por Flavia y Quintín
Queridos amigos:
Es imposible hablar de NY sin volver una y otra vez al dinero. Hace unos años, la ciudad tenía otros rasgos en primer plano para el turista: los homeless, los marginales, los junkies, la suciedad, las calles peligrosas, el subte amenazante. Esa imagen fue cambiando con el tiempo hasta que la represión y una enorme inversión privada le cambiaron la cara a la ciudad. Casi no hay crimen en Manhattan, los subtes están limpios, los marginales han sido barridos debajo de la alfombra, los guetos han retrocedido y la mayoría de los barrios bajos se ha gentrificado. Todo ha aumentado exponencialmente de precio (especialmente la propiedad horizontal) y el emblema de la ciudad no es más la manzana sino el dólar. En NY los cajeros automáticos no solo están en los bancos, sino en cada deli, en cada café, en cada tienda. Y la gente parece concentrada exclusivamente en ganar y gastar, pero también en acumular privilegios y sufrir humillaciones.
El Time Warner Center
A veces, parecería que debajo de la capa de autómatas dedicados al consumo y la exacción, hay otra ciudad que se asoma por los intersticios y que se conecta con la historia de modos impensables. No estamos hablando de las múltiples manifestaciones culturales o académicas sino de cuestiones más espontáneas. Un día, Q volvía en subte de comprar unos libros usados en Strand, la mítica librería de Broadway y la calle 12, cuando al llegar a la estación del subte de la 59, oyó que arriba alguien cantaba doo-wop. Efectivamente, en el entrepiso de la estación había seis negros muy viejos que parecían estar ensayando para el revival de un viejo grupo musical. No estaban pidiendo y nadie les prestaba atención, pero los tipos cantaban muy bien, como si alguna vez hubieran sido profesionales. Q se quedó escuchando hasta que le dio vergüenza ser el único que estaba parado ahí presenciando esa alucinación, la voz de otra música y de una historia fantasma.
Eso venía pensando Q, pero al llegar al hotel, otra escena lo devolvió a la realidad. Cuando estaba por tomar el ascensor, un guardaespaldas lo detuvo y le impidió subir diciéndole que estaba reservado. Detrás llegaron otros huéspedes del hotel y a todos se les impidió el paso. Estamos hablando de gente que pagaba tal vez 700 dólares diarios por la habitación y, sin embargo, un tipo les ponía una mano en la cara y les mostraba que había gente mucho más importante que ellos. Se formó así un corrillo con los que querían ver quién era el personaje que tenía derecho a un ascensor propio. Un momento después llegaron tres guardaespaldas más y armaron una calle para que el personaje no fuera interceptado en el camino. Finalmente, apareció una vieja, una vieja muy fea (¿la dueña del hotel, una millonaria anónima, Greta Garbo, quién sabe?) acompañada de dos secretarias y otros dos guardaespaldas y se metió en el ascensor ante la mirada atónita de Q. Cuando llegó a la habitación, reanudó entonces la eterna discusión con F sobre el estatuto del hotel. F le repetía que estaba loco, que nunca habían estado alojados en un lugar semejante y que los amigos neoyorquinos les decían que estar seis días en un hotel frente al Central Park era un sueño hecho realidad. Pero Q se obstinaba en que ese hotel no respetaba a sus huéspedes y que, por lo tanto, era poco más que una pocilga. Y que, además, los VIP de Rolex (como Saura, por ejemplo) se alojaron en el Mandarin y no ahí. Y que en toda la planta baja no había un baño salvo dentro del restaurante.
Por eso fue tan interesante la reunión con Dedalus, que abriría otra perspectiva en la discusión. El viernes, tras una larga caminata por la Quinta Avenida, F y Q llegaron al local de Apple que les habían recomendado. Allí adquirieron una grabadora de DVD para usar con su laptop, cuyo drive interno solo permite reproducir. Por 150 dólares entraron en el mundo del Pando y el e-mule al que el amigo Arroba los insta a afiliarse desde hace dos años. Su última treta para tentarlos fue mandarles la dirección del último film de Rohmer. Y allí Q dijo: “No queda otra.”
Llegaron justo a la cita con Dedalus frente a la horrenda estatua de Botero en el hall del Time Warner Center. D llegó tres minutos más tarde y, rápidamente, dio a conocer su identidad como un joven arquitecto que en ese momento trabajaba en la remodelación de un departamento en una de las torres de ese mismo edificio. Allí se encaminaron inmediatamente para ver la obra. No era cualquier departamento, sino un dúplex de 650 metros cuadrados sobre el Central Park en el piso 76, con paredes de vidrio, un gigantesco balcón terraza que parecía de un edificio público (el único de todo el complejo con balcón) y una vista increíble de Manhattan. El bulín costaba en ese momento 120 millones, la remodelación 12 y las expensas mensuales eran de 40.000 dólares. El estudio de Dedalus (al parecer un socio menor de otro arquitecto) había obtenido el contrato mediante la presentación de un proyecto de 500 páginas y se dedicaba a rehacerlo entero, desde el piso al techo, tratando de que los Picassos lucieran en la pared, de que los 16 televisores quedaran disimulados y que la vista desde la bañadera al parque fuera óptima. No era cualquier bañadera tampoco, sino que la piedra provenía de Italia, donde D fue a buscarla especialmente enviado por el dueño (nadie famoso, sino simplemente uno de los cientos de millonarios que tienen departamentos en esas torres) en un vuelo de primera clase. Y así con cada detalle de la construcción. F y Q no sabían si asombrarse más del lujo, de la vista o de las treinta personas que trabajaban a todo trapo en el último mes de obras con las que culminaba un proyecto de tres años. La empresa constructora estaba apurada (aterrorizada). Por cada día extra de demora debían abonar una suma de 15.000 dólares de multa.
Q y Dedalus en la terraza del TWC
Toda la gente que en esos momentos instalaba cables, maderas, caños y alfombras era muy profesional y todos tenían tremendo aspecto de inteligentes. Ninguno era americano. Todos formaban parte del ejército de ocupantes de NY dispuestos a sobrevivir y salir adelante. En ese momento, otros veinte equipos redecoraban otros tantos departamentos en las torres como parte de los incesantes trabajos de construcción y remodelación de la ciudad. Los dueños, nos explicaba Dedalus, a veces se quejaban un poco de tener que compartir la entrada del edificio con los huéspedes del Mandarin Oriental, como por ejemplo Chirac y su comitiva en la última visita oficial del ex presidente francés. F y Q habían tenido acceso a un mundo que resulta incluso difícil de imaginar: el de las entrañas del lujo y la riqueza, del derroche de dinero, talento y esfuerzo hasta límites inimaginables. Y el de la colosal, inmensa fuerza de trabajo detrás de las modernas pirámides neoyorquinas. La discusión sobre el hotel quedaba zanjada, pensó Q: el dueño de ese departamento jamás pisaría el Essex. Pero F no está de acuerdo. No puede dejar de ser una argentina de clase media. Qué es el lujo para el dueño del departamento del piso 76 de TWC es otro asunto. Así que F también da por terminada la discusión. La Essex House es un hotel de super-lujo. El lujo es siempre relativo, sentencia F. Y, aunque Q crea lo contrario, es imposible meterse en la piel de alguien que tiene en su haber cientos de miles de millones dólares. Uno cree poder imaginarlo, pero no es verdaderamente posible. No son gente como uno. Nos comentaba Dedalus que, probablemente, el dueño del departamento y su mujer (una pareja de 65 años) se mudarán al cabo de un año y comenzarán la tarea de remodelar otra casa. Qué aburrido, pensó F. Tanto esfuerzo, hasta los millonarios trabajan duro en esta ciudad.
Columbus Circle desde el TWC
Se habla siempre de la energía de NY que hace parecer provinciana a cualquier otra ciudad del mundo. Pero la energía es el ruido de la lucha por la supervivencia, de la tensión por hacer buena letra y atrapar un poco del dinero que cae desde esos gigantescos edificios y colosales bolsillos. Eso vale para todos, para el profesional egresado de Harvard y para el empleado del hotel al que Q le preguntó cómo hacía para trabajar (escribir, por ejemplo) con unos absurdos guantes blancos (parte obligatoria del uniforme). El dominicano contestó filosófico: “Hay circunstancias de la vida a las que uno tiene que adaptarse.” Luego de la visita al dúplex del TWC, F, Q y D intentaron tomar un café. Pero no estaban en Viena: fracasaron al primer intento en el repleto Bouchon en el TWC, luego consiguieron media mesa en la librería Borders. Allí degustaron la torta que D les había dejado en el hotel y Q se volcó el café en el pantalón (le echó la culpa a la falta de lugar, pero en San Clemente también le pasa). Finalmente, buscando un sitio más tranquilo, terminaron en Starbuck, donde sirven medio dedo de café en un vaso de cartón de treinta centímetros de alto. Todo no se puede: las bañaderas con vista el Central Park son incompatibles con los cafés confortables. En Manhattan, el espacio es para los millonarios. Y el tiempo también. Q se preguntaba cómo hacía la gente para leer el diario y qué sentido le podía encontrar a esa actividad. En esta ciudad no se puede pensar, decía Q a cada rato, mientras extrañaba al mozo cascarrabias del Cheroga donde practica sus meditaciones matinales.
La charla con D fue agradable e instructiva. Una experiencia inolvidable para cerrar la semana neoyorquina. Finalmente, todo estaba pago en el hotel y hasta Bree, una de las chicas Rolex, les consiguió a F y Q un remise al aeropuerto. Pobre Bree, encantadora y entusiasta. No tuvo mejor idea que preguntarle a Q qué le había parecido la cena. Y el animal le contestó que había sido insoportable. Pero finalmente, para arreglarla, terminó diciendo: “todo fue un milagro y Rolex lo hizo posible”.
noviembre 18, 2007 a las 1:41 pm
Bueno, tener tantos millones debe terminar por ser algo aburrido, ¿no?…pero pido disculpas, porque mi objetivo no es comentar este post, sino repetir un comment que dejé en el ‘bacifi (5)’ y no quiero que pase desapercibido:
…»Bueno, ya está, se estrenò ‘Música Nocturna’…ahora cuélguenla (en la red, claro) para que la podamos ver los cinéfilos del interior del interior (eternos postergados)…daaaale, Filipelli…(o véndame una copia, don Rafael)»…
sé que estoy un poco plomo, pero bueno…un abrazo, y bienvenidos F y Q a ‘casa’…
noviembre 18, 2007 a las 4:53 pm
… los ricos también lloran …
noviembre 18, 2007 a las 8:34 pm
Si pero se pueden comprar consuelos caros.
noviembre 18, 2007 a las 8:42 pm
¿ cuando decís «consuelos» te referís a «consoladores» ?
noviembre 18, 2007 a las 9:16 pm
Y yo me hubiera quedado parado como Q.
noviembre 18, 2007 a las 9:54 pm
Los consuelos (o consoladores) caros, ¿son mas efectivos?
noviembre 18, 2007 a las 9:54 pm
QUE PLACER LEERTE
noviembre 18, 2007 a las 11:43 pm
No entiendo lo que significa mucho dinero, hay cirfras que me superan. No entiendo para qué quiere la gente tanta plata, es un problema más que una solución. No debería ser así: algunos con tanta y otros con tan poco.
Tampoco entiendo el lujo, ¿cuánto MÁS cómodo se puede estar en una bañadera? ¿cuánto más rico es un plato de comida carísimo? ¿Cómo alguien puede gastarse miles de dólares en una ¡cartera!? Son misterios para mí.
Buenísima la última postal de NY.
A Dedalus se lo ve muy pintón (a Q también!).
Bienvenidos!
noviembre 19, 2007 a las 9:17 am
Buenos dias…luego de verter agua hervida al café (torrrado fuerte) de manera lenta y por el centro,observé como el mismo se hundia en el filtro de tela , de manera fractal y aleatoria… y pensé estimulado por este incomparable aroma… que era la «imagen por default» de la crónica de viaje de F y Q (7)…Confieso haber llegado a este blog por casualidad…habia puesto en Google a T.A.(el filósofo),porque «me dolia en el alma» sus tribulaciones que habia visto y escuchado en entrevista a C5N..y cosas del hipervínculo…de pronto… caigo acá…y al leerlos.. los he asociado…por la trama secreta que ambos relatos sostienen.Impresionan,contrastan,hieren y redimen el homúnculo pensante y doliente que tienen dentro. No estoy de acuerdo con la apoptosis no programada que el subdesarrollo socio-politico-cultural de estos lares,obra sobre mi persona….tampoco la pavada del consumismo enfermizo del nuevo rico de N.Y….pero lo que duele…ahyyy…es que nuesto pensamiento literario-politico-cientifico, nada les interesa al 1er mundo,…a lo sumo la carne,algun deportista,el tango o la patagonia…Por eso,Quintin + Abraham…son unos fenómenos …como luchan por la :»identidad-pensante-argentina-en vias de mutación».Saludos … ( Flavia,me parecés muy buena cronista )
noviembre 19, 2007 a las 10:04 am
Viste, Flavia: Crónicas provisorias; o Crónicas de una lectora, o Crónicas Flavianas.
noviembre 19, 2007 a las 7:44 pm
¿será mucho pedir el link ese para disfrutar Les Amours d’Astrée et de Céladon?
hace tiempo que la crítica de cine es impensable sin pando, emule o torrent (si no se tiene la posibilidad de viajar a festivales o no haya un contacto / amigo que mande dvds). eso sí, esa vorágine de consumo cinéfilo me hace acordar a lo que cuentan en estas crónicas sobre el ritmo de vida neoyorquino.
noviembre 19, 2007 a las 10:11 pm
«El desprecio por el dinero es un lujo que sólo pueden darse los pobres.» Yo. Me encanta citarme. Ahora veamos… Consuelos y consoladores: tema difícil. Cambio las baterías y respondo. Brrrrrrrr. Y a tener en cuenta: «La salud va y viene, lo que importa es la guita». Otra vez Yo. ¡Dios mío, qué lúcido y cashflow-ready que estoy! Ahora respondo: Estrella pregunta qué significa tener mucho dinero. Respuesta: Tener mucho dinero significa no tener que hacerse esa pregunta, por ejemplo. Pregunta número dos: «¿cuánto MÁS cómodo se puede estar en una bañadera?». Respuesta: No tenés idea. El límite son los azulejos. Pregunta número tres: «¿cuánto más rico es un plato de comida carísimo?» Respuesta: La relación no es directa. Hay platos económicos que son deliciosos. Por lo menos eso me dijeron. Pregunta número cuatro: «¿Cómo alguien puede gastarse miles de dólares en una ¡cartera!?». Respuesta: Pagando con VISA, MASTERCARD o diciéndole a la vendedora que mande la cuenta a su casa para que el mucamo le liquide en efectivo. Esperando haber develado los misterios, Atte. Ramiro.
noviembre 20, 2007 a las 12:31 am
Hay un número después del cual el dinero se vuelve abstracto.
Visto desde acá, los dueños de la bañera y sus vecinos están limados. Hay diez millones de placeres inefables que tienen que ver con disponer libremente del propio tiempo, del espacio, de las posibilidades de desplazarse por todo el mundo, o quedarse en el nido todo el tiempo que uno quiera. Por otra parte: cuánto puede mejorarse con dinero un placer exquisito como un pan con manteca?
En fin, que uno es pobre y cree que éstos gringos están tan quemados que ya ni saben en que gastar. Pero tal vez el sueño de ellos era esa bañera fúnebre de emperador romano envenenado por la emperatriz. Quien sabe.
Desde otro punto de vista, locuras como los pisos del TWC reflejan un modo de vida insensato que en algún momento colapsa. No hay recursos energéticos suficientes para sostener indefinidamente el consumo voraz de esas torres, de vuelos interoceánicos para traer una bañera, para impulsar el agua hasta un bidet a cientos de metros de altura, para calefaccionar pisos vacíos de cientos de m2. Toda una complejidad innecesaria y a contramano. El skyline es seductor, pero para mi gusto lo irracional quita belleza.
noviembre 20, 2007 a las 12:35 am
Una curiosidad para Gaba. En ese departamento no hay bidets (en EE. UU. casi no existen). Los tipos ahorran agua después de todo.
Q
noviembre 20, 2007 a las 2:25 am
Más que los tipos, las tipas Q. Después de todo el invento fue para ellas.
noviembre 20, 2007 a las 7:31 am
el bidet se usa sólo acá; somos pobres pero honrados (si por honrado se entiende culo limpio).
noviembre 20, 2007 a las 9:55 am
Estre: tenes razon, dedalus es buen mozo
noviembre 20, 2007 a las 11:30 am
Eduardo, Gaba, gracias por la respuesta. Últimamente, siento que hablo sola y empezaba a extrañar a enananegra, cuervo, ella, sapa, koba, patizamba y demases.
Al final, se armó una linda charla alrededor del bidet.
Dadalus: Agradecé los piropos!
noviembre 20, 2007 a las 12:56 pm
Jan: la existencia del bidet sería prueba de que los argentinos tienen el culo sucio, hence la necesidad de recurrir el adminí-culo que deja a uno ano-nadado. (Vasta de obviedades).
En cuanto al comentario de Q. puedo agregar lo siguiente. Cuando mi padre hizo reformas en su loft thel barrio chino, hace de esto ya una treintena de años (aún vivía con mis viejos), exigió de los arquitectos que pusieran bidet en cada baño. No fue fácil la cosa. En principio no hubo mayores dificultades para adquirir los sanitarios, el problema fue con la grifería. Los inspectors de la ciudad exigían que fueses grifos con válvulas de doble seguridad que impidan el “retorno” de las aguas servidas al caudal. Era un poco un demencial. Aparentemente suponían que el siniestro aparato sería operado para la higiene vaginal de mujeres lisonjeras y que inevitablemente una epidemia de sífilis acabaría azotando al barrio chino de Nueva York. Lo cierto es que si la reforma de cada baño, en aquel entonces, costó –digamos- ocho mil dólares, que no era poca cosa- el bidet instalado representaba casi una cuarta parte del presupuesto. PS. Durante años, el bidet en casa de mis viejos fue la atracción de cientos de compañeros de estudio y de trabajo, de novias y amigos. El portero tenía identificados los pesos de la siguiente manera: el de la Linda, el de los abogados, el de la pintora y el escritor, el de los chinitos, el de los bidets, el del fiscal del tercer. La que fuera casa de mis padres y que aún conserva sus bidets intactos está hoy ocupada por un destacado chef de Manhattan y la gente le sigue diciendo el departamento de los bidet. No se, se me ocurrió que sería una buena idea compartir el cuentito.
noviembre 20, 2007 a las 1:27 pm
Lindo el cuentito del bidet de los Montes-Bradleys.
noviembre 20, 2007 a las 2:09 pm
Muchas gracias E y M.
Buenos momentos pasamos con F y Q.
En realidad habra bidets en los banios de las ninias, ocurre que no estaban instalados aun.
De todos modos, estos son bidets sin la lluvia invertida como se acostumbra en Arg. Tienen una canilla, como un lavatorio, convirtiendolos en algo asi como una baniera pigmea, en la que la higiene de las partes no resulta tan practica de realizar.
En cuanto a la baniera, esta diseniada a su cuerpo (no, no estuve presente cuando se le tomaron las medidas). Se saco un molde en funcion de su espalda y se la esculpio ergonomicamente a la misma, de un solo bloque. Si, una hijaputez, estupidez, ridiculez y el colmo del snobismo. Ya se, pero me pagan para ello. Y saben por que lo hacen; «because they can»
Estos detalles de caprichos estupidos pueden sorprender, pero son infimos e ingenuos comparados con las cosas que piden ciertos clientes de la tele o el cine.
noviembre 20, 2007 a las 3:04 pm
che dedalus no solo nos está cagando las minas el muy pintón, sino que ahora nos caga también la saga de los bidet que estaba buenísima; a mi ya se me habían ocurrido un par de chistes buenísimos como que el bidet es una ducha hecha por un gallego que le salió para el culo y esas cosas, pero viene dedalus y nos caga todo; voto de censura para dedalus por favor.
noviembre 20, 2007 a las 3:48 pm
Don J
No se ofenda ni me censure, por favor.
noviembre 20, 2007 a las 3:49 pm
Dedalus, ni caso le hagas a Janfi, es obvio que está celoso, a pesar de ser el galán de los hogares (según Dasbalddddd).
Contá que te piden «ciertos clientes del la tele o el cine»… a nosotros, que estamos pendientes del aumento del morrón y del zapallito.
noviembre 20, 2007 a las 3:54 pm
Janfi no te enoooooooojes
noviembre 20, 2007 a las 4:18 pm
Por estas crónicas estoy en deuda con ustedes, porque me parecen magníficas y me cambian, aunque no lo crean, el día (digo, cuando el día está gris, ¿no?). Así que la próxima vez que vengan por estos lares, no vayan solamente a New York; dense una vueltita por Chicago, que aparentemente es menos agitado y además allí vive su seguro servidor. Si me avisan con tiempo, gustoso los llevaré al famoso Facets Multimedia, al Siskel Film Center, al hermoso Music Box y al Instituto de Arte, que no es el más grande del mundo, pero que tiene en su haber una pintura de Turner y cuatro de Hubert (¿se puede pedir más?).
noviembre 20, 2007 a las 4:26 pm
Gracias, Gabriel nos alegraste aun más el día de sol sanclementino.
Fuimos dos veces a Chicago y nos encanta. La próxima vez que vayamos por ahí te avisamos.
Saludos,
F&Q
noviembre 20, 2007 a las 5:22 pm
los tipos pintones siempre me reventaron porque se llevan todas las minas; hoy en la calle vi a un tipo besando descaradamente a una mujer (digo descaradamente porque le estaba borrando la cara el animal) y me dio una envidia …
noviembre 20, 2007 a las 5:23 pm
Simplemente quisiera avisar que el Gabriel de recién no soy yo, o sea el Gabriel que rompe las pelotas de vez en cuando en los comments. Se ve que hay muchos Gabrieles y Gabrielas (también vi un Gaba por ahí). De ahora en más firmaré como Gabriel David, mi otro nombre. Simplemente para que no se confunda en el futuro. Ya sufciente tengo con hacerme cargo de mis propias palabras como para hacerlo de un tocayo.
Igual fíjense que estas cosas no sucederían si hubiese utilizado un nick, como Turguenev, Karamazov, almirante Brown, Polino o el que sea.
De todas formas, Q y F, los puedo invitar a la parrilla de Charly acá por urquiza y después pasar por el centro cultural de la vuelta de casa donde hay unas viejas que hacen unos cursos de pintura con acrílico. Se mandan unos paisajes bastante agradables a la vista.
noviembre 20, 2007 a las 5:28 pm
Aceptamos todo tipo de invitaciones, no solo de los países centrales. Es más, hace poco casi vamos a Rosario (pero no a ver a Binner como el que te jedi.)
F&Q
noviembre 20, 2007 a las 5:36 pm
obvio, Rosario CENTRAL …
noviembre 20, 2007 a las 5:42 pm
gabriel david, está bien, es nombre de teleteatro; reclamo el derecho de agregar un segundo nick a mi primer nick para parecerme a GABRIEL DAVID.
noviembre 20, 2007 a las 6:25 pm
JC vino un anio y medio atras, aprox. El tipo es alto. 6′-4″
Muy sencillo al trato, simpatico y de perfil bajo. Siempre manos en los bolsillos del sobretodoy mirada tranquila, aunque pensativa. Habla poco y pausado, como degustando cada palabra hasta escupirla completa.
Estaba obsesionado con una cama de Jules Leleu de los anios 20. De rosewood y pelo de caballo, de un disenio exquisito, pero como cualquier cama europea, demasiado corta para un tipo alto (o al menos esa era su opinion). Insistia en que disenaramos algo «estilo Leleu», usando los mismos materiales, pero debia ser 8 pulgadas mas larga «so I can feel myself comfortable in my own bed». Era para su departamento en el Village. Se le disenio algo que creo era muy bueno. Le gusto y pidio que hicieramos muestras de materiales. Se consiguio un rosewood de veta similar y se lo empezo a tratar para hacerlo como el queria que luciese. 18 fueron las muestras rechazadas hasta que lo aprobo. Luego seguimos con el pelo de caballo, lo que resulto muy facil y practico en comparacion (lo conseguimos en Arg).
Cuando empezamos a hacerla fabricar, estaba tan obsesionado, que queria visitar el taller (ubicado en Red Hook, Brooklyn) todas las semanas. Insistia en que la tecnica con que debia construirse la cama debia ser la misma que Leleu, etc, etc. Luego, descubrio que la madera tenia una veta mas «agresiva» que el original y decidio comprar el Leleu ( $ 75,000) y llevarselo al carpintero para que la tuviera ahi con el y le diera «inspiracion».
Las cosas terminaron bien, cada tanto pasa a saludar (creo que vive en Chicago) y trae regalos (los mejores asientos para los Knicks que alguna vez tuve me los dio el; 1ra fila en el MSG). Pero les aclaro que terminamos exhaustos, 6 meses mas tarde de lo previsto y trabajando tres veces mas de lo debido (se le envio una factura por extras y la pago, claro).
No se cual de las dos camas usa, pero sospecho que no la que le diseniamos. Desconozco si en esto de elegir cama mantiene una «Alta Fidelidad» como con en el resto de sus ideas.
noviembre 20, 2007 a las 7:00 pm
J C???? Quien es JC??? el rey juan carlos????
Janfiloso: No la juegues de perdedor que debes tener tu buen club de fans vos tambien
los que no ganan por lindos, lo hacen por simpaticos y/o (gralmente ambas) inteligentes
Te autorizo a que te pongas otro 2º nick : )
noviembre 20, 2007 a las 7:01 pm
: ) ; )
noviembre 20, 2007 a las 7:01 pm
ay no me sale qwertyuiopàsdfghjkjhgfd
noviembre 20, 2007 a las 7:02 pm
Dedalus: No tenes Ñ en tu compu????
noviembre 20, 2007 a las 8:00 pm
no enie
noviembre 20, 2007 a las 8:28 pm
Medusa: escribe desde USA, seguramente con una compu con teclado de los de allá.
Flavia y Q: no crean en la cortesía de Dedalus.
Para mí, se ha hecho odiar por tres motivos:
a) vio un partidazo de Federer-Roddick (que comenté en mi blog) en directo. No con la mediación de la pantalla chica (bastante chica en mi caso).
b) el muy perverso me lo dijo.
c) lo peor de todo, encabezó su comentario con un «Sr.» Galois….
grrrr.
noviembre 20, 2007 a las 8:36 pm
Muy buen relato Dedalus, todo lo hacés interesante (como Janfi, para que no se ponga celoso).
Janfi: pensemos en tu segundo nick, así estás a la altura de Gabriel David. ¿Qué te parece ¿JANFI LAUTARO?
noviembre 20, 2007 a las 8:59 pm
Dedalus ¿ no ñ ?
Hablá con Galois que te arregla todo.
noviembre 20, 2007 a las 10:24 pm
Una historia de bidet muy graciosa me la contó un amigo que dice que las chicas de la ruta usan los sifones de soda como bidets portatiles, ingenioso no?
noviembre 20, 2007 a las 10:44 pm
Pensar que John Cusack parecía tan serio y poco interesado o pretencioso… Hay que ver lo que hace el dinero ¿no?
noviembre 20, 2007 a las 10:52 pm
Así es janfiloso, bien de teleteatro blogero. Me inspiró mi amigo Arnaldo André que esta pensando en participar bajo el seudónimo de Genghis Kant.
noviembre 20, 2007 a las 11:05 pm
Bueno, entonces yo seré Palito Ortega y Gasset.
noviembre 20, 2007 a las 11:12 pm
Alguna vez se citó en este blog al gran Marcial Lafuente Estefania que escribía unos westerns horribles pero clásicos en mi juventud. Pues, para el gran Marcial, los heroes debían medir al menos seis pies (que es la medida que dedalus le adjudica al rey juan carlos) seis pies + 4 pulgadas para ser preciso; seis pies son mas menos un metro ochenta (dedalus dará la cifra exacta) y cuatro pulgadas son unos diez centímetos mas (?¿) con lo que el tipo mide uno noventa, lo cual lo habilita muy bien para jugar al basquet.
Dedalus, si querés evitarte este coment usá el sistema métrico decimal que es el que conocemos nosotros y no ese sistema antrpomórfico que da todo con comas y es muy complicado.
noviembre 21, 2007 a las 12:11 am
Ahora sí, el ahorro energético generado por la inexistencia de bidets a 150 metros de altura justifica bañeras romanas talladas a medida. Pero si engordan o adelgazan, cómo hacen para bañarase, cómo? ¿Mandan tallar otra bañera nueva?
Cualquiera sea la cantidad de ceros en las facturas de Dedalus está bien, es muy difícil diseñar con el «because they can» como fundamento. Y because they can siguen con un auto por persona, con motores de consumo voraz para trasladar una bolsa de supermercado, con suburbios dispersos y commuting diario. Y because they can hay guerra en países con cuencas petroleras: como dijo uno, con la cancillería, las fuerzas armadas y la dirigencia en general que tenemos, gracias a dios que se nos está por acabar el poco petróleo que nos queda.
El debate sobre bidets indefectiblemente debe incluir una discusión acerca de la posición de uso, no se como todavía no lo plantearon.
noviembre 21, 2007 a las 1:31 am
Un bidet en la 5ta Avenida: U$S 15.235,50
Un bidet en Chacarita: $ 978,40
Un sifonazo en la banquina: Priceless.
PS. Muy bueno lo del sifón!
Gaba: La gente con plata ni adelgaza ni engorda: Se opera.
Por otra parte, el antiyanquismo es incurable. Es mucho más
lo que cualquier ciudadano promedio puede conservar de
energía en los Estados Unidos que en cualquier parte de
Argentina. La idea del derroche y el abuso de las fuentes
energéticas en USA es un mito. ¿Cuándo fue la última vez
que la empresa de electricidad le dio a usted un cheque para
que remplace los burletes o ventanas de su casa para
que gaste menos y no más electricidad; cuándo la última que la
compañía de agua le ofreció cambiarle el tanque del inodoro
para que en lugar de tirar diez galones por flush tire sólo cinco.
La discusión sobre el tema energético se instaló en la clase media norteamericana
cuando en Buenos Aires la discusión ni siquiera había comenzado. Es una tontería semejante a suponer que los norteamericanos solo comen hamburguesas, que no saben nada de vinos, que el café es jugo de paraguas, que las ensaladas las condimentan con mayonesa porque no tienen vinagre y no se cuántas tonterías más del tipo “mezclemos la conversación sobre bidets con la invasión a Irak total todo me da lo mismo” o decir que nos estamos quedando sin petróleo cuando NADIE TIENE LA MENOR IDEA de cuántas reservas quedan en el planeta ni para cuánto tiempo. Salud!
Janfilet-mignón: No se caliente viejo,
al chabón le faltan-las-ñ´s-le faltan y por lo que pude leer a usted no le faltan admiradoras. Eso sí, acláreme lo de la pareja que se besaba: ¿La envidia se la daba él o ella?
noviembre 21, 2007 a las 1:36 am
¡Dios me libre y guarde! Dedalus está de rechupete, se me hace agua el costurero m´hijita. Si está mejor que el Minister de Economy de la Cristina. Digame don dédalo…. ¿No le interesa una viuda millonaria? No me queda mucho de vida y con lo que le puedo dejar en herencia se compra el bidé más le guste cuando spiche….. Si tuviera sesenta años menos me tomo el buque a Nueva Shork. Los años no vienen solos, es una la que se queda sola con los años. ¡NO ES JUSTO! ¡QUIERO UN PENDEJO PARA MI SOLA!
noviembre 21, 2007 a las 8:26 am
Don Eduardo, Ud. y yo la sabemos lunga, en última instancias nunca se olvide que billetera mata galán. Ud., Maradona y yo sabemos lo que son los hijos del dinero.
noviembre 21, 2007 a las 11:24 am
lindo el marmol de la bañera ,no puedo separarla de la imajen de Marat .
biene con lápida incluida
noviembre 21, 2007 a las 12:12 pm
Raúl: Es cierto, tiene algo sepulcral. Más aún, semeja la de los papas en las cámaras mortuorias vaticanas. Ni se me había ocurrido hasta que usted lo mencionó. Solo le falta cierre al catafalco abovedado y la talla lateral con el requiem alegórico. R.I.P. It was a great father to us all.
noviembre 21, 2007 a las 1:45 pm
que- re- mos- a- jan- fi- con- 2º- nick!!!
noviembre 21, 2007 a las 3:47 pm
Janfiloso con doble nick : PRESENTE
(gracias eduardo)
noviembre 21, 2007 a las 4:16 pm
janfilet mignon, bienvenido
noviembre 21, 2007 a las 4:41 pm
Divina: las millonarias me tienen un cacho cansado con sus caprichos, le voy a decir. Pero si es usted fetichista y le van el latex y los heels, habria que ver…
Addison: a mi tambien me defraudo. Mas aun cuando leo siempre que es muy reservado en su vida personal y considera que ser «celebrity» no es para el. Pero trae buenos regalos cada tanto.
Gaba: no levante la perdiz que la Mrs (pongo asi para evitar esa letra que no tengo) todavia no la probo con agua. A ver si no le gusta y la tenemo- que-tira-a-la-mierda.
noviembre 21, 2007 a las 5:00 pm
Para la ñ pueden probar apretando al mismo tiempo Alt y 164.
Y para la Ñ mayúscula Alt y 165.
noviembre 21, 2007 a las 5:04 pm
Janfilet mignon: ¿Hiciste el taller creativo con Ale Rochitzner?
noviembre 21, 2007 a las 5:16 pm
Acabo de probar apretando apretando al mismo tiempo Alt y 164 como sugirió María y me apareció una foto de Nestor Lescovih con un enano de circo. ¿No será un virus? Estrella: Yo cursé «Plastilina II» con el padre, ¿te dice algo?
noviembre 21, 2007 a las 5:29 pm
Si hay regalos de cuándo en cuándo habrá que perdonarlo, Dedalus. No sé, yo tampoco me puedo imaginar con tanta guita, pero creo que no llegaría a tales extravagancias (lo del helado con diferentes clases de cacao del otro post me pareció además de extravagante, imbécil). Yo con unos buenos libritos y alguna película difícil de conseguir estoy más que contento.
Saludos desde el porteño barrio de Almagro.
noviembre 21, 2007 a las 5:57 pm
Aunque… Dedalus estaba pensando que he visto un banco hecho por encargo que… ¿Cuánto la réplica de un Gaudí?
noviembre 21, 2007 a las 6:59 pm
Estrella, no se qué me pasó, creo que me perdí llevado por las ínfulas de Don Eduardo que me dio manija, pero ya me recuperé.
La creatividad de Don Eduardo no tiene límites, ahora que sé que cursó plastilina II con Rochitzner padre, creo que eso explica mucho; Don Eduardo, por su problema de virus consulte a Galois, es un experto, pero por las dudas, nunca apriete alt + 395 puede ser gravísimo para su futuro como varón.
noviembre 21, 2007 a las 7:20 pm
Flavia, no sufras por la mudanza de la señora. Aquí hay mudadoras de guantes blancos, ¿te imaginás en NY? El sábado a la mañana estuve desayunando con un amigo tuyo que vive en Bruselas. Como quiere mucho a su mamá (ella vive en París), tu amigo le compró un bidet para que esté muy confortable cuando va de visita a su casa, pero no pudo ser exactamente como los que hay acá, porque cuestan una fortuna.
noviembre 21, 2007 a las 7:29 pm
No, no es un virus ni nada extraño, cuando tenía otro teclado me daba maña con eso, no lo añoro, ahora tengo uno con la Ñ, pero durante años, cuando era más niña, todas las mañanas tipeaba una montaña de Alt+164 hasta quedar medio ñoña.
Puede ser por el navegador, parece que con Firefox el Alt + 164 te manda a otra página. Mejor consultar a los expertos.
O a lo mejor es un truco de Eduardo que «apretando, apretando» hizo aparecer a Néstor y el enano de circo…
noviembre 21, 2007 a las 7:59 pm
Quizá lo quería apretar al enano.
noviembre 21, 2007 a las 8:11 pm
obvio es un truco; Don Eduardo es un hombre lleno de trucos.
noviembre 21, 2007 a las 8:55 pm
Turcos, Jan, lleno de turcos. No en vano me dicen Bósforo.
noviembre 21, 2007 a las 9:23 pm
Con qué poco se las arregla Addison: «Yo con unos buenos libritos y alguna película difícil de conseguir estoy más que contento». Hay de todo en las viñas del señor gritaron al unísono Ismael y David. Pero suena bien, ser pobre está de moda, ser humilde… ¡Ni te cuento! Este país empieza a parecerse a una iglesia evangélico-leninista. Hay que ser humilde, pobre, modesto, reservado y a la cortázar-que-te-criaste decir que el paraíso consiste en un libro, un gitanes y una gorda para pasar el invierno. No me jodas Addison: Con guita me compro todos los libros que quiera y me los hago leer por una sueca en bolas mientras me sumerjo en el jacuzzi a soplar burbujas. Ahora que lo pienso…. Qué lindo estereotipo sesentista el de las suecas, lamentablemente ya desaparecidas. ¿No será que las suecas están en extinción como los wichis y los mapuches? PS. Estoy aburrido. Voy a tener que inventar algo.
noviembre 21, 2007 a las 9:24 pm
Un buen dato para comprobar la inflación durante el gobierno de K.
Un juego de baño standard: Lavabo. bidet. inodoro :
En abril de 2003 :- $ 150.-
En octubre de 2007: $ 500.-
noviembre 21, 2007 a las 9:42 pm
Ya ni cagar en un sitio decente es barato!!!!!!!!!!!
Montes Bradley,tu vieja llega a leer lo que comentaste de las suecas y los turcos,y le da un infarto…
noviembre 21, 2007 a las 11:00 pm
«Hay que ser humilde, pobre, modesto, reservado y a la cortázar-que-te-criaste decir que el paraíso consiste en un libro, un gitanes y una gorda para pasar el invierno.»
Hola Montes Bradley. Lo del paraíso, la gorda y los gitanes corre por cuenta tuya. En el primero no creo, el exceso-exceso de peso no me atrae y no fumo. A Cortázar lo leí bastante tarde, lo de reservado puede ser. Y si de fantasías hablamos, estaría bueno pasar un buen rato con, por ejemplo, Emmanuelle Bèart en el banquito Gaudí que me armaría Dedalus… sin libros.
Saludos.
noviembre 21, 2007 a las 11:42 pm
Addison: Nos vamos entendiendo. Y nada de tirarse contra la guita a ver si nos privan de ella. May God Bless Thy Mighty Chash! Not Johnny, the green stuff. Ahora que lo pienso tengo otra historia de bidé. De cuando Jorge Giannoni cambió un subsidio de argelia por un container de bidé basileros de color rosa y casi tremina decapitado en Argelia. ¿Interesa?
Pia, no la nombres a la Mrs. que si aparece perdemos los dos.
noviembre 22, 2007 a las 8:58 am
Ah, pero qué divertido está esto. Eduardo, tu comentario de las 9.23 me hizo reír, reír, reír. Sabés que tenés razón (tampoco tooooda).
Ya copio y pego y se lo mando a algunas personas que conozco, jeje.
Igual, sigo sin entender qué hace la gente con mucha plata, en qué la gasta, para qué la quiere.
Yo prohibiría la tanta plata. No vale tener más de X. Si querés una bañadera de XX: no, no se puede, todo tiene un límite, che.
noviembre 22, 2007 a las 9:27 am
Sábalo: dónde compras todo eso por 500$ ? pasame el dato que estoy arreglando el depto de un amigo. Un juego de grifería. el más berreta, no baja de 1.200$.
noviembre 22, 2007 a las 12:17 pm
Alicia: Mis datos no incluyen la grifería y se refieren a los elementos que mencioné. Standard.
noviembre 22, 2007 a las 12:44 pm
¿Standard? Que horror!!!!!
noviembre 22, 2007 a las 4:59 pm
Que lastima que los centros clandestinos de detencion son solo para nosotros los pobres, que sino, que lindo seria darles un poco de spa a los de la bañadera :)
noviembre 23, 2007 a las 10:23 pm
Charlie: Una tontería de su parte caballero. En los centros clandestinos de detención hubo mucha clase media, clase media-alta y gente de dinero. El ilustre Ciego cuestionó en alguna oportunidad la exclusividad del reino de los cielos para los pobres en memorable entrevista y yo, ni lerda ni perezosa, pregunto: (y la pregunta es para usted) ¿porque habrían las mazmorras ser sólo para pobres? Muy cristiano lo suyo. Pero dudo que unos pocos años de confort aquí en la tierra ameriten una eternidad bajo las llamas o lo contrario, digamos. Lo temporal y lo eterno no deberían competir, ¿cierto? Usted sabe tan bien como todos nosotros que los centros clandestinos de detención no estaban poblados de pobres sino pobres aquellos que en sus límites vivieron. Es injusto su comentario.
noviembre 24, 2007 a las 12:04 pm
lo que si son interesantes son los retretes de los simples ,
cosa que ninguno de los que usamos loza vitrificada en los
sanitarios podria soñar , ni como tortura .