por Flavia de la Fuente
Ni bien se empiezan a ir los turistas, los carritos vuelven a las playas. Es un paisaje que permanece idéntico desde hace décadas, quizás desde que se fundó San Clemente. El mar, la arena, los carros tirados por caballos y los hombres que juntan arena para la construcción.
Ya no queda ningún turista. En la playa otoñal estamos los carritos y yo. Los días nublados la playa es en blanco y negro. El otoño y el invierno son los momentos más bellos del año. Debe ser por la luz. Los rayos del sol, siempre inclinados, hacen que el mar se vea más imponente, de color gris o plateado. Y todo luce realzado y, a la vez, más suave. La vida a contraluz.
Siempre me pregunto si los hombres de los carritos me conocen. Yo los veo todos los días pero no podría reconocer a ninguno. Son hombres secos, con aire de gaucho. Apenas dicen “Buenos días” y, pese a que hacen un ejercicio muy duro, siempre están muy abrigados y llevan una boina. Juntan arena durante un buen rato hasta que se agotan. Después reposan durante unos minutos y luego vuelven a comenzar hasta que llenan el carro. Yo les tengo aprecio y cuento con ellos. Cuando tengo miedo de caminar por la playa desierta y veo a lo lejos algún carrito me animo a seguir avanzando. Si algo me pasa, seguro que me van a socorrer.
mayo 20, 2010 a las 9:35 pm
A principios de abril, nos dimos una vuelta por la provincia de Buenos Aires de unos 2500 km. La última noche del recorrido la pasamos en San Clemente. A la mañana, mi marido y yo nos levantamos justo antes de que saliera el sol y nos fuimos a caminar por la playa. Estuvimos caminando como 3 horas, disfrutando del aire del mar que nos hace tanta falta por acá. En el camino encontramos dos de esos carritos. Bastante impresionante y raro lo que hacen porque dicen que la arena de playa no sirve mucho para la construcción. Una de las parejas tenía una distribución del trabajo bastante poco equitativa. Uno manejaba el carro y después se quedaba mirando mientras el otro juntaba arena con la pala.
Muy lindo San Clemente. La noche antes del paseo salimos a cenar y yo pedí uno de los pescados más ricos que comí en mi vida, aunque me olvidé de decirle al mozo que a mí el pescado me gusta apenas hecho y se les secó un poco. Se llamaba lisa o liso o algo así y no lo había probado nunca. Aprovéchenlo porque es una delicia.
Lindísimas las fotos.
mayo 20, 2010 a las 11:21 pm
Si es para construccion, sacar la arena de las playas es ilegal
mayo 20, 2010 a las 11:42 pm
Usar arena de la playa provocó varios accidentes, el del balcón que se cayó en Pinamar por ejemplo.
mayo 21, 2010 a las 12:10 am
Ana C. alguien tiene que mandar, que organizar :)
Boudu, estoy de acuerdo, pero supongo que en tanto sea artesanal los dejan sacar. No podés entrar con topadoras, palas mecánicas y camiones bulldozers, pero supongo que un carrito a caballo y un hombre a pala no afecta tanto la ecología (porque como vimos antes el que maneja el carro no palea, es el jefe, el capitalista, el dueño del carro).
mayo 21, 2010 a las 12:34 am
Y no es ilegal usar caballos de tiro en San Clemente? Si no lo es, debería serlo urgentemente para quitarles los caballos a los abusadores.
mayo 21, 2010 a las 12:40 am
Bueno, no todo el que usa un caballo es un abusador. Finalmente, el caballo es parte de la historia del hombre y siempre lo ha acompañado sea como animal de tiro, de carga o de monta.
mayo 21, 2010 a las 1:13 am
La mayoría de los que los usan para trabajar en zonas urbanas y periurbanas sí los maltratan porque no les brindan los cuidados necesarios para su bienestar e incluso los golpean.
http://www.eco2site.com/news/marzo/caballos.asp
http://www.adda.org.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=25&Itemid=43&lang=es
mayo 21, 2010 a las 6:42 am
Precioso, Fla!
mayo 21, 2010 a las 9:56 am
Bien Laurita, coincido en todo con vos. Es muy lindo el paisaje y todo pero allí se ve a un caballo que dentro de un ratro deberá cargar un peso imposible. El sufrimiento de los animales no es un buen espectáculo. No da ni para una foto.
mayo 21, 2010 a las 11:07 am
OK, entonces por la minoría que no maltrata los caballos y los tiene como su capital para tener una fuente de trabajo, respetemos el derecho del hombre de usufructuar la naturaleza en forma responsable.
mayo 21, 2010 a las 11:09 am
Laurita, Julito y otros trollcitos. La mala leche de las pirañas de este blog está alcanzando niveles insospechados.
Q
mayo 21, 2010 a las 11:56 am
Qué sería del gaucho sin el caballo. El gaucho quiere al caballo pero primero lo amansa, lo doma, y no siempre se es amable con el cuadrúpedo en la faena; hasta que se enchamiga y solo son separados por la muerte. Y tiene razón don Janfiloso, los hay de distinto tipo y acompañan al hombre de distinta forma.
mayo 21, 2010 a las 12:44 pm
Que linda es «Spirit» de Dreamworks! Buen western que me gusta tanto a mí y tan poco a mis hijos…
mayo 21, 2010 a las 12:57 pm
Tenía un moro de número
sobresaliente el matucho,
con él gané en Ayacucho
más plata que agua bendita;
siempre un gaucho necesita
un pingo pa fiarle un pucho.
Para Payador y todos los gauchos y criollitas rioplatenses. Huuuiijaaa!
mayo 21, 2010 a las 1:58 pm
Grande Yupi!
No quisiera dar la lata
ni hacer roncha de sabio
pero algo e los cuatro pata
de cabalgar hay resabio.
Supe hacerme nuchas leguas
por los campos del país
siempre montao en guena yegua
alimentada a maíz.
Supe andar de doma en doma
recorriendo la tropilla
pero le cuento y no es broma
he brincao en pelo, basto y silla.
No quiero de esto hacer ganancia
ni pasar por arrogante
no hay pior mal que la inorancia
ni hay cristiano que aguante
eso de hablar sin saber
del hombre y del guen caballo
solo pa hacerse bien ver,
no sigo, mejor me callo.
Huiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiijaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
mayo 21, 2010 a las 2:19 pm
¡grande payador!
me hace acordar a rimoldi fraga !!!!!!!!!!!!!!!!
mayo 21, 2010 a las 2:22 pm
Grande Payador! Habría que escribir un post sobre esto. Acordate el comienzo de la pelea de Fierro con el indio, los dos están quietos, estudiándose. Entonces:
Viendo que él no se movía,
Me fui medio de soslayo
Como a agarrarle el caballo
A ver si se me venía…
Efectivamente el indio se vuelve loco y ataca. Pelean, Fierro lo mata, le da su caballo a la cautiva y monta el del indio:
Yo me le senté al del pampa;
era un oscuro tapao,
cuando me hallo bien montao
de mis casillas me salgo;
y era un pingo como galgo,
que sabía correr boliao.
Toda esa parte que sigue Hernández habla del caballo con extraordinaria precisión y con mucho cariño.
mayo 21, 2010 a las 2:27 pm
VIVA LA PATRIA CARAJO!
mayo 21, 2010 a las 4:25 pm
a mi me hizo pensar en rivero cantando «vamos, vamos zaino viejo» o en el tata cedron cantando mano blanca
mayo 21, 2010 a las 4:57 pm
El Martín Fierro es genial! Pero hay mucha y buena poesía gauchesca. Hay un trabajo muy interesante sobre poesía gauchesca que creo es de Lamborghini.
Se mes escapan estas letras:
Cae la tarde y ya me voy
como contento pal rancho
juyendo e tanto carancho
es demasiao por hoy.
Pero antes de la partida
es gueno el agradecer
que le alegren a uno la vida
como aquí saben hacer.
Y ahora les mando uno de un grande, Atahualpa, y dice:
Yo nunca tuve tropilla,
siempre en montao en ajeno.
Tuve un zaino que, de bueno,
ni pisaba la gramilla.
Vivo una vida sencilla,
como es la del pobre pión:
madrugón tras madrugón,
con lluvia, escarcha o pampero,
a veces, me duelen fiero,
los hígados y el riñón.
Soy peón de La Estancia Vieja,
Partido de Magdalena,
y aunque no valga la pena,
anoten, que no son quejas:
un portón lleno de rejas,
y allá, en el fondo, un chalé.
Lo recibirá un valet,
que anda siempre disfrazao,
más no se asuste, cuñao,
y por mí pregúntele.
Ni se le ocurra decir
que viene pa´ visitarme:
diga que viene a cobrarme,
y lo han de dejar pasar.
Allá le van a indicar,
que siga los ucalitos.
Al final, está un ranchito,
que han levantao estas manos.
Esa es su casa, paisano,
¡ ahí puede pegar el grito ¡.
Allá le voy a mostrar,
mi mancarrón, mis dos perros,
unas espuelas de fierro,
y un montón de cosas más.
Si es entendido, verá:
un poncho de fina trama,
y el retrato de mi Mama,
que es ande rezo pensando,
mientras lo voy adornando,
con florcitas de retama.
¿ Qué puede ofertarle un pión,
que no sean sus pobrezas…?.
A veces me entra tristeza,
y otras veces, rebelión.
En más de alguna ocasión,
quisiera hacerme perdiz,
para ver de ser feliz,
en algún pago lejano.
Pero a la verdad, paisano,
¡ me gusta el aire de aquí… ¡.
mayo 21, 2010 a las 6:35 pm
Lo encontré, al libro. Es un ensayo de Leónidas Lamborghini. «Risa y tragedia en los poetas gauchescos». Señala Lamborghini, del Martín Fierro, la importancia que adquiere el canto como elemento protagónico en el poema, en este caso como magia y recuerda estos versos, geniales:
Me siento en el plan de un bajo
A cantar un argumento
Como si soplara el viento
Hago tiritar los pastos;
con oros, copas y bastos
juega allí mi pensamiento.
O el canto como desafío, entonces invoca:
Con la guitarra en la mano
ni las moscas se me arriman,
naides me pone el pié encima,
y cuando el pecho se entona
hago gemir a la prima
y llorar a la bordona.
Es un ensayo pequeño pero sustancioso.
mayo 21, 2010 a las 8:35 pm
San Clemente da para todo, para lisas y pirañas. Hermosas fotos Flavia.
La gente debe vivir de algo cuando se van los turistas. Toda la costa está construida con arena de la playa (y casi toda salió de Sancle). Después de vender todos los hermosos médanos que teníamos, se les dio por perseguir a los carritos, en nombre de la ecología, pero cuando se llevaban la arena en camiones no decían nada. Besos
mayo 21, 2010 a las 9:32 pm
¿Y qué me decís de Ascasubi? Ahora que están con este tironeo político, vale recordar que Ascasubi destinó su plata a la construcción del teatro Colón, que al tiempo se incendió y lo dejó en la ruina. El Santos Vega de Ascasubi es una maravilla. Por ejemplo, la descripción que hace del malón, nítida, perfecta:
Atrás de esas madrigueras
que los salvajes espantan,
campo ajuera se levantan
como nubes, polvaredas
preñadas todas enteras
de pampas desmelenados,
que al trote largo apurados,
sobre sus potros tendidos,
cargan pegando alaridos,
y en media luna formados.
mayo 21, 2010 a las 11:48 pm
La mala leche es tuya, Q. Llamás «troll» a cualquiera que dice algo que a vos no te gusta como una forma de descalificación ad hominen porque no tenés nada que decir sobre el contenido de mi comment.
Allí donde vos ves paisajes bonitos yo veo un caballo en situación de riesgo para su bienestar. A vos no te interesa, a mí sí. Esa es la diferencia.
Lo repito: la mala leche (aparte de la indiferencia) es tuya.
mayo 22, 2010 a las 12:00 am
Laura … que paja me das.
mayo 22, 2010 a las 12:59 pm
No leí el Santos Vega de Ascasubi, está pendiente. El Santos Vega que sí leí, aprendiendo de memoria los versos en la primaria, fue el de Rafael Obligado, aquel que comenzaba:
Cuando la pampa se inclina
soyozando al occidente
corre una sombra doliente
sobre la pampa argentina.
Y cuano el sol ilumina
con luz brillante y serena
del ancho campo la escena
la melancólica sombra
huye besando la alfombra
con el afán de la pena.
Lamborghini lo cita a Bartolomé Hidalgo como el precursor de la poesía gauchesca, con su obra «Los diálogos patrióticos» utilizando la risa como estética propia y poder contracultural de la política imperante.
En fin, un mundo interesante y de interesantes personajes el de la poesía gauchesca.
mayo 22, 2010 a las 2:35 pm
Hola Flavia, hola Janfi, Galois, Q, gente de LLP . Sólo dejar saludos y cariños, extrañanzas debidas a un ya impostergable concentre en las algo más íntimas cositas, y tras un año pasado muy bien pasado entre las enseñanzas, polémicas y gustos dados en este siempre muy querido blog.
junio 6, 2011 a las 10:04 pm
Cuando tengas algo que te parezca útil publicar, lo podes hacer enviándome un mail. Soy Alejandro Lopez, edito http://www.elfaronoticias.com.ar y su versión gráfica mensual El Faro. Gracias, Saludos.