La fallida película inaugural
por Quintín
Aunque Mariano Llinás no inventó la voz en off, no hay duda de que El muerto y ser feliz (un título espantoso) de Javier Rebollo —la película que inauguró Mar del Plata— le debe su estructura narrativa (casi podría decir su existencia misma) a Historias extraordinarias. En ambas hay un relato omnisciente que confirma, complementa, anticipa o comenta el que muestran las imágenes (more…)