Los ultimos atracones
por Flavia y Quintín
Como habrán admitido los amables lectores, este intento de diario quedó poco menos que en eso, un intento. ¿Qué hicimos en estos días que nos restó tiempo para comunicarnos con ustedes? Pues, poco más que comer, caminar y comprar libros. No hubo cine ni museos ni salidas fuera de Madrid. Q, en especial, comió como si quisiera acumular calorías para el resto del año. La única justificación que ofrece para su glotonería es que Guillermo Moreno acaba de prohibir la importación de alimentos, y eso incluye todas las delicias que hemos probado en España, empezando con el jamón y el aceite de oliva, expresión que designa en la Argentina a un líquido amarillento cuyo sabor poco se parece a lo que aquí se denomina del mismo modo.
Así que en este mediodía lluvioso de domingo, mientras contemplamos la Plaza Mayor instalados una vez más en la Heladería Farggi, nuestro reducto WiFi (pronúnciese wifi) madrileño, esperamos las últimas horas que nos traerán la melancólica despedida de Lisandro pero también un cocido madrileño para el que hemos reservado mesa a las 15.30 y, tal vez, si el estómago lo permite, también un chocolate con churros.
Pero aprovechemos para relatar nuestras últimas tenidas gastronómicas. El viernes, Constantino Bértolo nos invitó a cenar en su casa, lo que significó la oportunidad de degustar la comida española doméstica. Peyrou también nos había invitado, pero su mujer Silvia (psicoanalista) estuvo muy atareada ese día y no pudo cocinar, así que al final nos llevaron al elegante restaurante de la esquina donde Q pudo degustar una espectacular lubina a la sal. Pero lo de Bértolo fue de verdad comida casera gallega, porque Bértolo es gallego y se aficionó a cocinar a partir de su época como cronista gastronómico, actividad que Q le envidia enormemente, aunque Constantino le advierte que uno de los peores destinos en la vida es acostumbrarse a comer bien todos los días. De todos modos, esa noche sí comimos muy bien, un menú de comida gallega del interior (sin mariscos). Así, degustamos jamón ibérico y chorizo de entrada y el clásico lacón con grelos como plato principal. El lacón es el jamón de los cuartos delanteros y los grelos son una verdura que recuerda un poco a la acelga. El platillo incluía también papa al natural (que por alguna razón tiene un gusto muy superior a la papa de las pampas) y chorizo. Pero la sorpresa de la noche fue un entremés que nos dejó enormemente sorprendidos: cáscaras de papa fritas con pimentón, seguramente el plato más delicioso que se pueda preparar por centavos. Se bebió una selección de riojas y somontanos, cognacs y whiskies a medida que las botellas se iban acabando para dejar paso a la siguiente.
A la comida asistimos F, Q y L, pero también estaban la reconocida escritora Belén Gopegui (mujer de Bértolo en la vida real), el famoso crítico literario Ignacio Echeverría y una tercera mujer, crítica de arte (famosa también, probablemente), pero cuyo nombre no retuvimos, quien nos explicó lo bien que se vivía en la Argentina y lo espléndida que es allí la vida cultural a partir de una visita que hizo al país durante una semana el año pasado. Fuera de este pasaje un poco ripioso, la conversación se hace entretenida, en particular cuando se tocan temas literarios. Q pregunta por el escritor Miguel Delibes, que murió hace un mes y cuyos libros notó que inundan las librerías madrileñas. Echeverría fue el encargado de editar las obras completas de Delibes —el escritor español con más libros vendidos— para lo cual leyó las 7.000 páginas que las componen. Q quedó muy impresionado por ese trabajo que a IE le llevó tres años y se propuso leer las obras completas de otro escritor (¿Pla, 14.000 páginas, Baroja, otro tanto tal vez; Aira, un poco menos?) pero con la plena seguridad de que nadie le pagará por eso. En realidad, duda de que sea una tarea menos interesante que ver todos los partidos del mundial, actividad a la que se siente cada vez más tentado a renunciar.
Entre los muchos desacuerdos que surgieron durante la charla, se destacó la unanimidad que los locales destinaron a elogiar a V. S. Naipaul, a quien Gopegui, Bértolo y Echeverría proclamaron “el mayor escritor contemporáneo, con varios cuerpos de ventaja sobre el siguiente” para sorpresa de los visitantes que siempre habían pasado frente a los libros de Naipaul sin siquiera hojearlos, acaso por prejuicios frente a un escritor que recibiera el Premio Nobel. Para desasnarnos, Bértolo nos obsequió con varios libros de Naipaul, pero también con unos cuantos volúmenes más de escritores nombrados durante la conversación y hasta de otros que no fueron nombrados. Al final, tras despedirnos hasta una próxima oportunidad en alguna parte, cargados de las clásicas bolsas del Corte Inglés, nos volvimos caminando desde Argüelles hasta la Plaza Mayor.
Nos costó recuperarnos de la gallegada, pero el sábado a la noche estábamos listos para otra incursión gastronómica, acaso la más sofisticada de nuestra estadía. Liso nos llevó a Algarabía, un pequeño restaurante de comida riojana de la calle Unión 8, atendido por dos hermanas, Isabel y Pilar Muro, que se reparten las tareas de cocinar y servir la mesa mientras van degustando una copa de Rioja estratégicamente colocada entre la cocina y el comedor en el que hay solo unas pocas mesas.
Como no había muchos comensales debido a los decisivos partidos del Barça y el Madrid y a Isabel le encanta conversar, nos contó la historia del restaurante. Resulta que Pilar quería ir a estudiar cocina a Lausanne, pero su padre se lo prohibió rotundamente, por lo cual terminó recibiéndose de algún asunto ligado a los negocios, en los que era muy infeliz como ejecutiva de grandes empresas. Pero Isabel había ganado mucho dinero en el rubro de las artesanías de bronce y le propuso a su hermana financiarle la carrera de Chef, esta vez en Madrid. Las hermanas rugen de furia cuando recuerdan que al recibirse, por ser mujer, Pilar no conseguía trabajo y hasta le negaban la posibilidad de hacer prácticas voluntarias. Pero finalmente, pusieron el restaurante, donde demuestran que saben lo que hacen. Algarabía es algo así como una versión más íntima de Tomo I, donde se destacan la calidad de los ingredientes y la relativa sencillez y exactitud de las preparaciones. Aquí les dejamos el menú que Isabel eligió para nosotros:
Paté de la casa con tostadas calientes.
Ensalada de puerros y confitura de pato con pamplinas (una hojitas verdes muy silvestres).
Revuelto de perretxicos (unas setas muy particulares del norte de España, que se hacen traer especialmente cada semana).
Salteado de mollejas, puerro y habitas.
Calamarcitos en su tinta con fideos de arroz. Lo del arroz merece un comentario aparte, que define la obsesión de la cocinera. Los calamares suelen servirse con arroz, pero Pilar considera que el arroz —contra quienes creen que agregarle queso es hacer un risotto— es un asunto endiablado, que puede fallar. Lo suele cocinar en su casa, pero como no tiene el 100% de seguridad de que va a salir como ella quiere, se jacta de nunca haber vendido un plato de arroz cocinado por ella. Por eso lo sustituye en este caso con unos tenues fideos de inspiración asiática ya que, además, las hermanas Muro se conocen todas las gastronomías del mundo, tanto por sus versiones locales como a través de sus viajes anuales.
Chumarro con cebolla confitada (solomillo de cerdo chamuscado por fuera y muy jugoso por dentro). Tal vez el plato más famoso del local.
Queso Idiazabal con mermelada de pimientos de piquillo.
Postres. Copa de manzana con espuma de toffee. Láminas de chocolate con frambuesa.
Vino Rioja especial de la casa.
Copitas de aguardiente de orujo. Aquí nos explicaron que lo que Q tomó en toda la semana y que tan poco le gustó fue el orujo de hierbas, un licor que no debe confundirse con el aguardiente. Isabel declaró que detesta los restaurantes donde a uno lo convidan con un trago al final, ese lamentable lemoncello argentino o el igualmente penoso chupito español. Incluso, se dedicó a protestar contra la vulgaridad de la palabra “chupito”. Así y todo, nos convidaron la segunda copa.
Agua y café.
Cada uno de los platos era excepcional y, aunque en esta semana Q demostró que está para comer cualquier cosa, los lectores madrileños de LLP no deben dejar de conocer Algarabía.
En este momento, mientras F y L emprenden su último paseo, Q termina estas líneas con nostalgia anticipada mientras espera la vuelta de Flavia para que publique las fotos de esta última entrega de nuestro irregular diario madrileño.
mayo 9, 2010 a las 7:43 pm
El de la primera foto -supongo, Echevarría- es igual al Mono de Kapanga.
mayo 10, 2010 a las 3:53 pm
No se olviden del Uvasal (mamita, lo que comen!)
mayo 10, 2010 a las 7:27 pm
Todavía no entiendo cómo hicieron con los 150 libros. O cómo salieron tan airosos del tour gastronómico que les organizó Liso. O cómo uno de vuestros lectores dice que Lisus se parece a Keanu Reaves. Un placer conocerlos por fin, y hasta la próxima.
mayo 10, 2010 a las 7:28 pm
PD: Y quiero el crédito por Algarabía. Fue un descubrimiento mío que compartí con Liso.
mayo 10, 2010 a las 8:35 pm
Sí, se parece a Keanu Reeves… en pedo.
mayo 10, 2010 a las 10:48 pm
LOL con Hernán
mayo 12, 2010 a las 9:23 pm
Che, todo muy lindo pero por qué no hablan del plan de ajuste que acaban de sancionar en el parlamento de la madre patria? Del 20% de desocupados que hay en España, que con su desocupación y desprotección pagan la deuda mientras contraen más deuda? Están salvando a los bancos y haciendo pagar la burbuja que del privilegio de un par, a los asalariados, pensionados y trabajadores: personas, pueblo. Hola. Soy K, eh!
mayo 12, 2010 a las 9:44 pm
Sí, puede ser, pero aún así sigo sin entender por qué seguramente 9 de cada 10 argentinos pagarían lo que no tienen por vivir en españa y pagar un poco de la burbuja española en lugar de fumarse el pedo argentino.
mayo 12, 2010 a las 9:44 pm
Sí, Troll K, seguí creyendo en el paraíso kirchnerista y que en España viven muy mal y van a vivir peor, mientras que acá en San Justo están las huríes del Corán a disposición de los trabajadores. Además el artículo lo escribimos antes que saliera el plan de ajuste. Je.Q
mayo 13, 2010 a las 12:11 pm
Dos o tres comentarios, muy diferentes entre si (me refiero al tema)
1- Ignacio Echeverria, el de Bolaños, el que edita, corrige, prologa o lo que sea… el amigo de Bolaños? Debe ser un placer charlar con el tipo…sana envidia(¿la hay?)
2- Ni lo que dice el troll K ni janfiloso…Es obvio que en España se vive muy bien, que estamos muy lejos de ese nivel de vida, que van a perder algo de eso, sobre todo los menos favorecidos economicamente(y entre ellos y claramente los inmigrantes de distintos paises que viven en la Madre Patria). Para janfiloso, que siempre salta como leche hervida, o como perro guardian de no se que cosa: 9 de cada diez argentinos ni en el 2001/2002 estuvieron dispuestos a irse a vivir en España… o sea que tampoco digamos la pavada. O no hacemos, discutimos y lo que se te ocurra porque queremos seguir viviendo aca?
3- Pasara lo que sea, pero salvo periiodos muy especiales en la historia(p.ej. durante y despues de la Guerra Civil) siempre se comio mejor y mas rico en España que en Argentina…y que en cualquier otra parte del planeta.
4- Que rico que comieron!!!! Sana envidia jejejej….
mayo 13, 2010 a las 2:40 pm
Qué raro esto de los premios. En realidad todos los premios me generan desconfianza. Parece demasiado pero es así. Los premios no son otra cosa que una concesión al consenso o un guiño al disenso con el mercado. Sin embargo algunos de los premiados con el Nobel, tal vez como destilado de tanta mediocridad acomulada en pujas de interés extraliterario, parecen salvarse de la excomulgación. Por lo pronto estoy leyendo al premio Nobel del año 2000, el chino Gao Xingjian y su Montaña del Alma, adquirida recientemente en mesa de saldos. Genial sobre todo el capítulo dedicado al rescate de los osos panda. Muy divertido anque emocionante. También, en tren de hacer una lista de premios Nobel preferidos, mencionar a Eugenio Montale, Saint-John Perse, Elias Canetti, William Faulkner, Isaac Bashevis Singer, Albert Camus, William Golding y algunos otros más.
mayo 13, 2010 a las 6:16 pm
Estimado hernan de regreso, ha escrito Ud. un comentario muy juicioso y merece una respuesta acorde.
Yendo al fondo del asunto de su punto dos, digamos que lo suscribo plenamente, lo cual nos lleva inevitablemente a la forma de las cosas, es decir, por qué afirmé algo extremo, o por qué, para decirlo claramente, salto siempre como leche hervida y soy guardián de alguna cosa.
Convendrá conmigo en que mi comentario no en vano está detrás de quien se autotitula como troll K y dice disparates, por lo que me habilita a mi a responderle con un disparate también. Con una diferencia y es que al menos cuido las formas; notará Ud. que yo dije : «seguramente 9 de cada 10 argentinos pagarían lo que no tienen por vivir en españa» (las negritas son de ahora) indicando claramente que al menos abro la posibilidad de que mi afirmación no sea verídica, lo cual asumía desde que la escribí, no como el troll que ignora muy suelto de cuerpo que los desocupados españoles cobran puntualmente su seguro de desempleo.
Lo mas equilibrado es lo que Ud. afirma, es cierto, y yo no soy guardián de nada, pero no puedo evitar sublevarme ante los que con total desprecio de la verdad hacen afirmaciones categóricas bajo un nick absurdo y desaparecen del mapa.
Eso es es todo, y creí que su comentario merecía este descargo de mi parte. Lo saludo atte.
mayo 13, 2010 a las 10:09 pm
janfiloso: no hace falta ser tan puntilloso, pero agradezco la cortesia(que no es mi fuerte). Agrego: tampoco pense que era el suyo. Gracias de nuevo.
Lo del troll K es provocar. Por eso usa ese nick, por eso lo dice como lo dice. Pero convengamos que las posiciones opuestasa dicho troll en este blog no suelen destacarse por lo civilizadas, por eso mi apreciacion sobre v/respuesta. La respuesta de Q. si mostro un grado de tranquilidad que obedece seguramente a que la paso de maravillas por alla.
Una ultima referencia: hoy vi a Rodriguez Zapatero anunciando medidas para España. Que parecidas a las del 2000/2001!!!! Como si las hubieran dispuesto los mismos, no?
Saludos
mayo 13, 2010 a las 10:46 pm
hernán, juro que soy cortez, suelo ser amable y jodón, pero también confieso que varias cosas me sacan de mis casillas, los troll a la cabeza, y en general cualquiera que entre el blog a joder por joder no mas; los agresivos me matan, pero como no lo soy, no suelo entreverarme, aunque tampoco arrugo.
Respecto a España, sí, es verdad, ellos tienen un problema parecido al nuestro de 2001 y también tienen el cepo cambiario, por lo que no pueden corregir su deficit y su endeudamiento con devaluación súbita como de hecho hicimos nosotros; de hecho el euro se está devaluando frente al dolar y si ello se mantiene, entonces las exportaciones en euros serán mas competitivas y las importaciones en dólares mas caras, lo que podría corregir las cosas en el tiempo, pero confieso que no se si la unión monetaria europea podrá pasar esta prueba.
mayo 14, 2010 a las 2:22 pm
pero les queda el morfi…jajaja
que bien se come, no omita el punto 3 de mi comentario hacia los creadores del blog
mayo 15, 2010 a las 5:39 am
Un poco de data dura, ya que Q se niega a contarnos qué vio realmente en la EuroZona. Lo único que sabemos es que estuvo leyendo y acumulando calories, lo bien que hizo!!
La debacle del euro empezó a ser una experiencia terrible para la población más vulnerable. La política para salvar la moneda única tiene la dirección de un fortísimo ajuste fiscal con el único objetivo inmediato de mantener a flote el sistema bancario de la Eurozona. La respuesta de los gobiernos de Grecia, España y Portugal es la misma que la aplicada en Argentina, pero en esos casos se presenta una cuestión estructural que agrava aún más la situación. No pueden devaluar porque resignaron su soberanía monetaria. Se quedaron sin moneda propia al eliminarla para formar parte de las 16 naciones que se manejan con el euro.
Esa extraordinaria restricción de política económica es una referencia práctica muy adecuada para ilustrar el desastre que hubiera sido abrazarse aquí a la dolarización, como presionaban bancos extranjeros, multinacionales y compañías privatizadas en los traumáticos años previos al estallido de la convertibilidad. La paridad fija por ley era la estación previa a la dolarización, instancia que proponían alcanzar las corrientes más ortodoxas del pensamiento económico local. Pese a los inmensos costos sociolaborales que implicaron la devaluación y el default, el descalabro que provocó esa salida fue inmensamente menor al que se hubiera padecido si se hubiera avanzado hacia la eliminación de la moneda nacional.
Se viene el default! Bienvenidos Q y F, los españoles y argentinos que hoy regresan. No será un paraíso pero tenemos un plan agroestratégico alimentario.
mayo 15, 2010 a las 5:57 am
«No será un paraíso pero tenemos un plan agroestratégico alimentario.» (carcajada). Sí, porque las masas de España, subalimentadas y harapientas después de la guerra civil y el default esperan que el el General Kirchner les envíe un barco lleno de trigo. Ya dijeron que el capitalismo se terminaba pero la Argentina estaba «firme en medio de la marejada». Ahora reviente la UE y nosotros vamos camino de la prosperidad. A eso le llaman «data dura». Son patéticos.
Q
mayo 15, 2010 a las 11:18 am
El final del troll K fue con lo que te quedaste… Lo anterior estaba bien y es cierto…
El troll es un personaje… no se de que te quiere convencer. Porque si no nombraba nada de los K vos seguramente coincidias.. o no, Q?
Ya se van a ir los K y ahi habra que ver que tipo de politica economica queremos…