Diario primaveral (V)
por Yupi
Lunes
Según parece, la Comunidad Europea podría alternar entre la vacuna Astrazeneca y la Sputnik. Qué opinar. En principio entre Inglaterra y Rusia personalmente me inclino por el lado inglés. No dudo de que la vacuna rusa sea buena. Hace unos días justamente un científico británico declaró que la idea de la vacuna Sputnik es muy buena. Pero como decía Laiseca, la ayuda rusa siempre tiene un precio, y el monto nunca queda claro. No existe organismo o comunidad que pueda pedirle aclaraciones a un gobierno ruso. En la naturaleza de su política, el carácter de su gente y los problemas que debe resolver, Rusia permanece, como siempre ha permanecido, cerrada. La especial debilidad que resulta de la expectativa del pueblo ruso en una injerencia del Estado (una abstracción que ni Hegel pudo explicar) no se aplica en Inglaterra. El inglés vive y muere bajo su propia responsabilidad, lo que al final parece infinitamente preferible.
Martes
César Aira. 1,82 cm. Pelo entrecano, frente amplia y nariz recta. Los ojos siempre sonrientes detrás de los lentes eternos. Tímido y sencillo en el trato como un hombre campo. Con semejante austeridad exterior ya podemos entrever la pasmosa complejidad de su mundo interior. Puede decirse que el barroco literario toca con él los límites de la disolución. Toda la vida practicó una especie de bordado del espíritu. Su hiperactividad cerebral, basada en una versatilidad única, es la quintaesencia del barroco. De ahí que resulte imposible nombrar un clásico suyo, salvo quizá La liebre. La obra de Aira parece una novela filosófica por entregas, o quizá un edificio de varios cuerpos, extenso y perfectamente compuesto, pero lleno de pasadizos, volutas y capiteles. Un irracionalismo profundo, nacido de la razón. Detrás de cada una de sus formulaciones exactas siempre hay algo que no se puede determinar. El universo puede ser un mecanismo que se mueve según leyes estrictamente matemáticas, o bien por misteriosas fuerzas remotas. La figura humana aparece en el texto fiel a la vida, pero bañada en un resplandor astral que la vuelve incomprensible. El comportamiento exterior de las personas tiene la precisión de un teatro de marionetas, y a la vez su mágica irrealidad. Tal es la base del atractivo estético que envuelve la literatura de Aira y la eleva por encima de las demás. A pesar de su intelectualismo de alto nivel, sabe que la vida es un secreto. Esta última es la palabra clave. Su divisa: “De chico, en Pringles, vi pelear a una oveja con un peludo”.
Miércoles
Reunión de adolescentes en mi casa. Los varones vestidos de mujer; las mujeres de varones. No es una fiesta de disfraces sino una reunión común y corriente, de sport, digamos. Uno de los muchachos tiene los brazos llenos de curitas, al parecer porque se corta con una hoja de afeitar cuando los padres no le dejan usar minifalda. Las chicas no se depilan, tampoco el bigote, y casi lamentan que no les crezca la barba. Al lado de esta escena la misma Novia de Troll resulta una persona conservadora y hasta prehistórica. Se dirá que el panorama actual no es muy distinto al de los años 70 con los hippies, pero no estoy seguro. La verdadera juventud tiene un sentido del deber inescrutable. Me refiero a los miles de adolescentes que se levantan a las siete, pavean todo el día y regresan a casa al atardecer; que cumplen esta tarea cada día de cada semana de cada año; que la cumplen sin enojo, sin explicaciones, sin al menos un impulso momentáneo de entablar un diálogo con alguien. Para ellos la vida no es un discurso. En rigor, no sé qué la consideran. A veces se ponen en pareja, y a su manera extraña, aman. Pero el amor para ellos no es un misterio. No leen en papel, nada. Ni siquiera odian a nadie. Y mejor que a un boomer no se le ocurra hacerse el viejito piola y ponerles un disco de Hendrix, o Cream, porque será ridiculizado. Escuchan sólo música japonesa. Más: de tanto escucharla entienden y aun chapurrean el japonés. Tienen grandes amigos en un chat de Okinawa. Esta clase de monstruos mantendrá el mundo en funcionamiento y quizá lo salve de la aniquilación.
Jueves
“La literatura no es un juego”, dijo el invitado flaco. “¿Ah no?”, contestó el gordo. “Entonces la humanidad ha vivido equivocada desde sus orígenes. Sólo en el juego una persona puede conquistar el mundo, superarlo, experimentarlo en lo más profundo, más allá del lenguaje. La literatura es un juego, es un proceso abreviado, así como los dados son un proceso abreviado de luchar por la suerte. El juego de la creación es como un problema matemático: puede ser resuelto, pero no hay un método sistemático para resolverlo. Una obra maestra no se hace dos veces. Incluso la materia más trascendental que se nos ocurra está relacionada con el juego. El maltrecho rabino de Nazaret sobre cuya cabeza moribunda el pagano romano escribió las palabras maliciosas ´Rey de los judíos`, este rey de los judíos burlado, coronado de espinas, con el tiempo se convirtió en el dios de los romanos, y ellos tuvieron que arrodillarse ante él”.
Viernes
Es realmente asombroso el anhelo de oscuridad que tiene el ser humano. No sólo el discípulo de Lacan, el campeón con mucha diferencia en este rubro, incluso el más escéptico de los mortales no puede vivir tranquilamente sin sospechar alusiones recónditas en el azar. Toda casualidad es inmediatamente remitida a la cuenta del sentido oculto. Repaso algunas al vuelo. Los dos guerreros más famosos de la historia temprana de Europa, Atila y Carlomagno, eran rechonchos; Federico el Grande, Napoleón y Hitler eran enanos. Miguel Ángel, el mayor soberano de la belleza artística, era repulsivamente feo, y el poeta más famoso de la historia por su belleza física, Lord Byron, era rengo. Qué profundo simbolismo reside en el hecho de que Beethoven, el más grande creador de la música clásica, fuera sordo. Podrían organizarse grandes congresos alrededor de estas simetrías. ¿Y qué sacaríamos en limpio? A fin de cuentas los griegos ya descubrieron esas conexiones al imaginar que el vidente era ciego. Pero es inútil argumentar. Si algo nos enseña la vida es que hablando la gente no se entiende. Una vez llevaron a Borges a un set de filmación para un documental y le dijeron que vería pasar a sus fantasmas. “No tengo fantasmas”, aclaró Borges. “Sí, sí”, se entusiasmaron los directores, “los fantasmas que recurren en su obra”. Cuando empezaron a desfilar los fantasmas en cuestión –un compadrito, una odalisca, un señor disfrazado de gallo– el viejo quedó tan estupefacto que los directores le pidieron que no pusiera cara de asombro. “Efectivamente, estoy asombrado”, dijo Borges, “y me retiro inmediatamente. ¿Qué tengo que ver yo con esta murga?”.
Sábado
Lectura de los epistolarios de Góngora, Quevedo y Lope de Vega. Gran parte de los ataques que soportaba Góngora parecen hoy chistes involuntarios. El arranque del famoso poema de Quevedo sobre las invenciones y sorpresas sintácticas gongorinas está muy bien:
Quien quisiere ser culto en sólo un día
la jeri –aprenderá– gonza siguiente
Pero inmediatamente después cita como rarísimas palabras en la actualidad harto comunes: candor, construye, métrica, adolescente. Sólo por esos hallazgos Góngora ya sería un grande. Las palabras que inventó Góngora quedaron en el idioma, y de las que inventó Quevedo, que no se quedó corto, no quedó ninguna. Tendría que buscar el Apologético en favor de don Luis de Góngora del Lunarejo, el primer tratado poético escrito por un americano. Esos eran criollos. Sabía todo, filosofía, retórica, teología, latín, griego. Me da entre miedo y nostalgia.
Domingo
Mi amiga dijo: “A veces me parece que mi vida es un sacrificio a un Dios desconocido”. Un buen acierto. Agregaría que con los años es el destino de todo el mundo. El pensamiento siempre quiere acción, la palabra quiere hacerse realidad. La juventud es la firma de la palabra. En cambio la madurez tiende al sedentario rococó, que es la decadencia del hiperactivo barroco. El sustantivo original es reemplazado por el adjetivo burilado. Conforme pasa el tiempo la confusa misantropía y el capricho opalescente se encierran en un aburrido salón de espejos, entre personas cuya máxima ambición es lograr el aspecto de una muñeca de cristal. “Qué bien estás. ¿Quién te embalsama?”, podrían preguntarse unos a otro sin temor a la hipérbole. El discurso no escapa a esta regla general sino que la confirma frase por frase. “En ese entonces un pollo todavía costaba cinco australes en el mercado, y se podía comprar un kilo de asado por diez australes”. Así comienzan a menudo las charlas. Bueno, «en ese entonces», es decir, ahora en el momento en que escribo, no se puede comprar un pollo por cinco australes, ni por diez, ni por mil. El austral también fue sacrificado al Dios hermético.
Foto: Lisandro de la Fuente
abril 12, 2021 a las 1:34 pm
El Laboratorio Yupi publica su retrato pringlense el mismo día que lo Formentan al mentado. Ud. está en la pomada! (La biografía atonal llegará con la inauguración del Instituto Soria para enanos supervivientes? Me pregunto)
Estimado, no se puede impresionar a las jovencitas de barba incipiente con taras generacionales. Demasiado inteligentes. Lo del excéntrico lobo solitario podría funcionar. Quizá no logremos demasiado pero nos respetarán como a un japonés!
Salut! mhuaaahaaaa
(jjj si fallo again entrevista a partir de min 4 sec 30 )
abril 12, 2021 a las 2:07 pm
Novia, lo de Aira fue pura casualidad, salvo que yo sea adivino sin saberlo. Y qué decir de la muchachada. Anoche en casa con unos amigos, todos en alto grado de emoción etílica, le tocamos esta canción a los chicos que nos miraban entre perplejos y aterrados. Una gran canción popular, por cierto. Fíjese que el viejo loco interpreta dos papeles opuestos: el de ángel festivo y el de mandinga. Casi nos echan del edificio. Vai vai… Nao vou…
http://www.youtube.com/watch?v=cOy9dqTHj50
abril 12, 2021 a las 2:10 pm
Novia, lo de Aira fue pura casualidad, salvo que yo sea adivino sin saberlo. Y qué decir de la muchachada. Anoche en casa con unos amigos, todos en alto grado de emoción etílica, le tocamos esta canción a los chicos que nos miraba entre perplejos y aterrados. Una gran canción popular, por cierto. Fíjese que el viejo loco interpreta dos papeles opuestos: el de ángel festivo y el de mandinga. Casi nos echan del edificio. Vai vai… Nao vou…
http://www.youtube.com/watch?v=cOy9dqTHj50
abril 12, 2021 a las 3:23 pm
Que belleza, una de mis preferidas.
El otro día con esa maravilla de la Bethania / Veloso (aires lejanos de las Janelas de Pessoa?) me recordó Construçao, pero el Jefe Embajador del Bien, el Whisky y la Felicidad no solicita ecos o segundos: es Uno y el Mismo!
Lo dejo con Li Tedeschi tuneando nella lingua di Dante!
(funcionará el link? que miedo)
Saluti!
http://www.youtube.com/watch?v=UZiTr4hwHXI
abril 12, 2021 a las 4:22 pm
¿Salió César Aira al campo? Porque hay habitantes de pueblos que no salen jamás de sus cinco cuadras. O con más exactitud ¿cuantas veces anduvo a caballo? ¿Una por semana, o una por año? ¿Los sesenta días de enero y febrero?
«Salvo los guerreros que iban cerca de Cafulcurá, con unas chuzas larguísimas, los demás iban sin armas, de sport.»
El párrafo que termina como puse recién, es de lo más perfecto que un novelista puede aspirar.
abril 12, 2021 a las 8:07 pm
Ericz, ¿no serás algún primo mío camuflado? Para ellos yo vendría a ser un jinete de calesita, por esas mismas razones, y calculo que Aira será parecido. Pero los padres de CA tenían campo, así que al campo fue desde chico. No es poco. La frase es magistral. En honor del gran César entonces. Un premio bien dado como pocos, aunque sea por las razones equivocadas. Salud.
http://www.youtube.com/watch?v=YBcdt6DsLQA