Respeto por el demonio

Sobre Sin lugar para los débiles de Joel & Ethan Coen

por Quintín

Hace unos meses leí No es país para viejos de Cormac McCarthy y quedé bastante impresionado, como creo que demuestra la reseña que escribí para LLP. Fue grande mi sorpresa cuando descubrí poco más tarde que los Coen habían filmado la película. En principio me pareció una muy mala noticia. No me gustan los Coen en general, pero en este caso había algo más. La novela de McCarthy es de tono apocalíptico y de gravedad demoledora, mientras que el cine de los hermanos siempre fue más bien sarcástico y liviano, aun cuando el tema fuera sangriento y escabroso (Blood simple, Miller´s Crossing, Barton Fink, Fargo). Los Coen siempre han mirado a sus personajes con curiosidad, como si se tratara de fenómenos de circo. Crueles (casi siempre), estúpidos (la mayoría) o eficaces (alguna vez), sus criaturas parecen siempre algo grotescas, como si participaran de una farsa escolar que los cineastas regulan a distancia, sin comprometerse nunca y sin tomar partido. Si para McCarthy el mundo es una tragedia fuera de control y su seco estilo literario es el modo de hacerla manifiesta, para los Coen el cine es un juego cuyo éxito se mide en la capacidad para hacer interactuar a sus muñecos. Fuera de allí, no haya más nada. Es un cine más bien bidimensional, caricaturesco y, sobre todo, sin un fuera de campo que sugiera que hay algún volumen, alguna dimensión adicional en el mundo. Los Coen lograron la hazaña de filmar una película detrás de otra sobre un mundo infantil, primitivo y provinciano que, por alguna razón, les hace gracia y al que vuelven una y otra vez para poner de manifiesto que todo es un poco ridículo y, sobre todo, inconsecuente.

 

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Nada más lejos del ridículo que la novela de McCarthy con su tono faulkneriano, su conservadurismo sureño, su nostalgia por un pasado menos brutal, así haya sido el de la esclavitud o la segregación. Sin embargo, a los Coen les fascina ese mundo arcaico como fondo para una violencia desatada y también para la broma que vienen practicando desde su primera película: descubrir precisamente ese arcaísmo y subrayarlo para beneficio de un espectador dispuesto a creer que su visión del mundo es más sofisticada solo porque es educada, urbana y contemporánea. De modo que nada hacía pensar que los Coen iban a adaptar a McCarthy con algún respeto. Sin embargo, a su modo, lo hicieron. La película (llamada en inglés igual que el libro, No country for old men) es una transcripción fiel de la novela, si por tal se entiende una correspondencia casi absoluta entre lo narrado en uno y otro formato.

Sin embargo, sabemos bien que no existe tal cosa como “una adaptación fiel”. La prueba definitiva la dio la versión de Psicosis de Gus Van Sant, que copiaba casi plano por plano (pero en colores y, obviamente, con otros actores) el original de Hitchcock. En un sentido era la misma película, pero era otra (mucho peor). Y esto era la transcripción de un film a otro, de modo que el pasaje de un libro a una película es siempre un salto al vacío y produce un objeto esencialmente distinto, aunque cada página haya sido filmada y cada diálogo haya sido escrupulosamente respetado. De todos modos, si se entiende la adaptación como la ilustración de lo que está escrito —como si se tratara de un guión— los Coen hicieron un trabajo calificado, que consistió en elegir los actores y las locaciones, en planificar las escenas con imaginación visual y filmarlas con precisión y realismo, de tal modo que el terror que transmite la escritura de McCarthy se traslade a la pantalla. Uno tiene una idea cabal de la novela después de ver la película. Al menos hasta cierto punto. Tal vez porque es una película muy poco personal, más McCarthy que Coen, si se quiere. Los hermanos abandonaron su característico tono zumbón a cambio de la recargada solemnidad que probablemente les haya valido el Oscar junto con la pericia exhibida en los rubros técnicos.

Así y todo, hay ligeras diferencias con la novela y hasta algunas marcas autorales de los Coen, para llamarlas de algún modo. Era muy difícil imaginarse a Chigurh, uno de los asesinos más siniestros de todos los tiempos, y Javier Bardem fue sin duda una elección adecuada. Pero el toque ligeramente cómico de su expresión y de su corte de pelo revela el estilo de los directores. Acaso sea una forma de exorcismo, porque en la novela es muy difícil no pensar que Chighurh es el diablo mismo. Pero no hay manera de meter al diablo en el sistema cinematográfico de los Coen y entonces, darle una expresión de lunático que remite su crueldad a la psicología es un modo de conjurar su presencia. Algo parecido sucede con el sheriff Bell que encarna Tommy Lee Jones, acaso con un toque de exageración en el acento y la jovialidad. Bell es la conciencia de la novela y aunque los Coen incluyan los sentenciosos y amargos monólogos del sheriff, el actor se hace ver demasiado por sobre su personaje. Aunque el libro tiene un narrador omnisciente, McCarthy no deja de contar desde la mirada de Bell. La poética de los Coen, en cambio, es equidistante de los personajes y su juego mecánico requiere que los engranajes se mantengan en un lugar secundario, que nunca usurpen su propio lugar de narradores. Por eso, lo que mejor les sale en cuanto a casting es la elección de Woody Harrelson para el personaje de Carson Wells, el matón sensato y chistoso. Wells no es esencial y los Coen pueden utilizar su derrota frente a Chigurh para practicar uno de sus trucos favoritos: mostrar cómo la eventual racionalidad de los personajes pierde siempre frente a la iniquidad de la trama. Pero, en general, los Coen están ausentes de la película. Solo aparecen en detalles como el de Harrelson, en algún otro secundario de idiosincrasia palurda (la recepcionista gorda del motel) o en la cantidad excesiva y ostensible de sangre que sucede a cada asesinato.

Así, el resultado es una película fría, prudente, con una maquinaria argumental compleja y una puesta en escena de cierta eficacia puntual pero que gira un poco en el vacío. Aunque son paralelos el film, a diferencia de la novela, no tiene un centro (que en el libro es la reflexión moral de Bell mientras ve cómo un mal superior a sus fuerzas y a su comprensión —del que Chigurh es el representante más evidente— se va adueñando del mundo) sino un argumento caótico en el que un conjunto de personajes juegan a cazarse mutuamente (No country for old men convertido en Blood Simple sin alterar la trama). Por eso, la película da la sensación de que le sobran peripecias y de que estas, tratadas todas con el mismo énfasis y la misma jerarquía, se anulan mutuamente. De todos modos, Sin lugar para los débiles es de lo mejor que han hecho los Coen, que se pusieron al servicio de una novela poderosa en lugar de intentar enfrentarla. Es que si el diablo anda cerca, conviene ser precavido.

Foto: Flavia de la Fuente

41 respuestas to “Respeto por el demonio”

  1. Arqueck Says:

    Placer de leer esto.

  2. apolonio Says:

    Q

    Fui a ver la pelicula ayer y quede muy decepcionado. Me parecio llanamente pesima. Los personajes no evolucionan, la tesis que plantea el filme (la violencia, la ambicion, etc) ya es conocida por cualquiera que vive en este mundo y uno espera que se genere una reflexion interesante o una mirada a partir de eso, mirada que no existe. Tiene escenas cliche como la de la moneda, efectismo con arrebatos de violencia gratuitos, todo esta chato y soso y no sorprende. la escena final me parecio una literal verguenza, sobre el personaje de tommy lee jones cae el sentido de la pelicula y este no puede sostenerlo.

    Hay una escena en la que el personaje de Bardem esta solo en el baño curandose una herida. En esa escena el tipo tiene una toalla, y uno sabe que la toalla esta solo para que el espectador no lo vea desnudo…

  3. apolonio Says:

    El clima alucinado que los Coen crearon en Barton Fink o el Gran Lebowsky aca no existe y escenas como la de Bardem disparandole a un pajaro!, la del seguridad de frontera ex combatiente de vietnam o la de los mariachis pecan de estupidas o inverosimiles. los coen estan quedandose a mitad de camino ya desde la horrible el quinteto de la muerte o intolerable cruelty.

  4. Galois Says:

    ¿Clima alucinado en Barton Fink o El Gran Lebowsky?
    Parece que la novia lo largó a apolonio y se dío a la bebida.

    No country for old men deja a esas pelis a la altura de una broma de secundaria.

  5. apolonio Says:

    ja… ok… touche… bueno, en mi opinion los coen son unos grandes bromistas de secundaria, y por eso disfrutaba viendo sus peliculas, porque sabia lo que pedirles y lo hacian muy bien. digamos que en esta pelicula han perdido, estan a mitad de camino entre lo «serio» y el estilo que a mi siempre me gusto muy propio de ellos. esta pelicula no avanza, esta todo planteado a los 10 minutos y luego solo se repite una y otra vez. la verdad, muy malo.

    mi novia (con la que no me pelee) me dijo que era como «pulp fiction sin gracia». me parece que le pego.

  6. Addison Says:

    Por supuesto jamás estaré de acuerdo con Q en menospreciar a los Coen que son dos de los mejores directores/guionistas de la actualidad y tampoco en decir que les salió una película al estilo «McCarthy» porque lo veo muy parecido al de los Coen (aunque no sé si me interesa leer a McCarthy).

    «No country for old men» es una de sus muy buenas películas y no veo diferencia entre alguna de sus escenas y lo efectivas que resultan aquí y en otras de su filmografía como «Muerte entre las flores», «El hombre que nunca estuvo» o la nombrada «Simplemente sangre».

    «El quinteto de la muerte» fue un remake absolutamente innecesario e «Intolerable cruelty» una comedieta hecha para lucimiento de Clooney (y para beneficio de sus bolsillos) ninguna de las dos estaba a la altura de nada de lo anterior de los Coen, ni siquiera de las flojas «Educando a Arizona», «Barton Fink» o «El gran salto».

    «El gran Lebowsky» es una gran comedia y no tiene absolutamente nada que ver por lógica con «No country…», estaría más cercana de «¿Dónde estás hermano? aunque esta última no funcione del todo. Ya tengo ganas de ver «Burn after reading», la que terminan de filmar con Clooney, Brad Pitt y Frances McDormand.

  7. Nicolás Says:

    Ese argumento (que condice con cierta neo-metafisica yanqui que solo refleja su propia decadencia cultural) me parece bastante ramplón: que el mal se esta adueñando del mundo es algo que sabemos desde hace miles de años (es lo que nos dice la santa madre iglesia), y no necesitabamos los monologos pseudo-profundos de un sheriff de provincias para entenderlo (pero la novela y la pelicula le hacen recitar una y otra vez la moraleja que no sale de la acción). Ese es el problema: la filosofia provinciana de ciertos sobrevalorados autores (ya que McCarthy esta tan lejos de Faulkner como los Coen de Welles): Era mejor el mundo cuando en Texas colgaban a los negros por chistar? La sed de mal se ha vuelto banal: ese es el problema de nuestro tiempo. Y el cine contemporaneo, mas que cuestionarlo, lo refleja (a pesar suyo, o por su propia banalidad).

  8. laputaquelopario Says:

    Yo fui a verla el sábado y de no ser por el débil final, diría que es una buena película. Coincido con Q en que el personaje de Tommy Lee Jones no encaja de la mejor manera en el film, pero el papel de Bardem me parece muy bueno.
    El final, ese monólogo de Jones, parece no estar apuntado en la misma dirección que el resto de la historia. Me quedé con ganas de ver otro final.

  9. Parsifal Says:

    Yo tampoco creo que el film se aleje de la filmografia habitual de los Coen,que tiene a mi parecer dos lineas bastante claras,por un lado nos encontramos con una linea que podriamos encuandrar en comedias de corte mas o menos fantastico como son el gran salto,O brother,El gran Lewosky(a mi entender la mejor que tienen en esta linea)y en la que suelen dejarse llevar por una fantasia de corte algo barroco al estilo de Burton o Gilliam.La otra linea la plasman sus peliculas basadas en el mundo del crimen o los criminales,en las que los spicopatas y la violencia es algo habitual,Barton Fink,Muerte entre las flores(mi preferida en esta linea),el hombre que nunca estuvo alli,Fargo,peliculas que tiene al crimen por protagonista,y un crimen por norma violento y sangriento,en esta linea encaja perfectamente sin tierra para los debiles,siendo una pelicula coherente en la filmografia Coen,quiza esta dualidad en la tipologia de sus peliculas provenga de a quien le toque en cada momento ser el director de la misma.

  10. Galois Says:

    No voy a hacer de abogado de los Cohen (bueno, depende de lo que paguen), pero el final está en la novela.

  11. janfiloso Says:

    ¿ Me parece a mi o Addison menosprecio a los Coen mucho mas que Q ?

  12. janfiloso Says:

    Estos Coen son los que hicieron Coen versus Coen :)

  13. Galois Says:

    Ese era Jaimito.

  14. Di Says:

    Debe confiar poco (y nada) Q en los Coen para ver un mérito en el parecido de la película con la novela.
    Igualmente no hay diferencia de esta película con el mismo estilo distante, solemne, cínico, como de mueca disimulada, que ya se había visto en Fargo, por ejemplo.
    La mejor película de ellos sigue siendo Barton Fink. Será porque creen más en el personaje o porque Turturro no se deja dominar, quien sabe. Salvo en los planos lejanos, claro, donde Turturro pierde versus los Coen o en esas «coenadas» habituales (algún absurdo haciéndose pasar por gracioso).

  15. janfiloso Says:

    tenés razón, Jamito Coen, me acuerdo.

  16. Arturo Says:

    «…..ni siquiera de las flojas “Educando a Arizona”, “Barton Fink” o “El gran salto”
    JA!
    me encanta como todos hablan en tono cientificista casi positivista como si las pelis fueran fenomenos de la naturaleza…
    una cosa es analizar procedimientos formales de un film y ponerlos en relacion con otros discursos y en todo caso confirmar una hipotesis otra cosa es mechar cuestiones personales de «cafe» que no tienen ningun valor incluso a veces se nota que es un patetico esfuerzo por apuntalar un analisis que no termina de sotenerse por si mismo….
    seamos mas humildes…si hacemos charla de cafe hagamos charla de cafe si ahora somos todos criticos y academicos entonces seamos todos criticos y academicos, pero el intermedio ese nos deja mas cerca de nimo que de bazin….

  17. nadies Says:

    Ahora que se habla de McCarthy con la naturalidad que hablamos de McCartney, me quise tomar el trabajo de leer La Carretera y, por cierto, no resultó ningún trabajo. Como dice Piglia, abono la teoría de llegar a las modas un poco más tarde, pero sencillamente creo que estaba perdiéndome alta lectura. En La Carretera, el pibe, el protagonista, tiene un aura redentora. Hay un hilo conductor entre esa tácita glorificación y lo que dice Q sobre la fuerza sobrenatural que habita a Chigurh. El Bien y el Mal. En la película, esa demencialidad excede el tópico de la locura. El diablo de los Coen no es el diablo de Corazón satánico, con las uñas largas y el bastón rematado en calavera, sino una apuesta superadora por ausencia de énfasis en los detalles. El personaje de Harrelson lo percibe y lo percibe también la viuda y el espectador. Seguramente, McCarthy deba tener un rosario gigante colgando en la cabecera de su cama. Por lo demás, los Coen nos dieron una lección de muy buen cine con bajo presupuesto. Después de ver el mamarracho sobre el libro de García Márquez, habrá que darles la derecha. Tan solo en un semestre vimos a Bardem haciendo el mejor y el peor papel de su vida.

  18. Addison Says:

    Por decir que hicieron una película por encargo de una manera menos sutil y que cometieron el error que nadie debe cometer que es meterse con un clásico, no creo que esté diciendo nada que menosprecie y disminuya su trabajo a la nada o los juzgue por el sólo hecho de mantener una distancia emocional o crítica con sus personajes, o les diga crueles, estúpidos, autores de bromas estudiantiles, faltos de compromiso, autores de un cine bidimensional, banales, etc, etc, etc como sí hace Q, Janfiloso.

    Ah, me olvidé más arriba de mencionar «Fargo» que entraría junto con «Blood», «Miller’s», «Lebowski», «Country» y «Man who» (ésta última difícil de abreviar), entre los excelentes trabajos de los Coen.

  19. darío Says:

    la vi hoy.

    me gustó mucho, igual, por momentos, me emboló un poco; aún no sé bien porque no me gustó para nada tommy lee jones; coincido con lo del final, no me gustó mucho; bardem está muy bien pero me gustó más harrelson.

    y en mi lista coeniana está primero the big lebowski, sigue la primera que hicieron y después barton fink (o brother… es buena, che addison)

  20. Anónimo Says:

    Qué dificil que es crear…

  21. boudu Says:

    yo coincido que el final es lo mas flojo, da la impresión que visualmente no acompañan el texto.

  22. janfiloso Says:

    Addison, como mucho, empate; zic, zic.
    Todos tenemos la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.

  23. Marto Stef Says:

    A mi me interesó esta pelicula como un relato sobre la virtud y la debilidad que trae la moral. Algo medio nietzscheano, a eso me sonó y en ese tono me gustó mucho.

    Acá esta el comentario en mi blog http://martostef.wordpress.com/2008/01/28/sin-lugar-para-los-debiles-no-country-for-old-men-coen-2007/

  24. robertogiaccaglia Says:

    A mí me gustó:

    Simplemente cine

  25. Andrés Says:

    Q: (si estás ahí), por favor decí algo del River de anoche.

  26. Jorge Says:

    Hace algunos años se publicó en castellano un ensayo de Richard Sennett, «El respeto». Allí, entre recuerdos autobiográficos y observaciones sobre el trabajo y la organización social del capitalismo actual, el autor plantea el reconocimiento del fracaso de una serie de generaciones en su intento de construir sociedades en las que el respeto fuera un comportamiento expresivo y de reconocimiento: abierto a los demás. No impuesto por ningún orden o poder sino «negociado» entre los sujetos que buscan para sí un lugar en su habitat y una manera «amable y educada» para relacionarse con los otros. La visión de Sennett está cargada de nostalgia por cierta «cultura del trabajo» que ya dejó de ser. En un mundo donde la desigualdad ya no se cuestiona, nos dice, la base del respeto estaría en la posibilidad de que el sujeto encuentre en el entorno más próximo algo más que indiferencia, al menos comprensión. El personaje de Tommy Lee Jones farfulla en un momento que la espiral de violencia que lo envuelve todo comenzó cuando se perdieron algunas normas de urbanidad. «Primero ya nadie pide disculpas ni permiso; luego, ya nadie pide perdón», podríamos resumir el sentido de ese apunte. En otro contexto, con otros directores, la tentación moralizante podría impregnar (y esterilizar) la potencia de un relato que a pesar de no ahorrar sangre no resulta para nada altisonante, se nos acerca y en voz baja cuenta su historia y se va. También el desborde podría haber estallado en cualquier momento y, sin embargo, no. Bardem resulta un asesino «burocrático»: va y hace su trabajo como si cumpliera horarios. Una fatalidad leve, apenas perceptible pero parca y árida, teje las relaciones de cada uno de los personajes. «La eventual racionalidad de los personajes pierde siempre frente a la iniquidad de la trama», apunta -certero- Q. De una sociedad que solo respeta la lección de las armas no podía esperarse otra cosa. O sí, que alguien lo describiera como McCarthy y lo filmara como los Coen.

  27. Galois Says:

    Muy interesante lo que plantea Jorge. Acuerdo plenamente con los comentarios sobre la película.
    Que es en mi opinión, por lejos, la mejor de los Coen.

    Y disiento por completo en lo que plantea Sennett con respecto al ‘no cuestionamiento’.
    Ejemplos en contra se ven en todos lados.
    Y, por suerte, son cada vez más numerosos.

  28. Addison Says:

    Bueno, yo también hice un pequeño comentario sobre «No country for old men» en mi blog…
    http://lentecreativo.wordpress.com/2008/03/12/no-country-for-old-men-juno/

    Y aquí hay una crítica de «The Big Lebowski» en mi página…
    http://lentecreativo.webs.com/criticas.htm

    «O brother» es buena pero no está a la altura de «Lebowski». He insisto que yo no dije nada tan fuerte «en contra» de los Coen.

  29. estrella Says:

    Aún no la vi, pero me gusta Javier Bardem, con peluca y todo, me gustan los Coen y el título me parece perfecto: No country for old men.

  30. Beata Says:

    Es de lo mejor de los Cohen. Justamente porque siempre creí que podían hacer un cine más sobrio. De todas formas no despreciaría el estilo burlesco del resto de sus películas. No dejan de ser grandes comedias. Toda comedia es de alguna forma bidimensional: ¿Chaplin, Buster Keaton, no fueron bidimensionales Q? ¿los personajes de Tati no aparecen tambien «a la distancia»? aún en Woody Allen hay distanciamiento…

  31. Leo Says:

    Para mi lo que mas deja la pelicula/libro (que no lei pero parece que la primera es bastante fiel al segundo) y que se resume en el titulo es la sensacion de que el mundo te pasa a toda velocidad y te deja como poste por el carril derecho. Y los monologos, la voz y la jeta de Jones vienen como anillo al dedo.

    Como Murtaugh en Arma Mortal, «too old for this shit».

  32. vero Says:

    vi la película la semana pasada. fue lo que más me gustó de los hermanitos coen después de «simplemente sangre». el final es flojo pero me parece que el resto de la peli se sostiene bien. pensé lo mismo que vos, apolonio (yo tenía un compañero de secundaria apellidado apolonio), cuando vi la blanca toalla-falda sobre el pito de bardem. el diálogo entre el sheriff y el otro viejecillo me hizo reir mucho. saludos.

  33. Addison Says:

    El final es sólo el anuncio de lo que está por venir, que según la película, resultará probablemente la muerte.

  34. Mariangeles Says:

    Eso, la muerte… me parece que Chigurh no es el Diablo, es el ángel de la muerte. Es demasiado obviamente psicópata, hasta el pelo. Viene a hacer su trabajo: guadaña, listo, se va, de una manera mecánica, casi burocrática. A lo sumo tiene tiempo para tirar una moneda, pero no suele desviarse. Los Coen le dan su toque judaico: el que va a morir se paraliza cuando ve al ángel lleno de ojos, golpe de espada, RIP. No recuerdo bien, pero me parece que en la literatura rabínica hay un ángel «especialista» en matar jóvenes… no es un país para viejos también porque los jóvenes mueren antes de llegar a viejos.
    El Diablo es más complejo, más creativo y multicapa: seduce, engaña, se disfraza, manipula, tienta, hace tratos, se cobra, se venga, reclama y exige.
    Volviendo a la reseña de Q sobre el libro, Harry Powell es muchísimo más diabólico que Chigurh (y Mitchum es mucho más malo y está muchísimo más fuerte que lo que jamás podrá llegar a estar Bardem).

  35. Carlos Cossi Says:

    Q. qué opinás de las primeras películas de los Coen?
    La última pelicula de los Coen que vi fue la de Clooney haciendo de abogado. No me pareció gran cosa aunque la prefiero a bodrios pretensiosos como Barton Fink. Los Coen me entusiasmaban más cuando tenían un humor más alocado que despreciativo, cuando tenían más libertad que cálculo. También cuando colaboraban con Raimi. En esa línea tengo buenos recuerdos de «Educando a Arizona». De la veta posmoderna «no creemos en los géneros» me gustó solo Miller’s Crossing y aquel sombrero. De todas formas, después de ver la funesta dirección que tomaron me da miedo volver a mirar esas dos películas.

  36. lalectoraprovisoria Says:

    La verdad es que antes odiaba a los Coen. Después dejaron de interesarme, incluso a tal efecto. Tal vez sea un error, pero ni atado volvería a ver esas películas.
    Q

  37. Carlos Cossi Says:

    Intuyo que tenés razón en no volver a verlas. Yo no me animo a verlas de nuevo. Aunque me cuesta asociar el recuerdo de «Educando a Arizona» con Barton Fink y su desprecio por el espectador y Fargo y su desprecio por la gente. Después de Fargo me calenté mucho y no quise ver más nada. Pasé a detestarlos, después les di una oportunidad con la de Clooney pero nada nuevo bajo el sol tampoco.

  38. aforismo1 Says:

    Me pareció muy logrado el desempeño del actor que hace de cazador. En Tommy Lee Jones no parece del todo genuino su desasosiego final. ¿Bardem no está un poquito sobrevalorado? En cada película que hace estrena algún llamativo peinado nuevo: Chigurh, como personaje, probablemente ha de convocar más fantasmas en la novela. El mismo nombre, Chigurh, suena como un murmullo siniestro… Kipling menciona en un cuento terrible (Beyond the Pale) a un tal Durga Charan, tanto o más ominoso que este nuevo psicópata de la ya interminable colección de serial killers.

  39. Victor Says:

    Coincido con Mariangeles y Addison si algo es Chigurh es la muerte, pero no el diablo. No se como funcionara el personaje del sherif en la novela, pero en el film es el amigo del guionista, el que puede darle a la pelicula alguna pretension pseudofilosofica. El universo que plantea la pelicula es tan inverosimil y caprichoso que me es imposible conectarlo con el mundo «real», solo remite al mundo de las peliculas, en el que los asesinos son implacables sicopatas y lo parecen. El personaje de Chigurh es muy sencillo para un actor con oficio, es totalmente unidimensional, imposible medir a Bardem por este trabajo. Lo mas logrado es la construcción narrativa y la actuación de Josh Brolin. Me hubiera gustado que no estuviera el personaje del sherif y si en cambio el enfrentamiento final entre Brolin y Bardem, asi esta muy buena pelicula de caceria de los Coen hubiera sido aún mas disfrutable.

  40. Galois Says:

    Ethan: Sé que hay un elemento sorpresa que es muy inusual en un libro y mucho más en una novela. Las convenciones dicen que hacia el final el bueno va a toparse con el malo y van a tener una escena muy intensa entre los dos en la que siempre tiene que triunfar el bueno. Éramos conscientes de que ir en contra de esas convenciones de la manera en que lo hace McCarthy y que también lo hicimos nosotros es algo muy inusual […] hablamos con nuestro productor, Scott Rudin, porque no habríamos querido hacer la película si la propuesta pasaba por ua versión hollywoodense de la historia que cuenta la novela […] También le gustó el libro y quería ver en la pantalla lo que había leído […] El libro trata sobre lo caprichoso y despiadado que puede ser el mundo […]
    Joel: […] cuando estás haciendo ciertas cosas te das cuenta-de la misma manera que seguramente se dio cuanta McCarthy mientras escribía el libro-que tal vez esta historia no sea para todos los gustos.

    De una entrevista publicada en la revista Dirigido por nº 375, febrero 2008

  41. Victor Says:

    Gracias Galois por el texto, parece que me estuvieran contestando directamente.
    El asunto es que nuca pense que los Coen quisieron hacer otra cosa mas que la que hicieron. Lo que creo es que no alcanza con los monólogos y esa fabula sobre la muerte que recita Tom Lee Jones para que esta peli deje de ser una de «hollywood», incluso aunque trunquen el esperado enfrentamiento final. Y repito es una peli que disfrute mucho.

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