Octava fecha del Torneo Apertura (día 1)
por Quintín
Fue un día largo que empezó a la mañana temprano con la Selección (la de fútbol, hay que aclarar porque ahora todo el mundo ve a los Pumas). Se acercan las eliminatorias y a Basile se le está terminando el crédito y las variantes, de modo que la prioridad fue ganar el partido con suprema cautela. Y sobre todo, empezar a resolver el dilema Messi: cómo hacerlo jugar, cómo aprovecharlo, cómo acompañarlo. Hay que decir que las cosas salieron bastante bien. Messi rindió, estuvo libre y apareció lo necesario sin sobreactuar. El técnico lo rodeó de Mascherano, Zanetti, Jonás Gutiérrez, (en mi vida lo había visto) Insúa y adelante jugó sólo Tévez. Pareció demostrarse que a la Argentina no le conviene un nueve clásico y así Messi puede encontrar espacios cuando va al área. Basile no hizo cambios hasta el final: más que probar, le interesaba ganar. Finalmente se ganó con un gol de cabeza en un corner del reaparecido De Micelis. Lo más destacado del partido fue el tiro libre australiano que pegó dos veces en el travesaño, una situación que no recuerdo haber visto antes.
El Apertura mejora. Hace menos frío, los equipos se van conociendo y a medida que esto ocurre son más difíciles de mantener las tácticas defensivas: hay demasiado desgaste físico y al final ya no da la lucidez de los defensores que se enfrentan a dos o tres delanteros que entraron de refresco. Nunca creí que eso funcionara, pero se está viendo bastante, como en Argentinos y Banfield donde entró Aban (un jugador al que nunca había visto jugar bien) por Delorte y en dos jugadas se definió un partido que había empezado correctamente, con los dos bastante sueltos hasta que se cansaron y Banfield empezó a pensar solo en el empate.
Un empate se llevó Newell’s de la cancha de Tigre, pero de casualidad. Como otros equipos, las esperanzas de gol de Newell’s las aportan los paraguayos. En este caso, Da Silva y Salguero, que ayer entró por una lesión (lo de las lesiones es impresionante, ayer hasta se lesiono un árbitro) e hizo el gol del empate cuando Tigre ganaba tranquilo. Después el flaco Schiavi, el otro puntal de Newell’s, la embocó en un corner (¡cuántos goles de corner!). Y después, durante el segundo tiempo apeló a una defensa indecorosa: todos en el área y a rechazar para cualquier lado. Le dio resultado a medias, porque Tigre consiguió el empate aunque no la merecida (y esperable, ya que lo de Newell’s era patético) victoria. Lazzaro hizo los goles de Tigre. Es otro delantero tanque, de los que antes no se veían demasiado ya que Palermo tenía la exclusividad. Pero ahora aparecen los tanques: Tonelotto, Delorte, el uruguayo Silva (¡qué tipo bravo para marcar!), el mismo Denis (que tiene matices de exquisitez).
Rosario Central no logra ganar y se acerca el clásico rosarino que probablemente sea el peor de todos los tiempos, con los equipos paralizados por el miedo. Ayer empató con Gimnasia de Jujuy en un partido entretenido donde los jujeños, cuya falta de poder ofensivo es endémica, lograron un gol de gran clase, de esos que se llega tocando y se define frente al arco libre. El entretenimiento provino sobre todo de lo extrafutbolístico: una cancha blanda donde todos se caían y la lesión del árbitro Collado que produjo el ingreso de un suplente al que los jugadores de Central (con el Killy a la cabeza) se querían comer, pero de puro cobardes porque no les resultó la intimidación que intentaron con vistas a que le dieran un penal. Al menos eso es lo que me pareció, porque vi el segundo tiempo mientras hablaba por teléfono y no me concentré del todo.
Al que sí vi dirigir muy bien otra vez fue a Baldassi en Independiente – Huracán, con una autoridad total y un gesto amable al mismo tiempo, sin cobrar pavadas y ayudando al partido. Hoy Baldassi ha alcanzado una gran madurez y está muy por arriba de sus colegas. Pero hay otros que pueden dirigir bien (casi cualquiera, salvo Lunati que es un sobreactuado y Collado que es muy malo) como ayer lo hizo Raffa, el de Tigre – Newell’s que dio la ley de ventaja con genio. Pero el problema lo crean los periodistas como se vio esta semana. El domingo, Pompei tuvo una tarde desastrosa y lo liquidó a San Lorenzo. Pero los diarios no hablaban de Pompei sino del “problema de los árbitros”, ya que la lógica del mal periodista indica que algo es noticia sólo si ocurre dos veces. Y para ello necesitan que Pompei no esté solo. Me indigna, por ejemplo, La Nación de ayer que pone a Pompei a la misma altura que Beligoy, cuando Beligoy dirigió bien y su único error fue no ver una patada de Grisales mientras que lo de Pompei fue un escándalo. Pero los periodistas siempre suponen que el árbitro omitió cobrar tres penales por partido cuando el peligro de los réferis es que empiecen a inventar penales como lo hizo justamente Pompei (no ha habido muchos en este torneo, apenas unos pocos a cargo de Lunati, Pezzotta y Collado). Se arma así el “expediente árbitros” lo que produce referís presionados y comentaristas que reclaman cada vez más penales y tarjetas. Pompei, justamente, que antes parecía un árbitro sensato, comenzó a dirigir para satisfacer esta demanda y cada vez lo hace peor. Para colmo, desde afuera, a Castrili se le ha unido Elizondo y estos dos árbitros mediocres a los que siempre amparó el autoritarismo de la prensa deportiva (y en la FIFA de Blatter) echan leña al fuego para apoyar su carrera política.
Finalmente llegamos al gran partido de ayer, Independiente – Huracán. Como ocurrió en la primera fecha contra Lanús, a Independiente se le dio el juego que prefiere: abierto, con los dos equipos intercambiando ataques. Y en esas condiciones se luce y golea. Ayer tuvo a Montenegro, a Denis y a Sosa inspirados, lo que es demasiado para cualquier equipo del fútbol argentino. Huracán pudo ponerse en ventaja de entrada cuando Sánchez Prette erró un gol increíble, pero después penó hasta el final, con una formación poblada de juveniles (hay muchos lesionados). No sé muy bien qué intenta Ardiles, pero parece encaminado a perder todos los partidos. De todos modos, ese juego intenso y sin mediocampo, con los dos equipos llegando al fondo, parece de otra galaxia. Independiente puede sostener la lucidez a ese ritmo en algunos partidos y no en otros, aunque siempre los plantea de ese modo. Cuando sale bien es magnífico, cuando termina chocando es frustrante. Pero es algo, no cabe duda.
Foto: Flavia de la Fuente
septiembre 12, 2007 a las 10:52 am
tal vez pueda ir al nou camp, pero mi única preocupación será el desempeño de la gallinita; por favor Q, segúí con estas crónicas que te leo desde allá.
septiembre 12, 2007 a las 11:40 am
Alguna vez oí que se hace 1 gol de cada 17 corners. Es posta esto?
septiembre 12, 2007 a las 12:40 pm
Los jugadores de Central (¿a Killy no le sobra una l?) pudieron sacar algunos laterales, seguir jugando con jugadores de Gimnasia caídos en el suelo y el Killy/Kily se salvó de una roja segura porque Gimnasia sacó rápido. Televisión basura.
septiembre 12, 2007 a las 1:06 pm
Yo me acuerdo que un tiro del boquense Bailetti pegó dos veces en el palo del arco de mi queridisima academia. Por años pasaron el clip en el programa que antecedió a Futbol de Primera. Qué antigüedad, mi dios!
septiembre 12, 2007 a las 2:15 pm
Quintin con muchisimo respeto. A veces pienso que esta crónica de la fecha del fútbol argentino, incluido los partidos de la Selección, fútbol de ascenso, etc, más la resistencia a ver el mundial de rugby (El partido de la selección de fútbol en Australia fue un tramite patetico). Tiene similitudes con aquellos cronistas de cine (no es tu caso) que se niegan a ver cine oriental, y hablan del cine norteamericano con obstinación. Como si cualquier replanteo, pusiera en peligro su abigarrada concepción del mundo.
No hay torneo mas atractivo en este momento que el mundial de rugby (independiente de la simpatia o no hacia los pumas, el chauvinismo, etc).
Saludos.
septiembre 12, 2007 a las 2:44 pm
Fischer, con idéntico respeto. Puede que tengas algo de razón y que el mundial de rugby sea digno de verse. Pero hoy me dije «Q, no seas prejuicioso». Así fue que vi diez minutos de Japón contra Fiji. No aguanté más, mientras que soy capaz de ver Togo contra Caledonia al fútbol y disfrutarlo (y también, desde luego, de Australia – Argentina, que no me pareció un trámite). Creo que el fútbol se devalúa día a día para los argentinos, algo parecido a lo que ocurre con el cine.
No sé si será mi concepción del mundo o el horror al chauvinismo (que lo hay en el fútbol aunque menos de la variante paqueta), pero no me da el alma para ver rugby, como tampoco puedo ver automovilismo. Ahora ni siquiera me banco el tenis. Supongo que de elegir un segundo deporte optaría por el béisbol.
Y una corrección: no veo fútbol de ascenso. De todos modos, si viera rugby, no tendría nada que decir: no entiendo lo suficiente. Así que seguiré con las crónicas del Torneo Apertura.
Q
septiembre 12, 2007 a las 2:55 pm
Q: sé que pedirte que sigas las declaraciones de los DT luegos de los partidos, es pedirte que te subas al ascensor de Woody en los Secretos de Harry (la cita cinéfila, podría haber sido culinaria, o, no sé, escatológica). Pero, si escucharas a Mario Gomez el DT de Gimansia E. de Jujuy, podrías corroborar que el tipo utiliza tus críticas al fútbol argentino actual como argumentos para apoyar las mejoras en el juego de su equipo.
Le dejó la inquietud.
No deje de cronicar.
septiembre 12, 2007 a las 4:20 pm
Para mi hay varios acontecimientos deportivos mas atractivos que el mundial de rugby.
La temporada regular de beisbol, por ejemplo, se acerca a su fin, y los Yankees estan 4 partidos detras de los Red Sox en la American League East (de todos modos estan entrando a los play-offs por medio de la Wild Card-4 partidos por sobre Detroit-)
A-Rod lleva 52 Home Runs en la temporada y Barry Bonds hace unas semanas rompio el record de HR de toda la historia (755)
septiembre 12, 2007 a las 6:23 pm
Quintín, los análisis están muy buenos, pero dejá de lado a los árbitros, no merecen más de dos líneas y te excedés. bien eso de poner las cosas por su nombre: Basile fue a probar jugadores, es lo q dijo, y demostró que sólo quería ganar para que no lo matara la prensa. ponerlo a aguero a falta de un minuto es una falta de respeto. terminó jugando con triple 5 (ledesma, MAscherano y Gago) más Burdisso y Heinze de laterales y Zanetti de ocho, el eqiupo más defensivo de la historia del fútbol argentino. y basta del mito Tévez, no la ve ni cuadrada y parece tener el puesto comprado
septiembre 12, 2007 a las 8:40 pm
Vamos Belgrano!!