por Quintín
Hermoso partido, jugado de punta a punta como para que nos olvidemos por un rato de discutir si la tenencia o la verticalidad, si el huevo o la gallina, cuando el fútbol son once contra once y gana el que le toca. Pero hay un solo fútbol que vale la pena ver, que es el que se juega con pasión, generosidad, valentía y haciendo lo mejor que se puede con el talento que se tiene. En ese fútbol hay ataque y defensa, aciertos y errores, pero la victoria no está asegurada ni es imposible para nadie. Y si uno ve partidos sin estar identificado con una camiseta, cualquier otra manera de jugar es inaceptable.
Japón, salvo ese intermezzo delirante en el que clasificó por buena conducta, fue la gran sorpresa táctica del torneo. Además de la táctica, Japón renovó la actitud para jugar: fue un equipo que no le tuvo miedo a nadie y enfrentó a un favorito con toda la intención de ganarle en lugar de especular con un eventual y remoto triunfo por penales. Casi lo logra y hubiera sido muy divertido.
Pero hoy Bélgica demostró que también vino a buscar la Copa y se enfrentó a una situación adversa con guapeza, inteligencia y talento. Los belgas fueron entendiendo de a poco que Japón era un adversario mucho más serio de lo que se imaginaban. Con un 4-3-3 en el que todo el mundo colaboraba en defensa pero en el que los laterales subían constantemente y el equipo llegaba a poner seis jugadores en ofensiva cuando se lanzaba al ataque, en el primer tiempo le planteó a Bélgica un enigma insoluble. Bélgica suele caer en largos momentos de tibieza, en los que pierde precisión e intenta pasar por donde no se puede a una velocidad para la que no todos sus jugadores están capacitados si no hay espacios, como era el caso hoy. Japón presionaba arriba y a Bélgica le costaba traer la pelota limpia para que Hazard inventara o Lukaku definiera con su potencia. Con De Bruyne de doble cinco, una posición que no le gusta y en la que está teniendo un mal torneo, con Carrasco rutinario como si se autolimitara en su juego, con Witsel sin grandes luces, quedaban las incursiones de Meunier en diagonal hacia el medio como única arma con sorpresa, o los pelotazos largos y sin destino para saltar las líneas japonesas (esta parece una crónica de la batalla de Iwo Jima).
Japón estaba bien parado, quitaba y salía limpio con Hasebe, Shibasaki y el elegante Kagawa, buscando siempre el pase diagonal para Inui, un jugador más que interesante, o el rebote para Osako. Los belgas empezaban a advertir que no les iba a resultar fácil hacer un gol, aunque Bélgica debe tener los mejores cabeceadores del torneo y los japoneses son de los más petisos. Para ganar por arriba, hay que tirar centros con alguna ventaja y eso no estaba pasando.
El segundo tiempo empezó con la gran sorpresa del primer gol japonés. Inui ganó una pelota en defensa, giró muy bien para habilitar a Shibasaki, este le tiró un gran pase a Haraguchi que pareció cortar Vertonghen pero falló; entonces Haraguchi entró al área y con un amague desconcertó a Verthongen, a Courtois y a sí mismo, de tal modo de quedar con un buen ángulo para patear y ponerla junto al otro palo.
Los belgas se morían de rabia. Tanta rabia que Harard, en el minuto siguiente, estrelló una pelota en el palo que, en circunstancias normales hubiera ido adentro, pero era tal la bronca que quiso romper el arco.
Ahí vino lo mejor de Japón, que fue el segundo gol cuatro minutos más tarde que el primero. Inui le pegó de afuera del área un derechazo magnífico al palo izquierdo de Courtois. Fue el segundo golazo de Inui en el torneo (por el primero, el Betis se lo compró al Eibar donde jugaba hasta ahora).
El partido se desordenó completamente. El técnico Martínez hizo dos cambios lógicos que resultarían acertados. Se fueron el apático Carrasco (voy a decir algo que no debería pero pensando en Carrasco, en Koke, en Griezmann y Costa, los jugadores que pasan por el Atlético de Madrid de Simeone, sacando a Godín, ¿no parecen un poco robotizados, gente que ha perdido para siempre la alegría de vivir?) y el farolero Mertens, siempre menos efectivo de lo que luce. Entraron Fellaini, un jugador ideal para odiar, pero al que hay que reconocerle los méritos, y Chadli, que sabe de qué va esto, pero jugó demasiado tiempo en el West Bromwich Albion de Tony Pulis).
Fellaini le contagió a sus compañeros fervor y movilidad. No sólo ganó de arriba, sino también de abajo y se ubicó siempre en el lugar correcto. A esa altura el partido era un descontrol y cualquier podía convertir. Bélgica parecía más cerca, pero la pelota no entraba. Kawashima sacó dos cabezazos seguidos a quemarropa y en el enésimo corner, Vertonghen intentó de cabeza ponerla en el área chica, pero la pelota entró en el ángulo (no creo que haya cabeceado al arco).
Ahí ya se veía venir que Bélgica lo daba vuelta. Pero Japón resistía, contraatacaba y creaba situaciones peligrosas. A los 73 empató Fellaini de cabeza, tras un gran centro de Hazard. Pero a Japón le quedaba resto. Seguía buscando y hasta logró que los defensores belgas perdieran las marcas más de una vez porque siempre aparecía alguien libre donde no se lo esperaba. Courtois sacó alguna difícil y, en los últimos minutos, parecía que a los belgas les interesaba más ir al alargue que a los japoneses.
Así, a los 3 de descuento, Honda tuvo un tiro libre peligroso que Courtois sacó al corner. A los 3’30, Honda se equivocó y tiró el corner a las manos de Courtois. Este vio que De Bruyne arrancaba con ese tranco demoledor que tan poco había usado hasta aquí, se la pasó con la mano, De Bruyne corrió, corrió y le dio un pase perfecto a Meunier, este la tiró al medio por abajo, Lukaku la dejó pasar en gran maniobra para que entrara solo Chadli y convirtiera.
Sentí ganas de entrar a abrazar a los japoneses que lloraban tirados en el suelo. Este fue un gran equipo, tal vez el mejor de su historia. Mereció que lo viéramos una vez más.
Foto: Flavia de la Fuente
julio 2, 2018 a las 7:06 pm
Partidazo! De lo mejor visto por mí en mundiales. Y pensar que criticaban a Japón por especular con Polonia. No sé deprimieron con el 2 a 2 y fueron a buscar. Kamikazes pero gloriosos. Mucho más digno mundial que Argentina…
julio 2, 2018 a las 7:08 pm
Gran pena en el corazón. En el último corner Yoshida preguntó al banco qué hacían. Nishino pensó en su padre, en sus maestros, en su querida tierra, y sentenció sin dudar: “Todos a buscar el cabezazo”. Fue el segundo fatídico. Ya no había coberturas, ni piernas, no quedaba nada. Se van nuestros amigos japoneses con menos de lo que entregaron en el campo, salvo el respeto de todos los aficionados. El dios del fútbol es generoso pero también es un dios cruel.
julio 2, 2018 a las 7:11 pm
Y se llevan al Oriente el secreto de lo que quisieron hacer contra Polonia con los seis cambios.
Q
julio 2, 2018 a las 7:16 pm
Ah, me ocupé de investigar. Oí esto. Lo que hizo Nishino contra Polonia fue… «La jaula del pájaro» (sic). Viene de un famoso cómic de los años 90. Buscá la historia en Internet que es buenísima.
julio 2, 2018 a las 7:32 pm
Magnífico relato sobre un partido inolvidable, sobremanera para quien no tenía bandería previa. Y muy acertados los comentarios técnicos, los comparto. Y yo también tenia ganas de entrar a saludar a los japoneses por su entrega y actitud ante un rival individualmente superior. Hasard, gran jugador. Lástima para Bélgica que su defensa posiblemente se enloquezca ante Brasil.
julio 2, 2018 a las 8:01 pm
El mejor partido. La mejor crónica.
julio 2, 2018 a las 8:07 pm
¡Qué mundial bárbaro estamos viendo! Lo de Japón de hoy fue emocionante, con el 2-2 siguieron yendo y tuvieron varias oportunidades. Bélgica tiene que mejorar en defensa si quiere ganarle a Brasil.
julio 2, 2018 a las 8:18 pm
Cuando iban 2 a 0, empecé a hacer memoria para ver si algún equipo asiático había llegado a cuartos, aparte de los norcoreanos que eliminaron a Italia con un gol del dentista Pak Doo Ik. Claro que en 1966 pasabas de la fase de grupos a cuartos.
Y me encontré con la vergüenza de los surcoreanos que llegaron ¡¡a semifinales!! en su mundial.
Los nipones lo merecían, pero el arquero, una gacela bajo los tres palos (?), nunca fue dueño del área chica. Entre eso y el culo total del que cabeceó, el partido comenzó a darse vuelta.
Los belgas deberán mejorar en defensa y también en el medio: el doble cinco tienen que corregirlo, o Brasil les hará un agujero por ese lado.
julio 2, 2018 a las 10:00 pm
Despedida a los guerreros en el Sankei Shimbum. A la gran foto principal y la fotogalería de Honda tras la derrota (sin lágrimas, porque eso está prohibido) quiero sumar el homenaje de LLP a su viejo amigo. Gracias por todo.
http://www.sankei.com/sports/news/180703/spo1807030029-n1.html
julio 2, 2018 a las 10:39 pm
Me quedo con la desesperación de Curtuá para sacar el tiro libre de Honda, una de las curvas más espectaculares que jamás se haya visto trazar a una pelota. Si entraba le tenían que dar la Copa in situ.
julio 2, 2018 a las 10:59 pm
Pensar que hay muchos que quieren que gane Uruguay sobre Francia porque la madrepatria lanuestra y ña ña ña. No es que me fascine Francia, pero al menos tratan de jugar y no sólo tirarle pelotazos a Mbappé y Giroud. Y aún sigo creyendo en la ineficacia de Deschamps, que le bastaron dos neuronas más que Sampaoli para leer el partido.
Perdón Q. no me equivoqué de crónica, pero esto lo digo como preámbulo a la felicitación que te merecés por el planteo de los que «detestan» la tenencia en el Bodracia-Dinamarga.
Sume una humilde de mi parte a la de Latorre.
Y ojalá Brasil y Francia se encuentren. SIEMPRE, pero siempre fueron garantía de buenos partidos en mundiales. Incluso el mejor que he visto en mi vida (el del 86)
No podemos decir lo mismo de los otros probables cruces. Lo la mento por los nuestroamericanos. A mi dame un equipo que quiera jugar y tenerla lo más posible. Y después vemos lo que hacen bien o mal con ella.
julio 3, 2018 a las 11:19 am
El mejor segundo tiempo en la historia de los mundiales, capaz q antes de mexico 86 hubo mas partidos asi, en los actuales lo mas parecido es Camerun Inglaterra en el 90.