Una foto de La Moneda y una cita de Bolaño
«Siempre quise ser un escritor político, de izquierda, claro está, pero los escritores políticos de izquierda me parecían infames. Si yo hubiera sido Robespierre, o no, mejor Danton, en una de esas los enviaba a la guillotina. Latinoamérica, entre sus muchas desgracias, también ha contado con un plantel de escritores de izquierda verdaderamente miserables. Quiero decir, miserables como escritores. Y ahora tiendo a pensar que también fueron miserables como hombres. Y probablemente miserables como amantes y esposos y como padres. Una desgracia. Trozos de mierda esparcidos por el destino para probar nuestro temple, supongo, porque si podíamos vivir y resistir esos libros seguramente éramos capaces de resistirlo todo. En fin, no exageremos. El siglo veinte fue pródigo en escritores de izquierda, más que malos, perversos.»
Texto extraído de Bolaño por sí mismo, Ediciones Universidad Diego Portales
Foto: Flavia de la Fuente
mayo 11, 2007 a las 12:42 pm
Gran parte de la «Izquierda» posee una misteriosa fascinación por la muerte y el autoritarismo, dos formas contrapuestas a la Libertad, que es casualmente lo que nos iguala.
Con respecto a algunos escritores, parece a veces que el Arte, la necesidad de expresión más pura, corre por un lugar secundario.
Que pasen unos muy buenos días.
mayo 11, 2007 a las 4:41 pm
Buena cita, ahora ¿que es ser un escritor politico o mejor, como no serlo siempre? ¿y qué fauna podriamos juntar bajo el rotulo de «izquierda» o, incluso, de «derecha»? Palabras gastadas, pudieron servir para Bolaño, ya no.
El epiteto «miserables» conserva toda su potencia, en cambio.
mayo 16, 2007 a las 12:20 pm
Miserables, perversos. Se los ubica en cualquier posición política; así también como a los otros los de otra condición humana. Juan, concuerdo con vos pero hay que mencionar que la derecha no le va en zaga ni en la muerte ni en el autoritarismo.
Creo que citas como estas terminan confundiendo bastante las cosas. Como con Heiddeger.
mayo 17, 2007 a las 11:05 am
Nunca quise ser un escritor de izquierda, ni de derecha. ¿Por qué? Porque soy un anarquista libertario. No soy de los cínicos maos-sartreanos que decían que es preferible equivocarse con Sartre (con lo que demostraban que se equivocaban) que tener la razón con Aron; el intelectual no está obligado a tener la razón con nadie, para eso, desde Sócrates en adelante, nos preparamos: para ser autónomos.