Tú también, ombudsman

Una columna de Perfil (3-2-08)

por Quintín

A pesar de las sugerencias de algunos lectores y, especialmente, de Flavia, me vengo resistiendo a repetir en LLP los artículos que escribo para otros medios. La razón es que siempre pensé que el blog debería tener una vida propia y no ser un apéndice de lo que se publica en otras partes. Pero últimamente ando un poco disperso y me cuesta producir para LLP (la excitación de las descargas de internet y del inminente debut como cronista deportivo profesional han contribuido bastante a ello). Como para no perder el contacto con los lectores, leer comentarios (incluso sobre la conveniencia de romper la regla anterior), esta es la columna que apareció el domingo pasado en el suplemento cultural de Perfil. Por otro lado, como allí cierro los lunes, ya escribí la próxima columna, que habla de la reciente literatura confesional agentina y la contrasta con Baroni: un viaje, la excelente novela de Sergio Chejfec.

 

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Pensaba escribir otra nota que partía de una curiosa coincidencia. En el último número de adncultura hay dos artículos que mencionan a Felisberto Hernández. Uno es la entrevista a Luis Harss, supuesto creador del famoso boom latinoamericano. El otro es un texto de María Negroni sobre El afinador de terremotos, una película de los hermanos Quay que tiene un personaje escritor llamado Felisberto Fernández que presenta evidentes resonancias de su casi homónimo uruguayo. Mientras veía El afinador de terremotos, me preguntaba dónde diablos habrían oído hablar de Felisberto Hernández estos cineastas experimentales angloamericanos. La respuesta está en el otro artículo, donde Harss cuenta que en 1993 publicó la traducción de los relatos de Felisberto al inglés bajo el título Piano Stories, título que también alude al oficio con el que el autor se ganaba la vida.

Meditaba sobre esta inesperada revelación (sin sacar ninguna conclusión memorable, debo reconocerlo) mientras hojeaba la edición de Perfil del domingo pasado. Allí me di cuenta de que el artículo de Negroni podía servirme para un propósito completamente distinto. En las páginas centrales del diario, había un recuadro firmado por el ombudsman Andrew Graham-Yooll en el que este criticaba tres reseñas aparecidas el 19 de enero. A dos notas de televisión, Graham-Yool les señalaba ciertas incorrecciones políticas, pero para la reseña de El amor en los tiempos de cólera firmada por Juan Manuel Domínguez los argumentos eran de otro tipo: se resumían en la distinta opinión que la película le había merecido al ombudsman y al crítico. Domínguez la había defenestrado, mientras que a Graham-Yooll le había gustado mucho.

Esto me hizo pensar que era hora de repetir una anécdota que le robé a Truffaut y que he narrado mil veces, incluso una decena por escrito (hasta es posible que ya lo haya hecho en esta misma columna). Es la historia del crítico de cine que llega a la redacción y se encuentra con el director del diario que le dice: usted será todo lo entendido que quiera, pero mi suegra fue a ver la película que recomendó el otro día y no le gustó nada. Este relato edificante de los años cincuenta no ha perdido vigencia medio siglo más tarde. Es así. Los críticos de cine se enfrentan en su vida cotidiana con el cuestionamiento de las personas ajenas al medio, que oponen su parecer al del crítico bajo un pie de igualdad. La idea podrá ser democrática y ciudadana, pero no se aplica en otras disciplinas. No conozco ningún caso en el que un crítico de ópera se haga amonestar en público por haber evaluado erróneamente la actuación de la soprano. Es que se suele reconocer que la música o las artes plásticas son asuntos de especialistas, no así el cine. Con la literatura ocurre algo peculiar: es raro que los críticos literarios expresen sus opiniones de la manera contundente a la que están acostumbrados sus colegas cinematográficos. Como decía un amigo: seremos brutos, pero somos valientes.

Los críticos de cine, criaturas despreciadas y discriminadas, necesitan de la protección de un ombudsman propio que los defienda, si cabe, hasta del ombudsman universal. Y aquí puedo volver al principio para contar que El afinador de terremotos, film de un hermetismo implacable, es una de las películas que más irritó a sus espectadores desde la invención del cine. Sin embargo, los Quay pertenecen a la categoría de los cineastas-artistas, cuya obra interdisciplinaria los blinda frente a la opinión de los legos y, en cambio, son objeto de panegíricos como el de Negroni, poblados de nombres como Benjamin, Pasolini, Roussel, Max Ernst, Magritte, Poe, Constant y siguen las firmas. Quienes hablan de ellos en esos términos se blindan por contagio: quién habría de discutirles. Me temo que para los críticos de cine no queda más que una alternativa: estudiar Letras y volverse respetables.

Foto: Flavia de la Fuente (original para LLP)

21 respuestas to “Tú también, ombudsman”

  1. boudu Says:

    «In many ways, the work of a critic is easy. We risk very little yet enjoy a position over those who offer up their work and their selves to our judgment. We thrive on negative criticism, which is fun to write and to read. But the bitter truth we critics must face, is that in the grand scheme of things, the average piece of junk is more meaningful than our criticism designating it so. But there are times when a critic truly risks something, and that is in the discovery and defense of the new. The world is often unkind to new talent, new creations, the new needs friends. Last night, I experienced something new…»

    A no hacerse tanto la victima, esto es la otra cara de la moneda, que alguien escribió y se lo dió para leer a Peter O’Toole.

  2. Jotafrisco, la ira de Dios Says:

    Ayer me sucedió algo así con una amiga, me dijo que ella se dedicaba a ver la película y listo, no a analizarla profundamente y «todo eso» como lo hacemos yo y los «demás boludos». Esto después de decirme que no le gustó Luces al atardecer porque es lenta y el personaje principal es un perdedor. El tema es que me está haciendo gancho con una amiga de ella que está buenísima. Así que nada, eso.

    Ah, ¿no va con tilde el tu del título?

  3. Ernesto Says:

    Es una lástima. Una de las cosas que me gusta leer en Perfil son las columnas de Quintín, incluso antes de saber que existía este blog. Ahora, si van a ser colgadas, como ésta, después de haber aparecido en Perfil, no habrá problemas.

  4. Leo Says:

    Eso Boudu es la critica que Anton Ego hace en Ratatouile del restaurante de la rata chef, y por la que pierde todo su prestigio y posicion para convertirse en un tipo feliz.

  5. lalectoraprovisoria Says:

    Gracias, Jotafrisco. Tenés razón. Ya lo arreglamos.

    F

  6. Eduardo Says:

    Lo que contás me recuerda lo que se debate en algunos lugare en Brasil con la película «Tropa de Elite», no la vi y no se cuándo llegará a la Argentina, está en Berlin (no está por tener una prenda sino que fue seleccionada al Festival).

    El tema es que la película fue un éxito…de la piratería. Parece que cuando fueron a colocarle los subtítulos para presentarla en un festival en USA (en inglés) alguien hizo una copia y se la dió a un amigo que participaba de la película, este alguien se la dió a otro y así cayó en las famosas mesitas que venden cds y dvds truchos en las calles de Río (y también de Buenos Aires).

    Cayó en las mesitas de los «piratas» pero la película no había sido estrenada comercialmente. Inclusive había actores no tan conocidos que eran identificados en la calle por el personaje que hacían en la película.

    Así que fue el primer «éxito» de película nacional (brasileña) en los «truchex» antes que en el lanzamiento comercial. Algo que uno está acostumbrado con los lanzamientos yanquies que los «truchex» la tienen antes en la mesita de la avenida más transitada antes de que salga en el cine (hombre araña, Harry Potter, etc. etc. etc.) Pero era la primera vez que pasaba algo así con una película nacional.

    El director puteó a todos los vientos, igual la película fue un éxito de taquillería y luego algunos se preguntaron si el filtrado de la versión pirata a las mesitas no había sido una estrategia de marketing.

    A qué viene todo ésto con lo que comentás en la nota?

    Parece ser que los críticos le iban a dar con un palo a la película. El tema que trata es bastante controverso, un policía que forma parte del BOPE que entra en las favelas para combatir el narcotráfico y que sería las delicias de un Patti y cia. Si bien también te muestra a los narcos como hijos de puta…Debe ser sincero y no vi la peli…Cuando los críticos le iban a pegar con un palo, percibieron que la película había sido un éxito de la piratería….Y algunos dicen que reflexionaron un poco…..

    Sería la primera vez que la crítica es influenciada por la piratería…

    Eduardo.

  7. Addison Says:

    Tampoco hay que quejarse tanto. Sí ya sé tienen cierta tendencia a eso, pero si vivís tratando de mover de su lugar o desafiar al espectador, generalmente va a haber reacciones como esas. Y Q ya tendría que estar acostumbrado… Digo los desafíos que generan polémicas también se dan entre los críticos y así se generan comentarios interesantes, o no tanto sobre películas o directores ídem.

    En cuanto a la peli de los Quay me gustó mucho, la ví en el Bafici hace unos años y el mundo visual de esos tipos es apasionante, han creado un mundo particular, su propio universo.

  8. Mickey Says:

    No entiendo el problema. O sí lo entiendo, pero ni siquiera me parece problema.

    Como todo en la vida, las películas admiten visiones menos o más profundas. El único compromiso con estás últimas, es saber defenderlas.
    La única exigencia a un crítico sería en todo caso, que escriba una nota clara de su opinión. Nada más.
    Esa opinión es nada más, ni nada menos que una opinión autorizada por esa profesionalidad (cómo la de un médico, un mecánico, un dentista).

    En el caso que desvela a Quintín, hace menos a la valoración de crítico de Domínguez ser desafíado por Graham-Yooll?.
    Solo lo haría menos, si Domínguez se cierra herméticamente en su opinión como cualquier profesional de cuarta categoría. Como un mal médico, un mal abogado, etc..

  9. boudu Says:

    Leo, bien por ubicarlo espero sin ayuda, quería ser un poco misterioso con mi fuente. La voz en la peli es de Peter O’Toole. No pierde el prestigio por esa crítica sino por un suceso posterior en la peli, y no se hace feliz por perder el prestigio sino por encontrar calidad en el producto que critica.

    Me parece una excelente definición del oficio de crítico, y Anton Ego es lo mejor lejos de la pelicula, lo que la diferencia de la mediocridad, para mi uno de los personajes del año, junto con McLovin y las chicas de Death Proof.

    Siempre va a haber críticos incomprendidos, la diferencia que señala Q se debe a que el cine afortunadamente es mas popular , el mundo de los libros es pequeño. Quejarse por eso es como quejarse del que no entiende nada y igual hace comentarios. Siempre hay alguno, y todos estuvimos alguna vez en esa posición. Los críticos de ninguna disciplina deberían estar «a salvo» de los comentarios del público, para que corno estan las obras, para que corno el publico las consume? una posición pasiva del público es para mi una pesadilla.

    No leí al ombudsman ese pero debería tener un poco mas de nivel si la version de Q es correcta. Por otra parte, por los comentarios de todos, yo no pienso ir a ver «El amor en tiempos del Colera» ni gratis.

  10. janfiloso Says:

    Convengamos que hay oficios para sufrir y hay gente que se los agarra todos, porque un caso comparable al crítico de cine es el árbitro de futbol, y encima acá no es como en españa que cuando no les gusta el árbitro gritan : » es una niña, el árbitro es una niña» (con música de guantanamera, o sin música).

  11. Lao Says:

    La película de los hermanos Quay me pareció pretenciosa e infantil. Además, me molestó que utilizaran a Felisberto en un contexto semejante: bombardeo de alusiones poéticas estereotipadas y pegajosas.
    Pero es una opinión. La mía. Uno puede compartir sus opiniones. O comérselas en privado.
    Algunos críticos hacen de su subjetividad un monumento.
    A los monumentos, los caga cualquier paloma.

  12. pABLO Says:

    Algo que me enganchó del blog fueron las reseñas de libros de Q. Y me di cuenta que hace algunos findes andan faltando… ahora entendí que pasa, y el debate en «Duelo de Titanes» me pareció super interesante (soy de la camada pos Abraham, si es que existe tal…)

    Y con respecto al tema ficción/no ficción creo que LLP puede darse el lujo de publicar a Blaquier o a quien sea. No estoy deacuerdo con quienes opinan que la ficción «abarata» el blog. Para nada. Si algo no me gusta, no lo leo o lo leo a medias. No entiendo a los pseudo ofendidos que lloran y/o se ensañan con ciertos colaboradores..

  13. Sebastián (el de siempre) Says:

    Perdón, pero me quedé enganchado con algo totalmente lateral: ¿se puede hacer esto? ¿El autor de un artículo publicado en un medio determinado (poer ejemplo un diario) puede después reproducirlo en otro lado (como por ejemplo en un blog)? ¿No necesita autorización del diario?
    ¿Quiénes son los Quay? El nombre me suena …si alguien sabe qué pelis hicieron antes que ésta seguro que los voy a sacar.

  14. boudu Says:

    Los Quay son dos hermanos que hacen peliculas usando principalmente de Stop-Animation.
    De los hermanos Quay me gusta «Street of Crocodriles» que es una pelicula mas de terror que de otra cosa, me gusta la frase final y me gusta la atmosfera que crean las imagenes. Vi tambien un par de video clips que hicieron pero no me dejaron ninguna impresion:

    «Street of Crocodriles» Se puede ver en YouTube:

    http://www.youtube.com/watch?v=uWtaGI9zuIY parte 1
    http://www.youtube.com/watch?v=NNwCFIejNpo parte 2

  15. DLNALG Says:

    Los artículos de Q que salen en Perfil los leo desde antes de conocer este agradable blog, así que me es indiferente que aparezcan acá o no. Pero si Q escribe en algún otro medio (supongo que sí), no estoy enterado y la posibilidad de leerlo en LLP es para celebrar.

  16. Alej Says:

    Q.: Muy buena la nota. Pero traigo una mala noticia. He encontrado el blog de nuestro «amigo» Dante Palma en el que, por supuesto, sigue con sus sofismas kirchneristas. Encima, hasta parece que las revistas kirchneristas comienzan a darle pelota. Yo creo que lamentablemente lo hiciste famoso a este empleado de Alberto Fernández. Aquí les dejo este lamentable blog. http://www.elinfiernodedanteblog.blogspot.com

  17. Galois Says:

    Sebastián: en la IMDB tenés los datos de los dos hermanos, sus trabajos y alguna cosita más.
    http://www.imdb.com/name/nm0703028/

    Ahora… a ver las pelis, como dice boudu.

  18. JorgePayador Says:

    Alej; increíble lo tuyo. Mala noticia es para vos haber encontrado un blog de Palma; viva el pensamiento único. Si, como decís, Q lo hizo famoso vos no hacés más que afirmarlo con los datos del lamentable Blog. ¡Qué grado de estupidez nos alcanza! Por favor. No serás más amigo de Q por ensalzarle una nota y por señalar algo de quien vos considerás su enemigo. No creo que a Q le gusten los obsecuentes. Estas cosas no sirven Alej.

  19. ainaya Says:

    la respuesta a lo planteado por alej y a su vez por tomas creo que es sinergica: http://www.ainaya.wordpress.com
    no obstante, sigo en la duda, respecto a todo claro

  20. zinc Says:

    enhorabuena..

  21. kioto@yahoo.com Says:

    visiten este sitio
    http://cinemania.esp.st

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