por Quintín
8 de junio
Me entero de que Joni Mitchell sufrió un aneurisma, que está hace más de un mes en el hospital y que sigue muy grave. Me da lástima por ella y también por mí. Aunque nació ocho años antes que yo siento que el tiempo pasó muy rápido desde la época en que la escuchaba con devoción. Estuvo entre mis grandes favoritas y fui su fan absoluto entre 1971 (Blue) y 1976 (Hejira). Antes no la conocía y después, aunque seguí comprando sus discos, dejé de escucharla, como le pasó a muchos de sus seguidores. Mitchell saltó de estar casi en todas partes a una relativa oscuridad.
Pongo los discos desde el principio y me asombro al comprobar lo buena que era. Al principio, al final y en el medio, acústica o eléctrica, en la época folk, luego en su aproximación al rock, su paso por el jazz, su ida y vuelta entre el pop, el rock y la songwriter. Letrista única (solo Dylan está a su altura), gran compositora, buena pianista, maravillosa cantante, creo que a Joni le jugó en contra la época en más de un sentido y nunca terminó de sentirse cómoda.
Mitchell es un personaje complejo, que merece mucha más atención y respeto de los que tuvo. Indigna leer en internet la ferocidad de muchas críticas que la acusan de bajar las ventas, de hacer música demasiado difícil, de hacer música demasiado fácil, de tener demasiado buen gusto y hasta veladamente de tener demasiados novios. Creo que Mitchell fue demasiado para su entorno básicamente exitista, mediocre y machista (¿cuántos músicos de su época tienen una discografía invariablemente digna como la de Mitchell?) y que sus opciones fueron declararse en rebeldía o acompañar la evolución del zeitgeist cultural y musical. Me parece que su solución fue permanecer sonriendo entre ambas posibilidades con sus grandes dientes y su look de campesina escandinava. Su vocación de ser parte de la comunidad y su culpa ante la incorrección política le ahorraron algunos golpes, aunque tal vez su talento no haya dado todo lo que podía. Estoy siendo injusto: vayan y escuchen sus veinte discos. Ojalá se cure: además de una gran artista, siempre me pareció buena gente.
Foto: Flavia de la Fuente
junio 8, 2015 a las 7:47 pm
Hubo un modelo de mujer Joni Mitchell, como hay modelos de pintores. Lo curioso del caso es que esas muchachas no querían tener el vuelo lírico o el talento musical de Mitchell, ni su voz maravillosa, la afinación perfecta, sino su alma, lo que vagamente significa la palabra. Qué puede agregarse.
http://www.youtube.com/watch?v=nAK9Pj5-QXY
junio 8, 2015 a las 9:58 pm
El perfil a oscuras de Joni MItchell, Neil Young, Levon Helm, Rick Danko y el resto de The Band. Scorsese como (quizás) nunca antes y nunca después. Qué puede agregarse.
junio 9, 2015 a las 12:01 am
Joni en la tele canadiense un par de años antes de editar su primer disco. Mediados de los 60 y ya suena como una extraterrestre, a años luz del contexto musical de época. Increíble cómo se van descajetando las mandíbulas de los folkies que la rodean.
junio 10, 2015 a las 10:02 am
Qué grande que es Joni. «Hejira» es uno de mis favoritos. Grandes letras. Y el grupo que armó para ese disco es único.
Elvis Costello menciona siempre su tema «The Circle Game», como modelo de canción y de letra.
junio 10, 2015 a las 10:03 am
Y dejo The Circle Game también.