El tipo que se parecía a Lenin

La velocidad funda el olvido de Marcelo Schapces

por Eduardo Montes Bradley

En la película de Marcelo Schapces todos los personajes tienen nombre menos dos: el padre y la madre del protagonista: Olmo, el que no da peras mal que le pese a más de un distraído.

Olmo (de veinticuatro u ocho años según el capricho de un guión bien pensado) se encamota (adjetivo propio de la generación del padre) con Carmen, una galleguita con quien comparte la vocación adulta de hurgar en el pasado, un romance casual y un polvito medido. A Carmen le pica una playa gallega donde pasó los veranos de su niñez, a Olmo la posibilidad de dar con su madre a quien no ve desde la cuna-jaula en la que quedó plantado cual tierna flor y al cuidado de su padre. Menos mal que madre hay una sola.

El encuentro de la muy conflictuada pareja ocurre en algún lugar de Argentina donde los padres del galán habrían fracasado un su intento por sobrevivir al peso de los años de dictadura, esa misma de la que tanto se ha hablado y de la que ya muchos no quieren ni oír (por lo menos en el cine) porque consideran que la cuota de celuloide a disposición del tema ha gastado sus prerrogativas. El argumento es discutible. De ser así supongo que Hollywood hubiera abandonado las pretensiones que blandea sobre la Guerra Civil (o Guerra de los Estados como suele decirse ahora), los franceses se hubieran dejado de romper las crêpes con Napoleón y los italianos se hubiesen visto obligados a prescindir de la muy lucrativa experiencia fascista llevándola al cine cada vez que se les canta la Lira. Pero lejos de las fronteras de la imbecilidad criolla, estos prejuicios –los que suponen una redundante mirada a los setenta– no son más que eso: una postura snob, tilinga. Es precisamente fronteras adentro donde uno suele experimentar el recelo a referencias que revuelvan la mierda de un pasado que apesta y el cine argentino es –cada vez más– un asunto de puertas adentro.

 

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Si la confesión de parte amerita el relevo de pruebas, me presto como la más fehaciente de ellas. Hace años que dejé de ver “ese cine” y de asistir a muestras que evoquen un pasado del cual pretendo tomar la mayor distancia posible, a la velocidad más vertiginosa. En consecuencia, hoy vivo en un país imaginario donde el pasado puede rastrearse hasta mi último divorcio. Todo un logro. Mi pasado llega hasta mi último divorcio, el de Schapces hasta su última película, que es la primera, que es una ópera, que es una prima. ¿Opera Prima? Pero si Schapces es casi tan viejo como yo. Ingenuo yo. La estrategia del director habría consistido en preservarse, como Lenin (no como mi prima), ese pariente lejano a quien tanto se parece (insisto: Lenin, no mi prima). ¿Alguien acaso reparó en el extraordinario parecido entre Schapces y Vladimir? Schapces estudia, lee, discute, presta atención y no suele enroscarse en discusiones estériles (envidiable). Supongo (doy fe) que una de sus preocupaciones fundamentales gira en torno a ese pasado sobre el que su prima se centra en los reales de la ópera que acaba de estrenarse y en la que el protagonista (Olmo) tiene una madre titiritera sin nombre que vive en Galicia (Spain) y un padre obsesionado por clasificar experiencias (Luis Luque a falta de nombre), catalogando hasta el hastío cada minúsculo eslabón de la memoria como si en ello le fuese la vida. De hecho le va. Digamos que el padre sin nombre es un cartesiano exasperante, la fórmula opuesta al caos que propone la experiencia de la que salió desfigurado; convencido de que el espacio se quiebra en un punto en el que las referencias se ausentan y que en ese momento todo tiende a desaparecer.

 

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Schapces y el agujero negro, Schapces el memorioso, Schapces y lo que pudo haber sido de no haber sido Schapces o de no habérsele parecido tanto al ruskie de Lenin que, como se sabe, murió de una enfermedad crítica y que desde entonces se preserva (como Schapces hasta ahora) en una caja de cristal. Sin embargo la preservación implica un pacto con el diablo, es decir: con la crítica.

Estrenar es transar. Transar es entregarse a las fauces del muy hambriento león en nombre de la cristiandad-cagatíntica. Levanto el teléfono, disco. Del otro lado atiende el director y le digo:

–Estrenar es transar.

–No te entiendo, —responde. Era de suponer.

Está claro que Schapces no entiende o no quiere entender y que lo único que puede llegar a salvarlo de la voracidad del Rey de la Tinta es sentarse sobre sus latas al grito de ¡Minga! Pero no, Lenin estrena y a nadie le importa un fotograma partido al medio que las bestias derramen su semen hasta mojarse los tobillos con la crueldad que caracteriza la muy franciscana pobreza de sus argumentos. No sé qué es peor –diría mi tía Corita– si el chancho o el que le da de comer. ¿El cine argentino es tan pobre como la crítica o la crítica es tan pobre como el cine argentino? ¿Qué viene primero: Clarín o la gallina? Y allí fueron todos al ruedo, todos o casi todos: The Corporation. Adolfo Martínez, el gacetillero, redescubre “La Rosa” en un histórico Gran Premio de favoritos que excluye símil ruso. “¡Ni a placé!”, grita desaforado el minúsculo hombrecillo desde su incómoda burbuja en Puerto Madero donde plagia sistemáticamente las síntesis de prensa. Bernades hace lo imposible por demostrar que con 12/páginas no alcanza y que un diario sin horóscopo ni obituarios carece de pasado y futuro y por eso le cuesta interpretar ambos. Desde el presente, el kriticón parece dispuesto a cumplir desenvainando argumentos que no acaban de conjurarse en reseña. ¿Qué es lo que tanto te molesta Bernades? ¿Qué te duele? El Amante subraya la ilegitimidad de su relación dejando al marido bien parado frente a la historia. Al final de cuentas parecieran ellos (los críticos) los apologistas de eso que algunos llaman los setenta y que yo no llamo porque no quiero que vuelva. Por momentos es como si en aquellos años todos hubieran empuñado una consigna y ninguno hubiera ido a bailar a Liniers. “Las teclas derramadas no serán negociadas”, Banana Pueyrredón dixit. Digo esto porque se me ocurre que Schapces hace la gimnasia opuesta y que contra muchas de sus convicciones, concede la posibilidad de que todo hubiera sido un gran desatino, un error de imprenta. Creo que de eso se trata la película de Schapces. A La velocidad la funda el olvido le ocupa la crítica, le pertenece, está allí donde los idiotas han cerrado los ojos por pequeños, sietemesinos, pajeros y cejijuntos. Digo: Si Lenin viviera sería pastelera. Pero a quién coño le importa lo que Schapces tenga para decir, si ahí viene Lynch al grito de: “¡¡Para rarito estoy yo!!” y eso se entiende porque no se entiende; porque nadie sabe de qué habla ni que se lo subtitulen al jeringoso. El drama no es original. Hay quien supone haber leído Auster por cuenta de las traducciones de Anagrama. Good Luck, duck. Este es un país de burros con ediciones de lujo y una tapa dura por cada viagra editorial. Por momentos siento nostalgia de Lerer. Hubiera sido formidable (fantastic diría el catalán) que se hubiera expresado a gusto y que Ocantos no haya muerto a la tierna edad de ciento y pico. Ya no hay debate. Quizá hubiera sido conveniente darle a la velocidad la posibilidad que le fue vedada, esa de fundirse en el olvido de un puñado de opiniones miserables destinadas a desacreditar a la persona, no a su obra. Qué le vachacher, pelado, hay que aguantar. Me hubiera encantado poder escribir algo en descargo de Lenin, pero para eso habría que romper a golpes la caja de cristal, hacerla añicos y la verdad es que me da mucha fiaca. Prefiero olvidar lo más rápido que pueda. Seguir filmando calladito, hablar bajo y no estrenar para no darles de comer a las leonas.

35 respuestas to “El tipo que se parecía a Lenin”

  1. IBB Says:

    Interesante análisis
    http://laslucesdeagosto.wordpress.com

  2. Diego Batlle Says:

    Montes Bradley escribe muy bien (lo de «un diario sin horóscopo ni obituarios carece de pasado y futuro y por eso le cuesta interpretar ambos» es una línea brillante), pero me parece que tampoco es para ensañarse tanto por defender la peli de un amigo. No tengo el menor interés de hacer aquí una defensa corporativa de la crítica ni de mis colegas/amigos (algunos citados por MB), pero desde ya celebro siempre el debate apasionado como éste, aunque para ello haya que bancarse algún exabrupto o las típicas boutades del amigo MB. Abrazos para Q y F

  3. Marcelo Schapces Says:

    Del comentario de mi película que hace con sinceridad Montes Bradley celebro especialmente lo bien que escribe. De la gran mayoría de las críticas que aparecieron sobre «La velocidad funda el olvido» (y de las críticas cinematográficas en general), de las buenas, de las más o menos y de las malas, lo que más me molesta es lo mal o pobremente escritas que están.
    Humildemente (o soberbiamente, me importa poco), creo que si algo NO es «La velocidad funda el olvido», es «pobre». En ningún sentido, y especialmente en el desarrollo creativo y en la dramaturgia elaborada y puesta en pantalla. Sí me parecen pobres, extremadamente pobres en algunos casos, malintencionada y/o prejuiciosamente pobres en otros, mucho de lo que a diario se escribe en nuestros diarios y revistas sobre cine, y especialmente sobre cine nacional.
    Leo hoy en internet un comentario del «progre» Osvaldo Bazán que refrenda un comentario de «ñ» de Carnevale acerca de que se está haciendo en Argentina «un cine para nadie». Y cita como ejemplo los 145 espectadores de «La velocidad funda el olvido» en el primer fin de semana en una sala (esto, obviamente, no está aclarado). De todos modos, los probablemente pocos miles de espectadores que vean la película (que ahora se exhibe en el Tita Merello y en el Malba con dos funciones semanales y en octubre estará en el Malba y en el Gaumont) no colmen los deseos de quienes la hemos hecho pero marca la tendencia de lo que viene sucediendo con muchísimas películas argentinas. Sostengo, de todas maneras, que el problema no está en «el aluvión insoportable de cine nacional que se nos viene encima», como dice Bazán citando a Carnevale. Ni tampoco (y lo vuelvo a citar a Bazán) en que las películas «se anulen mutuamente». Me da toda la sensación que Bazán mira dentro de un espejo y confunde diestra y siniestra y además las cosas se le van de foco. Sentado en los sillones de canal 13 y rodeado del «país clarín» que supimos conseguir (o que supieron, porque ese no es un sayo que me quede), le sugiero a Bazán que vuelva a escuchar la «Canción en harapos» de Silvio Rodriguez aunque el pedido parezca setentista, ochentista o lo que sea: «…desde un mantel importado y un vino añejado se lucha muy bien…». Y si no, que siga persiguiendo la utopía de la corrección política o de la incorrección decente como intentaba, picadita de canje mediante, cuando departía, muy «progre» él, en el cable de TN, que es como «estar en casa». la de ellos, obviamente.
    Dejo la disgreción. Me apena lo mal que suelen escribirse las críticas de cine en Argentina. No tengo dudas que «La velocidad funda el olvido», como otras películas, merece un marco de debate y opinión, al menos, un poco más elaborado y con mejor prosa y sintáxis que lo leído, visto y oído hasta ahora.

  4. boudu Says:

    Cómo hacen dos películas para anularse mutuamente?

  5. david Says:

    Antes que a Bazán es mejor leerlo a Bazin.

  6. Eugenio Says:

    EMB nunca me defrauda, sus intervenciones son siempre jugosas. Será -como dice él- por culpa de la imbecilidad criolla que me aturde, per yo soy de los que eligieron no ver más películas sobre todo aquello que pueda remotamente relacionarse con las categorías de «dictadura», «desaparecidos», «años 70», «luchas populares o sociales», «militancia». No vi Cazadores de utopías, no vi Los rubios, no vi M, y no me importa si me perdí alguna obra maestra. Puede ser que Lynch haya cantado pri con lo de hacerse el raro, pero lo prefiero a él. En todo caso, si hay que hacer revisionismo, está Verhoeven con su Black Book.
    No sé si aportar en esta polémica. Las internas culturales son cada vez más parecidas a peleas de vecinas baldeando la vereda. Los críticos dicen que los directores filman mal, el director dice que los críticos escriben mal. Y observar que al director se le filtraron un par de faltas de ortografía hace que me sienta más pequeño aún. ¿Qué será esa cosa tan valiosa por la cual se pelean?

  7. lalectoraprovisoria Says:

    Estimado Eugenio,

    Ya que encontró un par de errores de ortografía, sería tan amable de señalarlas así las corregimos?

    Gracias,

    LLP

  8. juan p. Says:

    Tiene sentido filmar para no estrenar ? El objetivo de hacer una pelicula no es para quer la vea alguien aparte del propio creador ? O ahora el cine se reduce a un placer masturbatorio ?…

  9. Eugenio Says:

    Me refiero al comentario del Sr. Schapces, a quien no creo conveniente prender fuego prolongando esta cuestión. Pero allí se lee *disgreción y *sintáxis. Lo correcto es «digresión» y «sintaxis».
    Saludos.

  10. Eugenio Says:

    El problema de meterse a corregir así es que la sintaxis de mi mensaje, justamente, deja bastante que desear. Una pavada, ¿no?

  11. Frank O. Says:

    ¿Alguien si estan amable me podría decir por favor dónde encontrar lo que Bazan dice del nuevo cine argentino?
    ¿Y dónde Carnevale habla de las 100 y pico de personas de La velocidad…?

    muchas gracias

  12. Marcelo Schapces Says:

    Tiene razón Eugenio. Mis disculpas por las dos faltas de ortografía. Intento ser cuidadoso con el idioma pero el apuro en la escritura de ese texto hizo que no lo revisara antes de enviarlo.
    Por otra parte, y respondiendo un poco, no se si nos peleamos por algo valioso. En mi caso es aprovechar estos foros ya que no hay demasiados canales para opinar. El ciclo de desarrollo, producción y exhibixión de una película, en cualquier caso, no lleva menos de tres años de trabajo y en «La velocidad funda el olvido» fueron muchos meses (dentro de ese lapso) con dedicación casi exclusiva. Que un jueves de estreno todo se reduzca a cuatro o cinco opiniones y para colmo la mayoría mal escritas, pueden ser hoy «las reglas de juego», pero no deja de molestar.

  13. Frank O. Says:

    Coincido con vos en casi todo, Marcelo. Pero te pregunto, para que me contestes honestamente: si las críticas hubieran sido excelentes (cinco Lerers, 10 bernades, 5 exclamaciones de fontevechia y loas en los textos de Battle) ¿Te molestaría mucho algún que otro error ortográfico? Creo que no te saldría tan de adentro el corrector que todo argentino de clase media lleva adentro.

  14. Eugenio Says:

    El artículo de Bazán está en el blog que publica en terra. Ese sitio es horrendo, pero con un poco de esfuerzo se encuentra.
    Y me parece que tiene razón Frank O, los críticos influyen bastante poco en las elecciones del público.
    Me gustaría preguntarle a Schapces, si tiene ganas de contarlo, qué pasa por la cabeza de un director antes de estrenar, si calcula la cantidad de espectadores que espera para su película, cómo imagina que serán esos espectadores, por qué creen que irían a ver su película. Es pura curiosidad, sin segundas intenciones.

  15. onairosjs Says:

    Eugenio,

    Psicológicamente más que interesante, no entiendo por qué elige excluirse y excluirnos, «pues está harto de la imbecilidad criolla». Después de esa declaración para qué más.

    Desconcertante, pues busca nuestra empatía sin explicarnos por qué: (sic) «per yo soy de los que eligieron no ver más películas sobre todo aquello que pueda remotamente relacionarse con las categorías de “dictadura”, “desaparecidos”, “años 70″, “luchas populares o sociales”, “militancia”. ¿Por qué será?

    Sociológicamente muy interesante, la forma es más importante que el contenido.

    Culturamente es más interesante aún, cualquier cosa que venga de afuera es mejor y me pongo a comparar lo incomparable.

    Engaña, porque tiene razón con una escoba en la mano y un balde en la otra, en que todo se está convirtiendo en un debate de vecinas baldeando la vereda y en que todo son internas misteriosas para el vulgo como yo, que tengo faltas de ortografía, no soy crítico ni director, y me corrige mi señora.

    Usted, ¿vio la película comentada?, me gustaría saber su opinión. A mí me dieron ganas, para ver si estoy de acuerdo o no con lo que opina Eduardo Montes Bradley . ¿no era esa la función del crítico?

    fraterno
    js

  16. Fabio Says:

    Bazán es un ganso. De eso no hay duda.
    Pero me parece que la manera en que se estrenaron varias películas nacionales estas últimas semanas no hace otra cosa más que perjudicarlas. Tanto a los directores como a nosotros espectadores. No se si lo correcto es decir que se anulan mutuaamente. pero si se estrenana 7 películas nacionales un jueves es un verdadero dolor de huevos para el tipo que quiere estranr su película y para el tipo que la quiere ver. Por otro lado a quien carajo se le puede ocurrir estrenar 7 películas sean de donde sean el mismo día? como carajo se hace para ir a verlas? como mierda hace un crítico para cubrirlas?

  17. Eugenio Says:

    Me parece que onairosjs saca conclusiones apresuradas. Mi intención era simplemente corroborar con mi ejemplo que es cierto lo que apuntaba EMB acerca del hartazgo que sienten algunos por las películas que abordan -de un modo u otro- temáticas relacionadas con los años 70 en la Argentina. Tengo mis razones, claro, simplemente no las expuse porque no creo que realmente le puedan importar a alguien. Y como creo que EMB es una persona mucho más inteligente que yo, concedo que mi postura puede estar influida por la «imbecilidad criolla» a la que él hacía referencia. De este modo no creo estar ni incluyendo ni excluyendo de tal categoría a nadie en particular, ni tampoco busco la empatía de nadie, apenas tiré un par de preferencias sin mayores explicaciones. Eso es todo.

  18. onairosjs Says:

    Tiene razón Eugenio en que he sacado conclusiones apresuradas. El resfrío, la angina y la edad me vuelven intemperante por las mañanas.Disculpe.
    fraterno
    js

  19. BobbyFischer Says:

    Es que el problema no son «las leonas» (como las llama Montes Bradley). Cuatro reseñas buenas en un diario no van a volcar 40.000 personas a un cine como tampoco lo hizo la tapa de Haciendo Cine del mes pasado (donde salió Schapces). Me parece que es un problema mucho mas general que apelar al simplismo de pensar de que como Bernardez no la entendió, la gente no va ir al cine (ni la va recibir adecuadamente). El instituto ayuda a producir una pelicula pero se desentiende con total desidia a la hora de la explotación de la misma, habiendo volcado recursos que tendrìa que hacer un esfuerzo por preservar (mas allá de la letra fría de las leyes). Después resulta que no hay guita para construir salas para la exhibición de esas peliculas argentinas, independientemente de si son buenas o malas, tienen valor artistico, eso (me parece) es una discusión posterior: que tipo de cine el insituto debería producir. Hoy en día el exito de cualquier pelicula, sea nacional o extranjera, industrial o independiente es algo completamente azaroso. No hay un canal abierto con el espectador de cine, ha sido destruido. Tampoco son «interlocutores ideales» muchos de los críticos y reseñadores (asi se debería llamarlos) de los diarios (muchos no tienen la formación adecuada) y otros llevan adelante su trabajo, con la inocencia de pensar que tienen que colocarse de la misma forma frente a todas las peliculas, desentendiendose absolutamente de las connotaciones artisticas o politicas de aquello que están visionando. Son automatas.

    Por otro lado eso de «estrenar es transar» es algo que no estoy de acuerdo. ¿Que vas a dedicar tres años de tu vida para guardar la pelicula en el ropero?, ¿convertirte en una leyenda del under (como Montes Brasley)? ¿Que se quiere vender una pelicula o un personaje?. Porque si es un personaje, claro que no vale la pena estrenar, un espectaculo stand up es muchisimo mas economico.

  20. Pía Says:

    Montes Bradley, ahora no tengo tiempo de leer tu post, pero por favor, comunicáte con tu vieja que está preocupadísima…mañana te leo

  21. Mr. Burns Says:

    Aunque a la mayoría de las películas argentinas no las vea nadie, con el subsidio de medios electrónicos (una exhibición por canal 7, etc.) del INCAA, un director salva la plata. El resto –su explotación en el extanjero–corre por cuenta de los coproductores foráneos. Hasta puede ganar un premio en algún festival exótico y eternizarse en el MALBA (como Río arriba) con una pasada semanal (sic). Todo muy triste. Antes las películas se hacían para ser vistas y si es posible, discutirlas y recomendarlas o condenarlas. Ahora, según MB, lo mejor es guardarlas en algún placard. También la podría quemar, como hizo Miguel Machinandiarena con TARARIRA, porque, según este productor, al director Benjamín Fondane «la película le había salido vanguardista» (sic). Esto ocurrió en la Argentina, en el año del Señor 1939. Ah, claro que don Miguel era quien explotaba los casinos de la provincia de Buenos Aires, por un «acuerdo comercial» con el gobernador fascista Manuel Fresco. ¿Habremos aprendido algo?

  22. boudu Says:

    Para mí el problema del utmo. cine argentino (que dió películas muy buenas) es el costumbrismo. No soy crítico de cine, y no ví todas las películas argentinas que me gustaría haber visto, con lo que seguramente me equivoque, pero me parece que muchas de las utmas. películas argentinas promueven la identificación del espectador con los personajes, mediante su construcción psicológica, o las locaciones elegidas. Tampoco recuerdo (en las utmas. pelis argentinas que ví) mucha interacción con otras artes, algo de eso hay en «La niña santa», con el intérprete de Theremin.
    Seguramente estaré en algún momento en el Gaumont viendo esta película.

  23. Eduardospagnuolo Says:

    Quizas los 70 sean malditos.
    Quizas la dictadura (la ultima junto con todas las enteriores que ahor aparecen unjardin de infantes) tanbién sea maldita.
    Es mas, quizas hayan desaparecido los desaparecidos y nadie nos haya avisado a mucha gente que todavia creemos que estamos, en este siglo 21, resbalando en las cagadas del 20.

    Quizas todo eso sea cierto y, aun asi, La Velocidad funda el olvido, tendria sentido.
    Porque habla de los 70 (o todo eso que se engloba en los dos numeritos) de una manera distitna. Intenta acercarse desde la obsesion, desde la busqueda absurda, constante y reiterada de un pasado que ya se fue pero sigue quemando, como el cartel que se quema en pantalla.
    Marcelo no habla de los 70 como otras peliculas, Habla desde el dolor de que quizas todo fue imposible, como es hoy imposible recuperar el pasado por mas tarjetas que se le pongan a las cosas.
    Habla de los 70 EN COLOR!!!!!!!!!!!!!!!!!! No en blanco y negro, y ademas, esquivando la sangre y el tormento, que tanto nos han tirado desde la pantalla del cine, la tele y la compu.

    Pero ademas, habla de los 70 desde el riesgo.
    Tanto el riesgo politico de no «bajar linea», como el riesgo artistico de hacer una peli sobre los 70, sin que parezca de los 70.

    Quizas no sea mucho, pero es suficiente para saber que vale la pena que Marcelo haya hecho todo eso para el cine. Aunque los criticos no lo vean, o no lo escriban, o a lo mejor ni siquera les importe.
    PD: Perdón por los errores de ortografia, los de sintaxis y otros errores en los que seguramente habre incurrido sin preocuparme siguiera.
    Ah!! Y si concen algun director y/o critico que le guste baldear la vereda, mándemelo porque mi vereda necesita una baldeada.

    ES

  24. Horacio Says:

    Me parece que

    1-Las excusas no se filman y las películas tienen que defenderse por sí solas, no por voz de su director.
    2-Es cierto que las críticas influyen, pero generalmente, si una película lo amerita, consigue una buena crítica, al menos de los comentaristas «respetables».
    3-Por lo que creo que los directores debieran tener su autocrítica, y no pensar que hay una conjura contra ellos.
    4-Yo estudié cine, dirección, y al darme cuenta de que mi talento no estaba en ese lugar, y de que lo que había hecho hasta el momento era muy malo, me retiré humildemente a trabajar desde otro lado. ¿Por qué le cuesta tanto a un director tal vez asumir su propia autocrítica? No creo que se resuelva el tema tirándose en contra de los comentaristas de los diarios, no?
    5-Al lado del cine supuestamente independiente que en su mayor parte se produce con créditos y subsidios que pagamos todos, y quiero nombrar a XXY, GÉMINIS, DE QUIÉN ES EL PORTALIGAS y COMO UN AVIÓN ESTRELLADO específicamente, prefiero el cine directamente costumbrista que por lo menos no es pretensioso, y se limita a contar una historia. Porque el otro es un castigo y no gratuito precisamente.
    6-Chicos, más autocrítica, no se tiren tanto contra el afuera, tomen distancia y evalúen sus propios resultados.
    7-Montes Bradley, te regodeás en jueguitos de palabras supuestamente ingeniosos pero no se te entiende al final de qué estás hablando, y justamente la película que querés defender? atacar? la dejás de lado para lucir tu falso ingenio verborreico.

  25. onairosjs Says:

    Eduardospagnuolo Says; Me ha gustado tu comentario y mucho.

    Mientras que Horacio Says: «Las excusas no se filman» que es algo que repetía constantemente la Paloma Efrom, aunque poner el dedito en la nariz de los compañeros o amigos del punto siete no me guste, me llamó la atención por el recuerdo.

    Me atrevo a mandarme un off topic para ver si pica. Estoy medio asustado y escandalizado por que la Argentina ya ocupa el puesto 6to. entre los de más inflación en el mundo con 16 puntos.

    Me enoja más que todos pongan acento sólo en el gobierno.

    Me gustaría un diagnóstico más acertado que nos permita ver las responsabilidades que tenemos los demás.

    Las empresas que remarcan, los distribuidores y nosotros los compradores que aceptamos, psicologicamente golpeados por el recuerdo, que es una fatalidad…

    No entiendo mucho de esto pero seguramente la solución es más compleja de lo que parece.

    Aparentemente todo apunta a la línea de flotación de la gobernabilidad y gobernanza que nos afecta a todos y no sólo al gobierno.

    ¿y entonces?…

    fraterno
    js

  26. lalectoraprovisoria Says:

    Soirano, usted intenta defender al gobierno inculpando a los ciudadanos. Pero le recuerdo que para el gobierno la inflación ni siquiera existe. El resto podríamos contestar: ¿qué remarcación? ¿qué aceptación psicológica? Si acá no pasa nada, como lo volvió a repetir ayer el jefe de gabinete. Para que su argumento tuviera alguna credibilidad y alguna forma de consenso fuera posible para resolver el problema, habría que empezar por reconocerlo y no distribuir culpas de antemano (los bonistas, los remarcadores, los consumidores, la difunta Correa…). Entre otras cosas, la Argentina decidió suprimir en la práctica el cargo de ministro de economía hace ya un par de años.
    Q

  27. Horacio Says:

    ¿Y la inflación de los egos?
    ¿De los autollamados Artistas?
    Montes Bradley? Artistas?
    Helllouuuu

  28. dedalus Says:

    El mundo es un poco peor; se ha ido Nathan Zuckerman…

  29. onairosjs Says:

    Qiuntian, a mis recién estrenados 60 años muchísimas películas en blanco y negro me han impresionado. La señal que ví el viernes no tanto. Por suerte después de los setentas abandone las certezas y abracé el tecnicolor de la vida real.
    Desde entonces para mi las preguntas han sido siempre más importantes que las respuestas. Permítame respetuosamente formular el comentario en forma de preguntas.

    ¿Ud cree que la inflación es solamente culpa del gobierno?;

    ¿ud cree, que cuando afirmo mi preocupación por el rango de inflación argentino estoy apoyando al gobierno?;

    ¿Ud cree que no hay aprovechados que inflan los precios?;

    ¿Ud. cree que poner el dedito en la nariz señalando que hay inflación solamente perjudicamos al gobierno?;

    ¿No le parece que es necesario hacer un verdadero diagnóstico y mirar el problema a los ojos, como pido?

    ¿No le parece que esto que nos está pasando afecta la gobernabilidad y la gobernaza del país en que estamos viviendo?

    Y si es así, ¿no le parece que es deber intelectual el reclamar por propuestas y no conformarnos con decir los que todos dicen?

    fraterno
    js

    Ps. Disculpe la tardanza en responder pero debí llevar a mi viejo y mi hija menor a la plaza.

  30. lalectoraprovisoria Says:

    A ver, son demasiadas preguntas.

    ¿Ud cree que la inflación es solamente culpa del gobierno?;
    No. Pero es un problema cuya solución figura entre sus responsabilidades y no en la de los particulares, lo mismo que el transporte público aunque los usuarios quemen los trenes.

    ¿ud cree, que cuando afirmo mi preocupación por el rango de inflación argentino estoy apoyando al gobierno?;
    No, lo apoya cuando colabora con su irresponsabilidad al decir que no es el único culpable. Noo se trata de buscar un culpable sino de bajar la inflación que el gobierno ignora.

    ¿Ud cree que no hay aprovechados que inflan los precios?;
    No son aprovechados. Son empresarios. La moral no tiene nada que ver en esto.

    ¿Ud. cree que poner el dedito en la nariz señalando que hay inflación solamente perjudicamos al gobierno?;
    No entiendo bien. En lugar de decir que hay infñación ¿Hay que negarla, es decir apoyar al gobierno en su política del avestruz?

    ¿No le parece que es necesario hacer un verdadero diagnóstico y mirar el problema a los ojos, como pido?
    No sé quién es el destinatario de la pregunta. El que debe mirar el problema a los ojos es el gobierno y se niega a hacerlo. Los ciudadanos no somos, en principio, los encargados del diagnóstico. Pero vendría bien que que el gobierno lo hiciera. Por algo se empieza.

    ¿No le parece que esto que nos está pasando afecta la gobernabilidad y la gobernaza del país en que estamos viviendo?
    No, de ningún modo. El gobierno está absolutamente firme. La inflación, como cualquier problema de estado debe ser resuelto en lugar de invocar fantasmas para negarlo.

    Y si es así, ¿no le parece que es deber intelectual el reclamar por propuestas y no conformarnos con decir los que todos dicen?
    ¿Deber de quién y a quién? Todos los partidos políticos de la oposición tienen una propuesta con la que se puede coincidir o no. El único que no tiene una propuesta es el gobierno, ya que niega que la inflación exista. Hasta ahora su propuesta fue la adulteración de los índices.

    Saludos
    Q

  31. onairosjs Says:

    Q,
    Estoy amablemente en desacuerdo con Ud. las preguntas nunca suelen ser suficientes.

    Pero tiene razón, la inflación es responsabilidad del gobierno pero a los que afecta es a nosotros. Tiendo a conceder en que tiene razón en todo lo que dice del gobierno. ¿y?

    ¿no le parece que tal vez los gobiernos, los ciudadanos, los empresarios, la sociedad civil que incluye a la oposición, debemos comenzar a vernos como parte de un sistema común, un país común? ¿habrá salida si no es así?

    ¿Ud. cree que la única función del ciudadano es votar y luego irse a su casa a ver que hacen?

    Lamento ver que desea siempre llevar el debate al terreno personal menos cuando se trata de asumir responsabilidad ciudadana.

    ¿Le parece útil un debate necio para ver quién gana? ¿le parece que los múltiples problemas nacionales se resuelven en una elección, o en un período de 4 años?

    ¿Realmente desea solamente repetir lo que dicen todos? ¿Tal vez podamos atrevernos a algo mejor juntos?

    Yo creo que los ciudadanos tenemos la responsabilidad de pensar la sociedad que deseamos y hacerla explícita. Comprometernos a un cambio cotidiano que implica nuestra participación activa todo el tiempo.

    Es molesto hacerlo. Si muy molesto. Pero si no lo hacemos tenemos los gobiernos que nos merecemos y quedamos sujetos a la voluntad de personas y no de la sociedad.

    Uno de los graves problemas de la oposición, especialmente del ARI, es que solamente aparecen, y se juntan, para pedir el voto. El resto del tiempo los ciudadanos no existimos. Por eso es que no hay oposición sólo nombres. ¿Ud cree sinceramente que será distinto si gobiernan? Personalmente no creo que sea posible una democracia fuerte sin partidos que se construyan cotidianamente y sin participación ciudadana.

    Por ello siempre cito ejemplos cercanos de construcción: Sabatella, Fabiana Ríos, Binner… Por eso me procupo por la contradicción que Ud. muestra cuando afirma que «el gobierno está absolutamente firme». Gobernaza y gobernabilidad no tienen sólo que ver con el control social o si el gobierno esta o no firme.

    Tienen que ver antes que nada con la convivencia y el bienestar de todos. ¿no le parece?

  32. lalectoraprovisoria Says:

    Más preguntas. de acuerdo.

    ¿no le parece que tal vez los gobiernos, los ciudadanos, los empresarios, la sociedad civil que incluye a la oposición, debemos comenzar a vernos como parte de un sistema común, un país común? ¿habrá salida si no es así?
    Sería bueno, efectivamente. Son los Kirchner los que se oponen a algo semejante. Su propuesta es que todos vayan al pie. Esto no es una chicana. Sus alianzas políticas no incluyen intercambio de opiniones o búsquedas de consenso. Solo se trata de la cooptación de dirigentes. Las leyes que mandan al congreso (cuando no gobiernan por decreto) no admiten ni la más pequeña modificación. Hay gente que apoya esa política, que cree que es lo correcto. Lo que no tiene sentido desde allí es reclamarle nada a la oposición o a la ciudadanía. Es una pura chicana política.

    ¿Ud. cree que la única función del ciudadano es votar y luego irse a su casa a ver que hacen?
    No sé cuál es la función del ciudadano. Es decir, una función en la que los ciudadanos puedan estar ampliamente de acuerdo que les corresponde. A mi me gusta resistir las mentiras del poder, pero no sé si a todo el mundo le pasa lo mismo.

    ¿Le parece útil un debate necio para ver quién gana? ¿le parece que los múltiples problemas nacionales se resuelven en una elección, o en un período de 4 años?
    No. Y no. Pero ese no es un motivo para votar por Kirchner.

    ¿Realmente desea solamente repetir lo que dicen todos? ¿Tal vez podamos atrevernos a algo mejor juntos?
    Si se trata de decir que efectivamente hay inflación, sí hay que decirlo y no negarlo aunque lo digan todos. A partir de allí se puede hablar, si no es imposible. Si vamos a negar la inflación porque otros dicen que la hay estamos listos,

    No veo cómo «comprometernos a un cambio cotidiano que implica nuestra participación activa todo el tiempo».

    Por eso es que no hay oposición sólo nombres. ¿Ud cree sinceramente que será distinto si gobiernan?
    No tengo la menor idea, pero siento la obligación de oponerme a este gobierno Yo voté a Kircher para que no volviera Menem. No tenía ninguna garantía de que fuera a gobernar bien. Ahora voy a votar a cualquiera para que se vaya Kirchner.

    Personalmente no creo que sea posible una democracia fuerte sin partidos que se construyan cotidianamente y sin participación ciudadana.
    Si de algo se ha encargado este gobierno es de que no haya partidos de ninguna especie. Miles de candidatos y de listas, Rejuntes de todo tipo. Compra de dirigentes. Chantaje con el dinero público a gobernadores e intendentes. La idea de la política como confrontación de proyectos está completamente desvirtuada, destruida. Solo en ámbitos locales y por excepción se puede hacer algo diferente. El fondo de la cuestión es que no hay alianza posible entre Binner y Kirchner. Ese es el error más grave que usted comete.

    Lo de la gobernaza no lo entiendo.

    No hay convivencia ni bienestar de todos con un gobierno al que solo le importa la acumulación de poder con cualquiera y para cualquier proyecto.

    Saludos
    Q

  33. Marina Salazar Says:

    La verdad que me da mucha bronca que gente como esta siga haciendo películas y hablando de «un cine distinto» cuando deberian comenzar por no estafar a los técnicos y trabajadores del cine con sus negocios en las cooperativas cimatográficas (KAOS).
    El film Garúa dirigido por Gustavo Corrado y Producido por Roberto Ferro estrenado este año, con subisidio del INCAA, llevado adelante con la productora KAOS y quienes ya habian realizado «El armario» en las mismas circunstacias, nunca presento un libre de deuda y ningún técnico cobro por su trabajo. No sera esto el cine distinto? Que me quiere contar con una película una persona que estafa gente. Roberto Ferro, Gustavo Corrado y Marcelo Shapses (si sabe algo de esto) deberian dar explicaciones, antes de seguir haciendo «el arte cinematográfico».

  34. onairosjs Says:

    Estimado Q,
    Sería bueno, efectivamente. Estamos de acuerdo en que los gobiernos, los ciudadanos, los empresarios, la sociedad civil que incluye a la oposición, debemos comenzar a vernos como parte de un sistema común, un país común. Ese debe ser nuestro punto de partida.

    Estamos de acuerdo en que la función del ciudadano NO es solamente votar y luego irse a su casa a ver que hacen.

    Estamos de acuerdo en que los múltiples problemas nacionales NO se resuelven en una elección, o en un período de 4 años

    Estamos de acuerdo en que efectivamente hay inflación,

    Ahora voy a votar a cualquiera para que se vaya Kirchner. Su voto me queda claro.

    El fondo de la cuestión es que no hay alianza posible entre Binner y Kirchner. Ese es el error más grave que usted comete.

    Si me ajusto a las definiciones de Sabatella, Fabiana y el mismo Binner personalmente, el apoyo a la gestión K es condicional. No hay alianza, no se gobierna con ellos, pero tampoco contra ellos, Sí se les señala todo con lo que no se está de acuerdo; muchas de las cosas que Ud. señala están en la lista. Pero no creo que los K sean el demonio. Algunas de las cosas que han hecho están bien.

    Solo en ámbitos locales y por excepción se puede hacer algo diferente.
    Los 80 defraudaron la esperanza de la sociedad que salió a la calle contra los cara pintadas. También hubo entonces gente que decía que la de Alfonsín era una dictadura. Los 90 se iniciaron con la manipulación de la gente por el aparato Duahldista para saquear, mientras Cavallo solicitaba que no se le prestaran 2,000 millones a la Argentina para así poder derrocar al gobierno. Completaron el trabajo de los militares y rompieron el tejido social haciendo cómplices a parte de la sociedad con el deme dos, instalando la sociedad de excluidos y excluyentes inclusive racialmente. Después fue el derrape total y el todos contra todos. Luego, un país ingobernable por los intereses sectoriales, de grupos internos y las guerras corporativas. El caos orquestado hasta que el mismo que lo originó llegó a ser presidente no electo.

    Y llegaron los K y una relativa estabilidad y esperanza. Creo, como ya he dicho, que los K son unos iluminados que solamente desean ser queridos y por ello son difíciles de acotar. Que algunas cosas han logrado y hoy, nuevamente, los mismos de siempre están al acecho y se preparan para dar el zarpazo. Creo que nuestra divergencia principal está en que usted cree que los K tienen poder verdadero. Yo creo que el poder lo tienen otros.

    No hay convivencia ni bienestar de todos con un gobierno al que sólo le importa la acumulación de poder con cualquiera y para cualquier proyecto.
    Entonces me preocupa la gobernabilidad. Porque no creo que sea un gobierno fuerte sino, por las mismas cosas que Ud. acota, un gobierno dividido y falto de fuerza propia. Por eso creo que buscan comprar y adjuntar todo lo que se mueva. Pero también veo que detrás de ellos hay, además de la «racaille», un montón muy grande de gente honesta que respeto y que estoy más que seguro que tienen buena fe y esperanza. Cuando sea necesario hacer alianzas allí estarán.

    Lo de la gobernaza no lo entiendo. Se trata de cómo hacer sustentable un estado de cosas que permita continuar la construcción de un proyecto alternativo.

    No veo cómo “comprometernos a un cambio cotidiano que implica nuestra participación activa todo el tiempo”.
    La CTA, Sabatella, Fabiana y el mismo Binner están construyendo a largo plazo, pero es necesario organizar la ciudadanía no solamente detrás de sus nombres sino de proyectos de país diversos pero con unhorizonte común, en los que el bienestar de todos dependa solamente del ejercicio pleno y cotidiano de la presión ciudadana. Allí es donde reclamo especialmente a Lilita el haber desperdiciado tanta esperanza popular. Allí es donde me enojo, porque la construcción reclama muchísima paciencia y no cometer siempre los mismos errores. Una forma de «comprometernos a un cambio cotidiano que implica nuestra participación activa todo el tiempo» es esto que estamos haciendo, debatir escuchándonos y sobre todo resaltar en qué estamos de acuerdo, mientras debatimos la mejor forma de resolver aquello en lo que no lo estamos.

    Hoy está de moda lo que se inició en los 90, la superficialidad del pensamiento único. Tiene razón, unos de buena fe, y otros por intereses, están en contra de los K como si se tratara de Menem. Pero no son lo mismo.

    Muy fructifera tertulia. Gracias Q.
    abrazo fraterno
    js

  35. marina Says:

    Que pasa que el señor shapces no responde a mi consulta, ???? o solo habla de arte?

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