Breve historia de la filosofía 46

El amor 2

por Tomás Abraham

Plutarco es una enciclopedia ineludible para quien quiera consultar literatura sobre lo acontecido y concebido en la Antigüedad, desde la biografía de los grandes hombres a las artes del buen comer. Escribió entre tantas obras un Tratado sobre el amor o Erotikós, en los umbrales de la primera centuria de nuestra era.

El pensamiento griego sobre el amor es un consultorio sentimental. La preceptiva sobre lo que se recomienda hacer o las advertencias sobre los riesgos de ciertas conductas, las sugerencias sobre el mejor modo de practicarlo, las diatribas sobre el amor que nos beneficia y el que nos pierde, aquel que corresponde a la vida del hombre sabio y cuál al del necio, es uno de los nudos polémicos más habituales.

Tenemos que tomar en cuenta que a los griegos les encantaban las competencias argumentativas. Jugaban a encontrarle una solución lógica a proposiciones abstrusas, o a demostrar la viabilidad dialéctica de situaciones inventadas desprendidas de la mitología. Reunían en una sola habilidad el arte del payador y el del adivinador de enigmas. Improvisaban teorías y se engalanaban con malabarismos sofísticos. Conformaron una verdadera civilización de la palabra.

 

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Por eso hablar del amor era un divertimento que los hombres duchos en las letras emprendían para mostrar ellos también sus talentos. Las alternativas y las escenas posibles eran unas pocas. En lo que al amor concierne, este puede ser puro, mixto o corrupto. Sobre el amor puro no había gran discusión. Platón era la fuente indiscutible. El amor puro es el que contempla las Ideas. Una especie de amor místico que nos deja sin palabras y casi ciegos. Es el del hombre que sale de la caverna en la legendaria alegoría.

Mudos y ciegos nos salvamos, el problema es tener buena vista, palabras lisonjeras y manos libres. El amor mixto no está mal. Nos referimos al conyugal. Le conviene a la sociedad para no morir de vejez, y no hace más que traer a la tierra algo que ya está en el cielo. Allá arriba la eternidad, aquí abajo la fecundidad. No son lo mismo pero en algo se parecen: en la continuidad y la repetición. El problema es que en uno se transpira y jadea y en el otro se flota. Pero Plutarco no tiene problemas mientras la mujer no se enamore. Leyeron bien, que no haya enamoramiento. Una mujer enamorada es una mujer quejosa, pesada, exigente. No por eso la conyugalidad debe administrarse como una reunión de consorcio. Es muy lindo que entre marido y mujer con el tiempo se teja una amistad, excelsa virtud romana, muy apreciada por patricios y notables, y hasta se puede llegar a una “fusión de corazones”.

Ni hace falta mencionar lo que Plutarco llama las Furias, es decir, las mujeres mandonas –es necesario desplazar la “n” de Madonna–, que las había, las severas y agrias que tiran con sus denuestos toda una felicidad por la borda.

Tampoco resulta nada valioso un hombre pollerudo, persiguiendo a una mujer, apasionado como perro faldero. Es un afeminado como un esclavo amanerado y blandito. Nada afeminado, por el contrario, es el amor que nosotros hemos bautizado con el biologismo homosexual, que para ellos era una afición cultural de raíz mítica con valoración invertida. Cuánto más guerrero es un pueblo, más intimidades disfrutan sus soldados. Nadie apuesta su vida con mayor riesgo que un amante. Así que amor entre machos es de machos.
El amor corrupto es un amor falso y perverso. Por ejemplo, un viejo verde que va al gimnasio en donde practican ejercicios los chicos y se presenta a uno de ellos como filósofo, hombre de saber que aduce conocer al mismísimo Sócrates en casa de Agathón, y que se ufana de ser un maestro de la dialéctica y de ver Ideas sin lentes, y si este señor sabio lustrándose las chapas y dándose aires invita al muchachito a caminar por los matorrales para contemplar juntos las almas mientras enarbolan las togas, ese señor no hace felices a los niños, es un corruptor de menores.

Para algunos que cita Plutarco, tampoco es amor el heterosexual, porque –ejemplo brillante– no existe amor entre la mosca y la leche como tampoco entre la abeja y la flor. No hay una pizca de amor cuando nuestro cuerpo se expresa por los que los antiguos definieron como “movimientos involuntarios” impulsados por las argucias de la physis. Ya lo explicaremos en San Agustín.

Tampoco es puro ni mixto el amor forzado, es decir el que resulta de una violación o, como dice el filósofo, el que se obtiene sin complacencia. Es corrupto, del mismo modo en que lo es el que se practica en cuatro patas. Dejémoslo ahí.

Foto: Cora Burgin (Serie Arquitectura)

35 respuestas to “Breve historia de la filosofía 46”

  1. rody Says:

    Cuando uno escucha el diálogo de Sócrates con Alcibíades y Agatón sobre la metafísica del amor en El Banquete, uno tiende a creer que, no ya el amor entre machos, sino el amor a secas, era cosa de machos ¿no?.
    Es que en sociedades en las que la mujer era un objeto, muchas veces de menor valor que una vaca, o un caballo, aunque otras tan valiosas como la ciudad de Troya o la propia vida, es posible que hayan sido deseadas o codiciadas, aunque parece difícil que hubiesen sido amadas.
    Aún siendo que la palabra amor encierra multiplicidad de conceptos, tantos que siempre hay que subcategorizarlo, no ya en tres, sino en innumerables especies, pareciera ser que cuando los antiguos hablaban de él hablaban de otra cosa que la que se vino popularizando desde la Europa ilustrada hasta nuestros días.

  2. Pía Says:

    No entiendo,lo de las cuatro patas, honestamente. Lo del enamoramiento tiene lo suyo, pero no creo que sea aplicable sólo a la mujer enamorada. El enamoramiento lleva al ser humano a estados cercanos a la idiotez. A la mujer y al hombre. Lo bueno es cuando en las relaciones no se especula. Y eso no pasa en los enamoramientos. Pasa en las grandes amistades, que no idiotizan, enriquecen.

  3. janfiloso Says:

    Pia, yo te explico lo del amor en cuatro patas;
    la cosa es así :
    vos tenés un/a amante, van a la cama de cuatro patas, tenés sexo ahí, y listo, amor en cuatro patas.
    si tenés sexo en un sillón de cuatro patas es igual;
    ahora, en la cocina o en el auto se complica.

  4. janfiloso Says:

    Luri : tenés mal el reloj de tu computadora y se ordena mal tu comment; siempre quedará ultimo, hasta que entre uno posterior a las 7:18 PM cosa que falta para que ocurra.

  5. dedalus Says:

    Y a veces tambien empobrecen. Creo haber cometido mas actos propios de un idiota por amistad que por enamoramiento.

  6. Medusa Says:

    No coincido con Dedalus. He cometido mas errores por amor que por amistad.
    Lo del enamoramiento claro, (la negacion de el) creo que se relaciona con que el matrimonio civil lo crea el Derecho Romano, a algo asi me acuerdo. El matrimonio es una sociedad con derechos y obligaciones, como si fuese una sociedad comercial. Hya una pacto firmado, propiedades en juego, etc
    Y creo que tanto las mujeres como los varones cometen actos vergonzantes por amor; un ej llamar y cortar.

  7. Medusa Says:

    Lo del amor forzado NO ES AMOR, es una acto fisico, en todo caso un delito, una felonia.

  8. Medusa Says:

    Yo le vendi una version de Vidas paralelas de Plutarco a un librero anticuario y mi mamà (era de ella el libro) casi me mata.

  9. janfiloso Says:

    Luri tenes mal el reloj de tu compu.

  10. Pía Says:

    Yo me he equivocado con amigos alguna que otra vez. Pero cuando ejercí talentosamente la idiotez, fue en situaciones de enamoramiento. No me agarran más.

  11. Pía Says:

    Luri, dale bola a janfi con lo de tu reloj

  12. janfiloso Says:

    Luri, dale bola a Pía con lo de tu reloj que me vengo loco ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

  13. Pía Says:

    Luri dale bola a Janfi que te estamos pasando como a un poste caído y me pone nerviosa.

  14. janfiloso Says:

    Dale Luri, cambiá el reloj que ya llegamos a las 7:18

  15. Luri Says:

    Muy bueno, esta parte de los griegos es muy interesante.
    La cuestion de la corrupcion de menores fue una de las ‘causas’ que lo llevo a juicio a Socrates ?

  16. Luri Says:

    Janfiloso, Pia Sorry !!!

  17. estrella Says:

    Tomás, más que buena este capítulo de la Historia.
    Sí, una mujer enamorada es quejosa, pesada y exigente. Un hombre enamorado se obsesiona, creo
    Y es cierto que nadie apuesta su vida con mayor riesgo que un amante.
    Entre las obsesiones y las quejas de los enamorados, y la «fusión de corazones» de la amistad conyugal, hay un sendero difícil de definir. Y de transitar.
    Una de las más lindas películas de amor que vi: Los amantes del círculo polar.
    Dios me libre de las Furias, pánico a las mujeres mandonas.

  18. Luri Says:

    Tomas, Rodi
    En una clase de filosofía que tuve hace unos años, que se analizo ‘El banquete’ se dijo que a Sócrates lo acusaban de no adorar a los dioses y corromper a los jóvenes no predicándoles un respeto ciego a las divinidades sino cuestionándolos. Pero el profesor también acoto que existía un celo sobre Sócrates por su ascendiente entre los muchachos. Se le reprochaba que utilizara su método del preguntarse, de la interrogación para seducirlos. Estos querían ser amantes de Sócrates (en el banquete uno le enrostra no ser muy activo para las cuestiones del amor no platonico). Quería saber que habia de cierto en ello ? Me lo trajo a la mente el pasaje de T que habla de: ‘..El amor corrupto es un amor falso y perverso. Por ejemplo, un viejo verde que va al gimnasio en donde practican ejercicios los chicos y se presenta a uno de ellos como filósofo, hombre de saber que aduce conocer al mismísimo Sócrates en casa de Agathón, y que se ufana de ser un maestro de la dialéctica y de ver Ideas sin lentes, y si este señor sabio lustrándose las chapas y dándose aires invita al muchachito a caminar por los matorrales para contemplar juntos las almas mientras enarbolan las togas, ese señor no hace felices a los niños, es un corruptor de menores…’

    Por eso me preguntaba por las ‘causas’ (unificadas) (verdaderas ?) del juicio de la cicuta.

  19. alita Says:

    Que difícil es el Amor, Profe!…..existirá realmente?… o será solo una ilusión, un invento más para no sentirnos tan solos?

    Yo creo que sí, que existe …. para mí tiene que ver con la tierra y con el cielo, con el cuerpo y con el alma, todo junto.

    Pero no es muy fácil encontrarlo, y menos aún conservarlo… pienso que tenemos que aprender a amar, todavía no sabemos bien como se hace…

    Además, no te parece que el verdadero problema es que en el mundo falta Amor…..Amor por el otro, por el semejante.
    También por el distinto…..por todos.

    Es ese para mí el origen de todos los males.

  20. tomás abraham Says:

    alita,
    el amor es compromiso, constancia, preocupación, cuidado, discreción, angustia. y, claro, el sentido y la alegría de ser y vivir.

  21. Ella Says:

    Está buena la definición ampliada de amor, incluyendo cuidado y alegría de ser y vivir y sin omitir la angustia.
    El enamoramiento también trae mucho de eso, no solo pesadez, me parece. Encuentro difícil dicotomizar el amor y suponer que todas las mujeres y todos los hombres aman igual.
    Los colores y texturas del amor, nunca pocos, me parecen hermosa y justamente expresados en el libro de Barthes, «Fragmentos de un discurso amoroso».

  22. animanno Says:

    Tomás, me gustaría saber títulos que aconsejaras dentro del tema, para abrevar en ellos, como en tus comentarios

  23. alita Says:

    Gracias, Profe, por tus lindas palabras
    ….es muy cierto lo que decís, al amor hay que cuidarlo.

  24. tomás abraham Says:

    recomiendo el tratado del amor de plutarco.

  25. mambre Says:

    Sobre el Amor

    recomiendo la lectura de una gran obra, para estudiosos, que recorre el pensamiento griego clásico desde su origen en la poesía hasta el pensamiento platónico

    Su título: «El nacimiento del amor en Grecia».

    Supongo que se encuentra en las mejores bibliotecas, porque está descatalogada. Lo cual es signo del poco aprecio que algunos tienen al pensamiento.

  26. Crompton Says:

    El otro día almorcé con dos amigos, ambos profesores de Filosofía del Derecho, ambos graduados en Yale, ambos integrantes de la Sociedad Argentina de Filosofía, uno – el más jóven, de mi edad – discipulo dilecto y protegido de Ronald Dworkin y el otro, veinte años mayor, amigo y compañero de Carlos Nino. Decían algo de un congreso de filosofía próximo a celebrarse (nada que ver con el de San Juan) y cuando mencioné a Tomás, los dos al unísono dijeron: «No, no, tiene formación «continental», no filosófica …» y después, como son muy corteses, hicieron algunos comenarios elogiosos sobre su persona y apariciones públicas, pero dejando en claro explícitamente que la única «filosofía» actual sería la anglosajona.

    Yo, como voy más atrás que Maia – quien creo recordar que se deternía en Heidegger – no dije nada.

    Pero después de leer este post, recuerdo el comentario de Dawkins que alguna vez reproduje en LLP, señalando que luego de Darwin la filosofía anterior sólo tiene valor como literatura. Por lo que, aunque adhiero a la recomendación de Tomás sobre Plutarco, me permito recomendar POR QUE AMAMOS de Helen Fischer (está en Taurus y también en esas colecciones de bolsillo) y también HISTORIA DEL MATRIMONIO de Stephanie Coontz (Gedisa). Me temo que después de leer ambos, hay debates que ya no tendrían razón de ser.

  27. tomás abraham Says:

    estoy leyendo un trabajo sobre el microbiologista carl woese, acerca de la transferencia horizontal de los genes y sobre los prokaryotes y los eukaryotes que muestran los límites epistemológicos de la teoría de Darwin , y da toda la sensación de que el debate aún está abierto. al menos en el continente americano, al que como bien dicen los profesores de Yale, pertenezco.

  28. Crompton Says:

    Tomás, ¿ me dirías el título y la editorial del libro de Woese, por favor ?

  29. rody Says:

    Hay un librito urticante de Richard Dawkins «El gen egoísta». La bibliografía es un poco antigua, las conclusiones pueden parecer demasiado categóricas, pero su teoría sobre las bases evolutivas del comportamiento humano debe ser, como mínimo, incluida en una discusión sobre el sentido moderno de la constitución de parejas (no se si del amor).
    Su definición genética del egoísmo, o el capítulo de La Guerra de los Sexos avalados por 3 hojas de bibliografía de publicaciones como Science o Amer.Nat. ameritan por si solos su lectura. Los roles masculino/femenino no serían tan fácilmente intercambiables como se predica en la Cosmopolitan
    Además es un libro de divulgación (con los pros y contras que este género tiene) que no requiere de grandes conocimientos previos. Vale la pena leerlo, aunque más no sea para denostarlo.

  30. tomás abraham Says:

    crompton
    me refiero a un extraordinario artículo, new york review, 19 de julio de freeman dyson » our biotech future»

  31. Ángel eléctrico Says:

    Ojo con el gen egoísta, es decir con la divulgación en general…
    Es decir, por supuesto que es necesaria y enriquecedora la divulgación (sin entrar en la discusión, quizá de mayor peso, de lo poco que se sabe entre la población media de cualquier tema científico en Argentina -el «analfabetismo científico» del que se refiere, por ej. Cereijido-). Pero en ocasiones se salta de una explicación resumida y sencilla de todo un corpus de investigación a conclusiones demasiado generales (Gould en su libro «la falsa medida del hombre» ejemplifica muy bien esto y sus consecuencia más peligrosas).
    Crompton, gracias por la «bibliografía» adicional…
    Estas clases de Tomás realmente son adictivas, no sólo por -obviamente- la calidad de los periódicos posts, si no también por la riqueza de los comentarios. Se está generando algo espectacular, tantas lecturas sugeridas, tantos temas «secundarios» que se van desprendiendo… Varias veces han sugerido publicar estas clases en papel. Va a estar bravo hacerlo, porque deberían incluirse los comments, a manera de apostillas quizás, y sería inabarcable!

  32. Crompton Says:

    Gracias Tomás. Ya lo encontré. Apenas junte bolas leeré sobre microbiología.

    Ya que sos tan amable, ¿ la biografía de Montaigne que estás leyendo es en castellano ? si así fuera ¿ me dirías la editorial ? Es que justo el viernes leí un fantástico prólogo de André Gide a una selección hecha por él de los Ensayos y quiero aprovechar que me enganché para leer una buena biografía.

    Alguien arriba recomendó EL GEN EGOISTA de Dawkins, a lo que no puedo dejar de adherir. Aunque el libro está medio desactualizado sigue siendo fundamental – de hecho Alberto Manguel en ¿ Babel ? ¿ Ñ ? del sábado pasado (no ayer) hizo una muy buena reseña sobre su lectura tardía de éste libro. Pero en realidad Tomás para conmover tu formación «continental» – si sobrevive al impacto será más sólida -, para mi tendrías que leer LA TABLA RASA de Steven Pinker (Paidós).

    Otro libro que me gustaría que leyeras y comentaras es CONTRA EL PROGRESO Y OTRAS ILUSIONES de John Gray (nada que ver con el de los hombres de Marte y las mujeres de Venus).

  33. tomás abraham Says:

    crompton,
    no soy un pulpo, tengo dos ojos. seré ignorante en algunas muchas cosas. de todos modos no dejo de lado tus recomendaciones, pero te darás cuenta que estar en plutarco me coloca a distancia de pinker, gray, y los millones que vengan. la biografía de lacouture es en francés.

  34. Crompton Says:

    Bueno, dejá mis recomendaciones para el próximo domingo lluvioso en que te tientes con un bodrio cinematográfico … pero ni Plutarco excluye a Pinker y a Gray, ni estos tienen nada que ver entre sí. Sospecho que, por el contrario, tienen líneas de pensamiento diametralmente opuestas.

    Aunque no leí nada de Gray anterior a LOS PERROS DE PAJA, sospecho que en algún momento tuvo un giro copernicano en en el suyo (transcribo un párrafo del prólogo a CONTRA EL PROGRESO Y OTRAS ILUSIONES, de Paidós):

    «Hemos heredado de la filosofía griega la creencia en la capacidad liberadora del conocimiento. Pero el mito bíblico de la caída de Adán se acerca más a la verdad. El incremento del conocimiento comporta multiples beneficios, pero no es un bien sin paliativos: al tentarla con la promesa de ampliar su poder, la humanidad acaba esclavizándonos.

    En los tiempos modernos, no hay nada más herético que la idea de que el conocimiento puede ser pecado, y ése es precisamente el pensamiento que inspira los artículos aquí recopilados. La creencia de que la humanidad avanza de la mano del crecimiento del conocimiento es central en el humanismo liberal. En muchos sentidos, el humanismo es poco más que un cristianismo laico; pero es un «cristianismo» en el que se ha reprimido profundas intuiciones conservadas en la tradición cristiana a propósito de las contradicciones de la naturaleza humana y de la ambivalencia del conocimiento y que, al mismo tiempo, ha perpetuado los peores errores de dicha tradición cristiana.»

  35. tomás abraham Says:

    para mí los que mejor han visto los límites del conocimiento como liberador, factor de progreso y felicidad, han sido los mismos griegos, es decir los trágicos. En especial Sófocles.

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