Llueve mucho en San Clemente. Kovu, aburrida de estar encerrada, sufrió un ataque de inspiración literaria.
por Vera Rubinstein
Había una vez una nena que se llamaba Romualda. A Romualda no le gustaba su nombre, y con mucha razón, entonces siempre se lo cambiaba. A algunos les decía que se llamaba Delfina, a otros Martina y a otros u otras muchos nombres hermosos, pero nunca repetía el mismo nombre.
Un día se encontró con un nene que se llamaba Tomás y le dijo que se llamaba Andrea, y más tarde se encontró con otro chico que se llamaba José y le dijo que se llamaba Agustina.
Al día siguiente Romualda volvió a encontrarse con Tomás y con José justo en el momento en que le decían ‘chau’ a su mamá. Romualda no lo podía creer ¡Tomás y José eran hermanos! ¡Les había mentido a los dos! Por supuesto, cuando la vieron pasar en su bici roja, Tomás le gritó: Andrea vení. Pero José le preguntó a Tomás: ¿por qué la llamás Andrea, si se llama Agustina?
–A mí me dijo que se llamaba Andrea.
–Vamos a preguntarle.
–Vamos.
Le preguntaron y ella respondió que se llamaba Ariel. Los chicos le fueron a decir a todos su mentira y ella se quedó sin amigos. ¡Qué tristeza!
Por suerte, otro día, Romualda encontró a una chica que se llamaba Porfidia, obviamente un nombre mucho más feo que Romualda. Por eso se animó a decirle cómo se llamaba de verdad y desde ese momento no se vieron amigas más felices que ellas.
Moraleja: Los mejores amigos se hacen con la verdad.
Foto de Kovu: Sandra de la Fuente
La lectora provisoria 
julio 22, 2007 a las 2:43 pm
INCREÍBLE EXTRAORDINARIO
Qué familia memorable.
Felicitaciones y bienvenida al gratísimo mundo de las letras. Por delante, simple: leer incansablemente libros que s acumularán en la biblioteca y que solo a vos han de importarte, pensar miles de textos que por suerte no serán escritos, escribir miles de textos que jamás debieron ser escritos, que ojalá nunca hubieran sido leídos, miles que nadie leerá, soñar con publicaciones que no llegan, trabajar de cualquier cosa, estudiar Literatura por miles de años para conseguir un título que no habilita para nada, seguir leyendo, notar paso a paso que cada día aparecen más dudas, se sabe menos, y que la gente te pregunte por qué no estudiaste algo más productivo, que siendo tan linda y tan inteligente tengas derecho a ser neurótica, y que aun así te soporten y se agolpen a tu puerta, leer autores nuevos, saber que no has terminado el Ulises de Joyce, compar libros que tal vez nunca llegues a abrir, buscar espacios, saber que estás haciendo lo correcto, encontrar tus Flavias, Tomases y Quintines para que te sigan acompañando, encontrar a otros, seguir leyendo, seguir escribiendo, hasta cuando se duerme, pensar todo el tiempo, buscar todo el tiempo, y tener la certeza de que no podrías estar en un lugar más correcto que este, en un lugar mejor que este.
Bienvenida, Dios te bendijo con la familia justa.
Un fuerte abrazo y toda la suerte, Juan Gonzalez
julio 22, 2007 a las 3:01 pm
¡Mil aplausos para la pequeña Kovu-Vera!
Y que nuestra querida Vera se llame por siempre Vera, que es el nombre más lindo del mundo!
A Vera-Kovu le regalo la luna Margarita de mi infancia.
Felicitaciones!!!!
Tía Eduviges
julio 22, 2007 a las 3:36 pm
¡¡¡Grande, Kovu, me encantó el cuento!!! Sos una ídola. Che, entre nosotras, ¿vos creés que la pobre Eduviges conseguirà una amiga con un nombre más feo que ese?
julio 22, 2007 a las 3:45 pm
Vera:
¡¡¡¡Me encantó tu cuento!!!!! Sos una genia!
Y qué siga la lluvia sanclementina, si nos da estos frutos.
julio 22, 2007 a las 3:49 pm
Patizamba: Estoy segura que Romulada y Porfidia me aceptan en el grupo.
julio 22, 2007 a las 3:52 pm
kOvvvvu!!! QUERÉS ESCRIBIR PARA NIÑOS Y TE EDITO EN MIS LIBRITOS!!!
tE MANDAMOS BESOS CON LUISA!!
julio 22, 2007 a las 4:04 pm
dale gaby, yo escribo, vos los editas y despues se loscontas a Luisa
julio 22, 2007 a las 4:09 pm
Muy lindo el cuentito Kovu…. y muy linda la foto, tambien!
Cuando te disfrazaste con ese hermoso traje de flamenco?..
Muchos aplausos también desde acá !
Pero sabés un cosa, que casualidad! … yo me llamo Romualda Alita, pero me hago llamar Alita porque me gusta más…..a veces los nombres no son tan importantes como creemos …lo importante es lo que decimos, que eso sí sea verdad !
Besos, y que sigas escribiendo mucho!
alita
julio 22, 2007 a las 4:15 pm
Què bien Kovu!!! Me gustò mucho la moraleja, enseña mucho màs que 500 libros de foucault
julio 22, 2007 a las 4:18 pm
Acabo de abrir LLP y me encuentro con tu cuento, Veru!
Grande! Me encantó! Y seguiremos cantando por las rutas de Bs. As. a San Clemente.
Muchos besos,
M, la tía postiza
julio 22, 2007 a las 4:20 pm
hola estoy probando si sale mi foto
julio 22, 2007 a las 5:12 pm
En realidad; la mejores relaciones se construyen con la verdad y con la comunicación. Me ha gustado leerte. F.
julio 22, 2007 a las 5:33 pm
Medu, salió muy bien tu foto. ¿Leíste mi comment solo para vos? Estoy preocupado desde entonces: jamás te ofendería.
(Perdón señora Kovu por invadir tu espacio)
julio 22, 2007 a las 5:40 pm
Vera: me gustó mucho tu cuento.
Simón: estás muy loco y sos mi amigo!!!
Los quiero mucho a los 2.
julio 22, 2007 a las 5:55 pm
uy Alita perdón
esta historia me la inventé ayer cuando le tenía que contar una historia a mí hermano.Mi mami dice que es imprecionanate¡
julio 22, 2007 a las 6:08 pm
no te preocupes Kovu!…. igual es muy linda …como vos!
Besos!
julio 22, 2007 a las 7:05 pm
Kovu: linda vos, y lindo tu cuento!
Parece que hay fiesta en San Clemente…
Juan, me gustó lo que escribiste, subrayo varias líneas. ¿Para cuándo el próximo post?
julio 22, 2007 a las 7:07 pm
quién es esa que es demasiado linda como para que le digan que es una modelo?
julio 22, 2007 a las 7:43 pm
dasbald, soy yo
julio 22, 2007 a las 7:53 pm
Muy bueno todo, Kovu, el cuento, la foto y la moraleja!!!
Aquí, en LLP, somos todos amistosos con nombres ficticios, pero como dice Alita, de resto es todo auténtico.
Seguimos viendo que «de tal palo, tal astilla». ¿conocés esa expresión? es una buena forma de decir que escribís tan bien y con tan buena onda como tu mamá y tu tía.
chaucito! gracias por el cuento!
julio 22, 2007 a las 10:18 pm
gracias!se lo voy a decir a ellas
julio 22, 2007 a las 11:45 pm
Moraleja para padres: Cuidado con el nombre que le ponen a sus hijos, puede ser una carga para todas sus vidas.
julio 23, 2007 a las 2:56 pm
Ah, Juan G del S: No se donde esta tu comment. ¿està en otro post?
julio 23, 2007 a las 3:03 pm
Ojo con Kovu que además de ser la más linda y la que mejor escribe, es una diosa bailando flamenco…
julio 23, 2007 a las 3:25 pm
ah vera= Verdad
Que bien edmundo
julio 23, 2007 a las 7:38 pm
viste hay 2 moralejas!
julio 24, 2007 a las 7:34 pm
Porfiria…¡qué nombre espantoso! Romualda también, es cierto, pero me hace acordar de Romualdo Quiroga y las anécdotas sobre sus situaciones con la Coca Sarli en las filmaciones de Armando. Me imagino una nena parecida a Romuado Quiroga y me divierte. ¿Así que Kovu baila flamenco? ¡Bingo!
julio 25, 2007 a las 9:27 am
no, no se bailar flamenco
julio 25, 2007 a las 1:37 pm
Mi querida y grossa Kovu:
No sabrás bailar flamenco, pero deberías aprender, a juzgar por cómo te queda ese vestido de andaluza.
Cuando yo tenía cinco años me tocó ir a jugar al fútbol con unos chicos que no conocía. Cuando me preguntaron cómo me llamaba, contesté «Lisandro» y todos se echaron a reír. Yo por supuesto me puse a llorar, como solía hacer ante el más insignificante inconveniente.
Años más tarde, cansado de que mi nombre me diera vergüenza, y frente a un nuevo grupo, dije que me llamaba Aníbal, que es mi segundo nombre, y de esa manera cometí un error que fue cruelmente aprovechado por la malvada audiencia. Aníbal era más ridículo que Lisandro, qué decepción! Volví a llorar, pero como ya había aprendido a aguantar, lo hice metido en un baño. Se había iniciado el momento de mi vida en el que sentía vergüenza de sentir vergüenza.
Ahora estoy muy contento de no llamarme ni Pablo, ni Sebastián ni Alejandro, como se llaman todos los chicos de mi edad a los que yo envidiaba tanto. Lástima que de tanto ocultarlo, ahora lloro muy poquito.
julio 25, 2007 a las 2:14 pm
que linda historia!
julio 25, 2007 a las 5:35 pm
Querido Liso, no sabía esa historia de tu sufrimiento con tu nombre. ¡Pobre hermanito!
Besos,
Flavia
julio 25, 2007 a las 8:28 pm
a veces tus hermanos te ocultan cosas
julio 26, 2007 a las 4:14 pm
¡La Condesa Lucanora, una capa!
Yo tengo complejo con mi apellido, es Gacitua (vasco), y nadie lo pronuncia bien. En los grandes momentos de mi vida se esbozaron cosas como «Gacitva», «Graicitua», ¡En mi comunión el cura se tentó de risa!
julio 26, 2007 a las 5:05 pm
Muy mal ese cura, Janfi. Podría haberte arruinado la autoestima de por vida!!! Los curas son unos turros.
julio 26, 2007 a las 5:07 pm
No sos janfi, sos Jotafrisco. Vale lo mismo para vos y disculpá la confusión
julio 26, 2007 a las 5:10 pm
Tuve en un tiempo lejanísimo un novio al que le decían Jota.Una persona, si no mala, olvidable. Quizá por eso mr bloqueo con tu nick, Jotafrisco.saludos. No volverá a ocurrir.
julio 26, 2007 a las 5:14 pm
Errata: «me»
julio 26, 2007 a las 5:33 pm
¿Y se parecía a Nino Dolce?
julio 26, 2007 a las 6:03 pm
NOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!! Era peor. Pero yo tenía pocos años…18.Con el tiempo mejoré las cosas, y ahora soy una fóbica feliz.
julio 27, 2007 a las 3:36 am
¿Le pondrían de nombre a su hijo «Astor Pantaleón»? Los padres de Piazzola sí.
Muy hermoso el cuento.
Si viamáramos a un país donde todos mienten todo el tiempo, no podríamos preguntar ni siquiera dónde está la parada del colectivo.
abril 26, 2008 a las 5:10 pm
Congratulations for Kovu …or Vera…!!
Definitivamente simple, inspirador y encantador relato. Y como dicen de esta pequeña autora…que parece ser un elite de jovencita en lo suyo.. aprovechaste muy bien esa tarde.. espero que sean mas..
(Envidio sanamente lo que Juan Gonzalez expresa, pues da en la tecla.)
Como no soy de Arg. pero me interesa vuestra cultura metrop. puede que me interese producirlo en un peuqeño CORTO (film) infantil Latino que se llamara «5 pequeños motivos para creer en..» ..Produc…. Solo espero poder saber algo mas o tener un contacto formal con la autora.