La histeria y el conflicto docente

por Pablo Anadón

El grado de “histerismo” ―uso la palabra en su sentido corriente, claro, no precisamente en términos clínicos― que ha desplegado el conflicto docente, tanto por parte de los gremios como del gobierno nacional, creo que ha alcanzado picos pocas veces vistos en estas discusiones laborales, y hace oscilar a los espectadores externos entre la solidaridad, la exasperación, el hartazgo y la risa (escuché hace un rato a un quiosquero tomarles el pelo a unos colegas gremialistas) y a los que estamos dentro del conflicto, oscilar entre la convicción, el escepticismo y la incertidumbre sobre lo que sea justo hacer o no hacer. Veamos un poco algunas manifestaciones de tal histeria.

Por parte del gobierno, que el año pasado resolvió rápidamente la cuestión a través de una paritaria nacional y un aumento del mínimo común móvil del sueldo docente que casi duplicaba el último monto cobrado durante el gobierno anterior, este año hubo un error grave, a mi juicio, que aún está pagando: no abrir paritarias nacionales, y confiar en cambio las paritarias a los gobiernos provinciales, que con una paritaria nacional habrían quedado obligados a adecuarse a lo acordado a nivel general (de este modo, por el contrario, ha habido provincias, como la provincia de San Luis, gobernada por Alberto Rodríguez Saá, que han ofrecido a los docentes hasta un 40% de aumento, y otras, como la provincia de Santa Cruz, gobernada por Alicia Kirchner ―sí, la hermana de Néstor y la cuñada de Cristina―, que han ofrecido a los docentes un 3% de incremento salarial). Este error ha puesto al gobierno nacional en un callejón sin aparente salida (salvo, claro, la sugerida por Wittgenstein: por lo alto): no puede avanzar ni hacer marcha atrás, ante el reclamo de los gremios insatisfechos con el acuerdo provincial, como es el caso de la provincia de Buenos Aires, dado que los fondos a las provincias ya han sido transferidos, a menos que cada provincia le devuelva los respectivos montos, cosa improbable, si no técnicamente imposible.

A este error el gobierno ha sumado actitudes políticamente desencaminadas, como la teoría (insostenible) de los alumnos “rehenes” (también los usuarios del transporte, o los clientes bancarios, somos “rehenes” de una huelga de colectiveros o empleados de Banco, lo cual no afecta el derecho de huelga); los “premios” a los docentes que no hicieran huelga; el descuento por los días de paro a quienes lo hicieron y el beneplácito a la propuesta de los “voluntariados”, así como, en la noche de ayer, impedir que se instalara la “escuela itinerante” frente al Congreso, impedimento que, por legalísimo que sea, no es una medida aconsejable, y que los gremios, la prensa opositora (y no), los políticos kirchneristas y los incautos que repiten lo que otros dicen sin examen han definido “represión”, y que quienes hemos visto en toda su extensión las diversas filmaciones de lo ocurrido sólo podríamos caracterizar como poco más que “desalojo”, “forcejeos” y “detenciones de cuatro militantes” (aquéllos a los que alguna vez les ha tocado una verdadera represión policial, jamás adoptarían el término “represión” para estos hechos, a menos que se les quiera dar una envergadura que no tuvo, como es el caso).

Por su parte, los gremios docentes, en particular, claro, los de orientación kirchnerista en su dirigencia, como el de SUTEBA, han contribuido al conflicto con no menor dosis de histeria, aunque sería difícil distinguir cuánto hay de calculada actuación y gestión (no olvidemos que el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, se juega el puesto en las inminentes elecciones gremiales, y que, como hemos señalado, es un fervoroso militante de la “Resistencia y Aguante” kirchnerista) y cuánto de emocional en la misma: primero, se entró a “negociar” con los “tapones de punta”, como se dice con metáfora futbolística, convocando al paro antes aún de que las partes se hubieran sentado a discutir sin prisa ni pausa los términos de un acuerdo; luego, planteando de manera intransigente la necesidad de la paritaria nacional, requerimiento que era de entrada imposible de cumplir, por lo ya dicho; tercero, sosteniendo de manera casi indefinida la medida, antes, durante y después de cualquier negociación, lo cual, por una parte, ocasionó perjuicios a los docentes que adherían, y por la otra, llevó a debilitar la medida concreta ―aunque, y es tal vez lo que buscaban, le dio una entidad mayúscula en el debate público, para bien y para mal―, hasta el punto de que tuvieron que suspenderla cuando el grado de acatamiento disminuyó ostensiblemente, no sólo en el interior, sino también en la capital y en la provincia de Buenos Aires; cuarto, le dieron al reclamo salarial un carácter de beligerancia política contra el gobierno nacional (nunca antes visto, por cierto, ante los gobiernos del matrimonio Kirchner), que llevó a no pocos docentes que estaban de acuerdo con el reclamo, pero no con tal beligerancia, a desistir del paro; quinto, cuando vieron que el conflicto fue caracterizado por la prensa como una derrota gremial frente a la “amable” intransigencia de la gobernadora María Eugenia Vidal, concibieron esa feliz e infeliz idea de instalar la “escuela itinerante” frente al Congreso: feliz, porque lograron que la policía inopinadamente los desalojara, y porque lograron que esto concitara la atención y cierta indignación pública; infeliz, porque no parece que el hecho ayude a resolver el conflicto, y porque acentúa en cambio su connotación política (no fue una decisión aprobada por las bases y, ¿casualmente?, contó con la presencia en el lugar de referentes políticos kirchneristas), ya que es evidente que una instalación de las dimensiones que preveía esta “escuela itinerante” difícilmente sería admitida en un espacio público, y menos a las puertas del Congreso Nacional.

Las repercusiones, previsibles, de la acción de la policía ―por ello puede verse como un error su intervención, aunque esté amparada por la ley, ya que la instalación quiso hacerse antes de haber obtenido el permiso correspondiente― se han extendido en los gremios de todo el país con la convocatoria a una huelga nacional de docentes. Querría recordar aquí, a título informativo y para refrescar la memoria, que no han faltado iguales ―o peores― acciones policiales contra los docentes durante los doce años de gobierno kirchnerista, sin que el gremio nacional, CTERA, haya reaccionado de la misma manera, incluso sin que haya reaccionado de manera alguna. El 23 de junio del 2011, por ejemplo, el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner envió a la Policía Federal para dispersar a los manifestantes de ADOSAC (el gremio docente de Santa Cruz), que estaban concentrados en el exterior del Ministerio de Trabajo, y Daniel Filmus (Ministro de Educación y candidato en inminentes elecciones a Jefe de Gobierno), justificó la dispersión ―que no fue justamente con palmadas en los hombros― porque era un acto que “impedía la normal circulación de los vehículos”. Relata un integrante de aquella manifestación, Miguel Muñoz, docente de la Provincia de Santa Cruz: “Cuando nuestros compañeros fueron a la sede de CTERA luego de los «palos», éstos que ahora se yerguen desafiantes en la Sierra Maestra, les cerraron las puertas. Sólo fueron recibidos en las oficinas de Ademys (una agrupación capitalina minoritaria).”

Roberto Baradel ha declarado en su cuenta de Twitter: “Un país donde la policía y el gobierno le [sic] pega a los maestros, es un país sin futuro”. Dejemos de lado la redacción: lo que dice es cierto. Es igualmente cierto que un activismo que confunde reclamo gremial con procedimientos como los antes reseñados, que parecen menos destinados a lograr el éxito de la negociación que a agudizar el conflicto, enrarecer el clima social y así favorecer la esperanza de que vuelva el partido de preferencia de la conducción (tal como se ha escuchado que se coreaba en recientes asambleas de SUTEBA), no sólo no cumple con el cometido para el que ha sido designada tal conducción, sino que contribuye también a hacer incierto el futuro del país, como ya contribuyó en los años pasados al eludir toda protesta, entre otros motivos, frente a una política educativa que ha hipotecado el porvenir de millones de jóvenes semianalfabetos egresados de las escuelas públicas.

P.S.: En el día de hoy, martes 11 de abril, a dos días del desalojo de la policía, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires concedió el permiso para instalar la Carpa Itinerante Docente frente a la Plaza del Congreso. Además de celebrar la medida, que pone paños fríos a la fiebre del domingo por la noche, cabe observar que el conflicto va adquiriendo características casi “pimpinelescas”.

 

14 respuestas to “La histeria y el conflicto docente”

  1. guillermo Says:

    Aun desde el otro lado del Atlántico, a esta altura es obvio leyendo diarios o blogs online que la estrategia kirchnerista para las elecciones de Octubre es que esto es la dictadura revivida, el gobierno de la oligarquía vampira y represora, y el resto del verso del sufrimiento nacional y popular. Hasta la muerte de Micaela, tragedia de una chica que sale de una discoteca y es secuestrada por un psicótico, cosa que puede pasar en cualquier lado y bajo cualquier sistema (a no ser que se ponga un policía por cuadra), es culpa de un regimen opresivo y represivo, y falta poco para que digan que la mataron por militar en el Movimiento Evita. Los maestros, peones de la estrategia, hacen lo suyo en esa fantochada.

    Lo que es lamentable es que Macri les haga el juego, reprimiendo innecesariamente, cuando le redituaría mucho mas electoralmente que los kirchneristas se desaten, armen todo el despelote posible, y le vuelvan a dar la elección como en 2015.

  2. Daniel Says:

    Creo que el conflicto en sí, es un engendro de Macri. Macri supone que este enfrentamiento le dará votos. Vidal se suma diciendo que esta era la batalla que sus votantes le pedían dar (?!)
    Creo que Bullrich hubiera negociado una buena paritaria nacional y hoy este tema ya estaría solucionado.
    Creo también que el gobierno teme perder a su núcleo duro, ese que pide sangre y represión.
    La justicia le tiró un salvavidas sentenciando la apertura de paritarias nacionales, pero el gobierno no lo agarró.
    Los docentes también acercaron posiciones levantando el paro. Pero no.
    Sólo un admirador de Ayn Rand puede tener la tozudez de Macri.
    Esa tozudez lo está encerrando y lo está dejando solo.
    Cada vez más funcionarios se están alejando del gobierno. Son las primeras filtraciones de un dique que se puede romper.
    Creo que los conflictos no se ganan, se superan. Y que cuento más alto es el cargo, mayor es la responsabilidad.
    Demasiados errores no forzados para un equipo que se creía el mejor en 50 años.
    Nunca entendí esa referencia a los 50 años.
    Hubo algún equipo como La máquina de River hace 50 años?
    Y no olvidemos el fondo de la cuestión. El salario docente perdió con la inflación del año pasado. No se puede convalidar graciosamente la pérdida de poder adquisitivo. Es la propiedad privada de todo trabajador.
    El gobierno hocicó con los bancarios con la simple amenaza de un paro de tres días.
    Pareciera que los docentes son menos importantes que los bancarios.

  3. Sebastián Lalaurette Says:

    Los docentes son, aquí y en cualquier parte, menos importantes que la mayoría del resto de los trabajadores. Sólo interesan en cuanto proveen un lugar donde los hijos pueden permanecer durante varias horas al día mientras los padres desempeñan su función en la maquinaria del trabajo asalariado. Por lo tanto, sólo interesan (ellos y los problemas de la escuela en general) cuando paran, es decir, cuando los padres se ven en figurillas para saber qué hacer con sus hijos durante las horas laborales.

  4. Siri Says:

    Concuerdo con Sebastian. Guillermo: no es un psicópata y «pasa en cualquier lado», tiene que ver con toda una cultura y lenguaje construido para mantener a las mujeres en la opresión, feminismo le llaman. De hecho, decir que es una «patología» es lo mismo que decir «y para qué camina sola a las 5 de la mañana». Hay que tener cuidado, porque es el mensaje absolutamente erróreo y peligrosísimo que nos dejan para que se mantenga todo como está. Consciencia por favor! Saludos.

  5. guillermo Says:

    Siri, ni en el cantón mas primoroso de Suiza, imaginando que todo parece La Novicia Rebelde y cada jardín tiene un gnomo sonriente, a nadie se le ocurriría decir que un hombre que va a una discoteca a elegir una chica para violar y asesinarla, o espera a la salida a ver cual se va sola para hacerlo, no es un psicópata.

    Que digas eso, que puedas suponer que eso es ‘conducta normal’ de hombres por falta de educación a no ser que venga el feminismo a reeducarlos sólo indica el grado pavoroso de bestialidad de pensamiento en Argentina hoy. Y un insulto a miles de millones de hombres que ni violan y asesinan, ahora o en el pasado. Hay un nivel de abuso sexual sujeto a y modificable por educación y legislación: chiflar y gritar ‘Nena, qué c—o!’, el lance del jefe en la oficina a la secretaria de 20, etc, etc, el machismo cultural. Lo de Sebastián Wagner es otra cosa.

  6. Siri Says:

    Entiendo, pero qué curioso que el jefe de Wagner sea también un psicópata más y se aliaron tan fácilmente. Además, un psicópata se puede construir culturalmente. No es una conducta «normal» (nunca dije esa palabra o ese concepto, viene de tu parte) la de Wagner, pero tampoco es un caso aislado ni una casualidad. Lo de Wagner es otra cosa, pero lamentablemente corriente, de ahí su cotidianeidad (basta leer el diario del último mes para notarlo). A lo que me refería (o intento explicarlo de la mejor manera), Guillermo, es que hablar de que un violador sí o sí tiene que tener una patología y focalizarse en eso, es desvirtuar y crear la tautología de: yo no violo ni asesino, por ende no soy como ellos en lo más mínimo ni ejerzo ningún tipo de violencia para que eso sea creado en mi entorno. Por eso insisto con el lenguaje consciente. Desde ya concuerdo en que la educación y la legislación son indispensables para que estos hechos sucedan lo menos posible. Pero, sinceramente y con todo respecto, creo que hay que repensar y remeditar todo lo que suponemos que sabemos sobre machismo, patriarcado, feminismo, violencia, etc. Saludos!

  7. Diego de las Mercedes Says:

    Es lamentable, por lo que explicita la nota – que destila amarillos incandecentes- y algunos comentarios, que todo se cincunscriba a una cuestion de Macristas vs Kishneristas, cuando la mayoria no somos ni una cosa ni otra. Habra un grupo, grande, de simpatizantes k, otro, quiza menor, de simpatizantes Macristas, a los que se suma un nucleo grande radical, y por supuesto, las clases altas y la crema militar y los adictos al consumismo mas rancio, hoy en Chile. Pero la mayoria, como en mi caso, no adherimos ni a la corrupcion k de algunos de sus mienbros, o a su ego ciego, pero tampoco al estado policial que pretende establecer el gobierno actual. Esta mayoria , es la que define las elecciones. Un grupo variopinto que va desde el sinfin de habitantes de villas y barrios pobres no peronistas, el alumnado diacronico de las facultades del pensamiento – sociales y letras- y esa gran franja de apoliticos independientes, que solo quieren que los dejen tranquilos, maestros no peronistas, y otros inadaptados. La masa informada de esa franja, detesta a este gobierno, simplemente porque miente, ningunea, y planifica con desorden y trazo grueso, la indeferencia hacia la mayoria. El resto va a fluctuar su opinion, segun beneficio o difilcutades que enfrente. Mientras sigan achacando los males a los k, se van a pegar un golpe tan grande como el que se dieron ellos. Ojala. Nunca imagine este infantilismo en gente culta y pensante. Y eso que mi imaginacion se alimento de Bradburys, Dickes, y Virgilios. Que pena. Y si no me creen, lean a Kelly Link. Mientras escucho El aleluya cantado por The Roches, me quedo esperando la renuncia de Avelluto. Saludos

  8. guillermo Says:

    Siri, hay suficientes casos de gente que se asocia para complementar sus trastornos mentales, no veo lo ‘curioso’, particularmente en la era de la internet. Hay suficientes redes de pedófilos, etc, como se ve en el diario cada tanto. Dos cosas: la obsesión con la palabra justa es un tema de moda en claustros, y vital en papers, concursos, aumentos de sueldo docente, etc, pero realmente hace el intercambio innecesariamente pesado. Supongo que hay una definicion de ‘conducta normal’ que requiere muchas mas palabras y cumple con tus requisitos de ciencias humanas, pero los dos sabemos y entendemos el concepto. Que yo lo llame Ana y vos Maria de los Dolores Serafina Gloria no lo cambia.

    Con respecto a tu argumento sobre la cultura y el lenguaje como impulso o freno de conductas patológicas, tautologia, etc, hasta no hace mucho en Espana la edad del consentimiento sexual era 12 anios. Es posible que eso haya zafado de la carcel a muchos pedófilos, pero no creo que haya aumentado su número ni la frecuencia de casos. A riesgo de equivocarme, no creo que la mayoría de los espanoles hayan sido victimas de abuso sexual entre los 12 y 17 o 18, o lo que se considerara edad ‘normal’ (ya sé, pero no quiero escribir tres frases para algo que se define con una palabra) porque la ley lo permitía. El abuso tambien existe, en la misma proporcion, en sociedades con edad de consentimiento mucho mas alto.

    Lo de repensar todo lo que sabemos, replantearnos, etc, me recuerda el horrible caso de alguien que conozco en Londres cuya hija de 13 anios ha decidido que es varón. De acuerdo con las teorías que son el último grito de corrección de pensamiento en sectores psico-medicinales, la chica está siendo tratada con hormonas para demorarle la pubertad asi tiene mas tiempo para ‘pensar’. Se pueden cometer errores o bestialidades por los mejores motivos, si se piensa mal.

  9. lalectoraprovisoria Says:

    EL comentario de Diego, que atribuye un estado policial a Macri y, a cambio, un pequeño desliz con las cuentas y demasiado ego a algunos funcionarios K, es el típico relato kirchnerista disfrazado que, con la careta independiente, proclama la necesidad del frente opositor, estrategia actual del Partido. Si algo es representativo de la grieta es esta quinta columna que enmascara el verdadero pensamiento de sus autores, se viste de democrática y culmina adornando el discurso con citas literarias e invocaciones a la cultura. Un horror, en suma.

    Q

  10. Daniel Says:

    Q: No me parece un horror el comentario de Diego. Lo que sí es preocupante es que en una nota referida al conflicto docente, se hable de cualquier cosa menos del tema de fondo.
    El tema de fondo es que los docentes perdieron poder adquisitivo durante todo el año pasado y el gobierno pretende que esa pérdida se cristalice

  11. Karina Says:

    Un gusto leer a mi querido y nunca olvidado amigo Anadón ocupándose de estos temas de “política”, que había abandonado (Porque en verdad, nunca le importó la política ni tuvo jamás un compromiso relevante en este sentido, salvo el ejercicio obsesivo de cuanto su odio visceral por el kirchnerismo y el peronismo le dictaban. Por lo que cuando se fueron los k…, se agotaron las fuentes y estímulos de su vrai engagement). Es curioso su lenguaje: no abrir las paritarias es apenas “un error grave” de parte del gobierno, lo que lleva a pensar que sus intenciones eran honestísimas, sólo que, humanamente, se “equivocó” (me recuerda a los militares hablando de “excesos” cometidos en la Dictadura). Pasa por alto que no llamar a paritarias es pura y simplemente no acatar la ley que así lo dispone y que ahora es, además, desacatar un fallo judicial que lo conmina a hacerlo. Luego dice que el gobierno ha acometido “actitudes políticamente desencaminadas” cuales son, entre otras, lo que no hay cómo llamar si no es con el sustantivo “represión”. Y no sólo en el caso clamoroso de los docentes, como se sabe (cuando se da lugar al saber). Es una lástima que ejercite una tan amplia y tolerante benevolencia con el actual gobierno, cuyo gabinete posee cuentas offshore por las que mandatarios de otros países han debido renunciar, que tiene una presa política, que ha incurrido en prácticas como las que se advierten en los casos del Correo Argentino, Avianca, etc…. Cuánto me gustaría ver que mi viejo amigo fuera capaz de aceptar toda la verdad, aunque ello implique blanquear ante sí mismo que en el fondo, y no tan en el fondo, es un puro nihilista político al que del ámbito de la política (esa esfera de gentes vulgares que dan la espalda a la esfera de lo delicado y bello y grande: la esfera de la “alta cultura”, de espaldas a los potreros del barrio y a las calles, con tanto ruido que molestan la lectura serena) no le interesa nada o sólo le interesa como fuente de estímulos para escribir sus acendradas notitas de protesta inteligente, irónica, autocomplacientes en dibujar el perfil del escritor casi mártir amante de la pura verdad que la mayoría ciega no ve….
    Ce n’est pas une pipe…
    Karina S.

  12. Eduardo Reviriego (Daio) Says:

    Habla Diego de «la corrupción k de algunos de sus miembros» y la «crema militar». Con relación a lo primero, a esta altura de las investigaciones judiciales, sería más fácil nombrar a los funcionarios que no fueron corruptos que a los cientos que lo fueron. Y referido a lo segundo, no se entiende, salvo que se refiera a Milani y su equipo.

  13. lalectoraprovisoria Says:

    Karina. ¡Qué elegante el kirchnerismo más ramplón pero en francés!

    Q

  14. Eduardo Reviriego (Daio) Says:

    No está mal el francés. Si quieren buscar el origen del conflicto «docente»:
    Cherchez la femme.

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