Un ataque de culpa
por Flavia de la Fuente
Me sentía culpable por no haber encontrado ninguna garra de león abierta. Así que me puse la cámara en el bolsillo del jean y me encaminé de nuevo a la costanera. Hacía mucho calor. Era un raro día bochornoso. En San Clemente escasean los días pesados. Pero hoy era uno de esos. En el cielo había nubes pasajeras, lo que siempre me gusta para las fotos. Me dirigí con paso decidido hacia el sur porque ya sabía dónde estaban las malditas flores perezosas. Llegué al lugar donde esperaba encontrarlas y hoy estaban abiertas, pero solo tuve suerte con las blancas. Las fucsias estaban medio arruinadas y a medio cerrar.
Acá va un plano muy de cerca de una flor de garra de león, espero que Q sepa perdonarme.
Seguí mi recorrida para indagar si había novedades en la flora primaveral. No encontré nada nuevo. Más bien me topé con la destrucción del paisaje de hace un par de días. Es increíble el poder aniquilador del viento. De las margaritas de la foto 2 del post anterior ya no queda nada. Hubo un par de días de un fuerte viento oeste que barrió sin piedad con ese ramo de flores silvestres que lucía orgulloso a la entrada de un balneario. Pero el viento sólo se llevó ese lote de margaritas. El resto, que estaba en sitios más reparados, sigue en su lugar. Por último, encontré estos otros plumeritos. Tal vez ahora Jorge pueda darse cuenta mejor de qué se trata. A mí me siguen pareciendo muy fotogénicos y los pobres también están muy torcidos por el viento. Pero al menos lograron sobrevivir.
Estaba por volver a casa y recordé los tamariscos pelados que fotografié hace poco, al final del invierno. Ahora lucen verdes y floridos. Me dieron ganas de ir a verlos. Y, para mi sorpresa, a sus pies, estaban las codiciadas flores fucsias. Este plano es muy general, le va a gustar a Q, aunque las garras de león se vean apenas como manchitas fucsias.
noviembre 7, 2007 a las 11:19 pm
La arena, el calor y el viento forman un microclima específico para ciertas plantas; la acacia por ejemplo, tiene una vaina que se abre sólo con mucha temperatura, tanta como la que se logra entre el sol y la arena (si no probá ir a la playa en enero sin ojotas); el viento por su parte esparce las semillas muy lejos de la planta lo cual promueve la proliferación de acacias en toda la costa atlántica.
noviembre 8, 2007 a las 12:37 am
Muy buenas las fotos. El plano detalle vale la pena por más que sea detalle… parecen los colores de un cuadro de Gauguin
noviembre 8, 2007 a las 8:32 am
Muy lindas las fotos. Sigo sin darme cuenta qué es el plumerito, pero puede ser otra gramínea a la que me lleva el recuerdo de mi infancia en Ramallo, una cuyo tallo es más cortito que el del trigo, se llama, o le dicen, «cola de zorro». Es pegadiza cual abrojo; recuerdo que al volver de la escuela me gustaba meterme en los pastizales de la estación y ahí se me pegaban en las «Tom» tres cuarto. Para que se ponga contento Abraham; he usado más los productos de la empresa familiar que leído sus libros. Jajaj
noviembre 8, 2007 a las 10:03 am
Bellísimas las colecciones de paseos que compartes con nosotros. Muy lindas flores naturales.
No puedo evitar la autoreferencia y compartir una anécdota.
Vaya uno a saber cómo, por inocente Anahí -la más chiquita- y yo simplemente por ignorante, se nos ocurrió traer de la playa unos gajos de garra de león a nuestra casa en Bellavista, Uruguay.
Sólo para complacernos la mano verde de Laura, las plantó en un rincón del jardín delante de la casa.
Sin saberlo, habíamos traído al tercer pasajero. Como saben, se trata de plantas irrespetuosas de los límites, rastreras e invasoras. En una primavera avanzaron por el jardín y colonizaron unos 200 metros que incluyeron partes de un terreno vecino.
Ahora cada vez que podemos ir, luchamos contra la garra que no es charrúa. Junto a los eucaliptos del bosque amenaza con convertirse en monocultivo eliminando a su paso desde el paso hasta cualquier otro tipo de concurrente vegetal.
fraterno
js
noviembre 8, 2007 a las 10:05 am
Me encantan las fotos
noviembre 8, 2007 a las 10:51 am
Bellisimas fotos.
noviembre 8, 2007 a las 11:05 am
Que fotos más buenas. Yo un día intenté hacer fotos con todo el cuidado del mundo y me salieron todas movidas. Me llevé una desilusión tremenda.
http://laslucesdeagosto.wordpress.com
noviembre 8, 2007 a las 12:20 pm
Jorge, no sé si las espigas son pegajosas. Yo miro pero no toco. Parecen muy suaves, pero jamás me animaría a toquetearlas. Soy una fóbica urbana.
Soriano, acá en la costa a todo le cuesta mucho trabajo crecer y sobrevivir. Ni la uña de gato se hace plaga. Un jardín, como el mío, a media cuadra del mar es un problema muy complicado. Te diriía que hasta te envidio la invasión de uñas de gato. Acá la plaga son las dimorfotecas. Esas sí que son flores rudas que te llenan todo el jardín, pero a mí me encantan porque te alegran el invierno.
Janfi, no sé cuáles son las acacias… Y por qué la arena quema tanto si es clara. No es que las superficies claras no queman? Probaron sentarse alguna vez en una silla negra al sol?
Besos y gracias a todos,
F
noviembre 8, 2007 a las 1:19 pm
La arena quema por su composición mineral, si no me equivoco.
Aquí en Mallorca quema mucho menos que en Mar del Plata, a pesar de la mayor temperatura ambiente.
Me dicen que tiene una menor cantidad de metal que en nuestras playas.
También el color es diferente. En MdP es tirando a oscura (además de la mugre, no me refiero a eso :) ) y aquí son de arena blanca y muy finita. Parece sal.
noviembre 8, 2007 a las 3:40 pm
Mi casa queda justo frente al mar, los vientos y tempestades del invierno son un problema sin solución. Hemos puesto tierra fértil en el terreno y eso favorece que sea una plaga.
http://bellavista.wordpress.com/
De todas maneras la flora por allá en Uruguay parece menos diversa que la de la costa Argentina.
La casa ideal para la costa es la de las fotos del post de TA.
Si logro vender la nuestra intentaré construir algo parecido por aquí.
Maravillosa y replicable con su tajamar, en miles de modelos para resolver el problema del viento y la lluvia invernal de la costa de Maldonado.
fraterno
js
noviembre 8, 2007 a las 7:46 pm
que buenos comentarios, y que fotos más apacibles
Que fortuna ver lo que veis cada día
saludos desde Barcelona
noviembre 8, 2007 a las 10:48 pm
Este post está lleno de extranjeros …
tenemos muchos inmigrantes del eter …
noviembre 9, 2007 a las 10:46 am
Hermosas las fotos!!! Las flores silvestres siempre me gustaron.
Recuerdo que cuando era chica, íbamos con mis primos en bici por el camino de tierra que llevaba al cementerio, y juntábamos flores silvestres para llevarle al abuelo. Era la salida perfecta del domingo. Y pensar que cuando uno crece ir al cementerio un domingo puede ser el paso previo al suicidio (o el siguiente, en caso de haber partido ya pa otro lado!).
noviembre 9, 2007 a las 10:47 am
ups…espero no haber arruinado el clima con mi humor negro…
Saludos!
noviembre 9, 2007 a las 4:18 pm
no pasa nada Pepona;
igual no es lo mismo
un cambio de humor negro
que un negro te cambie el humor.
noviembre 9, 2007 a las 4:40 pm
Bueno, parece que Janfi reapareció con todo! Lo bien que viene un poco de risa en esta tarde horrible.
Flavia, decime vos… ¿y la primavera? No vale, ¡protestemos! Es tan injusto… esperar y esperar para esto.
Acá en Buenos Aires, el cielo está gris, hay un viento insolente, llueve cada 2 x 3 (janfi dixit), y la humedad aplasta. Los pájaros andan desorientados, no saben si reír o llorar, vuelan en círculo de puro aburrimiento. Qué decirte de las flores del jardín, mucho color, mucho color, pero con esta luz nada brilla. Ni siquiera hay tormenta: es como un estado indefinible.
O que llueva. O que salga el sol. ¡¡dale!!
noviembre 9, 2007 a las 6:40 pm
Soriano, ¡Qué rancho! Antes de venderlo invitá un fin de semana. Fraterno
noviembre 9, 2007 a las 10:06 pm
En serio Soriano; hacete un asadito como el de la foto y vamos todos para allá. Fraterno.
noviembre 10, 2007 a las 8:27 pm
No se crea esta bastante venido a menos. Etsan por supuesto todos invitados. Este verano intentaremos ir a pasarlo por allá – a menos que salga un trabajo que estoy desesperando por que llegue . Pero en serio estan todos invitados cuando lo deseen.
fraterno
js
noviembre 10, 2007 a las 8:57 pm
soriando fraterno :
le iospiti sone come il pece
dopo tre giorni spuzano …
(perdón por la ortografía italiana)