por Flavia de la Fuente
26 de enero
Datos del mundo exterior: Temperatura del agua: 25.4 grados. Temperatura del aire: 26 grados. Sol. Viento: ENE 14 km. Olas: 0,4 m. Marea bajando. Tiempo de natación: 30′
3 de febrero
Datos del mundo exterior: Temperatura del agua: 24 grados. Temperatura del aire: 22 grados. Sol y nubes. Viento: SE 30 km. Olas: 0,8 m. Marea subiendo. Tiempo de natación: 15′
Miro las fecha de mis apuntes.
No puedo creer que haya dejado de nadar tantos días seguidos.
Nunca hice algo semejante.
Q nadó uno o dos días más solo.
Pero la hija de Neptuno no.
Estaba cansada.
Y también es cierto que vino un temporal.
***
Es que este año estamos todos raros.
Debe ser la pandemia.
La vejez.
O todo junto.
***
Pero lo cierto es que me gustó quedarme en casa.
Antes odiaba encerrarme.
Salía a caminar contra vientos agresivos.
A nadar en los mares bravíos.
Este año no.
Es como si me hubieran cambiando el cerebro.
¿Será un efecto del Qigong?
Mi nueva adicción.
***
Porque también cambié otras cosas.
Me levanto antes de que salga el sol.
Cuando me despierto.
No pongo el despertador.
Puede ser a las 4.
A las 5 o las 6.
Y me encanta.
Son horas de quietud absoluta.
El pueblo duerme.
No hay ningún ruido.
Siento que todos duermen.
Que nadie me va a interrumpir.
***
Tomo dos tazas de té con galletitas.
Pero antes, hago algunos ejercicios de Qigong.
Eso me estabiliza.
Me saca toda la angustia matutina.
Muevo las muñecas.
Hago dos o tres ejercicios suaves de respiración.
Y muevo la cabeza.
Así quedo lista para empezar la mañana.
***
Solita y yo somos las únicas despiertas.
De hecho, Solita creo que duerme de día.
Y de noche se pasea o se baña sola como un gato.
Tarda mucho en su baño.
Y hace ruido.
***
Al amanecer no pasa nada.
No suena el teléfono.
No miro la computadora.
Son momentos muy serenos.
Es encantadora la madrugada.
Y lo vengo a descubrir de vieja.
Una pena.
Como el Qigong.
Otro descubrimiento tardío.
¿Cómo puede ser que no lo conociera?
Es algo poderoso.
Creo que es más poderoso que la natación.
Y, para colmo, no hace falta nada para practicarlo.
Uno lo puede hasta en el baño o en el escritorio.
***
A veces me siento Clark Kent.
Me siento un poco caída.
Me voy sigilosamente a mi cuarto.
Hago unos tres ejercicios de respiración,
unos de los famosos flujos,
y vuelvo a donde sea vestida de Superman.
Así es.
Muy simple.
Raro, ¿no?
El poder de autocurarse en cinco minutos.
Que la medicina sea un poco de aire.
Maravilloso.
Y casi inverosímil.
Pero juro que es así.
***
Así que con superpoderes,
ya no necesitaba ir al mar.
Ya no necesito mojarme para revivir.
El Qigong es como nadar.
Y uno, para colmo de bienes, no se cansa.
Es una gimnasia sin esfuerzo.
***
Así que en estos días encierro,
leí, traduje, estudié mucho italiano.
Terminé con lágrimas de alegría El jardín secreto.
Lo leí en italiano.
Porque todo lo que puedo lo leo en mi nueva lengua.
Y saboreo más los libros en italiano,
reparo en los detalles con más intensidad.
Debe ser porque no es mi idioma.
Que leo más lento y prestando atención a cada palabra.
Está bueno.
Es una lectura más concentrada y sentida.
***
Ahora estoy leyendo un libro que me encanta.
En otras palabras, de Jhumpa Lahiri.
Es una historia increíble.
Lahiri es una escritora americana,
nacida en Londres y de origen bengalí.
Un día se enamoró del italiano,
no sabe por qué.
Y se volvió una obsesión.
Que culminó en su mudanza a Italia.
Con toda su familia.
Pero no solo se mudó de lugar de residencia.
También dejó en Estados Unidos el inglés.
Y empezó a escribir en italiano.
Siendo una escritora exitosa.
No le hacía falta semejante aventura.
Ganó premios, vendía muchos libros.
Pero su deseo era la inmersión en el italiano.
Así que lo primero que hizo fue dejar el inglés.
Solo leía en italiano.
Olvidó su enorme biblioteca inglesa.
Dejó todo atrás.
Y empezó la vida de una lectora y escritora italiana.
El libro es buenísimo.
Describe la felicidad de estar en ese nuevo mundo.
Es muy inspirador.
A mí me ayuda leerlo.
Me hace sentir menos loca.
O al meno un poco.
O que somos muchos los locos.
***
Porque yo también vivo en italiano.
Y no sé si finalmente no escribiré esto en italiano.
Igual me van a entender, amici del cuore.
No solo leo en italiano.
También me hice adicta a varios podcasts.
Uno se llama Pensieri e parole.
El otro L’italiano vero.
Y ayer descubrí un tercero.
De una chica que vive en Canadá,
que enseña italiano mediante la lectura y la escritura.
Es un mundo feliz.
Los que hacen los podcasts están llenos de entusiasmo.
Y siempre aprendo algo.
En Pensieri e parole conocí a Jhumpa Lahiri.
A través de otra chiflada de los idiomas,
una tal Susanna Nocchi, que parece que escribió una gramática italiana según parece muy divertida.
Bueno, son demasiadas historias.
Y esto es una bitácora acuática.
Así que basta de italiano.
***
Y qué más hice en estos días de encierro,
que fueron muy productivos.
Me puse a leer un libro sobre los 10 paramis del buda.
Y cómo practicarlos.
En un libro en inglés.
Porque es lo único que encontré gratis.
Creating a life of integrity. In conversation con Joseph Goldstein.
La autora es Gail Anserden Stark.
Lo busqué en italiano,
ma non l’ho trovato.
Quindi, lo leggo in inglese.
Porque tienen que recordar, de que además de italiana,
soy cada vez más la monje zen.
Q, cada vez que me ve meditando,
dice que esta casa parece una iglesia.
***
Pero volvamos sobre los paramis.
Que es mi práctica actual,
además de la meditación,
el Qigong,
los podcasts italianos, la lectura italiana,
mi diario matutino en un cuaderno,
y la natación.
Acá va la lista.
***
- Generosidad
- Virtud
- Renuncia
- Sabiduría
- Coraje
- Paciencia
- Veracidad
- Resolución
- Gentileza
- Ecuanimidad
***
Es muy interesante vivir aplicando los paramis.
Y fallando.
Y volviendo a empezar.
O pensando qué deberíamos haber hecho.
Estudiando nuestra conducta según estos parámetros.
La vida se convierte en un juego,
que hace sentir bien.
Una mirado humorística a nuestras penurias cotidianas.
Los invito a que lo prueben.
La autora practica un parami por mes.
Y luego comenta su experiencia con el maestro Goldstein.
Yo voy por la mitad del libro.
Y trato de aplicar todo junto.
Pero no tomo apuntes escritos, todavía.
Solo me observo.
***
Hoy tuve que aplicar el coraje.
Vino el veterinario de Soli a la revisación anual.
No saben cómo sufro.
Pero respiré.
Pensé en el parami.
Y creo que estuve bastante mejor que otros años.
Soli tiene otitis.
Y está grande, pero no vieja, así dijo Pablo, el veterinario.
Ya tiene doce años
Pero está bien.
***
Así que para festejar,
y dado que volvió salir el sol,
con el Osi fuimos al mar
***
Yo dije que solo me iba a mojar los pies.
Que no iba a llevar el torpedo.
Ni soñar con dar la vuelta al muelle.
***
Pero llegamos a la playa,
y, como siempre, era un lugar lleno de vida.
Y me vinieron ganas de nadar.
Así que pese a las olas del sudeste,
me metí con el torpedo y nadamos felices.
El agua era tibia, transparente y muy movida.
Había olas en altamar.
Son encantadores esos viajes marítimos.
Suaves, deliciosos.
No quería salir.
Pero hoy viene de visita Gonzalo Castro.
Y si nadábamos mucho,
lo íbamos a dejar cenando solo.
O mejor dicho, sin cenar nada.
Así que pasamos el muelle y salimos.
Yo salí barrenando y Q braceando.
Contentos, chocamos las manos en la orilla.
Todo el mundo nos felicita en la playa.
¡Qué viejos debemos ser!
Y también muchos nos dijeron que nos habían extrañado.
Sí, fue raro lo que pasó.
Nunca tuve tantas faltas a la playa sin estar enferma.
***
Aunque un poco enferma estuve.
Emocionalmente.
Me afectó mucho la muerte de Federico Monjeau.
Era como un pariente.
Yo no lo leía.
No sé nada de música clásica.
Pero era un amigo íntimo de mi hermana Sandra.
Y lo veía en los cumpleaños en su casa.
Durante como treinta años.
Y conocía a sus hijo, sobre todo a Eugenio.
En fin, muy triste todo.
Sentía a toda mi familia de duelo.
Me preguntaba por Ada, por Eugenio,
por Jaime.
Y también por mis sobrinos Vera y Simón.
Hasta mi mamá estaba triste.
Y Laura Novoa.
Y mi hermano Liso consolando a Sandra.
Y estos solo hablando de mi familia.
Así que la muerte de Federico me sumió en la melancolía.
Profunda.
Pensé en Luciano Monteagudo, en Sarlo y sus otros amigos, también.
Q también se puso muy mal.
Fueron largos días de duelo y desasosiego.
A veces, con ciertas muertes, me pasa así.
La muerte que se acerca.
Federico tenía casi mi edad.
Y la sensación del dolor universal.
En fin, ya estoy mejor.
***
Pude volver al mar.
***
Hasta la próxima (espero que mañana con Gonzalo)
febrero 4, 2021 a las 11:31 am
Hola Flavia:
hermosas palabras sobre diferentes sentimientos (seguía a Monjeau a través de sus textos y es una gran perdida)
Con respecto a los «paramis» me sorprendí un poco porque así es como actúo desde que tengo memoria -y tengo 72, aunque tal vez algunas conductas con mas/menos intensidad que otras (y no tuve la suerte de encontrar muchos amigos que sean así, que los hayan educado como mi nona a mi)
Pero además de lo dicho, te escribo para preguntarte por el «Qigong» Qué es? dónde lo aprendiste? (hago gym 4 veces/semana y Kslogo c/15 días: estoy 10 puntos y me recuperé de estar casi un año sentado leyendo con la depresión porque se fue el Beto, mi perro, estaba para silla de ruedas) Podés mandar info?
Bueno, me parece que escribí demasiado así que me quedo a la espera de tu respuesta y te mando saludos desde Rosario
(tengo el honor de que Q me sigue y a veces me retuitea! aunque no tengo ninguna ambición de ser un tuitstar como Q o Noriega o Raffo, uso a tuiter de bodega)
Omar Magariños
(mi tuiter es @ratakmonodosico y mi inst @omar_magarinos, como para mostrarte un poco quien soy)
febrero 4, 2021 a las 5:34 pm
Gracias, Omar por tu mensaje tan cariñoso.
El Qigong es una disciplina china milenaria, que tiene que ver con la curación mediante la energía que genera el movimiento y la respiración. También trabaja con la acupuntura. No sé mucho, recién lo descubrí, pero podés leer bien en Internet. Yo lo practivo y me hace muy bien.
Todos empezó gracias a mi hermano Liso que descubrió «7 min Chi». Es algo mágico. Tratá de hacerlo. Hace muy bien a los ánimos.
Y ahora me dedico a practicar con un americano que se llama Lee Holden. Es muy interesante y didáctico. Acá te pongo un ejemplo de una clase cortita, para mayores se 60!
Yo me suscribí al curso de Lee Holden. Y mi sueño es dominar el Qigong, porque me hace muy bien y también para poder ayudar a los demás.
Bueno, no te puedo contar más porque soy una principiante. Pero probalo. Hay miles de clases de Lee Holden en Youtube.
Yo lo practico unos minutos cuando me despierto, durante el día hago una clase de media hora o más, y antes de dormir también. Me cambió la vida.
Bueno, espero haberte ayudado. Y espero que lo mires y lo hagas. Ayuda mucho a levantar los ánimos, es como meditar en movimiento. Y los movimientos son muy simples y sin esfuerzo. Te va a hacer genial!
Besos desde San Clemente y a disfrutar de la energia del Qi,
Flavia
febrero 5, 2021 a las 11:00 am
Flavia:
mil gracias por tu respuesta e ideas; voy a tratar de incluir el Qigong en mis días (mis únicas actividades son leer, música, gym, comer/beber como un Cavalieri)
A pesar de ser muy amigo de un Kslogo (casi zen) -hicimos el saludo al sol desde la barranca del río al amanecer durante casi un año- soy reacio a estas prácticas (no a las ideas, algunas las practico).
Pero viniendo de vos (y tomando por mi cuenta a la cercanía de Q de garante) voy a poner las coordenadas para meterme uno de estos estos días en el asunto; ojalá consiga la cuarta parte de los efectos que produce el Qigong en vos.
Fui psicoanalista durante 38 años y eso me produjo un burn-out que tiene su lado positivo.
Saludos y cariños para vos y Quintín (que ha hecho de San Clemente un pequeño Israel, Faro de Occidente)
Omar Magariños
Pd: voy a juntar libido y cuando logre algo – si es que logro algo- te cuento
febrero 5, 2021 a las 3:25 pm
Ciao Flavia, anch´io imparo l´italiano e mi piace molto Pensieri e Parole. Potresti dirmi per favore il nome del podcast della ragazza in Canada? Grazie mille.
febrero 5, 2021 a las 8:54 pm
Ciao, Lala! Grazie mille per la canzone, è bellissima!
Costanza, la ragazza italiana che abita in Canada è a «L’italiano vero», un altro podcast molto divertente. Tu puoi l’ascoltare con Spotify o qui;
https://www.litalianovero.it/wp/page/3/
Sono molto contenta di parlare con te in italiano.
Se tu conosci altri poscasts, per favore, dimmi!
A presto, nuovo amico italiano!
La figlia di Nettuno
febrero 6, 2021 a las 4:32 pm
Ciao cara fliglia di Nettuno!
Grazie per la risposta, anche io sono contenta di parlare con te in italiano.
Mi piace molto » Vaporetto Italiano», il podcast di Francesco, un
ragazzo che spiega chiaramente la grammatica. Puoi ascoltarlo su
Spotify o
Anche radio Rai 3, che non annoia mai:
https://www.raiplayradio.it/radio3/
E tanta, tanta musica italiana!
Alla prossima volta!
febrero 10, 2021 a las 10:48 am
Grazie, Lara! Ma io preferisco leggere, ascoltare e scrivere. Sono un po’ stanca di studiare. Ho finito «In altre parole» di Jhumpa Lahiri. L’hai letto? È facile e molto interessante. Adesso non so che cosa leggere. Forse leggerò Natalia Ginzburg, «Mai devi domandarmi». Ma a me non piace molto NG, magari in italiano mi piace, non lo so. Leggerò un po’ e dopo scriverò nella mia bicacora cosa ne penso.
A presto cara/o amica italiana,
LFN