El Gauchito Gil y otros terrores
por Flavia de la Fuente
¿Alguien escuchó hablar del Gauchito Gil? Si van por la ruta 2 o por la ruta 11 van a ver una especie de altarcitos y unas casuchas con banderas rojas. Esos son santuarios del Gauchito Gil. Al principio yo pensaba que eran tumbas o monumentos primitivos que evocaban a los muertos en la ruta. Pero los altares rojos se multiplican sin cesar, más que los accidentes. Y es un espectáculo tétrico. También hay otros altares que suelen acumular infinidad de botellas. Parece que las sectas se están apoderando de los caminos. La ruta atestada de rojo sangre es algo que mete miedo. Y uno en las rutas argentinas ya tiene bastante con los autos. No es cuestión de agregarle ningún temor más.
Ayer con Q fuimos de compras al Disco de San Bernardo. En San Clemente escasean muchas cosas, entre otras los tomates La Campagnola que son los que le gustan a Q para hacer tuco. Así que, de tanto en tanto, aprovechamos la excusa para hacer una paseo hasta San Bernardo o Cariló donde hay un Coto monstruoso. A mí los supermercados me dan agorafobia. Y cuanto más grandes y más iluminados con luz blanca peor me siento. Pero, una o dos veces por año, hacemos el esfuerzo. Y cuando la situación me supera, las compras las hace Q y yo lo espero afuera.
Volviendo al tema que nos ocupa, íbamos por la ruta y Q me dijo: “Tenés que sacarle fotos a los altares del Gauchito Gil”. Y yo le contesté: “Ni loca. Me da miedo.” Q se ofendió y me dijo: “Bueno, está bien. Las fotos las saco yo.” Así que seguí manejando y cada vez que pasábamos frente a uno de esos altares siniestros se lo hacía notar a mi copiloto y le preguntaba: “¿Paro? ¿Querés sacarle una foto a este?”. Y siempre mi ofrecimiento era respondido, sospechosamente, con una excusa diferente. “Acá no se puede. Este está en la entrada del pueblo y por ahí alguien nos ve sacando la foto. Y si esto del Gauchito Gil es una secta peligrosa, mirá si nos persiguen”. La cuestión es que quedamos en observar todos los altarcitos durante el trayecto de ida y sacar la foto a la vuelta. Hicimos el ranking de altares desde San Clemente hasta San Bernardo. Decididamente, el más impresionante estaba a la entrada de Santa Teresita. También comprobamos que un par de pueblos no estaban invadidos por el nuevo culto. Llegamos al Disco, hicimos nuestras compras y dimos por terminado el tour por San Bernardo. Era tarde y Q tenía que volver a las 5 para ver un partido de fútbol.
Satisfechos con nuestras compras, salíamos del pueblo por el Boulevard San Bernardo cuando se me ocurrió preguntarle a Q cuál era su altarcito preferido para la foto, si seguía pensando en parar en el de Santa Teresita o si había cambiado de planes. Pero, para mi sorpresa, me dijo que él también tenía miedo de sacar la foto, que se había arrepentido. Yo debo confesar que me alegré. “Qué alivio», pensé. «No tengo que tener todas esas fotos horribles dentro de mi camarita ni tampoco tengo que subirlas al blog.” Así que suspiré reconfortada. A veces está bueno tener un marido miedoso.
Pero el enigma sigue en pie. ¿Qué es este culto tan encendido del Gauchito Gil? ¿Por qué aumenta año a año? ¿Es una secta? ¿Ante qué clase de culto nos encontramos? ¿O lo del Gauchito Gil es parte del fenómeno del crecimiento de todas las sectas? La verdad es que no sabemos de qué hablamos. Pero, eso de estar rodeados de sectas con banderas rojas no nos causa la menor gracia. Es cierto que hay notas en la Internet sobre el fenómeno, pero a Q y a mí nos da miedo leerlas…
¡Ah! Me olvidaba de contarles que tenemos otra secta costera, esa que tira claveles blancos al mar. Eso de andar caminando por la playa y encontrarse con flores pisoteadas que fueron devueltas por la marea, tampoco es muy simpático. Son los restos de un rito, algo que intimida. Pero, en este caso, se trata de simples flores blancas. Sin embargo, todas estas imágenes, tanto las flores blancas como las banderas rojas remiten a la muerte o al fanatismo. Y ambos conceptos me asustan. Como se habrán dado cuenta, no me gusta ninguna clase de secta.
Mejor cambiemos de tema que me asusté escribiendo la nota.
Por suerte, acabamos de ver un pájaro exótico desde la ventana de mi escritorio. Se posó en una planta del jardín. Cuerpo amarillo, cabeza verde, alas azules. Una especie de tucán sin pico, como si fuera un pájaro tropical. Ya empiezan a volver las aves que migraron hacia el hemisferio Norte y también comenzaron a florecer los ciruelos y los aromos en San Clemente. Al pájaro no lo pude fotografiar. Se me voló. Espero, queridos amigos, que se conformen con las ramas de los aromos y ciruelos sanclementinos a falta del pájaro exótico y de los altarcitos del Gauchito Gil.
Fotos: Flavia de la Fuente
septiembre 8, 2007 a las 3:50 pm
mucha gente cree que si le tocan bocina al gauchito rojo este, evita los accidentes de tránsito
el otro día hablaba con mis amistades de esta suerte de cábalas o creencias humanas al borde del ridículo, pero que hace que uno se sienta mejor consigo mismo y crea que pueda pasarla mejor, raro, no?
septiembre 8, 2007 a las 3:50 pm
Gaucho Gil es el robin hood argentino. Tuvo su vida por la provincia de Corrientes. En la ciudad de Mercedes le rinden culto como si fuese un santo católico y cristiano. León Gieco lo incluyó en su disco «bandidos rurales». Le dedicó unos versos. En Buenos Aires tiene un mini altar en Plaza Los Andes.
Gaucho gil tiene estampitas. Otros santos paganos: Jimanyá o San La muerte. Me parece que el más impresionable es este último. Está representado por un esqueleto. Se parece a Skeletor pero santo y bueno.
septiembre 8, 2007 a las 3:56 pm
Supongo que después de analizar el cristianismo, TA podría deleitarnos con una investigación sobre las sectas, especialmente la del gauchito gil. Para mi que esta secta es una avivada de alguien que no sabe que hacerse con los envases vaciós; esta secta jamás habría florecido en mi época cuando los envases eran con devolución y por las dudas te los cobraban.
A mi la única secta que me va es la que viene después de la quinta.
septiembre 8, 2007 a las 4:28 pm
Sí que es fuerte lo del Gauchito…
Pero estoy deslumbrada con la belleza de las fotos que anuncian la llegada de la primavera. ¿Son nuevas? Ya florecieron aromos y cerezos? Que bonito!
septiembre 8, 2007 a las 4:38 pm
La cosa sí que es para asustarse un poco. Aquí si ves cruces por las carreteras es por los muertos que ha habido en ese punto kilométrico. Y aun sabiendo lo que significan esas cruces, impresionan bastante.
http://laslucresdeagosto.wordpress.com
septiembre 8, 2007 a las 4:44 pm
¿nuevo culto? ¿una secta? ¡ay, Flavia! son cultos populares muy arraigados. Hace unos días pasaron un documental por la tele sobre las festividades de: San Cayetano, Gilda y el Gauchito Gil (faltaron: la Difunta Correa, Bairoleto o Vairoletto, tantos otros). El capítulo Gauchito Gil parecía una página del Martín Fierro, con bailes y mucho vino incluídos, muy alegre. Héroes-bandidos ‘románticos’ a los que se les guarda un gran respeto y se les piden favores. Con unas fotos no hubiéramos visto nada… ¡el año que viene tenés que filmarlo! (no me acuerdo cuál es la fecha). ¡Coraje!
septiembre 8, 2007 a las 4:50 pm
Ella, las fotos las saqué ayer. Los aromos son aromos (el árbol de flores amarillas). Lo que llamo ciruelos, no estoy tan segura. ¿Será un cerezo? ¿Hay cerezos en la costa? Voy a tratar de averiguar. Aunque andá a confiar en lo que cree la gente. Yo misma creía que frente a mi ventana había unos bellos tamarindos y resultó que eran unos bellos tamariscos.
F
septiembre 8, 2007 a las 5:27 pm
ta-marisco es lo que dice el uruguayo soriano cuando le ofrecen mariscos.
septiembre 8, 2007 a las 5:31 pm
Según el google es el 8 de enero el aniversario de la muerte del martin fierro gauchito gil.
septiembre 8, 2007 a las 5:35 pm
el rosadito es un ciruelo japonés, prunus creo que se llama; yo por la ventana de mi casa veo un aromo y un ciruelo ioguales a los tuyos aunque no tan floridos.
septiembre 8, 2007 a las 5:44 pm
Te asustás con el gauchito gil!! Eso que no viste una estampita de San La Muerte!! Flavia los claveles son inofensivos..son ofrendas a la diosa Yemanyá que es un orixa femenino, todo muy de la fertilidad… miedosa!!!
Yo conozco un artista argentino que vive en Mar de cobo con su hijito y construye unos altares de él mismo como si fuera el Gauchito Gil pero vestido con un trajecito rosa. Algo así como un Ceferino de la costa vestido de rosa!!! Hace unas obras con el mar y la arena que está buenísimas. Saca bloques de arena con esa marca que deja el mar cuando baja la marea y que forma una línea blanca irregular. Es casi vecino tuyo!!!
septiembre 8, 2007 a las 5:51 pm
sabés que me da miedo aún hoy en día, esa canción que dice..tengo una muñeca vestida de azul, con su trajecito y su canezu….es un autómata diabólico!!!!!
septiembre 8, 2007 a las 6:39 pm
Los aromos en flor siempre me gustaron; son los primeros en florecer y tienen un tono de amarillo único. Y los ciruelos son perfectos, prolijos, bellísimos. Que lindas fotos Flavia.
Los altares del gauchito están por todo el país, de norte a sur, pero no me dan miedo. El que sí da miedo es San La Muerte, tiene razón Dasbald. ¿¿La muñequita vestida de azul con su trajecito y su canesú?? Ja.
Flavia, gracias por tus palabras y la linda despedida. (Ponerme al día a mi vuelta me llevará varios días, pero voy a leer TODO lo que escriban!).
Dasbald, te contesté en el post sobre Sarlo, ¿lo viste?
septiembre 8, 2007 a las 6:40 pm
Lo de las botella es otro culto, es el culto de la Difunta Correa, una mujer que, según cuentan, murió de sed en el desierto de San Juan yendo con su hijo de un mes en busca de su esposo. La encontraron muerta pero con su bebé todavía amamntando.
septiembre 8, 2007 a las 7:52 pm
Sì, yo veo esoso altares cuando viajo a entre rios. tambien me dieron miedo. Y estaban al lado de un cartel que decia» Artesanias Argentinas Disfrute «Su» paisaje». El paisaje de quièn? es mìo, es de todos, o de la republica argentina, no veo què tiene que ver esos altares.
creo q es la ruta 14
septiembre 8, 2007 a las 8:08 pm
Se casa tu hijo, Janfi: Felicidades!!!
septiembre 8, 2007 a las 8:50 pm
Medusa, estoy de acuerdo con vos. Si tanto lo quieren al Gauchito Gil o quién sea, que pongan el altarcito en su casa y no en los espacios públicos.
F
septiembre 8, 2007 a las 8:52 pm
gracias medusa.
septiembre 8, 2007 a las 9:40 pm
Déjense de joder, che! Lo del Gauchito Gil no es una secta, es una creencia popular muy folclórica. Parecen los Flanders. Los creyentes elevan esos altares en su honor porque creen que proteje a los viajeros y también sus campos, no es una invocación a los muertos ni nada por el estilo.
Por otra parte, el costado de la ruta no es un espacio público en la misma medida que lo es una plaza o una paseo urbano. Dejen a la gente creer tranquila en lo que quiere, que no molestan a nadie.
septiembre 8, 2007 a las 11:48 pm
Hay otra creencia popular que consiste en rechazar los ritos que se ejercen de manera exhibicionista. Es tan respetable como la de construir altares en las rutas.
Q
septiembre 9, 2007 a las 12:32 am
Che una pregunta ¿Disco y La Campagnola auspician el blog?
septiembre 9, 2007 a las 4:19 am
Si fuera así entonces sería respetable rechazar a los judios ortodoxos que caminan por las calles de Once, por ejemplo, porque también tienen maneras exhibicionistas. O a cualquier tipo de procesión católica, porque exhiben a la figura de los santos en la vía pública. O a los pastores evangelistas, porque hablan y cantan en las plazas.
Más lindo es conocer, compartir y disfrutar, antes que cerrarse, ignorar y temer.
septiembre 9, 2007 a las 10:52 am
En el medio de una ruta de Corrientes se erige una especie de feria con altares varios, puestos de comida, venta de art´´iculos electronicos y mechandising no sólo del gauchito Gil sino también de San la muerte.
En la calle Honduras y la via que está antes de Juan B Justo yendo para Belgrano se erige una especie de altarcito que empezó cómo una foto y ya hay varias cosas, en poco tiempo mas quizás tengamos una buena feria alrdedor de ese altarcito.
septiembre 9, 2007 a las 10:57 am
Un dato inquietante, el año pasado iba en un micro al MARFICI y el micro se detuvo en el altar que hay en la ruta 2 para encomendarse al gauchito Gil. Lo que nos dejó muy tranquilos a los que íbamos en el micro. Sé que es bastante común esa parada.
septiembre 9, 2007 a las 11:52 am
El otro día vi un informe imperfecto y arbitrario, pero no por eso menos interesante, de esos que hace Cuatro Cabezas en el programa «La Liga» y justamente trataban el tema de las devociones a Santos (oficiales y paganos), uno de los elegidos eran los devotos del Gauchito Gil, llegué a la conclusión de que Gauchito Gil es a Buenos Aires y el Litoral lo que la Difunta Correa a Cuyo, una leyenda de la mitología criolla del S. XIX que fué tomando connotaciones religiosas, después de todo así nacen todas las devociones no?
septiembre 9, 2007 a las 12:15 pm
Me dejó pensando Nubesiete. La verdad es que el tema del espacio público es un problema complicado.
No sé la respuesta a este problema. Como siempre, voy a a optar por la tolerancia y la convivencia pacífica.
Pero no me pidan que goce y disfrute de esos ritos.
La ruta teñida de rojo no me gusta nada. Y ni hablar si me llego a encontrar con ese horrible San La Muerte o la Difunta Correa. No me quiero cruzar con ningún difunto en mi camino. No me causa gracia ni placer estético.
F
septiembre 9, 2007 a las 4:55 pm
En México, los altares que hay en las rutas para la Virgen de Guadalupe a veces son tan hermosos que hasta una atea como yo, se conmueve. Guirnaldas de lucecitas, flores de todos colores, telas, vasitos. Son como puestos de venta, pero no venden nada. Son una ofrenda.
Parece que estas tradiciones de altares nos interpelan mostrando cierta oposición entre nuestra mirada acerca del espacio público y algo más arraigado en otras tradiciones culturales (que no tienen que ver con una idea, digamos, liberal e igualitaria acerca del espacio público).
Una amiga hizo una tesis de antropología sobre estas cuestiones, mirando el noroeste argentino. Me comentaba que hay muchos altares destinados a Gilda -la bailantera- además de los de la Difunta y el gauchito…
Yo no entiendo ni pío de estas cosas. Pero lo que dice Flavia sobre sus temores, me recuerda que a mí siempre me dan miedo los carteles de publicidad de la Lugones, bajando desde Panamericana para entrar en la Ciudad. Son enormes, la gente va a mil, me da miedo que generan distracción en el tránsito y todo en pos de unos billetes (los que reciben quienes venden el espacio de publicidad y los que pretenden recibir quienes publicitan sus productos en medio de una ruta de alta velocidad).
En fin, que me da miedo cuando el mercado (el capitalismo, quiero decir, bah) se anticipa frente a cualquier otro objetivo de seguridad vial, de salud o similar. Nuestras rutas son realmente muy latinoamericanas, y oscilan entre el mercado sin regulación estatal y los rituales que emergen por todos lados.
Volviendo a la naturaleza: la verdad es que las flores están preciosas, Flavia. Yo no sé que son esas flores. Podrían ser ciruelos, claro. Cerezos dije, no sé por qué, me habré equivocado. Gran llegada de la primavera. Por aquí los árboles también empiezan a hechar sus brotes.
Cariños y buen domingo.
septiembre 9, 2007 a las 4:56 pm
nubasiete ¿qué maneras exhibicionistas tienen los judios de Once?
septiembre 9, 2007 a las 5:24 pm
Sì, Ella: una cosa es hacer un estudio antropologico y otra profesar esos ritos, en el estudio antropologico hay un distanciamiento que en el ritual no
septiembre 9, 2007 a las 6:20 pm
En los países que están un poco al norte de América del Sur, la rutas sin señales están plagadas de altares pequeños que indican lugares donde ha muerto gente por un accidente. Son miles y tienen en mi país de origen olor a desierto y desigualdad. No se les da importancia religiosa o de creencias.
También hay enormes cruces como la de Motupe (cerca de donde es mi familia) que son lugares de peregrinaje anual.
El Perú está lleno de huacas, que son como cerros, lugares donde antes ha habido un templo indígena o una ciudad ceremonial. En la costa, cortadas por la panamericana que la bordea, hay una buena cantidad de ellas en medio del desierto y los arenales. Recorriendo a pie es posible hallar restos arqueológicos de las diferentes culturas que han habitado el lugar. Inclusive restos de la guerra del Pacífico entre Bolivia, Perú y Chile. De chicos hacíamos expediciones para recuperar balas, fusiles, bayonetas y caramañolas…
La vida y la muerte -de la en en general no nos animamos a hablar en este lado de América- tiene otro valor, distinto al que existen en zonas más urbanas. La muerte no es más que un tránsito a otra forma desde donde el antiguo sigue enseñando a las comunidades lo que sabe. Las creencias y conocimientos han sido escondidos dentro de ritos y costumbres occidentales por ello el fenómeno no es el mismo que aquí.
Con la modernidad y la cultura «chicha», a la vera de los caminos uno puede encontrar cementerios «informales», enormes, donde los excluidos construyen sus lugares donde festejar a sus muertos. A la vera de la avenidas de las ciudades han surgido otros a los que llaman «jardines de paz».
septiembre 9, 2007 a las 7:02 pm
Si no es el peor novelista argentino vivo, esta entre el pelotón del fondo. No obstante es, sin duda para mi, el mejor cronista de viajes criollo contemporáneo y en el ranking general se encuentra segundo, después de Lucio V. Mansilla y antes que Sarmiento. Me refiero a Martín Caparrós, fatua pluma sin cabeza, quien en su imprescindible EL INTERIOR trata en detalle y retrata – sin fotos, pero con las palabras precisas – la historia del Gauchito Gil y sus altares y otros mitos del país interior (la Difunta Correa, la Virgen del Cerro). Vale la pena leerlo entero, aunque es un ladrillo que permite saltar de un capítulo a otro, sin perder nada.
Lo que me temo es que la secta gauchitogilista se va extendiendo. Hace unos meses que en pleno Palermo Soho – Honduras y una cortada que hay justo bordeando la vía – hay un especie de mini capilla con una extraña imagen, flanqueada por, cada vez más, botellas vacías adornadas con cintas coloradas.
F dejarse llevar por el miedo no es bueno – ya vas a comprender los fundamentos de lo que digo cuando Tomás dicte su clase sobre Spinoza -, creo que deberías volver sobre tus pasos y sacar fotos a todos y cada uno de los altares y su rojiza parafernalia.
Desde mi ignorancia pregunto ¿ no hay ningún vínculo entre este tipo de devociones y la astrología ?
septiembre 9, 2007 a las 7:03 pm
Desde ya, Medu, y el objetivo también es totalmente distinto. El estudio lo que busca es comprender los sentidos que los actores otorgan a sus ritos.
septiembre 9, 2007 a las 7:25 pm
Dato de color: cerca de la casa de los padres de una amiga está el lugar donde murió Pappo. La gente ha montado allí una suerte de altar en su memoria. A unos trescientos metros, más o menos, creo, hay un altar del Gauchito Gil. Eventualmente ocurre que se ven caras de desconcierto entre los diferentes fans, que se confunden los sitios de culto.
septiembre 9, 2007 a las 7:31 pm
Los que dice The Boy es cierto, pero no sólo el Gauchito tiene altar en plaza Los Andes. También lo tienen la Difunta Correa y, poorr supuesto, la Virgen María. A mí mayormente, ni fu ni fa, pero a veces me pone también un poco los huevos al plato tanta devoción popular.
También coincido con Ella: mejor que el pelotudeo en la vía pública no sea para vender algo.
septiembre 9, 2007 a las 8:39 pm
Pensar en el miedo me revuelve el miedo. Tengo miedo, tantas veces, tuve muchísimo miedo de chico. Aún ahora no puedo mirar una película de terror; perdón, me da pavura, la paso mal. He visto cultos en la playa y los pelos se me ponen complicados. Podría escribir horas sobre esto: sé que lo primero que me dijo mi homeópata era que mi problema pasaba por el miedo. No sé si cambió tanto aunque ya no soy el mismo: aún la mirada del otro tiene forma de garras.
Ni el juego de la copa ni los cuentos de terror, nada.
Querría saludarlos desde este bar impersonal pero me quedé demasiado sensible. Demasiado miedo junto.
Ya le perdí el miedo a la oscuridad hace algunos años, cuando me fui a vivir solo y entendí que no había más opción que apagar la luz. El miedo fue mutando, descubro, en la forma en que tecleo ahora, que no está tan apagado: ahora encuentra nombres, caras y circunstancias, sabe a veces por dónde pasa, pero sigue tantas veces.
Vengo de unos días en cama y con el remedio cambiado. Me apena entrar y tener miedo. También sé que no queda otra, que el miedo es bueno mientras no paralice, que informa, aunque a veces duela tanto y no sepa cómo decir para estar tranquilo. Aprendí a no leer respuestas, es más sano para mí, al menos al momento.
Como dije, quería abrazarlos en estos pocos minutos que tengo de Net. La nota me resultó, obviamente, impactante. Siempre gracias. Mi madre me decía cuando era chico que le pusiera forma a mi terror: no sabés lo que costaba la noche, pero eso ayudaba.
Les decía, un abrazo y submit comment, sin releerme, Juan
septiembre 9, 2007 a las 9:01 pm
Hay un autor que estudia el tema desde la lógica de la democracia y la globalización. Se llama Benjamin Barber, ya lo he citado, plantea que ante el desamparo y la exclusión la respuesta son los fundamentalismos irracionales. Hace años, es verdad hace bastantes años, no había tanto culto supersticioso a San Cayetano u otras imágenes de santos o vírgenes. Tampoco el evangelismo tan desarrollado. Menos aún los ritos umbanda y muchos otros que incluyen sectas prohibidas en otras latitudes. Es un fenómeno que creció a principios de los 80 y no para de expandirse. Pero se trata de un tema global pues pasa lo mismo en todos lados con el extremo verdaderamente grave del fundamentalismo musulmán. Pero creo que todos los casos que podamos relatar son consecuencias mas que causas. No verlo puede llevarnos a no encontrar verdaderas soluciones sino aumentar el problema como ha ocurrido con Irak y el 11S.
Referencias bibliograficas de Benjamín Barber aquí;
http://books.google.com/books?as_auth=Benjamin+R+Barber&ots=urnFAiuEV_&sa=X&oi=print&ct=title
fraterno
js
Que bueno leer que estas bien Juan.
septiembre 9, 2007 a las 9:20 pm
mi mamá me dice que les diga que ella le tiene miedo a cristo en la cruz, con esos clavos, ese olor a velas y la sangre chorreandole por los miembros
septiembre 9, 2007 a las 9:53 pm
Todos los aromos que vi y tuve florecían en agosto. En mi jardin, me ocupaba de que hubiera flores todos los meses del año.. ¡Lo logre!
El de flores rosas puede se un Prunnus, es un ciruelo que no da frutos.
Hermosas las fotos. Gracias.
septiembre 9, 2007 a las 9:58 pm
si pienso en las caras de la gente devota de los santitos ésos de los altares no institucionales (a la que he visto sobre todo por la tele) no me da el más mínimo miedo, en cambio sí y mucho, pensar en ciertas sectas -‘evangelistas’ algunas como recordó Soriano- que vienen a tocar el timbre de nuestras casas (y que tienen, se dice, grandes bancos de datos) o las que hacen mega eventos en estadios y controlan grandes medios.
Dasbald: tal vez una opción para tu mamá sea la de la copla de Serrat: no el Jesús del madero sino el que anduvo en el mar… bonito ¿sí?
saludos
septiembre 10, 2007 a las 2:57 pm
dasbald: sos muy nietszcheano
septiembre 10, 2007 a las 3:56 pm
¿ la «enanavieja» será la «enananegra» con canas ?
septiembre 10, 2007 a las 4:20 pm
Cuando me enteré, hace años, de la existencia de este culto popular, lo primero que se me ocurrió comentar fue que en la Argentina vivimos más de treinta millones de gauchitos giles. Después me puse más respetuosa…
septiembre 10, 2007 a las 4:25 pm
Janfi: si cuando estés volando a Europa ves un gauchito arriba de una nube ni se te ocurra bajar para dejar tu botella…jaj
!Buen Viaje¡ Felicidades!
septiembre 10, 2007 a las 4:36 pm
Cuidate Juan, hay que salir a ver las flores de los aromos, ciruelos y todo aquello que ande pariendo flores; es un buen conjuro para el miedo.
Gracias F por tus (bien)acostumbrados regalos a los lectores.
septiembre 10, 2007 a las 6:10 pm
Me parece que la enanavieja es nada menos que mi madre. Así que, por favor, Janfi, tratala con muuuuucho respeto (apenas heredé la mejor parte de su carácter!)
septiembre 10, 2007 a las 6:34 pm
ahora no sabremos si tenerle más miedo al gauchito ese o a la enana esta…
septiembre 10, 2007 a las 6:44 pm
me refiero a enananegra, y no a su respetable mamá…que se ve sabe mucho de plantas y seguro sabe que el prunnus es un híbrido, por eso no da frutos.
septiembre 10, 2007 a las 6:48 pm
Todavía recuerdo cuando mi inconciencia de niña me permitía temerle al gauchito ese. No te imaginás, cuánto extraño esos tiempos, Dasbald
septiembre 10, 2007 a las 6:58 pm
bueno será hora de que te unas a algún culto que sacrifique inocentes y los salves de convertirse cuando sean grandes en enanosácidos. Al menos tu desencanto tendrá una función metafísica querida amiga…
septiembre 10, 2007 a las 7:23 pm
no sólo no tengo problemas con enanavieja, sino que tengo una alternativa clave para mi vida :
enanavieja : ¿ le gusta adriana varela ?
por favor no consulte a nadie para responder esta pregunta.
septiembre 10, 2007 a las 9:32 pm
Ay, Dasbald, confundí las cosas, creí que mi visión pesimista del mundo provenía del siempre horrible punto de vista al que me obliga mi baja estatura. Me casé con un lungo para mejorar la genética familiar y ahora que me decís que la falla estaba en el ph no tengo más remedio que criar a mis dos lungosácidos!
Janfi, no te recomiendo iniciar una discusión sobre Adriana Varela con mi madre sin antes manejar al dedillo la estética kantiana, la hegeliana, la adorniana y la normaniana. Tomate tu tiempo y por las dudas también tomate la pastillita. Y tuteala, nomás, la señora luce joven y todavía cosecha piropos cuando sale de paseo
septiembre 10, 2007 a las 10:15 pm
Enana Senior (a mí me han dicho que viejos son los trapos, así que disculpe si le cambio un poco el nombre).
Muy buena la información sobre los prunnus. Me parece ese un árbol tan poético, con flores y sin hojas. Es como un haiku viviente.
Pía: eso de los 30 millones de gauchitos giles es muy bueno.
Saludos.
septiembre 10, 2007 a las 10:44 pm
Señora enanavieja : le escribo para comentarle que he tenido serios problemas con una de sus hijas; ahora ella me advierte que también los tendré con Ud. si no entro a un curso acelerado de estética de los grandes autores; yo en cambio creo que me llevaré muy bien con Ud. sin necesidad de semejantes cursos porque Ud. y yo representamos todo lo bueno que tiene este País, no como esas niñas jóvenes que andan por ahí luciendo su posmodernismo ! horror ¡ Volvamos a los clásicos por favor, Ignacio Corsini, la ñata gaucha y tantos nombres que nos hicieron grandes;
si Ud. cree que podemos congeniar y sobre todo criticar a su hija (jamás a sus nietos por Dios) no dude en contactarse conmigo, sepa que contará en mi un aliado.
septiembre 12, 2007 a las 5:30 pm
Sìiiiiiiiii la ñata gaucha acuzena maizani!!!!!!!!!!!!!!!
septiembre 12, 2007 a las 5:30 pm
errata asuzena ay como se escribe´preuwf´qroeihg´reoihgqórhg
septiembre 12, 2007 a las 5:31 pm
oqhproqeuhqorufhrouhiu estos eran insultos porq no se como se escribe azucena
septiembre 12, 2007 a las 5:31 pm
Dsabald: a mi me decian que si se te aparecia un demonio era porque eras una santa y los demonios persiguen a los santos…
septiembre 13, 2007 a las 9:30 pm
Ja. Acuzen a Maizani podría ser, y acusar errata por la «z»
septiembre 14, 2007 a las 5:46 pm
si ,es que estaba con unas anginas tremendas y no me acordaba como se escribia!
enero 6, 2008 a las 6:49 pm
yo tengo un san la muerte bendecido en mi habitacion es mi rey le rezo y prendo una vela cada noche ademas lo llevo en el cuello y estoy por hacerme un tatuaje me cinsede todo lo que le pido es mi santo mi rey lo amo y no permito que le falten el respeto lo mismo que al gauchito gil cada cual cree en lo que le hace bien no hay derecho a criticar a nadie por sus creencias
marzo 18, 2013 a las 11:20 am
yo creo fervientemente en gauchito gil,como mucha gente lo hace y no es una secta ,es lo que siento