por Flavia de la Fuente
Vinimos a Buenos Aires para ir al médico y para resolver un problema bancario.
1. La medicina. Llegamos a la hora señalada para ver al Dr. X en una clínica especializada que se supone que es un lugar top. Nos avisan que el Dr. está atrasado. “Se pueden ir a tomar algo más o menos media hora”, nos dice la secretaria. “Pero, por favor, déjeme su celular. Porque por ahí al doctor se le da por apurarse y cuando vuelven ya no está.” Fuimos al bar de la esquina, comimos un tostado y volvimos a la media hora. Esperamos unos cuarenta y cinco minutos más y finalmente le llegó el turno a Q. Creo que estuvo con el médico 3 minutos. No me dio tiempo ni a inquietarme. Pero después de una entrevista de 3 minutos, el que queda inquieto es el paciente. Porque se imaginan todo lo que se puede conversar en ese lapso. Así que Q salió con más dudas que certezas y solo se tranquilizó porque al día siguiente tenía un turno con su dedicado médico homeópata quien le iba a explicar qué tenía que hacer para cuidar su salud. El otro también le explicó. En realidad, no le explicó nada. Le dio una serie de órdenes: le prescribió una medicación y le dijo que volviera en 6 meses.
2. El sistema bancario. La semana pasada, ya con un pie en el estribo, fui a sacar plata del Banelco y la máquina me avisó que mi tarjeta había expirado y, acto seguido, se la tragó. Me quedé perpleja porque en el plástico decía que vencía en el 2012. Volví al bar donde estaba Q y le conté lo que me había pasado. Q, también azorado, llamó al call center del banco. Ya saben ustedes lo que es llamar a un call center, esa nueva pesadilla moderna. No se sabe dónde quedan, los que atienden ganan dos mangos y todo les importa en proporción equivalente a su sueldo. Para colmo era sábado. Q habló exactamente una hora y media por teléfono con distintas personas. Después de verlo gritar y caminar por la calle alterado hablando por el celular, logró que le pospusieran la baja de su tarjeta de débito, que había sido reemplazada por un nuevo modelo que nunca le había llegado. Si Q no lograba sacar plata del banco no podíamos volver a San Clemente, ya que solo con la tarjeta de débito podemos obtener efectivo en el pueblo. Además, el último empleado con el que habló en el call center, le hizo una promesa. El tipo le juró que el jueves o viernes próximo estarían nuestras nuevas tarjetas esperándonos en la sucursal del banco.
Nosotros teníamos que volver el jueves para ir al médico. Así que ni bien llegamos, nos dirigimos al banco. Como podrán adivinar, la tarjeta de débito no estaba. Pero, por suerte, sí estaba Celina, una empleada notable, esos casos extraños que todavía existen. Después de una hora de espera, Celina nos recibió y nos escuchó atentamente. Nos sugirió que volviéramos al día siguiente para ver si estaba la famosa tarjeta, pero que fuéramos bien temprano para tener tiempo para resolver el problema, si el plástico no había llegado.
El viernes, a las 10 en punto llegamos a la sucursal. Fuimos a ver si estaba la tarjeta y adivinen… no estaba. De nuevo fuimos a ver al hada Celina. Nos pidió que llamáramos al call center para ver qué decían. En el call center nos mintieron. Dijeron que acaso llegara a la tarde, en el segundo envío del día. Que teníamos que esperar hasta las 15 hs. Celina, del otro lado, nos hacía señas de que no existía tal segundo envío. Que llegaban a la mañana o nada. En fin, que el call center nos dejó varados en Buenos Aires. Q estaba rojo de ira. F sufriendo, pensando que tenía que quedarse en Buenos Aires por tiempo indefinido.
Nuestra única esperanza era Celina. La incansable empleada llamó al responsable de las tarjetas de débito y le explicó la situación. Y el tipo, otra excepción, le dijo que no se preocupara, que ya mismo nos enviaba por OCA la tarjeta a casa. Celina me rogó que no me moviera de mi casa. Me dio su e-mail y su celular. La mina hasta sabe que es imposible comunicarse con la sucursal y se arriesga a darles a sus clientes su teléfono personal. Se suponía que la tarjeta llegaba a las 13 hs. Yo me armé de paciencia y me quedé a esperarla.
Pero volvamos a una escena que ocurrió antes en el banco. Mientras esperábamos a Celina, Q intentó sacar dinero con su tarjeta que todavía funcionaba únicamente en la red de cajeros del banco y solo pudo sacar 450 pesos. Era lo máximo que ese día el Banelco había decidido otorgar a sus clientes. De pronto, llega un hombre enfurecido y le dice a Celina que venía del supermercado y que tuvo que dejar su carrito lleno porque en la tarjeta de débito no le dejaban pagar el monto que él sabía que tenía disponible. Celina le trataba de explicar la situación: “El banco no tiene nada que ver con eso. Es un problema de la red Banelco. Según los días, bajan el dinero disponible al 30 por ciento. Eso no lo controlamos nosotros.” Pero el tipo insistía… “Pero bien que cuando tengo que pagar se ocupan implacablemente de los cobros, etc. etc.”. Nosotros le dijimos que se calmara. Que era así, acá o en San Clemente. Que el Banelco últimamente está caprichoso y que Celina no lo podía ayudar, que si estuviera en sus manos hacer algo lo haría. El tipo se fue resignado del banco.
Pero volvamos al tema de la tarjeta. Eran las 3 y no había llegado. Nerviosa, llamé a Celina al banco. Como ella había previsto, nadie respondía. La llamé a su celular y me atendió. Quedó en volver a llamar al responsable de las tarjetas de débito. En el ínterin tocaron el timbre y llegó un hombre hermoso subido a una moto alada con las dos tarjetas de débito. Volví a llamar a Celina para agradecerle. Me dijo: “Pará un cacho. Vamos a ver si están habilitadas.” No lo estaban. Casi nos vamos a San Clemente con dos tarjetas inútiles. Así que Celina nos habilitó las tarjetas y hoy nos podemos volver tranquilos a San Clemente.
Lo notable, además de que existan todavía seres como Celina, es que la misma empleada estaba asombrada por haber encontrado otro compañero con buena voluntad a cargo de las tarjetas de débito. Ni bien vio que el flaco era de su raza les anunció a sus compañeros: “Hay que hacer correr la bola en el banco de que XX es un fenómeno.” Es triste decirlo, pero para encontrar dos personas como éstas trabajando para una corporación, hay que tener mucha suerte.
Pero la pesadilla continúa en San Clemente. El Banco Provincia está de huelga intermitente. Hay un solo Pago Fácil para todo el pueblo. Antes había 4 pero ahora no andan. Ahora para hacer los pagos hay que hacer dos cuadras de cola en el banco. Nosotros optamos por ir a General Lavalle, un pueblo sito a 20 km, para poder pagar tranquilos las cuentas. En fin…
3. Cargar nafta. ¿Se dieron cuenta de que cierran las estaciones de servicio? En San Clemente cerró la tradicional Shell frente a la terminal y para el verano tememos un caos. Pero el caos ya existe en Buenos Aires. El otro día (para evitar la cola de 45 minutos del viaje anterior) decidimos cargar nafta a la 1.30 de la mañana. Fuimos al ACA de Libertador y Tagle y nos encontramos con una cola enorme. Esperamos pacientemente: era mejor esperar con la brisa nocturna que hacer la misma cola al día siguiente a pleno sol. Cuando nos llegó el turno, le preguntamos al empleado a qué hora había que venir para no hacer cola. Nos respondió que siempre era igual. Que ahora era así porque habían cerrado muchas estaciones de servicio en la Capital. Y nos contó que el sábado a la mañana la situación suele ser terrible. Nosotros ya encontramos nuestra solución, al menos por ahora. Cargamos en San Clemente, y después en Chascomús volvemos a llenar el tanque y así podemos huir de la Capital sin hacer una hora de cola en el ACA. Lo notable es que el lío ya empieza en Quilmes. Cuando veníamos, el jueves, pasamos por la YPF de Quilmes y era una locura. La vida moderna se está volviendo muy complicada.
Fotos: Flavia de la Fuente
diciembre 8, 2007 a las 2:56 pm
! Qué lindo todo lo que contás F ¡
Por favor, disimulemos un poco; mandate unas fotos de tamarindos, lirios, uñas de gato, médanos o lo que sea.
diciembre 8, 2007 a las 3:27 pm
Janfi, ya vendrán las fotos de TAMARISCOS, Otra vez te olvidaste la lección… Además, en BA no se consiguen.
Besos,
F
diciembre 8, 2007 a las 4:27 pm
Sandra siempre me mandaba a tomar la pastilla.
diciembre 8, 2007 a las 7:21 pm
el cross procesing es lo +
lo mejor de este post no esta en el post mismo sino en el post d J (todavía no se inventó una segunda palabra q distinga post de post):
tamarindos, lirios, uñas de gato, médanos
los médicos no saben nada y se contradicen hasta desesperart
ir de vacaciones se volvió un trabajo, m quedo en casa todo enero
con una cámara acuática sería ideal
diciembre 8, 2007 a las 7:23 pm
el lunes es mi cumple asiq los invito a los provisorios a la fiesta q es ese día, con lluvia igual
diciembre 8, 2007 a las 9:12 pm
¿ hay torta de chocolate ?
diciembre 9, 2007 a las 1:51 am
Hace un año, cuando todavìa estaba en Continental, Rolando Hanglin tenìa un segmento dedicado a la OSA (Organizaciòn del Sufrimiento Argentino) en donde los oyentes comentaban, todos los dìas, casos como el tuyo. Aquì no cabe el «…consuelo de tontos». Nunca vivì en otro paìs, por lo tanto no sè si existe algo tan marcadamente, kafkiano (posiblemente en la Repùblica Checa sea similar…) Una afirmaciòn, los Call Center fueron creados para desgastar al cliente, desde la letanìa musical hasta el anodino desinterès de los pibes que atienden, todo apunta al aniquilamiento de la voluntad del boludo (me incluyo, hace 3 dìas que estoy tratando que Telecentro me atienda…) que ose molestarlos en sus bunkers de cristal. No sè si tendremos remedio, posiblemente, si analizamos nuestras conductas en soledad, encontraremos semillas de maldad en nuestro trato con el otro. Todos tenemos una experiencia desgraciada que contar, pero pocos estamos dispuestos a esbozar lo que, al menos potencialmente, serìamos capaces de hacer cuando nadie nos vè (copyright Sanz, Alejandro). Insisto, no veo la soluciòn por ninguna parte, tal vez un sobrenatural y extraordinario giro copernicano cultural que puede llegar a inmolar varias generaciones en el altar de la urbanidad…
Mientras tanto (sigo copiando,ahora a la tan mentada y poco eficiente sabidurìa popular) Agua y Ajo: Aguantarse y Joderse!!!
diciembre 9, 2007 a las 1:24 pm
hay chicas de chocolate
+vodka+milenium mambo
diciembre 9, 2007 a las 1:26 pm
torta tmb pero de manzana y otra de queso
diciembre 9, 2007 a las 2:06 pm
no se como funciona esto, es la primera vez que escribo en un blog
quintin:mandame un mail, 25 años de medico de familia me ponen en la situacion de poder escuchar que te pasa
hoy compre una revista…y encontre una nota; vos estas mas viejo,flavia esta mas joven y abraham esta mas serio (señudo), lo que no entiendo es como un intelectual, matematico, arbitro de futbol, critico (experto) de cine, se puede pelear con un filosofo, deben haber llegado a los senderos que se bifurcan
ponete en contacto porque en realidad lo que me interesa es la salud
diciembre 9, 2007 a las 2:24 pm
¡Ulises, primo! Tanto tiempo. ¿Seguís en Comodoro?
La salud bien, por suerte.
Te mandamos un abrazo
F&Q
diciembre 9, 2007 a las 2:36 pm
sigo en comodoro, rada tilly bah
los 3 minutos del medico ese son imperdonables, hay cada h de p, pero entre eso y el homeopata, pense que estabas en la incertidumbre
cuando mis hijas en rosario me mandan msm, messenger y otras, corto y llamo por telefono, no hay como escuchar
un abrazo a los 2
diciembre 9, 2007 a las 3:15 pm
Hermosas fotos!
diciembre 9, 2007 a las 6:01 pm
Che los empleados de los callcenters no mentimos. Solo decimos lo que nos dicen que digamos. Muy probablemente el tipo que les dijo que las tarjetas iban a estar se los dijo convencido no de chamullero. Yo laburo en uno y encima en ingles y me como las puteadas de los clientes calientes porque no les llegan los telefonos que compraron y no es por culpa nuestra es porque nos dicen que digamos una cosa y despues hacen otra. Los muy turros no le quieren decir a los clientes que las cosas llevan tiempo. Que los sistemas toman tiempo para updeatearse. Y nos dicen que digamos que lleva menos tiempo y quedamos como una manga de hijos de puta que todo nos chupa un huevo. Agarrensela con los que manejan las cosas no con el pobre ganso que atiende el telefono. Salvo los de Edenor que merecen el odio de todo el mundo.
Besos
diciembre 9, 2007 a las 6:18 pm
Según mi experiencia, muchos empleados de call center tienen buena onda y tratan de hacer lo que pueden, que no siempre es mucho. Sería estúpido decir que son peores que los críticos de cine, no sé. Pero el problema es cuando se llega a una situación en la que el cliente tiene un problema y ellos no lo pueden resolver, pero tienen que salir del paso porque esas son las órdenes que tienen. Ahí se genera una situación de mierda, típica del capitalismo inoperante en el que vivimos (no digo acá, vamos hacia eso en todos lados, los sistemas no se pueden mantener al costo que tienen asignado).
Q
diciembre 9, 2007 a las 6:35 pm
Lo que dijiste es la pura verdad Q. Yo voy y le pregunto a mi supervisor que me dice una cosa, que le dijeron a el que dijera, y el que se la dijo a el se la dijo otro primero. Todo para no decirle al cliente que el telefono no le va a llegar mañana (o la tarjeta en tu caso) y mentirle al pedo al cliente que se calienta porque no le dijeron como eran las cosas posta.
De verdad yo pregunto. Si vos compras un telefono celular por telefono o una pagina web te jodería que te dijeran que el telefono va a a llegar de uno a tres dias? seguro que no. pero los boludos estos insisten en que digamos que le va a llegar al día siguiente.
Igual mejor q me puteen me voy acostumbrando pal futuro porque lo mio es la critica de cine.
Lo q se dice un masoquista.
Besos
diciembre 9, 2007 a las 7:47 pm
Primo: La salud va y viene, lo que importa es la guita!
diciembre 9, 2007 a las 7:56 pm
Una deliciosa postal del capitalismo inoperante: http://youtube.com/watch?v=Yj2oXMdZ4sk
Fabio, quedate tranquilo. No creo que ni el peor Gastón Pauls reaccione como este señor.
diciembre 9, 2007 a las 9:54 pm
Hola, es la primera vez que entró en este blog. Los saludo cariñosamente a todos, me encantan los temas y las respuestas atinadas. Tengo muchos comments respecto : «estuvo con el médico tres minutos». Es importante que se devele lo intrincado y complejo que es el lado oscuro del mismo. Y estoy hablando temas no conocidos u obviados por la opinión pública, y sistematicamente silenciados por la prensa. El drama de la clase media argentina afiliada a distintas coberturas de planes prepagos y el verdadero futuro de la salud de los mismos en centros privados, no estatales o municipales. Si me dan tiempo, y me lo pemiten; voy a aportar material valioso para analizar por los moderadores (nada de enfermedades o desgracias personales). El objetivo es otro; y sin dar nombres, tratar de explicar lo oculto, que está en el centro de este circulo vicioso, en el que hemos quedado inmersos. Que necesita, quiere y dá cada sector y definir el porqué, hay tantas quejas y nula resolución; de muchos ítems generales y puntuales, que desembocan finalmente en la consulta rápida de tres minutos. Cariños
diciembre 9, 2007 a las 10:13 pm
Rectifico,debe decir: «entro» y no «entró»; gracias.
diciembre 9, 2007 a las 10:34 pm
Selene. Suena muy interesante. Esperamos tu material.
LLP
diciembre 11, 2007 a las 10:33 pm
selene, hace mucho vi una pelicula que se llamaba el medico de la mutual,debe hacer como 40 años, bien no me acuerdo pero habiendo sido italiana debe haber puesto algunos puntos de los que hablas vos,
3 minutos ó 6 minutos no tienen perdon porque al final es el que está del otro lado del paciente el que debe decidir, en ese tiempo para lo unico que tenes tiempo es para sacarte de encima a un tipo
me quede esperando yo tambien la ampliacion de tu comentario…
diciembre 12, 2007 a las 9:10 am
La odisea continúa. Resulta que tratamos de extraer plata del Banelco y las famosas tarjetas de débito no funcionaban!!!
Entonces, para no molestar a la buena Celina, decidimos usar el call center para arreglar la situación.
Q llamó durante todo el día de ayer y nunca nadie lo atendió. Puso infinitas veces su clave, el número de cuenta, escuchó la musiquita, pero no logró hablar con ninguna persona. Para ser justos, recién lo logró a las 9 de la noche. Pero esa persona le dijo que el horario de atención era de 9 a 20 hs. Q furioso le grito: “Hablo con una persona y se comporta como un contestador automático. Y le cortó.”
Así que aquí estamos, en San Clemente, con el efectivo que va menguando. Veremos cómo sigue la cosa.
Selene, seguimos esperando con mucho interés tus precisiones acerca del tema de la medicina.
Saludos,
Flavia
diciembre 12, 2007 a las 9:52 am
Yo empezaría por vender las fotos de F
No pediría mucho, digamos $1 por foto
Pero deben tener cien mil fotos
o sea, cien mil pesos
(porque tal vez no sepa física, pero en matemáticas souy fuertísimo)
Si falla la comercialización es la hora de pensar en el marketing
Q disfrazado de Papa Noel sería un clásico
Dado que habríamos aumentado los gastos,
entonces aumentaría las fotos a $2 c/u
con eso tenés doscientos mil pesos y pagás los gastos.
diciembre 12, 2007 a las 11:48 am
Q, cuando tuve un problema parecido con un pibe de call center, me ayudó bastante comenzar la conversación con «buenos días, decime, por favor, tu nombre y apellido» con convicción y voz de tener poder y amigos influyentes, y recién después comenzar la conversación, ¿lo intentaste?
diciembre 12, 2007 a las 12:30 pm
Jnafi, Q disfrazado de Papá Noel podría ser tapa de la Paparazzi! Ahí está Flavia: problema solucionado. ¿Tienen representante? Yo pensaría en Janfi…
(Ahora en serio: ojalá se resuelve el problemita).
diciembre 12, 2007 a las 1:20 pm
Amigos, por suerte no tengo que salir a vender mis fotos ni disfrazar a Q de papá Noel. Anda la tarjeta!!! Se acabó una de las pesadillas.
Gracias a todos por las sugerencias!
F
diciembre 13, 2007 a las 3:50 pm
Pago bien una foto de Q-Noél.
diciembre 13, 2007 a las 8:30 pm
Creo que es una cuestion de la salvaje situacion de la salud en la argentina, le pagam dos mangos por consulta y el que no atiende con o.social ya se le hizo costumbre «pase el que sigue».
Otro es el tema con el homeopata, casi un psicologo (la palabra cura segun Freud), te escucha te pregunta , vos te escuchas relatando tu propia dolencia, y es increíble como se va urdiendo el porque te pasa lo que te pasa. No sé el tuyo, pero las dos veces al año que voy a mi homeopata son l50 pesos, que los pago con placer, porque me ayuda a cuidarme, a conocerme , en cambio al alópata voy por algo urgente, a lo importante lo charlo con mi homeopata.
diciembre 14, 2007 a las 12:41 am
En el médico de la mutual trabajaba Sordi. Me reí mucho.Había un escena en que iba a hacer 2 puntos en una herida que se podía solucionar con una curita. Le pagaban por punto. Hoy inmersa en el sistema (soy dentista y trabajo para una prepaga de las buenas) y sin poder adaptarme a esta manera de atender, ya no me reiría. Una medica en una clinica excelente estaba de guardia. La felicité por como me atendió. Me contó que le pagaban 4.50$ por paciente. Son monotributistas,es decir, que no tienen ningún beneficio social. Es lamentable en las condiciones que trabajan estos profesionales. Pensar lo que les cuesta estudiar, las ilusiones y lo que le cuesta a la comunidad.
diciembre 17, 2007 a las 9:02 pm
Filo: soy alópata. Pagame $50 la consulta y no sabes lo bien que te voy a escuchar. Tu comment es tan triste como real.
diciembre 17, 2007 a las 10:20 pm
O sea, vos atendés a los pacientes si te pagan. Si no, los dejás morir. Hipócrates se revuelve en la tumba.
Q
diciembre 20, 2007 a las 2:14 pm
Q: jamas dije eso. No insultes tu inteligencia sacando esas conclusiones.
Yo llegué a atender por $8 la hora y tenia que ver a 5 pacientes en ese tiempo. ¿Como se espera que uno respete lo que debe ser una correcta consulta médica en esos términos? Yo soy medico por eleccion propia, pero a la vez tengo que comer.
Lo que me llama poderosamente la atencion es la facilidad con que se le paga una considerable suma por una consulta a un curandero (lease homeopata), pero si un medico tradicional pretende lo mismo es un mercenario.
Me olvidaba: atendí gratis mas pacientes de los que te puedas imaginar.