Nubarrones en la playa y poetas chinos
por Flavia de la Fuente
Hace una semana me compré en Buenos Aires una antología de poesía china, La escritura poética en China de François Chen. También hace unos pocos días saqué fotos después de la tormenta en la playa. Me gustó la combinación de algunos de los poemas y las fotos del cielo dramático y el mar iluminado por el sol. Melancolía serena. Estado de beatitud efímera.
Detrás, nadie que haya pasado.
Delante, nadie que haya de venir.
Ante la inmensidad de cielo y tierra
mi soledad rompe en sollozos.
Desde la terraza de You-zhou, Chen Zi-ang
Preguntas por qué habito en la verde montaña
Responde una sonrisa del corazón tranquilo
Las aguas corren, las flores caen, misterioso camino
otro universo es este, no el de los hombres.
A un amigo que inquiere, Li Bo
Que ellos calumnien, que denigren
y que incendien el cielo, será en vano:
sorbo sus gritos como dulce rocío.
De súbito, purificado, me uno a lo Impensable.
Cántico del Camino IV, Xuan Jue
Solo, gusto de las hierbas ocultas a orillas del agua
Arriba en lo profundo del bosque, canta una oropéndola
Acompañada de lluvia crece en la tarde la marea de abril
En el muelle no hay nadie: sólo una barca a la deriva…
El río del Oeste en Chu-zhou, Wei Ying-wu
Ya cae la tarde con su melancolía
Guío mi carreta por la vieja pradera
¡Cuánta dulzura trae este crepúsculo
y cuánta noche ya pronto amenaza!
La meseta de Le-you, Li Shang-yin
En mi vejez sólo aspiro a la quietud,
las cosas de este mundo ya poco me interesan.
Desprovisto de medios, no quiero otra alegría
que internarme a mi gusto en la antigua arboleda.
La brisa de los pinos me desanuda el traje,
la luna me ilumina los sones de la cítara.
Me preguntas por la última verdad de las cosas:
El canto del pescador en el carrizal del río…
Al Señor consejero Zhang, Wang Wei
Fotos: Flavia de la Fuente
diciembre 14, 2007 a las 9:03 pm
Detrás, nadie que haya pasado./Delante, nadie que haya de venir./Ante la inmensidad de cielo y tierra/mi soledad rompe en sollozos.
Triste, melancólico, absoluto, buenísimo.
diciembre 14, 2007 a las 9:24 pm
Emocionante, no había leído nunca poesía china. Me gusta «la brisa de los pinos me desanuda el traje, la luna me ilumina los sones de la cítara», y también «me uno a lo impensable». Las de Wang Wei son poesía pura, rescatan partes y acontecimientos del mundo que ninguna otra disciplina o arte logra levantar. Un sonido iluminado, una brisa que desanuda. Son cosas tan reales y cotidianas como este teclado y este blog.
diciembre 15, 2007 a las 11:17 am
Como siempre, unas hermosas fotos acompañando las exquisitas poesías chinas.
diciembre 15, 2007 a las 11:49 am
Sólo me tocó leer los poemas de Mao, por eso de la politización de las universidades en las décadas pasadas. Aunque no lo crean, muchos de los poemas de Mao son excepcionales. Gran poeta, gran revolucionario al principio, chocho sobre su final, destruyó la epopeya de la Gran Marcha con la idea estúpida de la Revolución Cultural. Linda la selección de Flavia, a quien siempre le agradezco esta manera de compartir sus lecturas. Animo con el blog, de lejos entre los mejores en lengua hispana.
diciembre 15, 2007 a las 1:25 pm
¿ What did he say ?
diciembre 15, 2007 a las 1:29 pm
Los chinos retratan la pampa, la estepa rusa, el desierto australiano, o un alma ausente arrojada al vacìo. El mar los rescata, los poetas chinos son nàufragos perdidos en las costas bonaerenses en busca de su alma. La encuentran, y es cierto, escondida en tu càmara que sin intuirlo la robò una tarde gris de primavera cuando se topò con ella, dormida, entre los pàlidos anqueles de una librerìa en Buenos Aires…
diciembre 15, 2007 a las 4:48 pm
Muy buenas las fotos. ¿Por qué se llegará a la vejez desinteresado de todo? ¿Mejor así?
Una vez conocí a un viejito de 90 años (bastante enfermo) que había empezado a estudiar ruso. Todos, alrededor, comentaban qué maravilla, qué ánimo, qué espíritu, qué ejemplo para los jóvenes… y yo, para mis adentros, sin animarme a decirlo en voz alta, pensaba: este viejito está en pedo, loco o, tal vez, mal medicado. Sentí un poco de verguenza de mi misma.
diciembre 17, 2007 a las 10:06 am
Muy bueno Flavia. ¿Conoces de Francois Chen «Vacío y plenitud»? Yo lo tengo fotocopiado. Lo lei en la facultad. Y ahora lo estoy por releer porque tengo que rendir (de vuelta) el final de la materia para la que lo lei. Me cambio la perspectiva sobre varias cosas. Te lo recomiendo si no lo leiste.
Besos
diciembre 17, 2007 a las 10:45 am
Gracias a todos por los comentarios.
Fabio, no leí Vacío y plenitud. Es el primer libro que leo de Chen. Espero conseguirlo. Gracias por el dato.
Besos,
Flavia
enero 28, 2008 a las 10:33 pm
Muy buena combinación la de los textos y las fotos!. Justamente las nubes o la bruma son un elemento repetido en el lenguaje de la pintura china de paisajes, porque nuclean los opuestos tierra-cielo o montaña-agua.