El gran amarrete

Publicada en Perfil el 8/10/17

por Quintín

Mientras las redacciones se desvelan por hablar del nuevo Nobel de literatura, permítanme volver al anterior, es decir a Bob Dylan. Mucho se discutió al respecto, pero una cosa era evidente: que Dylan no iba a dejar pasar la oportunidad de embolsarse un cheque por 930.000 dólares. Así fue: aunque hizo todo lo que pudo por evitarlo, terminó accediendo al requisito que le impuso la Academia Sueca para cobrar, el de producir un discurso de aceptación (a su vez, profundamente elogiado en la prensa, etcétera). Pocos artistas (Picasso es otro ejemplo) han combinado como Dylan la creatividad, el amarretismo y la habilidad para difundir su obra.

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Con la inestimable ayuda de la discográfica Columbia (a la que se mantuvo fiel desde su primer LP, editado en 1962), Dylan montó una industria a partir de su discografía (con anexos en la literatura, el cine, la radio y la plástica) que incluye la producción anual de álbumes nuevos y otros que incluyen tomas alternativas y material inédito. Dylan parece haber sido el primero en ganar dinero con los discos piratas a través de la notable serie de los Bootlegs, que ya va por el número doce. Presentados como cajas, los últimas vienen en versión común, de luxe y especial, según lo que el comprador esté dispuesto a gastar. Máxima extravagancia: en 2016 salió una caja de 36 CD con los controvertidos conciertos que Dylan dio con The Band a lo largo de 1966. Si es verdad que los discos están en proceso de extinción, Dylan los sigue vendiendo.

Hubo dos declaraciones de Dylan que, en su momento, fueron escandalosas. Cuando rompió con el folk progresista, le dijo a Joan Baez, que se quedar ella cantando Copper Kettle, tradicional canción inglesa de fogones, y que él se iba con los rockeros eléctricos a tocar sus propios temas. Veinte años después, declaró que el Tin Pan Alley (la usina de producción en serie de canciones populares) había desaparecido porque, al componer sus canciones, él había dejado a esos tipos sin trabajo. Esto apuntaría a definir a Dylan esencialmente como poeta, o al menos como letrista. Sin embargo, no solo terminó grabando Copper Kettle, sino que en los últimos años produjo una serie de discos con canciones folk de las que había renegado. Y después otra serie dedicada al repertorio de Frank Sinatra, por supuesto con canciones del Tin Pan Alley. El último es el triple Triplicate, que salió en marzo. En sus años de madurez y en sintonía con la explotación de su obra, Dylan tiende cada vez más a combinar sus distintos períodos. Si el último bootleg, The Cutting Edge (15 discos), está dedicado al punto culminante de su carrera (1965-1966), el próximo,Trouble no more (9 discos), recupera su momento más bajo (1979-1981), cuando se convirtió a la secta de los Cristianos Renacidos.

Hace poco, un tal Samuel Huxley Cohen recopiló en una playlist de Spotify 764 canciones de Dylan. Son 55 horas y 7 minutos de música. Escuchar este monstruo de modo aleatorio (la aleatoriedad es un tema fascinante cuyos detalles merecerían más espacio y más neuronas de las que me quedan) es la prueba definitiva de que la riqueza y la variedad que constituye el corpus artístico-vital-tecnológico-comercial llamado Bob Dylan no tiene comparación posible. El Nobel de literatura solo confundió un poco las cosas.

Foto: Flavia de la Fuente

12 respuestas to “El gran amarrete”

  1. Yupi Says:

    Ishiguro, un fiasco. No bien le dijeron que había ganado el Nobel se largó a perorar sobre el ser humano, como si fuera el Dalai Lama. En ese punto Dylan mucho mejor. Eso sí, no suelta la billetera ni abajo del agua. En algún lado dijo que las estrellas de rock eran anteriores a Internet. Es cierto, ¡pero al menos podría liberar las canciones! En el corpus hay que incluir la cantidad escalofriante de covers de Dylan. Debe de estar ahí nomás con los Beatles.
    http://www.youtube.com/watch?v=2eGRJKRLV-U

  2. saint jacob Says:

    …Solo un punto: los discos no están en proceso de extinción, aunque en nuestro país pareciera que si… a los grupos hoy en día (no aquí, repito) les conviene grabar en vinilo (más aún, singles) que en CD, o colgarlos… Bueno, eso, nomás…Solo me resta un ‘Viva Dylan!!!!!!’ antes de irme…

  3. burzaco Says:

    Picasso, otro amarrete, lo dudo mucho. Quizás en algún aspecto de su vida personal, podría ser, pero es irrelevante.
    Pero en su trabajo y su obra, todo lo contrario. Un artista que hizo tanto es de todo menos amarrete. Su obra es generosa y desbordante.
    Pintar después de Picasso es muy dificil, hacer música después de Dylan es posible.

  4. Yupi Says:

    Son cosas distintas. Picasso, junto con Degas y Matisse, fueron quizás últimos los artistas modernos que sabían dibujar como los antiguos maestros. Como si Dylan supiera componer música al estilo de Mozart. Pero en lo personal Picasso con el parné era
    muy escrupuloso. Creo que Bowles cuenta que un pintor español pobrísimo quiso venderle a Picasso una medalla de oro, tan mal andaba de dinero. Picasso le dijo que no se la compraba, pero que se la dejara y vería qué podía hacer. Fundió el oro, hizo una máscara tipo azteca y la firmó detrás. Cuando el otro volvió al día siguiente, le dio la máscara y le dijo: “Por esto te pagarán aproximadamente el triple”. En efecto, le pagaron tres veces el valor de la medalla.

  5. lalectoraprovisoria Says:

    No me creo esa anécdota de Picasso.

    Q

  6. Yupi Says:

    Vaya a saber si es cierta, pero es verosímil, circulan cientos de anécdotas parecidas sobre Picasso. Ésta la cuenta Bowles en uno de sus diarios. A ver si la encuentro mañana.

    Pta. Exijo las crónicas de Rusia 2018. Es la última bala que nos queda, Quintín. La proverbial bala de plata.

  7. burzaco Says:

    http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/piedad-terror-picasso

  8. burzaco Says:

    Todos los arbitros brasileños en la ultima jornada, sistema electrónico de ayuda como en el rugby ya!!!
    Asi termina de ser un deporte influenciable.

  9. Mr Tambourine Man Says:

    me regalaron hoy, en inglés, un viejo ejemplar de The unconsoled, de Ishiguro. ¿Me le animo? Tiene más de 500 páginas…

  10. Yupi Says:

    Burzaco. Lo único que le pido a Odín es que no nos toque contra Islandia. Delirio en Reykjavic.
    http://www.youtube.com/watch?v=pbooAY0Siwg

  11. FedericoR Says:

    Hay una anécdota maravillosa del reencuentro de Picasso con Cocteau, en que Picasso le regala una tacita rota con dos ojitos y el asa de nariz. «Está firmada», le dice. Parece que Cocteau se quedó con el regalo: humillante pero valioso. Posibilidad de que la anécdota sea cierta: 20%. Datos de cita, 0.

  12. FedericoR Says:

    Los inconsolables es una maravillosa novela. Lástima que Kazuo perore, pero escribe bien.

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