El índice de la crueldad

Sobre cierta actitud kirchnerista

por Quintín

Me gustaría hablar de la remoción de la funcionaria del INDEC encargada de elaborar el índice de precios al consumidor. Seré breve. A nadie escapa que se trata de otro paso en la escalada de la administración kirchnerista hacia el control de las instituciones y la manipulación de la opinión pública. En este caso, a través de la dupla Micelli – Moreno, policías bueno y malo respectivamente de la economía, unidos en su estricta e imperturbable obsecuencia al presidente que siempre requiere buenas noticias de sus funcionarios. A nadie escapa tampoco que este acto tiene un matiz un poco payasesco: el índice no da bien, por lo tanto cambiemos el índice, lo que hace pensar en aquel tirano de leyenda que ordenó suspender un eclipse. Algunos detalles, como el interés de Moreno por violar el secreto en que se mantiene la lista de los comercios encuestados e intimidar luego a sus dueños, son especialmente patéticos.

El reemplazo de la funcionaria es otro pequeño escándalo K, que será justificado por los funcionarios K y los periodistas K. Ninguno de ellos tiene vergüenza, esto es, el valor de negarse alguna vez a mentir frente a las arbitrariedades del poder.

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Pero me gustaría pensar un segundo en la víctima de este último atropello. Me imagino, aunque no la conozco, que Graciela Bevacqua comparte con sus colegas del INDEC un orgullo muy especial, inherente a su trabajo, que es el de buscar y respetar la verdad. Esta actitud le ha valido al organismo una tradición de peleas con todos los gobiernos de turno que, en última instancia, siempre retrocedieron ante la perspectiva de patear el tablero. Me imagino también, que Bevacqua se sentían protegida por la naturaleza técnica de su cargo y no pensó que, esta vez, la pelea terminaría con su despido y el consecuente desprestigio de las mediciones que el Estado necesita (o, mejor dicho, necesitaba) mantener a salvo de toda sospecha.

El despido de alguien que cumple cabalmente con su deber es siempre un acto de mal gobierno, la actitud antisanmartiniana por excelencia (me refiero a la anécdota escolar del granadero que no dejó entrar a su jefe al arsenal y este lo felicitó) pero también un gesto de particular crueldad. Consiste en hacerle saber a un ciudadano que no es nadie, que al gobierno le importa un bledo su idoneidad y, al resto de los funcionarios que, en adelante, harán bien en tragarse su orgullo profesional y exhibir en cambio una obediencia cerril. Porque no se trata aquí de una crueldad aislada, sino sistemática y pedagógica.

Es cierto que todos los gobiernos están tentados a cometer barbaridades como las del INDEC y a menudo lo hacen, pero también es cierto que Kirchner y los suyos no se privan de ninguna. Un espíritu vengativo, que solo discrimina entre agentes propios y enemigos, es el que orienta los actos presidenciales. Lo más desagradable es que la crueldad no es aquí una cuestión de carácter, sino un método. Y que ese método se apoya en la coartada progresista, tímido adjetivo que en otras latitudes se llama moral revolucionaria. No faltará, una vez más, quien piense que no es importante que se adulteren los índices de inflación si se está enjuiciando a Isabel Perón y a los viejos represores. Una cita de Alexandr Solzhenitsin viene a explicar un poco más el mecanismo:

¡La ideología! He aquí lo que proporciona al malvado la justificación anhelada y la firmeza prolongada que necesita.

Así de simple.

Foto: Flavia de la Fuente

18 respuestas to “El índice de la crueldad”

  1. Leonardo Sai Says:

    Excelente artículo Quintín!! Ya no se privan de nada, por eso todo parece reventar cada 10 años.

  2. estuve Says:

    asi de simple, es cierto, y es una noticia que ya se esta poniendo vieja.

  3. sanketon Says:

    No seamos hipócritas, muchísimos van a volver a votar a este gobierno porque el bolsillo anda mejor. El resto no le importa a nadie. Ya lo vivimos con Menem y ahora con este.
    Ah, y no pongan plata en el banco porque la van a volver a robar. Es sólo cuestión de tiempo. Total ya lo hicieron tantas veces, una vez más…

    Y los controles de precios no sirven: todo reventará en su momento.
    Besos

  4. Loli Says:

    Soy Riogalleguense y empleada del Estado con lo cual esto me sorprende pero por la única razón de lo tarde que ocurre, hay miles de casos como este en estos cuatro años pero que no han tomado estado público, y lamentablemente los seguirá habiendo. Seguramente la noticia del nuevo eliminado de Gran Hermano diluirá de los medios el injusto despido de Bevacqua. Es preocupante.

  5. hernan b Says:

    Q., es una funcionaria politica (aunque su trabajo sea «tecnico» y sea concursado), por lo tanto sabe que esta sujeto a decisiones politicas.

  6. lalectoraprovisoria Says:

    Esta es exactamente la crueldad a la que me refiero en la nota. A la injusticia e injuria del despido, se le suma la defensa cerril de la razón de Estado y de sus ejecutores. Hay pocas cosas más crueles que la frase: «Ella está sujeta a decisiones políticas». Es lo que dice Micelli en los diarios, que es un «cambio funcional». Ni siquiera es verdad. Es un argumento ad hoc, un tecnicismo hipócrita para servir los intereses del poder (que no son los de los ciudadanos, aunque estemos cada vez más acostumbrados a que se los confunda). La Constitución habla de la idoneidad de los funcionarios (y, en este caso, no tenemos noticias que la de Bevacqa haya sido cuestionada) y no de su obsecuencia como requisito para permanecer en un cargo. En el caso del INDEC, además, la naturaleza del organismo requiere especialmente de ese requisito, de la independencia técnica frente a la presión de los funcionarios políticos.
    Quintín

  7. saint Says:

    hernan b es Moreno de incógnito.

  8. gustavo Says:

    Las mentiras de nuestros funcionarios ofenden me inteligencia y de muchos.

  9. mario Says:

    lamentablemente seguimos recibiendo cachetazos gratis de los politicos,el presidente maneja el pais ,supuestamente democratico,como su feudo,el señor hace y deshace a su antojo,pero estamos acostumbrados y lamentablemente resignados a los designios de estos supuestos genios setentistas que llegaron para hacer ver al pueblo argentino que la venganza sera terrible,que la revancha y el odio esta presente en cada decision que toman desde el gobierno,o estas con nosotros o sos nuestro enemigo….hasta cuando argentinossssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  10. Ricardo Godoy Says:

    Justamente escribí algo relacionado a esto en mi joven blog (http://tintaroja.wordpress.com/2007/01/27/teoria-y-realidad-estadisticas-cuantitativas/)
    a modo de aporte, agrego que el IPC (índice de precios al consumidor) también se usa como variable en el cálculo del CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), luego éste fue tomado en cuenta a la hora de cualcular el modo en que iba a devolverse los ahorros a quienes se vieron afectados por el corralito pero que no habían aceptado el canje por bonos. El modo de cálculo de devolución de la deuda, resuelto reciéntemente, es: índice CER + $1.4 por dolar + 4% de interés, lo que daba un resultado cercano al valor del dolar actual ($3.80 aprox.)
    Además, el IPC es un referente de los sindicatos a la hora de negociar salarios. De modo que se transforma en un fundamento del gobierno para no ceder a reclamos de altas subas salariales.
    Creo que lo más importante no son estas cuestiones que nombré arriba sino algo que tiene que ver con la fiabilidad de la política nacional: los índices cuantitativos, los datos estadísticos, son expuestos por el gobierno como el reflejo de la realidad y, a través de ellos y con ellos, se hace el balance de la gestión, convirtiéndose, estos datos, en la bandera de campaña que hiza la clase dirigente que está en el poder y controla estas herramientas. Simplemente, nos están mintiendo y es grave porque quieren hacer creer que la pobreza se reduce tan rápida y fácilmente como cambian los números. Una infamia, no privativa de éste gobierno en particular ya que la manipulación del INDEC viene desde la gestión de Martinez de Hoz en Economía allá por el año 68-69. Pero ésto es complemento del modo en que influye el llamado «cuarto poder», la prensa, la información, que hace a la opinión pública y ésta, a su vez, es quien unge a los políticos como candidatos.
    saludos

  11. Ricardo Godoy Says:

    Otra cosa. Pensando en ésto, recuerdo un grafiti pintado en una pared de Rosario: «nos están meando y dicen que llueve».
    Ingenio popular.

  12. liv Says:

    Qué asco de argumentación la de hernán b.

  13. hernan b Says:

    Q., una ultima observacion sobre «independencia técnica frente a la presión de los funcionarios políticos», no es el mismo argumento que en su momento se utilizo para defender la continuidad de los presidentes/directores menemistas en el Banco Central? Aclaro que no soy un defensor de K y sus politicas, simplemente que el argumento de la «independencia tecnica» no me cierra cuando se trata de cuestiones politicas (y el IPC parece haberse convertido en una herramienta politica contra el gobierno para cierta ortodoxia, al igual que en su momento el riesgo pais). Gracias igualmente por exponer tan claramente otra posicion sobre el tema, saludos.

  14. Ella Says:

    Dos cosas acerca del tema del post y los comentarios posteriores:

    1. Recuerdo la sorpresa que me causó entererarme, durante mi adolescencia, de la producción para Yrigoyen de un diario falso, que solo admitiera buenas noticias. La remoción de esta funcionaria, pero más aun, el manejo político que del INDEC se viene haciendo en esta gestión, resulta la profesionalización del «diario de Yrigoyen», el uso de los recursos del Estado en la producción de dicho pasquín, y, entre lo más lamentable, el ingreso a una zona de desconfianza de uno de los pocos organismos públicos que gozaban de credibilidad en su producción.

    2. No entiendo la alusión a que la persona que dirige el IPC es una «funcionaria política», que hace el colega que escribió más arriba. Funcionario político puede ser el que dirige el Instituto. La gobernabilidad y la confianza en las instituciones requiere claramente de algunos/as técnicos altamente calificados para su función. Medir la evolución de los precios para el consumo interno, sin duda puede realizarse de muchas formas diferentes, pero como ciudadana, prefiero saber que aquellos que se encargan de hacerlo, buscan, hasta donde más se pueda, encontrar el método que capte lo mejor posible las variaciones en los productos cuyo consumo se puede verificar a partir de otra encuesta, con una muetra representativa de hogares que completan sobre sus gastos y consumos mensuales.

    Ojalá, la credibilidad del INDEC no desaparezca, como los dinosaurios, sobre un acorde de Charly García. Para ello, será necesario que los gobernantes que una no ha votado, pero que fueron -y más que probablemente, serán nuevamente- elegidos por la mayoría, cedan a su tentación de sólo leer «diarios de Yrigoyen».

    Saludos y gracias por este nuevo blog,
    E
    pd: soy feliz de pensar que tendremos otra vez cobertura del BAFICI

  15. maiakovski Says:

    A mí lo que me sorprende es cómo ante cada cuestión que llega a los diarios el país se llena de especialistas en el tema en discusión. Ahora todo el mundo sabe para qué sirve el INDEC, cómo debe funcionar, qué funcionario debe estar o no, etc. Las estadísticas parecen una pasión popular igual que el fútbol y los teleteatros. Por otro lado, Quintín, no me cierra esa división a lo Lilita entre «ciudadanos» buenos, impolutos y victimizados y un «poder» alternativamente fascista y soviético, pero siempre malvado. Esto no es una dictadura y tenemos el gobierno que nos merecemos, ni más ni menos.

  16. Eduardo R. Saguier Says:

    La funcion lacerante del silencio (INDEC-ANPCYT)

    La humillación del INDEC viene a añadirse a las denuncias de
    corrupción del sistema científico (ANPCYT). Y este suplemento
    alerta que el problema principal que padecemos son los socios del
    silencio que se extienden como una mancha voraz por todos los
    organismos científicos (CONICET-CONEA) y pedagógicos
    (Universidades Nacionales) pari pasu con la ideología oficial del
    servicio al poder de turno. La función lacerante de ese silencio es tan
    catastrófica que su efecto de demostración no solo produce una
    repetición agregada de la adaptación al sistema de corrupción sino
    que revela toda una pedagogía de sumisión que implica una pérdida
    de futuro que se combina con la incubadora de los huevos de la
    serpiente. Y esto no es para el día de mañana porque ese futuro ya es
    hoy, donde el oportunismo ha reemplazado al compromiso y la
    limosna a la solidaridad. Hoy es la incertidumbre acabada y por
    debajo la nada. La adaptación es completa y el populismo es la
    fachada de un sistema de dominación que ha sublimado la violencia
    porque ya no hay protesta y los reclamos, como diría Koheve no son
    más que asuntos administrativos con curso eventual. Y a nosotros los
    insatisfechos nos queda el horizonte kafkiano de la muralla china, el
    gran circo de Oklahoma y la colonia penitenciaria. Parece que el
    mundo de hoy ni siquiera es, al menos en la Argentina, digno de la
    tragedia de Macbeth.

    Joaquín E. Meabe
    jmeabe@gigared.com

    Eduardo R. Saguier
    saguiere@ssdnet.com.ar
    http://www.er-saguier.org

  17. maiakovski Says:

    Sí, bueno, esto es literatura, ¿no?

  18. Pablo E. Chacón Says:

    Me sacaste la palabra de la boca, hermano.

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