Venecia: spritz y barbarie (2)

De los Narcisos en sus hoteles

por Francisco Ferreira

Sofia Coppola presentó en Venecia Somewhere. No pasa nada en Somewhere, una película sobre la miseria. Es la historia de un actor de cine en Hollywood que no hace nada. El actor se llama Johnny Marco (Stephen Dorff). Hace películas de acción muy boludas. Es un Steve McQueen de tercera categoría y es verano en Los Angeles. Tiene una hija de once años, Cleo (Elle Fanning). Está separado de la madre de la niña. Tiene el brazo enyesado. Pasa la vida en hoteles. Recibe visitas de bailarinas de lap dance en los cuartos de esos hoteles. Ah, y tiene una Ferrari negra. Y las mujeres que quiere. Después se va a Milán con su hija. Y poco más. Somewhere está llena de dólares por todos los lados y es una película hecha con tres pesos. Es una película sobre la miseria, insisto. Y es la mejor de la niña Coppola, aunque eso no quiere decir mucho.

Me interesa esta Somewhere y la figura de Sofia, hija del padre Coppola, que no ha hecho otra cosa en su vida además de dirigir películas sobre la locura. A Sofia, que no sabe hacer más que películas sobre sí misma, no le salió nada mal. La chica conoce bien la vida de los hoteles. Y conoce las Ferrari. Sabe de lo que habla y habla poco. Nunca habló tan poco como en Somewhere. De lo que no sabe, prefiere callar. Sofia sabe también lo que es una relación padre-hija. No quiero decir que el padre y la hija de Somewhere sean Francis y Sofia. Ella es más inteligente que eso. Su padre no le perdonaría el naturalismo. Además, Johnny Marco es solo un pobre inútil y Cleo una “virgen suicida”: rubia y perfecta, con una belleza inmaculada que Sofia no tiene. Pero toda la película nos invita a pensar en una metamorfosis melodramática.

Sofia tiene el drama, que es el ocio, y el melo, las canciones pop que escucha cuando escribe sus guiones y después coloca sutilmente en sus películas. Tiene el melodrama en potencia y sabe cómo deshidratarlo hasta el límite. Sabe también cómo presentarlo, así, como un producto acabado para los grandes festivales. Para el resto basta con su charme insolente. Es todo cuestión de charme y de insolencia en Sofia y en Somewhere. Y una never ending story para la directora: una vez más, en una película más, lo que tenemos ante nuestros ojos son personajes en transición y la representación de un mundo que no está basado en cosas reales. No es el mundo real porque ese mundo a Sofia poco le interesa como artista. Lo que le interesa como artista es un mundo de contemplación. Mejor: la creación de un mundo que pide ser contemplado, que solo existe cuando es contemplado. Y Sofia sabe que va a lograr su objetivo, porque ese mundo de ficción es el mismo mundo que hace soñar a los festivales de cine, a los productores de cine, a los periodistas de cine y al 99% de la clase media. Sofia filma ese mundo de sueño “de adentro hacia afuera” con conocimiento de causa y una ironía muy fina, que recorre una cena de Johnny Marco en un programa “people” de un canal italiano o una secuencia de juego en Las Vegas. Después, a Sofia le gusta escupir en el plato en el que le dan de comer. Lo hace con estilo y decoro: es bonito ver a la niña Coppola escupir. A ese mundo llama Sofia cine, ese es su espejo. No refleja nada original pero a nadie imita más que a su propia imagen.

Hay un plano francamente muy bueno en Somewhere. Hay más de uno, pero este me encanta. Dorff descansa tranquilo en la pequeña piscina privada de un cuarto de hotel de lujo de Milán. Ante sus ojos, Cleo nada en la piscina de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, sin cesar, furiosamente, hasta que se queda sin aliento. Nunca Sofia se expuso tanto como en ese plano. Digo incluso que nunca  fue tan violenta. Volvemos a la metamorfosis autobiográfica. Al padre que mira cómo nada su hija. Esta lo hace con sus propios brazos y piernas, pero eternamente cercada por las paredes de la piscina y eso, sin bromas, es conmovedor. Pero el tiempo pasa y el tiempo de un festival es corto. Y con cada hora que pasa Somewhere se eclipsa un poco más de la memoria, lentamente, fotograma por fotograma. Me da pena, esta vez. Parece que el narcótico tuvo de nuevo un efecto ligero y se fue, lost in translation.

Salgo de Somewhere y entro en Guest. Asignatura: José Luis Guerín. No puedo creer lo que veo. A la salida hablo con críticos de cine: es la náusea. Leo después la prensa: el delirio. No hay perro ni gato que no se postre ante la nueva película del catalán de aire inteligente y obra hecha en el terreno de los documentales. A todos les encanta su boina. A Guérin también le gustan los hoteles. No son los hoteles de lujo como el Chateau Marmont de la película de Coppola, sino los hoteles pagados por los festivales de cine que invitaran En la ciudad de Sylvia y a su director entre septiembre de 2007 y septiembre de 2008. Empieza todo en Venecia 2007, en una habitación del hotel Excelsior. Guerín no deja su cámara DV. Habla con las actrices de la película. Esas se hacen la toilette. El colecciona pequeñas viñetas de improviso. Tiene la misma mirada de curioso impertinente que mostraba sobre la aldea irlandesa de Inisfree o sobre el barrio proletario de En Construcción. Después de Venecia, siguen otros destinos. Paris y Bogotá. Princeton y Santiago. São Paulo y Macao. La Habana y Manila, Quito y Lima… A todos los lugares va Guerín con su pequeña cámara. Pasó tambien por el Bafici en ese año 2008, pero en Guest no se ve nada del suelo argentino porque fue el año del humo y no se veía nada. Y todavía me acuerdo de la historia de un alma caritativa que, quizás por piedad, le robó la cámara a un cierto invitado del festival por las calles de Buenos Aires.

Cuando llega a sus destinos internacionales, Guerín agarra la cámara y parte a la aventura. Es un tipo muy entrometido. Filma al crítico Michel Ciment en una emisión de radio sobre su propia película repitiendo clichés sobre las fronteras entre documental y ficción Habla con Mekas, que dice tonterías en Nueva York y, más tarde en la película, con Chantal Akerman, que hace lo mismo. En São Paulo, se aproxima a un grupo de personas que rezan a Jesús. En La Habana acompaña a un viejo, visiblemente debilitado y sin familia, y le pregunta cuál es el futuro de Cuba. No se hace eso, es una cuestión ontológica. Encontrará la respuesta después en la casa de unas personas que critican al régimen de Fidel. Lo que filma Guerín son los enfermos, los fanáticos, los borrachos, los sin abrigo, siempre contracampos fáciles que no se le resisten pero sugieren la hipótesis de una película futura que Guerín nunca hará. Ese gesto es terriblemente deshonesto. Mucho más deshonesto y feo que la mirada de vampiro baboso sobre las chicas en las calles de Estrasburgo. Todos los días, Guerín saldrá munido de su cámara. El calendario está bien inventariado: el autor da pruebas de que pasó a la acción. Todo le interesa y nada le interesa. Con todos habla, a todos abandona. Ese es su método. ¿Cómo comienza Guerín las mañanas? Haciendo su pequeña caca cinematográfica del día. Todos los días hay una caca nueva para hacer, Guerín.

Pero ese cine de caca, ese cine de convidado voyeur que no toca nada ni a nadie, ese cine que nada tiene en las manos, le ha procurado a su director una reputación de maestro. Ahí está él de nuevo, de regreso a casa, a la Venecia donde empezó Guest. Los festivales lo admiran, los críticos lo respetan. Se aproxima un nuevo periplo de viajes en el que Guerín podría incluso hacer el Guest de su Guest, un Guest 2 que repetiría ad nauseam sus tranquilas miradas de condescendencia. Estamos ante un cine de pura retórica. Quizás un día Guerín tenga que responder por lo que realmente es: el cineasta de habla hispana más sobrevalorado de los últimos años.

14 respuestas to “Venecia: spritz y barbarie (2)”

  1. lalectoraprovisoria Says:

    Francisco, no sé si tenés razón porque no vi las películas, pero estas crónicas son extraordinarias.

    Besos desde San Clemente,

    F

  2. boudu Says:

    La primera cronica estuvo buena, pero esta…Vampiro baboso? que pacateria…y no sabia que la curiosidad era tan mala…Mejor no mirar ni preguntar que el sr. ferreira nos lo cuenta todo.

  3. Conchita Says:

    Grata sorpresa leer a Pancho, todo un filosofo. Aunque tambien le hallo algo guerinezco. Extraña y desdeñosa 1º persona, tentando sonar distante? A saber…

  4. rodrigo Says:

    es genial la apreciación sobre guerín, ya coincido sin haberla visto, puedo imaginármela con sólo leer esta crónica. nunca entendí que le veían a en la ciudad de sylvia, una estupidez tan grande como que un hispano parlante le ponga i griega a silvia.

  5. boudu Says:

    rodrigo,

    que tiene de genial la apreciacion sobre Guerin? Lo esta acusando de ser curioso, como si fuese un defecto.

    En la ciudad de Sylvia no es de mis favoritas, pero tiene el mejor retrato de Estrasburgo (una ciudad bellisima) en la historia del cine y la actuacion de Pilar Lopez de Alaya esta entre las mejores de la decada.

  6. Galois Says:

    La apreciación de Ferreira sobre Guerín incluye a Innisfree y En Construcción, dos obras maestras.
    Así que si la conclusión del cronista (que me imagino que las vio), es la desdeñosa frase «es el cineasta de habla hispana más sobrevalorado de los últimos años» creo que voy a tomar distancia, respirar hondo y salir corriendo al video más cercano para conseguir En la ciudad de Sylvia y Unas fotos en la…

    P.S.: con suerte y viento a favor a Guest la veré en el cine, aprovechando la enorme sobrevaloración de la que goza su director.

  7. rodrigo Says:

    boudu, creo que no, creo que no lo «acusa» de curioso, lo que dice es que hace un cine en donde habla con todos y a todos abandona, que todo le interesa y a la vez nada, que no toca nada ni a nadie, y estoy usando sus propias palabras, y algo de todo eso puedo imaginarme de una película que se basa en los viajes que el tipo hace por festivales, como un turista sensible que contempla el mundo incomprensible. puedo imaginarme la pulcritud horrible de en la ciudad de sYlvia, tan aclamada por los programadores, y lo que no puedo es coincidir con vos en cuanto a la mejor actuación de la década, por varias razones, la principal es que se trata de una película que muestra a la mujer como una autómata con rasgos de modelo de revista dominicial, suficiente como para que me resulte imposible cuando no banal, apreciar la actuación de nadie.

  8. Leandro Says:

    No se preocupen muchachos, no hagan hígado… Total, siempre se necesita al que nos haga reír… Ferreira lo logra con el cine-caca de Guerín, un director que no es santo de mi devoción pero que sí tiene algunas cosas interesantes… Porque en este mundo de deshonestidades, esas que al cronista le gusta descubrir en todos menos en él, ser crítico de cine también es ser un poco rajón desde la facilidad, y felicidad. Qué alucinante. Jajaja…

  9. boudu Says:

    «habla con todos y a todos abandona …»

    que se supone que tiene que hacer despues de hablar ? casarse con elllos ?

    «la mujer como una autómata con rasgos de modelo de revista dominical» , «pulcritud horrible»

    No todas las peliculas tienen que tener critica social. En la ciudad de Sylvia es sobre el ocio de un joven en una ciudad de Europa.

    Lopez de Ayala realmente se luce. Su performance tiene cierto parecido y similar efecto a la de Orson Welles en «El 3er hombre», por tiempo en pantalla y modo de actuar.

    Ferreira repite continuamente que Guerin es un curioso, con connotacion negativa. Creo q acierta en la definicion, no en la connotacion.

    ‘En Construccion’ acierta con el tema elegido como pocas peliculas.

  10. rodrigo Says:

    bueno de algún modo sí, o casarse o divorciarse, pero algo debería hacer un cineasta, no?
    y no entiendo lo de la crítica social, qué tiene que ver? pensé que hablábamos de cine. cómo es la disyuntiva, guerín o crítica social? en el medio hay un universo entero.
    y en cuanto a lo del tercer hombre, te juro que no sé qué contestar,
    a qué te referís exactamente con lo de cierto parecido entre sYlvia y harry lime?

  11. boudu Says:

    «bueno de algún modo sí, o casarse o divorciarse, pero algo debería hacer un cineasta, no?»

    a mi con que mire con curiosidad me basta, con todo lo que eso implica. Con curiosidad se llega a mucho, ‘En construccion’ sugiere un analisis de la industria de la construccion y sus implicancias sociales solo a partir de la curiosidad.

    Lo de la critica social es algo que crei, evidentemente en forma erronea, advertir en esas 2 frases tuyas. No me es facil entender la conexion entre las mismas. Si podes extenderte en esos puntos te lo agradeceria.

    Parecidos:

    – mismo tiempo aproximado en pantalla
    – personajes importantes de la pelicula que solo aparecian como sombras antes de su ‘escena’
    – los dos personajes tienen una escena intensa que marca la pelicula

  12. rodrigo Says:

    chewbacca y peter lorre también aparecen el mismo tiempo aproximado en star wars y en casablanca, ¿y?
    argentino vargas y max von sydow tienen ambos escenas intensas que marcan respectivamente los muertos y detrás de un vidrio oscuro. ozu filma trenes al igual que edwin porter y así podríamos inventar un juego infinito de similitudes caprichosas que atraviese toda la historia del cine.
    en cuanto a la ciudad de sYlvia puedo decirte que lo que no me gusta es
    todo ese dispositivo artificioso que emplaza para contar la contemplación y el azar, se le nota el cálculo y la puesta en escena y no asume jamás que ese artificio va precisamente en contra de la contemplación y del azar. en lugar de ser espontáneo guerín decide fabricar la espontaneidad y como además no evidencia siquiera ese procedimiento, la película termina siendo una falacia.
    lo de la pulcritud y la modelo de revista dominical refiere a eso. el dibujante por otra parte parece sacado de una publicidad de parisiennes de los 80.

  13. Minerva Says:

    En la actualidad, los cineastas más sobrevalorados de habla hispana son, sin duda, Albert Serra y Lisandro Alonso: Igual de engolados por sus falsos logros que Guerín y aún más gandules en lo formal que éste. A favor tienen que -sobre todo Serra- que se rien de todos los que los adulan.

  14. boudu Says:

    rodrigo,

    Chewbacca tenia mejores dialogos. :)

    no conozco Estrasburgo, una ciudad en la que sus habitantes se creen que viven en la capital de Francia, pero por lo que oi es muy muy probable que las mujeres parezcan salidas de una revista dominical y la pulcritud sea tal cual se ve en la pelicula. No solo esta ‘Sylvia’ en el titulo sino tambien ‘ciudad’. Esa zona de Estrasburgo contrasta con el bodoque que construyeron en ‘En Construccion’.

    El cine siempre es fabricacion, pero te acepto que la primer parte de la peli es un poco floja, el dibujante medio boludo ingenuo podria haber estado mejor. Pero Lopez de Ayala es intocable.

    en cuanto a las comparaciones, tienen ese problema, se comparan cosas similares, no iguales, no se cuando deja de ser caprichosa una comparacion. En las 2 peliculas el personaje actua como canalizador del desenlace.

    Muchas veces nuestra reaccion frente a una peli es negativa, me paso a mi muchas veces con pelis que para otros eran ‘obras maestras’. No creo que ‘En la ciudad de Sylvia’ sea una obra maestra, pero disfrute viendola.

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