Tránsito

por Flavia de la Fuente

Como no puedo sacar fotos porque estoy lesionada del brazo derecho, me puse a editar mi diario sanclementino que filmé el invierno pasado. Acá va algo del 21 de agosto, con actuaciones estelares de Solita y su fiel amigo.

Tránsito from Flavia de la Fuente on Vimeo.

31 respuestas to “Tránsito”

  1. Juan Says:

    Buenísimo, Flavia. Muchas felicitaciones. Fuerte abrazo

  2. Adrian Culasso Says:

    Bafici 2013?? Muy bueno Flavia!!!. Saludos a vos y a Q.

  3. hernan Says:

    hasta me dan ganas de conocer…
    besos
    h

  4. cossi Says:

    Me encantó. Buenísimo el contraste entre el paisaje natural lejano de la civilización y la cantidad de cosas que pasan en él, es como disputarle la vitalidad de la playa al turismo y su imagen convencional y al mismo tiempo evitar el lugar común opuesto del paisaje inhabitado donde los humanos no cuentan. Quiero decir, creo que capturaste una playa inédita, una rústica y humana, con personajes muy variados y dinámicos.

    Luego, hay algo vinculado con el tiempo que me llamó la atención.
    Hay un momento, cuando el carro con el caballo se retira y luego pasa entre el «lago» y la cámara que trastoca la noción del tiempo. Pensé que no era el mismo carro, da la vuelta muy rápido. Esa ambiguedad está muy buena.Lo mismo pasa con la moto del surfer cuando pasa del lado del mar y al rato pasa más cerca de la cámara, lo curioso es que los dos demoran casi lo mismo con distintos medios de transporte.

  5. Santi Says:

    Cuál de los dos es el que estuvo en el Festival de Mar del Plata?

  6. lalectoraprovisoria Says:

    Gracias, amigos!

    A mí también me pasa lo mismo que a Cossi con el tiempo. Es algo raro, ¿no?

    Pero más raro, ahora que lo veo, es ver a un surfer en moto. Creo que es la única vez que vi algo así. Los surfers suelen caminar con sus tablas, no andan motorizados.

    Santi, este cortito se acaba de estrenar en LLP. El de Mardel se llama «Escenas en el mar».

    Cariños a todos,

    Flavia

  7. Santi Says:

    Y donde se puede ver?

  8. Luis Says:

    ¿Donde se puede ver «Escenas en el mar» ?

  9. lalectoraprovisoria Says:

    Se las voy a mandar por mail a todos los que me la pidan. Si el mail que tienen en el comment es el correcto, allí envío el link. Espero que les guste.

    Cariños,

    Flavia

  10. Teodoro Says:

    Enhorabuena Flavia, me ha gustado mucho, me ha recordado a Benning y a Sharon Lockhart. Me gustaría poder ver «Escenas en el mar». ¿Qué cámara utilizaste? Estoy pensando en comprarme una y me ha gustado mucho la calidad de la imagen.

  11. lalectoraprovisoria Says:

    Hola Teodoro,

    Este plano lo filmé con una cámara pocket, con una Lumix LX5, que sacar raw y filma en HD. Está buena para llevarla encima y filmar cuando tenés ganas, es muy chiquita. Aunque tiene un lente fijo, un zoom. Pero está buena para llevarla siempre con uno.

    Escenas en el mar, lo filmé con la Lumix G2 y usando un trípode. Se ve mucho mejor con la G2 que con la pocket. De hecho, la pobre G2 ya está vieja porque filma en HD (1280×720) y no en Full HD. Bueno, no hablo de técnica porque no sé nada. Lo único que sé es que ahora hay cámaras que cuestan lo mismo y son mucho mejores, como la GH2 Lumix o su equivalente en Canon.

    Ya te mandé el link a «Escenas en el mar».

    Saludos,

    F

  12. dario kullock Says:

    Hola Flavia, me gustaría que me mandes el link a «Escenas en el mar» para poder verla. Te mando un abrazo
    Darío

  13. lalectoraprovisoria Says:

    Ya te lo mando, Darío!
    Besos desde San Clemente,
    Flavia

  14. Luis Says:

    Me encantó Flavia. Tiene distintos momentos y no necesitan remarcarse. Como en una cadencia.Los pintores taoístas permanecían años mirando sus motivos.
    Desde ese mar al minuto como un vitraux,el director espontáneo,el mas allá de la orilla y los reflejos y los perros como meditando,se nota que llevás años mirando y no necesitás remarcar nada. Me arreglaste la mañana.Hermoso.

  15. Luis Says:

    Te agradezco por haberme mandado «Escenas en el mar».

  16. lalectoraprovisoria Says:

    De nada, Darío! Es un placer mostrarles el corto y recibir los comentarios. Me alegra haberte regalado un buen momento. De eso se trata, no?

    Cariños,

    F

  17. attademo Says:

    Mandame el link Flavia, me gustaría ver el corto. Te comento que ya salio del horno la lumix gh3; graba en avchd 1080p a 70mb de fabrica , ni quiero pensar hackeada. Un cañon. Salute.

  18. lalectoraprovisoria Says:

    Mama mía! Cómo pasan los modelos de máquinas. Entonces, cuando pueda me compraré la gh3.

    Ahora te mando el link.

    Saludos,

    F

  19. Luis Says:

    Flavia: El precio de esta gh3 en España estaría rondando cuando salga a la venta 1200 euros.

  20. Janfiloso Says:

    Bravo Flavia.

  21. lalectoraprovisoria Says:

    Gracias, Janfi!

  22. cossi Says:

    Flavia,
    Me gustó mucho «Escenas en el mar».

    Hay algo que comparte “Escenas” con “Tránsito”que es la aparición de lo inesperado y que bien podría constituir una marca de autor. Mientras en T lo inesperado se vinculaba con la naturaleza del lugar y del tiempo –carros y motociclistas con tiempo propio en un lugar tan salvaje como humanizado- en E está vinculado al ritmo y a la autoría misma con lo que termina configurando una reflexión sobre el cine mismo.

    Hay un punto de vista muy generoso y abierto en E. Uno que llega al extremo de habilitar otros puntos de vista de manera radical, incluso poniendo en riesgo la integridad artística de la obra (lo que le da, sin ser una fórmula, más valor aún). Me refiero con esto a dos cosas. Por un lado, a la súbita aparición del pequeño director que usurpa la cámara, aplica un ritmo televisivo y nada contemplativo a sus tomas y hace a la vez de comentarista de su peripecia familiar perruna (casi una segunda unidad de ocupación con pretensiones de primera). Por otro, lo más interesante, a la forma en que esa aparición –en principio incómoda e impositiva- se integra al corto. O dicho de otra forma, como el corto termina ganando la pulseada y logra al final traducir el aporte del niño y su mundo en un retrato enriquecido de San Clemente. Si no me equivoco, la última escena no solo retoma el ritmo original, también incorpora a los protagonistas agregados por el niño –sus perros- en un final que demuestra lo que decía antes de la generosidad del punto de vista.

    Lo interesante es que ello no desdibuja la autoría, al contrario, ésta se fortalece, adquiere autoridad, en virtud de su misma apertura y eso repercute en la resonancia de la obra y de lo que ella descubre y representa. Es así que uno se queda pensando tanto en la singularidad del lugar y sus habitantes como en los dilemas universales de la creación artística genuina recortados por y en la mirada del director. Como si buena parte del poder del cine para revelar el mundo encontrara sus mejores posibilidades en el choque entre la incertidumbre de la creación como práctica (desde el rodaje hasta el casting, pasando por las discusiones previas y la recepción crítica) y las ideas del director. Estoy inspirándome en lo que planteó Q al final de su nota sobre Cabin in the woods acerca de la reciprocidad existente entre la forma en que el director maneja sus recursos en sentido amplio y lo que vemos en la pantalla. E vendría a ser una variante bien experimental de esa relación en donde la apertura radical en el rodaje a imprevistos suma, más que resta.

  23. lalectoraprovisoria Says:

    Gracias, Carlos por el extenso e interesante comentario.

    Te cuento cómo ocurrió todo. Ese día 12 de agosto, porque todo es de la misma tarde, salí a filmar el mar al atardecer, esos reflejos rojos en el agua y en la arena, las siluetas que forma el borde del mar y la tierra, en fin, lo que veo siempre y que me gusta. También filmé perros, porque adoro mirar lo que hacen los perros, pero filmé sin ningún plan previo. De pronto, vino el nene y no sé por qué tuve el instinto de no hablarle, de dejarlo hablar solo. Yo solo me comunicaba con gestos. Y nada más. Seguí filmando hasta que se fue la luz del todo y volví a casa.

    Unos días más tarde, miro el material y veo que además de los planos del nene que publiqué en LLP antes de aprender a editar, había muchísimos planos de los dos perros, que los filmé porque sí, porque me daba placer mirarlos. Y así fue cómo armé el corto, juntando los planos que filmé esa tarde de invierno.

    El plano final de los perros mirando el agua duraba 9 minutos. Los perros parecían estatuas contemplando el mar, perros budistas. Como me cansé de esperarlos (y además me estaba congelando) les chiflé para ver si se movían y lo logré. Así fue cómo conseguí que salieran elegantemente del plano.

    Bueno, te conté el backstage de la película.

    De nuevo, gracias por el tiempo que te tomaste en comentarla. Me hace bien escuchar opiniones tan atentas.

    Cariños desde San Clemente,

    Flavia

  24. saint jacob Says:

    …Eh, recién veo esto… quiero link!!!… (no es una orden, pero… en lo posible,,,)

  25. lalectoraprovisoria Says:

    Allá va!
    Besos,
    F

  26. cossi Says:

    Flavia, creo que fue una gran decisión incorporar lo del nene, en el momento y luego en la edición con el plano final de los perros que tenías de antemano. Un imprevisto que se acomoda muy bien en ese universo sanclementino, en apariencia tan calmo y sereno y al mismo tiempo impensado y hábitat de protagonistas diversos. En Bruma, aunque la vi hace tiempo, sin música, hay algo fantasmal -otros protagonistas- que también agrega capas inesperadas al universo San Clementino que mostrás.

    Me encantó verlo y comentarlo, es un placer.

    Una cosa más. En el comentario me concentré en el tema de la autoría -agrego que el corto tiene continuidad con las crónicas de tus aventuras solitarias y/o con Quintín, se percibe tu visión en las imágenes- pero hay más cosas interesantes en el corto. Lo que señalás de la siluetas del mar recortándose en la arena me llamó la atención cuando lo vi, está bueno, es como un diálogo entre la orilla y las olas.

    Abrazo

  27. saint jacob Says:

    …¡Gracias por la clave!… ¡Hermosas, poderosas imágenes!… y gran decisión dejar al ‘infiernito’ (!Chula, chula!… já já já)… ¡que sigan las filmaciones!…

  28. pablo Says:

    Me recuerda positivamente a «Five» de Kiarostami. La verdad que siento debilidad por este tipo de cine. No sólo me gustó mucho, Flavia, por supuesto también me divertí (el humor de la vida pasando en Plano General, no?).
    Me encantaría poder ver «Escenas en el mar».

    Y te agradezco no sólo por el video, sino también por tu generosidad de compartir con qué cámara estás trabajando (o podrías llegar a trabajar). Conozco mucha gente recelosa en ése aspecto. No sabría descifrar el motivo (tal vez delirios de Kubrick. O Mallick.)

    A propósito, a mi también me sorprendió la calidad: puedo preguntarte con qué programa editás y exportás el material? También estoy adquiriendo (nuevos) equipos como Teodoro.

    Y una pregunta final: en este video -supongamos que lo prepares para el Bafici, como dice Adrián, lo que estaría buenísimo- cuando te chocan los perros, qué harías, lo dejarías en la edición final? Te lo pregunto por que una vez me pasó algo similiar también con perros (y estaba con trípode!!) y detonó una batalla al respecto con el grupo de trabajo (no, yo no tenía el corte final…). Finalmente la toma no quedó. Mejor dicho, se arregló el movimiento brusco de cámara: volviendo a «Five»: recurrimos a un fundido encadenado lo más imperceptible posible (algo que a Kiarostami no parece importarle que se note). En «Five» hay varios fundidos encadenados en la misma toma -según recuerdo ahora, en el plano de las palomas y la gente que pasa-. Tal vez para comprimir el tiempo. Tal vez para eliminar algo que le «ensuciara» la puesta en escena -eso o definitivamente lo «atacaron» unos perros!!-. Vaya a saber. Es sólo curiosidad. No es que vaya a pensarlo como una cuestión de moral!!

    Perdón por la extensión.
    Saludos!!! Y gracias!!!

    Pd: Y sí, el surfer en moto es impagable.

  29. lalectoraprovisoria Says:

    Gracias, Pablo por tu detallado comentario. Qué suerte que te gustó! A mí también me encanta 5 de Kiariostami. Pero no pensaba en nada cuando filmé ese plano, solo me senté en la arena para sostener bien firme la camarita y traté de filmar al hombre trabajando. Lo demás fue ocurriendo sin que yo esperara nada. Pero cuando lo vi me hizo acordar un poco a Tati, con ese humor que emana de la realidad misma.

    Respecto de la edición, hice un primer corte eliminando todos los movimientos bruscos causados por los perros, pero al final me gustó más el plano tal cual era, sin cortes, con el caos real.

    Edité el corto con el Adobe Premiere (que es el programa que aprendí en un curso online de Molinari Pixel), aunque digamos que en este caso no edité nada, salió así de la cámara. Solo le puse el fundido al final porque había hecho un movimiento de cámara que no me convencía siguiendo a la moto y al carro. Pero, según dice mi amigo Gonzalo Castro y muchos otros cineastas, hay que editar con el Final Cut, con la última versión, pero todavía no lo probé.

    Bueno, ahora te mando por mail la clave para que veas Escenas en el mar.

    Gracias de nuevo,

    Flavia

  30. pablo Says:

    Claro, Flavia, Tati por supuesto. Benning en ese sentido (el del humor) también. «Tisché» de Kossakovsky (perdón si me pongo muy referencial).

    Que esté editado (y exportado) en Premiere con esa calidad (habiéndolo filmado con una cámara pocket) es para sacarse el sombrero, Flavia. Los que empezamos editando con los mini dv sabemos lo que es sufrir con la calidad de exportación de dicho programa y sus diferentes versiones.
    Por lo que me decís, definitivamente el Final Cut es el programa a usar (nunca lo probé). Seguramente el Final Cut provea menos compresión y más calidad todavía a cualquier video, aunque se necesita una Mac para eso y, bueno, sabemos que las Mac son onerosas (tal la razón por lo cuál no probé el Final).
    Aunque me pregunto, Flavia, si no estarás tirando por la borda (para bien) algunos preceptos que tienen que ver con una cierta idea (que no idea cierta, parafraseando a Jean Luc) de «profesionalidad» en donde si no se edita con Final Cut o no se filma con tal cámara (vuelvo a subrayar: «Tránsito» esta hecho con una pocket, señores) después el material no se puede colocar en ningún lado y, sobre todo, ser enormemente apreciable. Doble mérito, entonces (y me quedo corto)!!! Y gracias por la info!!!

    Y pude ver «Escenas en el mar»!!! Gracias, Flavia!! Y me repito: gusto y diversión otra vez!!! (y sorpresa!!)
    Coincido con Cossi en todo lo que dice (aunque yo no podría decirlo así, lamentablemente). Sobre todo lo de los puntos de vista: yo también creo que refuerza la idea de autor (autora) dejarle la cámara al niño: es uno de los dispositivos utilizados por el viejo (y querido) cinema verité. Y no sólo eso: lo refuerza porque, un poco retomando lo anterior al respecto de qué dejar y qué sacar, decidiste incluirlo.
    Para mí es como un haiku (tres versos. El primero de cinco sílabas, el segundo de siete y el tercero de cinco): dividido en tres partes (como mandan los manuales de guión!! Hasta eso, che!) el corto tiene en el medio esa toma/escena de ruptura (que es la más larga) y que es fantástica en cuanto me deja definitivamente claro tu gusto por la irrupción del caos de lo real -como bien decís- por el cual una película vive o late.
    Pero vos Flavia vas más allá y dejás que el caos de la realidad se apropie de tu cámara (no sé si habrá un caso en el cinema verité en donde esto ocurra así, sin planear, de imprevisto. Tampoco en -supongo que tal vez los conozcas- los chicos españoles de Colectivo Audiovisual Los Hijos, que trabajan mucho con estos «fallos» o «descartes». No recuerdo un caso de total «usurpación», como bien dice Cossi. Y el choque es fuerte: es como pasar de un cine observacional a un violento verité para volver otra vez a un cine observacional o paisajístico ¡en una toma! -aclaro que uso los términos «observacional» y «paisajístico» porque son más o menos corrientes en los textos al uso. Personalmente prefiero el término «tomavistas»). Pero como dice Cossi -otra vez-: el corto (la autora) termina ganando la pulseada (en ese momento del niño uno empieza a pensar -y perdón por el exabrupto- «ay! esto se va al carajo…») y al final el equilibrio vuelve (gran reencuadre, Flavia, en el final de la toma).
    Y después, claro, esa última escena. Y el gusto por ver perros en la pantalla. Y el gusto por la belleza del final.

    Esto no es un chupamedismo, pero creo firmemente que hay películas (largos, cortos) que al verlas dan ganas de salir a filmar, por más que tenga o no que ver con lo que sea que cualquiera haga.
    Les debe pasar a muchos.
    Y a mí me pasa con «Escenas» y con «Tránsito».

    Gracias Flavia (por todo!!).
    Saludos!!

    Pd: Perdón la extensión, otra vez.

  31. Ezequiel Laizerowitch Says:

    Hola Flavia, me gustan mucho tus películas y me gustaría que me mandes al mail «Escenas en el mar». ezechui@hotmail.com
    Saludos.

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