (con mucha dificultad) se dearrollan. Algo único en América Latina, y un ejemplo a nivel mundial.

  46. Martin H Says:

    Q Sirvientas no hay mas Se termino la servidumbre

  47. lalectoraprovisoria Says:

    NP.

    1. Lo de la admiración no es un ageneralidad abstracta. Se refiere a un caso concreto y en torno a él gira la película.

    2. La homologación tiene que ver con lo mismo. No es una ide en general, sino el tipo de metáforas que circulan entre políticos. «¿Cómo conduce a sus hombres?» le pregunta Freeman a Damon.

    3. No sé cómo diferenciar el idealismo blanco del negro del verde.

    4. No tengo la menor idea sobre cómo se aplicaría a la Argentina. No tengo por qué tenerla.

    5. Hubiera creado un enfrentamiento inútil (y peligroso) desterrar los colors de los Sprinbok. Darse cuenta es el acto de creación política de Mandela (en la película).

    6. Que no exista política sin conflicto no implica que haya que crear todos los conflictos posibles. Lo que es abstracto es esa afirmación que los kirchneristas repiten como un mantra.

    7. ¿Vos pensás que Mandela tendría que haber creado una Sudáfrica sin blancos?

    8. No creo que la justicia y la venganza sean lo mismo. Pero la venganza es una cuestión mucho más fácil de determinar que la justicia.

    9. ¿Yo hablé de alguna amnistía?

    10. La revolución rusa también fue un acto de creación política. Desgraciado, para mi gusto. Pero creativo sí que fue.

    11. Alfonsín ambién juzgó a las Juntas. ¿Fue creativo y provdencial una vez y la otra no?

    12. Los felicito a vos y a Kirchner por los juicios. Ahora felicitamre a mí por Mandela por sus políticas de integración y por el fin del appartheid.

    Q

  48. janfiloso Says:

    Y dale con Hegel, por lo menos cambiá de libro, porque la Fenomenología del espíritu ya la vimos; ahora te la agarrás con el alma bella!!
    Preferís la versión mas Hegeliana de la “la ley del corazón” o vas mas a Lacan, con su metáfora perfecta del yo que no reconoce su propia razón de ser en el desorden que denuncia en el mundo.
    Entiendo el concepto burlón que le das al término «alma bella», pero mas me gustaría saber cuál sería su antónimo, o sea cómo te caracterizas vos que obviamente no sos un alma bella (según vos, claro).

  49. NP Says:

    Te contesto punto x punto, Q:

    1. Lo de la admiración no es un ageneralidad abstracta. Se refiere a un caso concreto y en torno a él gira la película.

    -Si, claro. Pero es evidente que se propone como ejemplar. De lo contrario, no sería una película de Hollywood!

    2. La homologación tiene que ver con lo mismo. No es una ide en general, sino el tipo de metáforas que circulan entre políticos. “¿Cómo conduce a sus hombres?” le pregunta Freeman a Damon.»

    -Y quien dijo que era buena como «metáfora que circula entre los políticos»? Además, de mateáfora no tenía nada: basta leer el «Manuald e conducción política» de Perón, que ilustra muy bien esa idea epigonal de la política, basada en el «oleo sagrado de Samuel». Quien te dice, por ahí la próxima de Esatwood es una épica sobre el peronismo…

    3. No sé cómo diferenciar el idealismo blanco del negro del verde.

    -Es fácil: hay que poner al blanco de cabeza, como Marx hizo con Hegel. Porque Hegel también creía que la consecución del Estado alemán era el fín de la dialéctica (y «el fín de la Historia»), así como Marx creyó que en realidad lo sería su disolución bajo el comunismo. Pero los dos se equivocaron: la dialéctia sigue… O sea: no hay «reconciliación» posible (salvo en el paraíso de los creyentes).

    4. No tengo la menor idea sobre cómo se aplicaría a la Argentina. No tengo por qué tenerla.

    -Yo creo que la tenés, como todo «argentino de bien»…

    5. Hubiera creado un enfrentamiento inútil (y peligroso) desterrar los colors de los Sprinbok. Darse cuenta es el acto de creación política de Mandela (en la película).

    -Digamos que tenés razón con lo de «peligroso»: a) Lo peligroso suele ser lo creativo, y lo no peligroso la opción conservadora. b) Lo que vos llamás «creación política» es pura realpolitik (más vieja que el acomodo, a pesar de su nombre ruso…)

    6. Que no exista política sin conflicto no implica que haya que crear todos los conflictos posibles. Lo que es abstracto es esa afirmación que los kirchneristas repiten como un mantra.

    -Por supuesto: si un problema tuvo el kirchnerismo fue no saber manejar los conflictos. Pero la noción de «conflicto» no es abstracta, sino todo lo contrario: es lo más concreto y evidente que hay (preguntalñe a los guionistas de Hollywood!)

    7. ¿Vos pensás que Mandela tendría que haber creado una Sudáfrica sin blancos?

    -«No tengo la menor idea ni tengo por qué tenerla» (je).

    8. No creo que la justicia y la venganza sean lo mismo. Pero la venganza es una cuestión mucho más fácil de determinar que la justicia.

    -Entonces, se puede saber por fín A QUÉ TE REFERÍS CUANDO HABLÁS DE VENGANZA?

    9. ¿Yo hablé de alguna amnistía?

    -Solo te faltó explicitarla, pero es la evidente «moraleja» que se desprende de tu discurso.

    10. La revolución rusa también fue un acto de creación política. Desgraciado, para mi gusto. Pero creativo sí que fue.

    -Exacto. Cómo todas las revoluciones (empezando por la francesa). La modernidad fue -precisamente!- «UN ACTO DE CREACIÓN POLÍTICA». Decir que que fue «desgraciada» es tan ridículo como decir que lo fue la creación de la rueda por los accidentes de tránsito…

    11. Alfonsín ambién juzgó a las Juntas. ¿Fue creativo y providencial una vez y la otra no?

    -El Juicio a las Juntas fue sin duda el gran momento creativo de toda la posdictadura (hasta el presente…). Lástima que Alfonsín borró con el codo lo que escribió con la mano. Y nos legó el desencanto… y el pacto de Olivos.

    12. Los felicito a vos y a Kirchner por los juicios. Ahora felicitame a mí por Mandela por sus políticas de integración y por el fin del apartheid.

    -Felicito a Kirchner por el fín de la amnistía, aunque (como Galois) no puedo dejar de señalar que la precariedad de los juicios amenzan con repetir el borrón alfonsinista. Y felicito a Mandela por el fín del apartheid, aunque falta mucho para la verdadera «igualdad».

  50. janfiloso Says:

    «Lo peligroso suele ser lo creativo, y lo no peligroso la opción conservadora.» Es una frase tan retórica, tan vacía de contenido, tan binaria, que me cuesta pensar que la dijiste vos.

    «Pero los dos se equivocaron: la dialéctia sigue… O sea: no hay “reconciliación” posible (salvo en el paraíso de los creyentes).» No creo que la cuestión pase por una cuestión de espiritualidad. Hay tantos ejemplos de «reconciliación», tal la evolución de la humanidad desde la ley del Talión, tal el avance y la velocidad de los cambios en el conocimiento, que no me parece una utopía pensar que tal vez al final Hegel tuviera razón en el futuro.

  51. lalectoraprovisoria Says:

    Te voy a contestar dos cosas. Que hagas razonamientos como el del punto 1 no permite la discusión. Parte de saber que vos sabés todo sobre las películas de Hollywood en general y sobre esta en particular. NI tampoco cuando sabés lo que yo sé sin que yo lo sepa.

    Una. La venganza es algo muy sencillo. Vos me hiciste esto y yo no descanso hasta devolvértelo. La justicia, desde Platón en adelante, es un asunto complicado. Por ejemplo, qué hacer con os represores. ¿Condenarlos a muerte? ¿Perdonarlos? ¿Condenarlos después de perdonarlos? Nadie es el dueño de afirmar que esas soluciones son justas en abstracto. Justamente por eso yo no hablé de la amnistía ni se desprende nada de lo que digo. Pero vos solo estás cómodo encasillando a los demás y suponiendo sus respuestas a cada pregunta.

    Dos. Quise decir que las consecuencias de la revolución rusa fueron desgraciadas. Pero no solo las revoluciones son actos de creatividad política. El nazismo fue creativo en grado sumo. Nadie hubiera supuesto que se podía eliminar a los judíos.

    Pero al leer lo de Alfonsín veo que creativo para vos es aquello en lo que estás de acuerdo. Así seguro que no se puede discutir.

    Q

  52. Gerónimo Says:

    Lo más grave de la película como obra en sí misma es la falta de profundidad en el retrato de un personaje real que seguramente presenta más aristas. Si se hubiera visto la relación de Mandela con sus compañeros de militancia o aún con los de la cárcel la historia hubiera estado más completa. No basta con menciones como «terrorista» o visitas a la celda del vacío e insípido personaje del boludo de Damon (que bien podría haber funcionado como punto de vista para el espectador no enterado). Es una película chata, sin vuelo, sin relieve.

    Por el lado político, tiendo a no creer en las «reconciliaciones» de grupos que no tienen -según ellos mismos- nada que ver entre sí y que llegan a los extremos a lo que llegaron en África. No creo que los prejuicios y el racismo de toda la gente africana se hayan borrado de un día para el otro, como pasa en cualquier lugar. Esto seguramente encubrirá alguna maniobra política de conveniencia que en este caso estaría representada en la frase que cita Prividera más arriba (“los blancos controlan no solo la economía, sino la policía y el ejército”). A eso es a lo que realmente apuntaba Mandela según la película.

    En cuanto a la política local, no me parece comparable sobre todo porque creo que ninguno de los dos grupos políticos enfrentados durante los setenta representaba a la gente común. Unos por buscar el enfrentamiento y el conflicto extremo a como de lugar incluso por medio de las armas (idea rechazada por la mayoría desde siempre) y otros por usar el concepto de traer orden al caos con el objetivo de exterminar a los que no compartían sus políticas de estado (que no han variado en demasía hasta el día de hoy en democracia). Aunque el atractivo de éste última idea (orden al caos) sí puede haber sonado mejor para el oído del ciudadano medio conservador en su momento.

    Por otro lado no creo que en los casos de los crímenes cometidos durante la dictadura, una vez probados, quepa otra condena que la de cadena perpetua, no excarcelable (en prisión domiciliaria custodiada como corresponde para los de mayor edad, porque no deberíamos pagarle medicamentos, atención médica, enfermeras o jubilación a ese tipo de individuos). Pero seguro esta es una opinión personal.

  53. NP Says:

    Que hagas razonamientos como el del punto 1 no permite la discusión. Parte de saber que vos sabés todo sobre las películas de Hollywood en general y sobre esta en particular. NI tampoco cuando sabés lo que yo sé sin que yo lo sepa.

    Eh?? Nunca dije que «supiera todo» sobre nada, Q… Lo que dije lo puede observar cualquiera: «es evidente que se propone como ejemplar, de lo contrario no sería una película de Hollywood!» De hecho, esa frase hasta puede leerse de modo positivo…

    Pero a vos te es más fácil endilgarme eso de que «creativo para vos es aquello en lo que estás de acuerdo»(?), lo que es una chicana, además de una mentira (yo acordé con vos en la definción de «acto creativo» en política). Más bien parece una proyección de tus propias reacciones ante el desacuerdo: «Así seguro que no se puede discutir». Lo que paradójicamente prueba la imposibilidad del consenso en todos los casos…

    En cuanto a la Justicia, no siempre es complicado… Sobre todo cuando hay un poder judicial funcionando, como en este caso (más allá de cómo está funcionando, que es otro tema…).
    Así que no tiene ningún sentido tu pregunta:

    ¿qué hacer con los represores. ¿Condenarlos a muerte?

    No hay pena de muerte en Argentina (perdón, en el código penal argentino…). Así que la pregunta es improcedente. Y mucho más aun:

    ¿Perdonarlos? ¿Condenarlos después de perdonarlos?

    No se entiende a qué te referís… Si hablás del perdón religioso, dependerá de su fe (y de su arrepentimiento, generalmente nulo). Si hablás de un perdón personal, eso tampoco tiene que ver (aun cuando las «víctimas» pduieran perdopnar, cosa difícil en el caso de asesinatos masivos, a menos que creas que los familiares pueden hacerlo en su nombre…). Por otra parte, hya que recordar que el Papa «perdonó» al que atentó contra su vida… pero no por eso lo liberaron, obviamente!).

    Sea como sea, de todas esas «preguntas» se puede inferir lo que pensás sobre el tema… aunque siempre es mejor aclararlo. Y por eso mismo te lo pregunté.

    Por último: sí, claro, «el nazismo fue creativo en grado sumo»… Pero era notoriamente antimoderno (antiliberal y anticomunista a la vez).

  54. Pablop Says:

    “Hace rato que aprendimos que la batalla de todo por el nada son el mejor camino para que nada cambie», dijo el presidente Mujica.

    Teléfono para los K!

  55. Maru Says:

    Entre quienes deberíamos reconciliarnos en Argentina?. Militares, empresarios, iglesia, medios de comunicación, deportistas, «artistas», jueces,obreros y empleados (que son los menos). Como se hace para reconciliar riqueza con pobreza?

  56. lalectoraprovisoria Says:

    Buena idea. Minga de reconciliación. No pueden convivir. Hay que matar a los militares, empresarios, curas, medios de comunicación, jueces y ricos en general. Ya se intentó en Camboya con bastante éxito.

    Q

  57. Maru Says:

    No hay que matar a nadie. Lea bien. No interprete lo que Ud. quiera. La pregunta es como se hace para reconciliar riqueza con pobreza. En tèrminos populares como se accede a una distribución de la riqueza igualitaria?. Ejemplo: Un juez igual salario a un empleado. Esa es la pregunta. Sin matar a nadie. Cómo se logra?

  58. Esteban Says:

    Me gustaría saber, quizás alguno de los que comentan acá podrá contestarme, cuál es el final del camino que no acepta reconciliaciones. Adónde nos lleva esta idea. Porque a mí me queda cada vez más claro que mientras los que aceptan que la justicia haga lo que pueda (con sus errores y horrores) van avanzando nosotros estamos clavados en el pasado. Pero olvidemos esto, dejemos totalmente de lado lo que pienso yo y cuéntenme qué piensan ustedes, cuándo se termina esto? Cuándo mierda podemos pensar en otra cosa (aunque sea un poco, un rato)?

  59. Maru Says:

    Esteban no me imagino viajando en colectico con un exmilitar represor (al cuál todavia le pagamos un buen salario). No me lo imagino porque viajan con custodio en autos particulares. Muchos de nosotros lo hacemos en colectivo. Se termina, el anterior ejemplo y otros con Justicia (sin matar, como leen algunos). Lo cuál tambien es dificultoso, porque en manos de quién y para quienes trabaja esa «Jusitica»?. Creo que los que quieren reconciliaciones no son otros que temerian perder espacio económico y privilegios. En síntesis que los pobres esten tranquilos sabiendo que los ricos siguen acumulando dinero.

  60. Anónimo Says:

    en el post original algo se vislumbró respecto a esto, a saber: no hay modo de que las opiniones redunden en algo más que el exclusivo nivel contenidista? es interesante leerlos, pero pareciera que las películas sólo propusieran postulados respecto al mundo (cosa obvia), y que por ahí pasa, exclusivamente, el debate. por allí mencionaba N.P. a «El nacimiento de una nación», «Olimpiada», etc. claros ejemplos en los que es mejor adentrarse en otro tipo de discusiones. estamos hablando de cine, no?
    lo sugiero porque justamente con Clint Eastwood me parece que sería provechoso meterse con otros asuntos bastante más controvertidos.

  61. Mishíguene kop Says:

    Muy bueno el discurso de Pepe Mujica. Así se aprende del dolor. No viendo todo blanco o negro. Viendo los matices, las posibilidades, las pérdidas y las ganancias posibles. Tanto en el campo de la educación como en el de la producción como en el del medio ambiente. Un tipo interesante, que aprendió de la experiencia del dolor. Por suerte maduró bien. Qué raro que nuestra Presidenta no se hizo tiempo para ir a escucharlo. Hubiera suspendido unas horas la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Todos los Popes del poder y ni ella ni Cobos. Una vergüenza. Ojalá que le vaya bien a Pepe Mujica. Sería un paso adelante para la región.

  62. janfiloso Says:

    Maru, el concepto de igualitarismo no es «el juez gana lo mismo que el empleado»; el principio se expresa como «igual remuneración por igual empleo», es decir que los jueces ganan lo mismo que los jueces y los empleados que los empleados. Por cierto que a su vez supone una menor brecha entre los salarios mas altos y los mas bajos, pero nunca una igualación de las distintas responsabilidades.

  63. boudu Says:

    Ya se lanzó Reutemann a la presidencia? Ya se murió Men*m? Ya volvió la hiper?

  64. estrella Says:

    Hay una película de John Boorman sobre el proceso de reconciliación en Sudáfrica. Con J. Binoche, muy buena. En mi tierra.
    Muy recomendable.

  65. Flor Says:

    tenés un amigo ultrakirchnerista?
    Te falta un amigo gay y un amigo judío y listo. Un abanico completo de amistades para la diversidad cultural

    pd: tenés amigos peronistas?

  66. lalectoraprovisoria Says:

    Flor. Te juro que en la primera versión del artículo decía «Un amigo ultrakirchnerista (porque también tengo un amigo judío y un amigo gay». Pero después lo saqué, porque pensé que había mucho tarado suelto por ahí capaz de no entender el chiste. Veo que no me equivoqué.

    Q

  67. Flor Says:

    tarada, Quintín. Utilizá lenguaje no sexista, por favor
    Si respetamos la diversidad, la respetamos bien

  68. lalectoraprovisoria Says:

    Tarado se dice en general sin ser sexista. No pienso usar horrores como «tarad@» y esas cosas. Por otra parte, no sé dónde dije yo que quería respetar la diversidad.

    Q

  69. Maxi Says:

    Ahí sale Ricky con la secuela: «Los patoteros contra la mujer-tarada».

  70. KGB Says:

    «Por otra parte, no sé dónde dije yo que quería respetar la diversidad.»

    Viste Quintín? Al final nos parecemos bastante!

  71. lalectoraprovisoria Says:

    No sé en qué nos parecemos. Flor me hace decir lo que no dije, pero no por eso me pongo «Carlos Monzón» como vos te ponés «KGB».

    Q

  72. Flor Says:

    ha visto Quintin? las minas somos así de retorcidas, terminamos manipulandolo todo y poniendo palabras en boca de otros.
    Cuando quiera, le hago decir otras cosas que nunca se hubiera imaginado

    Siempre suya,
    Flor

  73. KGB Says:

    Quintín: desde aquí, toda mi solidaridad. Caíste en las garras dialécticas de Norma Kennedy. Cuando quieras, hacemos las paces y nos tomamos unos vodkas para compartir las penas.

  74. lalectoraprovisoria Says:

    Flor. No vi nada. Hay minas frontales y otras retorcidas. Igual que los tipos.

    Podés decir que dije que soy hincha de Boca, porque la mentira no tiene límites. Pero no me parece un gran mérito.

    KGB. Yo solo tomo whisky.

    Q

  75. Samurai Jack Says:

    No le peguen a Q! El amigo que el llama Ultrakichnerista soy yo! No sabe lo que es un ultrakichnerista en serio.

  76. lalectoraprovisoria Says:

    Ni quiero saber, con vos me alcanza.

    Q

  77. janfiloso Says:

    Samurai tiene tres defectos :
    uno, es semi-ultra-kirtchnerista
    dos, es fana de boca
    tres, siendo de boca no es ultra-riquelmista
    después de esta exposición de motivos
    ¿quién puede ser amigo de Samurai?

  78. Maru Says:

    Janfiloso, como accede un empleado u obrero a estudiar derecho y posteriormente llegar a juez?. La cuestión que se oye de manera repetida y mentirosa es «nivelar para arriba». Porqué la tarea de un juez, artista, periodista televisivo, deportista , es superior (y quién lo establece asi?) a la labor de un albañil, metalúrgico, electricista , etc. En síntesis las responsabilidades piramidales (que no son tales) , un futbolista está ganando en Argentina más que un juez o un obrero y un docente. Devienen de un sistema capitalista estructurado en clases sociales. Su discurso no es otro por el cuál una mucama gana menos porque tiene menos responsabilidades que el Sr.Gerente de un supermercado. La cuestión es que la mucama puede ser analfateta por su condición y origen, mientras el Sr.Gerente nació en un sector priviligiado. Sus hijos continuarán teniendo mejor educación e ingresos. Vuelvo a preguntar: Como se reconcilian las clases sociales?

  79. Samurai Jack Says:

    Perdón Janfi, te olvidas que son de la comparsa los Barone de Riquelme!
    Para ser ultra kirchnerista hay ver 6,7,8 y no sentir en ningún momento que por ahí se fueron al carajo en la defensa del gobierno.

  80. janfiloso Says:

    Bueno Maru, ese es un problema distinto y se ubica como «igualdad de oportunidades»; entonces existiendo igualdad de oportunidades se justifica lo de igual remuneración por igual empleo, porque al empleo mejor pago pudo acceder cualquiera en igualdad de condiciones.
    Respecto de tu pregunta, supongo que la respuesta está en la pregunta misma : mientras exista conciencia (por realidad) de clase social es mas dificil la reconciliación; si hablamos de un proceso, la igualdad de oportunidades y la igualdad en la distribución del ingreso debería ir haciendo desaparecer la realidad de clase. Si a su vez en este proceso la conciencia individual es capaz de acceder a un estado de superación que acepte la reconciliación, entonces tal vez esto sea posible.

  81. Mishíguene kop Says:

    Janfiloso, eso de la igualdad de oportunidades es un lugar común ultrarepetido que deja safisfechos a los que necesitan justificar el sistema libertal tal como está. No existe tal igualdad de oportunidades en ningún sistema político conocido, mucho menos en el nuestro, ya que la igualdad de oportunidades implicaría considerar que todos somos iguales, que partimos de la misma línea de largada, y eso es una mentira o en todo caso un error de diagnóstico. Una madre que tiene diez hijos va a engendrar 10 capacidades distintas, no hay duda de ello. Cada ser vivo es un mundo en sí mismo, y dependiendo de su adaptación al medio social y a su background genético, hará o no una diferencia. Por lo tanto nadie es igual a nadie y nadie tiene las mismas oportunidades que otro nadie.

  82. Mishíguene kop Says:

    Esa idea de que todos podemos ser lo que nos progongamos con esfuerzo lo dicen los triunfadores desde su torre de marfil. Si hay algo que me enerva es el discurso de superación del triunfador que le cuenta a sus escuchas potenciales que ellos pueden ser lo que él llegó a ser con dedicación y esfuerzo. ¿Y los factores internos y externos qué? No existe la igualdad. Ni siquiera entre clones son iguales.

  83. Pablo Says:

    Me interesó tanto la polémica que vi Invictus sólo para sacar mis propias conclusiones. Me parece que cuando alguien dice por ahí que la película es «hollywoodense», está diciendo que simplemente es una película.
    Con respecto a los liderazgos personales o los individuos «redentores», yo soy de los que creen que son justamente los individuos personalizados (y no la masa) los que tienen esa capacidad de ver más allá. Que uno no sea Jesús o Mandela (el del film) no tiene por que llenarnos de odio hacia esos personajes (ni hacia nosotros mismos)
    Q: Creo que tu pregunta más arriba, apunta a qué otra cosa se podía haber hecho en el lugar y las circunstancias de Mandela, y es una gran pregunta. Creo que un político (un gran político) hace lo que la situación le demanda. Que Mandela no haya hecho «algo más», se debe, creo yo, a las limitaciones de la política, no del hombre. Ese «algo más» implica correrse del equilibrio, es decir, darle la razón a unos y no a otros. Mandela elije entre todos los males, el menos dañino. Eso no significa que haya que amarlo porque ningún político es digno de amor, por supuesto.

  84. janfiloso Says:

    Mish, creo que malinterpretaste mis palabras. Por cierto que hablo de una situación teórica y no de la realidad, es obvio que no existe aquí igualdad de oportunidades. Con respecto a las diferencias de naturaleza, las di por obvias cuando le dije a Maru que siempre habrá sueldos mas altos y mas bajos, lo cual implica que los mas dotados por los motivos que vos expresás son los que lograrán los mejores sueldos.

  85. Mishíguene kop Says:

    Yo no creo que los más dotados sean los que lograrán los mejores sueldos, sino los más adaptados, los menos renegados. En todo caso, ¿los más dotados para qué? ¿En el caso de la cultura quién gana más, el que intenta experimentar o el que vende lo convencional? ¿En el ámbito de la comunicación quién gana más el que conforma a la audiencia entregándole un pensamiento predigerido o el que intenta hacerla reflexionar? ¿En el ámbito de la ciencia quién gana más, el que apuesta por una investigación que no tiene réditos económicos o el que se dedica a patentar productos de consumo masivo? Todos parecen tener las mismas oportunidades pero sus elecciones son distintas y partiendo de sus elecciones el sistema lo premia o los castiga, no por su supuesta calidad ni por el empeño puesto en el trabajo sino por los resultados prácticos y transables. El sistema es una trampa que acotada las oportunidades a un espectro de oportunidades limitado por el mercado.

  86. Mishíguene kop Says:

    Corrijo: El sistema es una trampa que acota las oportunidades a un espectro de oportunidades limitado por el mercado.

  87. janfiloso Says:

    Entiendo lo que decís, pero introducís una cuestión subjetiva compleja. Hay elecciones que implican de hecho rechazar el supuesto premio del mercado, no entrar al sistema. Si definimos al sistema como perverso pero queremos el premio del sistema, entonces la ecuación efectivamente no cierra, en eso estamos de acuerdo.

  88. Maru Says:

    Don Janfi, es imposible la igualdad de oportunidades. Màs allá de la conciencia de clase (que lo haria màs dificil segun Ud. dice) es justamente el sistema capitalista el que se basa en principios de desigualdad. Las clase sociales y la igualdad de oportunidades no pueden «superarse por un proceso individual que superes y acepte la reconciliación». Además de mágico suena a religioso. Por otra parte en el aspecto material serïa pensar que un sector de clase determinado, con poder, piense en otro, desposeído, y se fundieran en un abrazo fraterno. Imposible. Son las diferentes clases sociales, desvinculadas entre ellas de acuerdo al ingreso económico las que jamás pueden unirse. O reconciliarse.

  89. janfiloso Says:

    No pensaba precisamente en religión si no en el proceso de reconcicliación que plantea Hegel en la dialéctica del amo y el esclavo según se debatió en otro post.
    También se debatió en otro post si es cierto que «el sistema capitalista el que se basa en principios de desigualdad»; dije en su momento que esa frase así dicha, es válida también para la sicología, la filosofía, el derecho, etc. etc. La desigualdad es un hecho tan viejo como el hombre y hay que combatirla de cualquier forma; como hecho preexistente, como hecho dado, es presupuesto de todas las ciencias, lo cual no quiere decir necesariamente que el capitalismo «necesita» desigualdad, porque eso no me parece cierto.
    En la lucha contra la desigualdad me permito no ya la mística, pero sí la utopía.

  90. Galois Says:

    El capitalismo sí necesita (sin comillas) desigualdad. Si leíste a Marx, habrás leído sobre el concepto de plusvalía, inherente al capitalismo.
    Y ese proceso (la extracción de plusvalía) no sólo necesita la desigualdad sino que la reproduce, la amplía y la exacerba.

    Esto es tan básico que ya suena aburrido

  91. janfiloso Says:

    El concepto de plusvalía es inherente al capitalismo de acuerdo a la visión de Marx. Es un segmento de un grado en 360 y por otra parte, aún siendo una descripción parcial, tampoco logra explicar cómo se genera valor con un sistema distinto.
    Luchar contra la desigualdad y por la igualdad de oportunidades dentro de sistemas solo parcialmente capitalistas es una de las formas de si no eliminar, reducir a su mínima expresión la extracción de plusvalía.

  92. Galois Says:

    Mientras el sistema sea capitalista, existirá la plusvalía. Y es imposible reducirla a su mínima expresión justamente por eso.

    Te pregunto: qué vas a hacer con las multinacionales, la gran banca, los consorcios armamentísticos, los latifundistas dueños de las grandes extensiones de tierra…etc., etc. Acaso les dirás (o pondrás un conjunto de leyes que les digan): señores, queremos luchar por la igualdad de oportunidades, así que hagan el favor de reducir a su mínima expresión la extracción de plusvalía de sus respectivos/as bancos, latifundios, multinacionales, consorcios…

  93. janfiloso Says:

    Galois, aún fuera del sistema capitalista existe la plusvalía como concepto y estaría expresada por la diferencia de sueldos que exista sobre el principio de «igual remuneración por igual empleo», sobre las retenciones que se efectuen para amortizaciones, reservas para inversión y crecimiento y sobre la tasa de interés que se pague sobre el endeudamiento entre otras decenas de conceptos técnicos.
    Dentro del sistema capitalista llevar estas diferencias a su mínima expresión implicaría ponerle un límite a la retribución del capital, reducir la brecha existente entre los mejores y los peores sueldos, etc. Es una lucha interesante dentro del sistema que a mi me interesa dar, pero entiendo que hay alternativas por fuera del sistema.

  94. janfiloso Says:

    Galois : «Te pregunto: qué vas a hacer con las multinacionales, la gran banca, los consorcios armamentísticos, los latifundistas dueños de las grandes extensiones de tierra…etc., etc. Acaso les dirás (o pondrás un conjunto de leyes que les digan): señores, queremos luchar por la igualdad de oportunidades, así que hagan el favor de reducir a su mínima expresión la extracción de plusvalía de sus respectivos/as bancos, latifundios, multinacionales, consorcios…
    Efectivamente, lo haría con un conjunto de leyes, entre las mas importantes, eliminar un sistema tributario regresivo y establecer uno que tienda a corregir estas asincronías.

  95. JorgePayador Says:

    No quiero meter la cuchara pero estoy tratando de entender posiciones. En cuanto a la plusvalía a la que te referís Janfi, fuera del sistema capitalista, o sea que supongo te referís al socialismo, sin entrar a la enumeración de algunos aspectos técnicos y su razonabilidad, creo que la diferencia sustancial está en la propiedad de los medios de producción. En el caso socialista, la retribución del capital si es que tal concepto existiera, más bien lo pensaría sí como acumulación de reservas para reinversión productiva o social, más que como el tradicional dividendo accionario del capitalismo.

  96. Galois Says:

    Efectivamente, lo haría con un conjunto de leyes, entre las mas importantes, eliminar un sistema tributario regresivo y establecer uno que tienda a corregir estas asincronías.

    Y al día siguiente tenés un golpe de estado. Los ejemplos históricos abundan. No será un conjunto de leyes el que va a hacer recular a esos sectores en su ‘extracción de plusvalía’, ya que ésta es su razón de ser.
    La historia de la humanidad lo demuestra: en cada cambio de régimen (el esclavismo por el feudalismo, éste por el dominio de la burguesía…), no primó la organización legislativa, fuera mala, buena o excelente, sino las revueltas, las guerras y las revoluciones.

    Y en cada uno de esos períodos hubo gente que sostuvo que eso era cosa del pasado y que había que legislar. Hasta que se chocó de frente con las revoluciones que cambiaron el orden existente en el que estaban cómodamente instalados y legislando…

  97. janfiloso Says:

    Sí, Jorge, algo así. Es un poco la conclusión del post sobre formación de capital; hay ciertos conceptos que son técnicos mas allá del sistema subtacente, aún de su propietario (p. ej. las amortizaciones) y de alguna manera, ahora asocio esos conceptos por analogía con la plusvalía.

  98. janfiloso Says:

    Galois, dejame pensar en un mundo posible. Cada uno tiene sus sueños, unos mas utópicos que otros, pero son los que guian las acciones.

  99. Larsen Says:

    Un mérito de esta película que creo que no se señaló, y que habla de la moral de Eastwood como cineasta, es la elegancia con la que prescinde casi absolutamente del color local (salvo, quizá, en algún uso algo enfático de la música). Comparar eso con dislates como El jardinero fiel (dirigida por el mismo mismo cretino que hizo Ciudad de dios).

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