por Flavia de la Fuente
Yo ando en un proyecto loco con dos amigos fotógrafos Daniel Rodríguez y Laura Rivera. El plan consiste en sacar 15 fotos de cosas durante 15 días. Cada uno desde su lugar debe sacar en un día determinado la foto de un objeto dado, por ejemplo, un zapato. Se trata de sacar una foto que capte la esencia de los objetos, si es que eso quiere decir algo. La cuestión es que yo ando un poco perdida y como se acerca la fecha, empezamos el 15 de julio, estoy ansiosa, nerviosa, histérica y vuelvo loca al pobre Q. Saco fotos y más fotos. Y le pido que las mire y lo interrumpo en sus lecturas. Y no hay nada más molesto que una persona que interrumpe cuando uno trata de leer o escribir. Definitivamente, me estoy convirtiendo en una pesadilla. Ayer, Daniel para ayudarme me sugirió que mirara cuadros de Van Gogh. Y como soy una alumna aplicada obedecí su sugerencia.
Siempre me gustó Van Gogh. Yo no sé nada de pintura, pero sus cuadros me conmueven. De casualidad, encontré La galería de Vincent Van Gogh, un sitio donde está todo lo que uno puede imaginar sobre el pintor. Toda su obra pictórica, sus escritos, la bibliografía sobre su persona y sus trabajos, en fin, que es un site loco, de una generosidad increíble. Así fue como anoche, me encontré, de pronto, frente a la oportunidad de mirar todos los cuadros de Van Gogh. ¡Todos! Y cada uno viene con la ficha técnica: fecha, lugar donde fue creado, medidas, técnica utilizada, dónde se encuentra en la actualidad, etc.
Supongo que Daniel me dijo que mirara a Van Gogh por las naturalezas muertas. Hay muchas pinturas de zapatos, vasos, pero lo que abunda, y eso es lo que yo recordaba, son los jarrones con flores. Lo que yo nunca había visto eran sus cuadros de libros. Y me pareció que venían muy bien para darle un toque colorido a LLP, que está invadida por esas primeras páginas mal fotografiadas y en blanco y negro. Siento mucha empatía con Van Gogh, otro amigo loco.
Y hablando de locos, este cuadro, que no es de libros sino de papas, me hizo acordar de la última película de Béla Tarr, The Turin Horse, donde los protagonistas son tan pobres que solo comen papas con cáscara: una al mediodía y otra a la noche. Pelan las papas hirviendo y las comen con las manos cuando están todavía muy calientes. Al final, están tan hundidos en la miseria que ya no tienen carbón para calentar el agua ni agua que calentar ya que se les secó el pozo. Así que comen las papas crudas, sin cambiar de expresión ni hacer ningún comentario. Con Q siempre decimos en chiste, obviamente, que vivimos en la película de Béla Tarr porque nosotros también somos grandes consumidores de papas. Sin ir más lejos, hoy cenaremos cazuela de papas con cebolla, ajo y panceta. Aunque hay que reconocer que esta receta de Bocuse es un poco más sofisticada que la de Béla Tarr, pero por ahí anda. Pero también nos conformamos con papas con sal gruesa y buen aceite de oliva. O, por qué no, papas solas al vapor. Antes de ver The Turin Horse, nuestra adoración de las papas, me remitía a Corca Dorcha, el pueblo irlandés que Flann O’Brien describe en La boca pobre, un libro alucinante, él único que el autor escribió en gaélico. En Corca Dorcha, solo comían papas y convivían con los cerdos. Es un libro tremendo. Creo que es lo más delirante que leí en mi vida. Es cortito. Léanlo, por favor. No se van a arrepentir. Les juro que se van a divertir y que también se van a angustiar. Pero vale la pena. No quedarán indiferentes. Es realmente una experiencia inolvidable. A todas las personas que se los recomendé lo disfrutaron. No falla jamás.
Pero me fui del tema una vez más. Acá tenemos uno de los jarrones con flores con dos libros debajo. Me pregunto qué leería Van Gogh. Me dieron ganas de leer todos sus cartas, por ahí habla de eso. Pero hoy no tengo tiempo. Estoy como loca con las fotos. Miren la lista de objetos que tengo que fotografiar, del 15 al 29 de julio:
15- un guante / 16- un candado /17- una alcantarilla / 18- un vaso / 19- adentro por una ventana / 20- un patio / 21- un picaporte / 22- una palabra de un cartel / 23- un espejo / 24- una escalera / 25- un zapato / 26- unas llaves / 27- afuera por una ventana / 28- una canilla / 29- un buzón
Hoy de casualidad me topé con un guante aplastado en la calle y la foto quedó buenísima. Era un guante de los obreros de al lado, que estaba todo pisoteado e incorporado al asfalto de la calle. Hasta combinaban los colores. Era gris el guante y gris el asfalto. Parecía preparado para mí. Pero, ¿encontraré otro guante el día 15 de julio? Porque la idea de fotografiar mis guantes me resulta imposible. No les encuentro el alma. La busco y la busco y no la veo.
Como les dije, me estoy obsesionando con esto de las fotos. Hasta tenemos un blog privado para probar con las fotos antes del día de largada. Nunca hice un trabajo así. En general, yo me encuentro con las fotos, no salgo a buscarlas. Veo algo, me emociona y saco la foto. No sé hacerlo de otra manera. Hoy traté de conmoverme con unos zapatos de Q. Los llevé a la playa y nada. Me faltó solo tirarlos al mar. Probé de todo sin lograr nada que me convenza. Así que entre las fotos de objetos y las primeras páginas tengo el cerebro partido. De seguir así, voy a terminar viendo cangrejos con caritas, como en la pintura de Van Gogh que está justo acá arriba. Mejor me calmo y me voy a tomar un té. No, un té no porque tiene mucha teína y estoy muy excitada.
Mejor un rooibos, que es muy sano y no tiene ningún excitante. ¿No les gusta el juego de té que me regaló mi amigo Van Gogh?
julio 7, 2011 a las 11:52 pm
Que lindo que veas a Van Gogh y quieras leer sus cartas para saar las fotos!
Yo tampoco se nada de pintura, pero como me enteré que una de las obras de Artaud que se tratan en Artaud de Pescado Rabioso es la que habla de Van Gogh me puse a leer sus cartartas, que son muy tristes, y me llamó mucho la atención como hablaba de los azules, de los cipreses y de borrar las sombras. Capaz te sirve escuchar ese disco mientraslees las cartas a Theo! Describen muchos objetos, sus fomas, las obras, capaz alguna te inspira a captar la escencia de una cerradura, o un zapato.
julio 8, 2011 a las 2:41 pm
Flavia. Está buenísimo tu proyecto loco y esta nota también, y las ilustraciones bellísimas. Pero me quedé clavada en la galería Van Gogh, no puedo salir de ella (el tiempo que me queda libre, je). No he visto una sola pintura, leo y leo sus cartas… tremendamente conmovedoras. Qué gran trabajo han hecho con esa página. Gracias por el enlace.
¿Cuándo veremos la foto del guante de obrero aplastado?
Tampoco conocía las pinturas de libros de VG. Supongo que veremos los resultados del proyecto loco aquí ¿eh? Muy prometedor. Mmm… en alcantarillas tu amigo Daniel juega con ventajas, no vale.
julio 8, 2011 a las 2:43 pm
¿vos conocés a alguien que no esté a su manera un poco loco?
julio 8, 2011 a las 2:44 pm
¡Ah! Buen proyecto y muy buenas fotos.
julio 8, 2011 a las 4:33 pm
Lilia, acá podés ver el guante pisoteado en la calle.
Me alegro que te haya gustado la galería de Van Gogh. Yo sigo alucinada. Ayer, me bajé un PDF con todas las cartas. Todavía no las pude leer.
Las bajé de esta página. Acá encontré libros buenísimos.
http://www.scribd.com/doc/505410/Vicent-Van-Gogh-Ultimas-cartas-desde-la-locura
F
julio 8, 2011 a las 5:38 pm
es una lista poética
15- un guante / 16- un candado /17- una alcantarilla / 18- un vaso / 19- adentro por una ventana / 20- un patio / 21- un picaporte / 22- una palabra de un cartel / 23- un espejo / 24- una escalera / 25- un zapato / 26- unas llaves / 27- afuera por una ventana / 28- una canilla / 29- un buzón
julio 8, 2011 a las 10:46 pm
Es verdad, parece un poema esa lista, diizza, ¡o un cuento!
Flavia, sos una cantera de hallazgos. El guante es muy lindo, parece un animalejo reptando.
Ahora la página que ponés parece fantástica (voy a tener problemas en el orden doméstico). Me fascina ver cómo a cada paso habla de los colores de lo que ve… ¡cómo los veía!
He mirado sobre todo las cartas de Arles. Cosas como ésta: Oh, my dear Theo, if you saw the olives just now…. The leaves, old silver and silver turning to green against the blue. And the orange-coloured ploughed earth. It is something quite different from your idea of it in the North, the tender beauty, the distinction! (no veo pinturas de olivos entre las de Arles, sí hay varias de Saint-Rémy y así como lo dice, una y otra vez)
También es sorprendente la relación de los hermanos, ya se sabe, pero impresiona ese gran afecto sin fisuras. Quiero creer que después de todo gozó mucho.
julio 8, 2011 a las 10:58 pm
No me contengo (gracias a los hados mi socio mira Perú-México). Esto es de la página que dejaste hoy: ¡Pero si el domingo hubieras estado con nosotros!… Hemos visto una viña roja, toda roja como el vino rojo. En la lejanía se volvía amarilla y después un cielo verde con un sol, terrenos, después de la lluvia, violetas y centelleantes de amarillo por aquí y por allá, donde se reflejaba el sol poniente. ¿Cielo verde? :)
julio 9, 2011 a las 9:04 am
Lilia, ayer interrumpí la lectura de Mi querido enemigo porque me tenté con las cartas de Van Gogh. Son buenísimas. A mí también me mata de pena.
Además, en una hablaba de lo que estaba leyendo.
«Prefiero mucho más a Guy de Maupassant que a Richepin [Césarine de Richepin], porque es más consolador. Actualmente acabo de leer Eugenia Grandet de Balzac, la historia de un aldeano avaro.»
Y mirá esto. Me mató de pena:
«Yo siento, hasta el extremo de quedar moralmente aplastado y físicamente aniquilado, la necesidad de producir; precisamente porque en resumen no tengo otro medio de llegar a compensar nuestros gastos.
Y no puedo hacer nada, ante el hecho de que mis cuadros no se vendan.
Llegará un día sin embargo, en que se verá que esto vale más que el precio que nos cuestan el color y mi vida, en verdad muy pobre.
No tengo más deseo ni más preocupación en cuestión de dinero o de finanzas, que suprimir deudas.»
Más tarde sigo leyendo. Ahora me tengo que ir.
Saludos,
F
julio 9, 2011 a las 9:18 am
Es verdad que este post compite en delicadeza con el mismo van Gogh. hice la prueba imaginar su lectura dentro de 100 años..y pasó el veredicto !!
julio 9, 2011 a las 12:28 pm
Gracias, por las cartas y por el post.
Pregunto: ¿que es un rooibos?
julio 9, 2011 a las 4:10 pm
El rooibos es una infusión, también llamada té africano. Es de color rojo y no tiene cafeína ni ningún excitante. La novedad es que además de ser muy sanito (mirá sus virtudes en el link), como está de moda, hay decenas de blends deliciosos.
http://www.enplenitud.com/las-increibles-propiedades-del-te-rooibos.html
Parto rauda con mi amiga Gabi a comprarme esas maravillas porque mis tecitos los tengo en San Clemente.
Saludos desde Buenos Aires,
F
octubre 6, 2012 a las 8:33 am
Disculpa mi molestia, pero me podrias decir el nombre del segundo cuadro (el de los libros en marco circular) Te lo agradeceria mucho ya que es un trabajo para la escuela y es para el martes 5/10.
Desde ya muchas gracias y disculpas