Thoreau, Crates y Rodríguez Larreta
por Flavia de la Fuente
Leo en Thoreau de Antonio Casado da Rocha: “Una tarde de noviembre Emerson y Thoreau caminaron juntos hasta los bosques de Walden, donde aquél estaba pensando en comprar algunas tierras para salvar los árboles de la especulación. Henry le entretuvo quejándose de los terratenientes que cercaban sus campos.
No respetaré ninguna cerca en cuya construcción no haya participado, pues supongamos que antes de mi nacimiento alguien hubiese comprado todo el planeta: ¿habría adquirido entonces el derecho a expulsarme de la naturaleza? No, no he sido informado de esos arreglos, tampoco me siento llamado a consentir a ellos, y por lo tanto cortaré mis cañas de pescar sin preguntar quién tiene más derechos que yo sobre el bosque. ¿No me pertenece el mundo tanto como a cualquier otro?’’
Esta frase de Thoreau me quedó en la cabeza. Esta parte, exactamente: “…supongamos que antes de mi nacimiento alguien hubiese comprado todo el planeta: ¿habría adquirido entonces el derecho a expulsarme de la naturaleza?… ¿No me pertenece el mundo tanto como a cualquier otro?”
Tiene toda la razón, ¿no? Y el mundo va en la dirección opuesta. Hoy en día Thoreau ni siquiera hubiese encontrado un lugar para hacer su experimento de vivir dos años en Walden Pond, donde se construyó una cabaña con sus manos y se alimentaba de lo que él mismo cultivaba. No lo podría haber hecho, en principio, porque construyó su casa en tierra ajena. Hoy ya debe estar todo alambrado, como lo predijo hace 150 años.
Tal vez, en el mundo de hoy, Thoreau habría actuado como el cínico Crates, que siendo millonario, para vivir de acuerdo a la razón y la virtud, entregó todas sus riquezas y partió desnudo, cubierto por una toga, a filosofar por el mundo y vivir de la mendicidad.
Dado que el tema me supera y de que no me animo a vivir en la calle como Diógenes y Crates, les cuento que me impresionó ver a los funcionarios de Macri estos días en la tele. Digamos que son lo anti-Thoreau, Crates y Diógenes.
No me acuerdo en qué programa vi al Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta que contaba entusiasmado cómo clausuraban kioscos que vendían alcohol después de las 11 de la noche, creyendo que así iban a limpiar del vicio a la ciudad. Le salía detergente de la boca de tanta limpieza. Me ponía nerviosa con su manía de controlar y desinfectar.
Pero la locura por la limpieza no de detuvo allí. Ayer, en Palabras más, palabras menos entrevistaron al ministro de Espacio Público y Medio Ambiente, Juan Pablo Piccardo, quien vino a rendir cuentas sobre las acusaciones sobre los desalojos de los homeless que duermen en las calles de la Capital. Zloto y Tenembaun lo confrontaron contra un video que mostraba a gente de la calle quejándose de los brutales modos del Gobierno de la Ciudad. Los acusaron de golpear a embarazadas, de usar la fuerza con impunidad. El video era sospechoso. Y Q decía que estaba mal filmado, que eso era un signo de que no había verdad. Mas lo que no fue oscura fue la respuesta del funcionario municipal, que fue transparente y contundente, típica de un funcionario de derecha, con todas las letras. Piccardo dijo que no usaban la violencia. Que se estaban investigando algunos casos y que se echaría a los responsables en el caso de que se demostrase que las acusaciones eran ciertas. Y aclaró que la consigna del gobierno de Macri era mantener limpio el espacio público, porque es de todos. Bah, quiso decir de todos los que no son indigentes. Limpio de pobres. Limpio para los ricos a quienes les molesta ver a la gente dormir en la calle y limpia de los vendedores ambulantes que afean la ciudad con sus puestos y su poco elegante presencia. La de Macri, con o sin golpes, me pareció una limpieza horrible.
Y, como ya saben, no es que me guste ver gente durmiendo en la calle. A mí también me gustaría que Buenos Aires fuera tan prolija como Viena. Pero, antes de eso, falta que todos puedan trabajar dignamente. Hay mucho que hacer en esa dirección. Y luego, la limpieza se hace sola, con la mejora de las condiciones sociales, no a desalojo limpio. Me parece que es exactamente al revés. Los Macri están empezando por el final.
Volviendo al principio, Macri se hubiera llevado en cana a Thoreau, Crates y a Diógenes. Pero al menos sus funcionarios, a diferencia de los K, dicen las cosas claras. Son de derecha, es así. Limpieza y seguridad para los ricos. Y si los pobres no comen, mejor que no se vea.
Foto: Flavia de la Fuente
octubre 21, 2009 a las 2:33 pm
Bueno me encanta lo que escribis. Sacaria lo de «son de derecha, es asi». Eso me suena a viejo y a moralista y, eso si que si, super anti thoreau.
Viste into the wilde? Un Thoreau moderno el pibe.
Que onda ese Antonio Casado de Rocha?
Disfruto mucho tus escritos.
Gracias.
octubre 21, 2009 a las 2:43 pm
Excelente F.
Lo peor es que yo que vivo en Buenos Aires, tengo que convivir con gente que los votó y los volverá a votar con mas ganas si «limpian». Como vos decís: no esconden el discurso. El que lo votó sabía y quería esto. Un peligro vivir en una sociedad así, capaz de votar y reelegir a los Kirchner y a los Macri.
octubre 21, 2009 a las 2:47 pm
El libro de Antonio Casado da Rocha es muy bueno. Es una biografía de Thoreau. Ya voy por la segunda lectura porque es muy placentero.
Y sí, los funcionarios Macri son de derecha, qué querés que te diga. Y yo me siento de izquierda, como dijo Sarlo el otro día en lo de Grondona. Digan lo que digan, es subjetivo, yo me siento así.
Una anécdota del programa de Grondona del sábado con Sarlo. Resulta que Sarlo se definió como de izquierda, no de ultra izquierda, pero inequívocamente de izquierda, aunque muchos piensen lo contrario. Y también dijo que le molestaba que nadie en estos días en la Argentina dijera “Soy de derecha o de centro derecha”.
Lo gracioso fue cuando Grondona en las conclusiones dijo que él pensaba acotar que él era de “centro derecha” pero que de inmediato se arrepintió porque se imaginó que Sarlo le iba a decir: “No. No es así. Ud. es de derecha.” Fue simpático y honesto.
F
octubre 21, 2009 a las 2:58 pm
Es que, en la Argentina, casi nadie es de derecha porque la izquierda se ha corrido…a la derecha, así Grondona es de centro derecha, Alsogaray fundó la unión de centro democrático, y asi…entonces de derecha quedan pocos, muy pocos, no sé ¿monseñor Aguer, por ejemplo?, ¿el general Menéndez?.
Macri no, por supuesto, ¿y Michetti?, menos!
Así que «por sus obras los conoceréis» y no por sus palabras, que de eso se trata el post de F, no?
octubre 21, 2009 a las 3:04 pm
Es increíble como no hay nadie de derecha pero todos tienen políticas de derecha. Desde los K hasta los Macri, pasando por todos los gobernadores. (no sé si incluir a Binner…)
octubre 21, 2009 a las 3:09 pm
Muy bueno F. Pay attention pq el Nacional Buenos Aires (Fran va al BsAs) tiene el campo de deportes en Puerto Madero. Obviamente, ahora se están perdiendo unos negocios terribles, lo quieren tomar y hacer más torres. Salteénse un negocio, hijos de puta, y dejen la canchita en paz!!
octubre 21, 2009 a las 3:31 pm
Pensé lo mismo que decís en el copete, el Diego es tan creativo que hasta sacó el (¿pronombre?) «me», que es como suele decirse la frase.
Estaría bueno hacer un poco de filología o semántica sobre la frase «chúpenla» sin el «me».
En principio denota una gran libertad, es decir, no pretende esclavizar a nadie a practicar la felatio a persona determinada, si no que da plena libertad a que la practique con quien guste, en ese sentido el hombre da plena libertad a sus interlocutores. Bien, es progresista; decir «chupamela» es de derecha, decir «chúpenla» da mas izquierda.
octubre 21, 2009 a las 3:33 pm
Puede que peque de simplista, pero todos los defensores de la Izquierda, pseudo socialista de poder, viajan en aviones privados, vacacionan en el exterior, compran solo ropa de marca, empezando por la innombrable CFK y recorriendo el spectro. todos son captalistas al mango. gracias por el post. muy bueno
octubre 21, 2009 a las 4:48 pm
La marginalidad y la falta de techo y trabajo no se arreglan con desalojos.
Pero tampoco se arreglan con la amorosa sensibilidad de quienes defienden el derecho de los indigentes a dormir en las plazas. O avalando la toma de viviendas (ajenas, obvio).
Hay que ir a las cuestiones de fondo, hay que conseguir que la vida mejore, que se genere mucha demanda laboral, y es claro que esto no lo está haciendo nadie y mucho menos el gobierno de Macri. Que es uno de los peores que hayamos padecido en Buenos Aires.
Y lo jodido es que las soluciones de fondo tardan, nadie las encara, y la vida se nos va en el mientras tanto. De ahí la aceptación que generan algunas medidas odiosas del macrismo. Yo nunca creí en la derechización de casi nadie.
octubre 21, 2009 a las 10:30 pm
Es un texto demagogico lleno de lugares comunes que cree que mostrar lástima por «los pobres» es de «izquierda» (los peronistas hacen los mismo). Lo que hay que preguntarse es por qué un tipo como Macri pudo ganar las elecciones.
Sobre los sistemas de tenencia/propiedad de la tierra: son sumamente variados incluso dentro de una misma unidad política (estado). Al respecto el «mundo» no existe.
Es horrible mezclar confusamente el problema de la gente que vive en las calles con el problema de la suciedad. Pero bueno, son efectos de la TV… (tan anti-Thoreau como la privatización de las tierras públicas).
octubre 22, 2009 a las 3:51 am
Laura. Leé bien. Nadie mostro lastima por los pobres. En cambio, el que confunde a la gente que vive en las calles con la suciedad es Piccardo.
octubre 22, 2009 a las 5:59 am
Yo creo que todavía se puede hacer lo que hizo Thoreau; es decir, sin tener un mango, vivir en el medio de la naturaleza, con su soledad.
Primero, porque todavía hay tierras baratas (creo) en la Argentina, en la Patagonia y en el norte. Y uno no debe comprar más que una hectárea, digamos. Supongamos que salga mil dólares. Se ahorra mil pesos por año, y en cinco años te vas a la cordillera, en un lugar remoto, te comprás una hectárea, y hacés el experimento Thoreau.
Segundo, porque están los parques nacionales, y hay gente viviendo allí (aunque no sé muy bien cómo consiguen el permiso, pero vamos para hacer la de Thoreau, qué más quieren los parques nacionales). Conozco gente en los parques nacionales que se han hecho la casa con sus manos.
Tercero, porque hay gente que hace la de Thoreau. No otra cosa me parece a mí la profesión de guardaparques. Sí, algo menos de libertad, pero me imagino a cualquiera de ellos escribiendo el Walden.
No, me parece Flavia que simplemente la gente está en otra. Por ejemplo, discutiendo sobre la moralidad de Maradona.
octubre 22, 2009 a las 6:08 am
La cita de Thoreau es muy buena, no la tenía. Ahora, para salvar ese espacio público de naturaleza han sido creado los parques nacionales.
Ken Burns, el más popular documentalista yanqui del momento, tiene este documental titulado The National Parks: America´s Best Idea, en el que cita a Thoreau como un referente hacia la creación de los parques a fines del siglo XIX:
«little oases of wildness in the desert of our civilization (pequeños oasis naturales en el desierto de nuestra civilización)».
octubre 22, 2009 a las 7:17 am
¡Redondo!
octubre 22, 2009 a las 1:17 pm
Leyeron algo de John Muir?
octubre 22, 2009 a las 1:34 pm
Algo así como Diario de la guerra del cerdo.
octubre 22, 2009 a las 4:24 pm
Lo del campo de deportes del Buenos Aires lleva años. Algunos ex alumnos y padres hacen cada dos por tres manifestaciones para evitar que la UBA lo venda. Están desesperados. Y es un lugar hermoso, por lo demás (siempre lo fue, incluso cuando me tocaba ir a las siete de la mañana a hacer flexiones cagado de frío). Y es público.
octubre 22, 2009 a las 6:23 pm
Así como creo que lo de la UCEP es casi una acción de terrorismo de Estado y la Policia Metropolitana intentando fundarse con el Fino Palacios era lo peor que le podía pasar a esta ciudad, creo que en esta: http://www.clarin.com/diario/2009/10/22/um/m-02024558.htm
Macri está diciendo la verdad. Me parece que el gobierno nacional y la Federal le hicieron una cama.
Insisto, que miedo me da todo esto.
octubre 22, 2009 a las 7:50 pm
Pedro, leé bien. Dice que la limpieza se «hace sola» (?), con la mejora de las «condiciones sociales» como si los principales responsables de la mugre en los espacios públicos no fuera la gente que tiene vivienda. Si te das una vuelta por las plazas de Barrio Norte, las vas encontrar llenas de mierda de perro. La suciedad (el menosprecio por lo público) es un problema de cultura (de todas las clases sociales), la indigencia es producto de condiciones sociales más amplias (no solo la falta de trabajo que suele ser una situación derivada de otras). Asimilarlas es avalar a Macri o a los otros inútiles que lo antecedieron.
octubre 22, 2009 a las 8:06 pm
Sí, José la gente está en otra. O acaso millones de personas que viven hacinados en casillas en el conurbano, no significan nada? Por más tierra barata en la Patagonia, las ilusiones del consumo (asenso social) pesan más (sobre todo en Argentina, país de inmigrantes, no de pioneros).
A parte de parques nacionales, hay reservas ecológicas o áreas protegidas de todo tipo. El mantenimiento del patrimonio natural público depende en gran medida de los gobiernos locales y de la voluntad e interés de los residentes afectados. No se pierden por fatalidad o porque sí.
En los parques también trabajan biólogos.
octubre 24, 2009 a las 12:50 pm
Flavia, tu post es bienintencionado, pero de una ingenuidad enternecedora. De progre con buena leche, algo que escasea últimamamente, porque en cuanto consiguen un poquitito de poder, así sea una cuarta subasesoría de legislador suplente de comuna de la ciudad, la leche se vuelve espesa.
Me declaro de derecha, no es ningún problema reconocerlo, como bien dice Sarlo. Y creo que la recuperación del espacio público limpio, ordenado y para toda la sociedad es una cuestión cultural fundamental. Creo en la tolerancia cero y en la teoría del vidrio roto. Lean sobre eso, sin prejuicios. El Estado no puede retirarse del espacio público a esperar que la economía mejore y haya menos pobres. Son dos cosas distintas. Por la misma razón, el Estado nunca debió permitir ninguna clase de cortes de rutas, calles y puentes. Ahora, cuando un paso de frontera entrerriano se encuentra privatizado de facto, ya es tarde para ponerse a llorar sobre la leche derramada.
LDME, el campo del Bs As, sí. Bueno, ¿por qué no reclamar también por la Chacarita de los Colegiales de Juvenilia? No sé en qué lugar estaba ubicada exactamente, pero ¿qué hacemos? ¿Demolemos diez manzanas del actual barrio de Colegiales para devolverles a los estudiosos niños modelo del Colegio su derecho a cabalgar y saltar la zanja? ¿Es tan difícil de entender el negocio inmobiliario, la planificación urbana? ¿Es tan difícil de entender el verdadero progreso?
octubre 24, 2009 a las 1:04 pm
El problema con la UCEP es mucho más amplio: sucede que el Estado K (principalmente el K, pero no solo el K) han privatizado de facto el poder de violencia pública. Ningún progre percibe como violentos a los cortes, huelgas, tomas y otras acciones directas en los que la violencia hace rato que dejó de ser simbólica. Pero se escandaliza cuando alguna vez, por los motivos que fueren, una fuerza de seguridad reprime con violencia. ¿Hace falta recordad cuál violencia es legal y cuál no, hasta este punto llegamos?
Entonces, más allá de video truchos y operaciones varias, la UCEP es absolutamente necesaria, pero que se entiendan claramente sus funciones. Si fue pensada para disuadir y negociar, que no toque a nadie. Ahora bien, que quede bien en claro entonces quién deberá hacerse cargo de aplicar la correspondiente fuerza pública en caso de que la instancia de negociación fracase. No debería ser tan difícil tampoco hablar de estas cosas con claridad.
octubre 24, 2009 a las 6:12 pm
¿Alguien tiene un poco de Reliverán?
octubre 24, 2009 a las 6:30 pm
… muy sutil …