Un mes de LLP
Por Tomás Abraham
Desde la época en que con Christian Ferrer inventamos la revista La Caja, no había vivido una experiencia semejante. En un mes escribimos con Flavia y Quintín cincuenta y siete notas, a las que se agregaron tres de invitados. Treinta mil visitas nos hablan de que nos siguen. No los vamos a…, no, mejor no.
Lo hicimos, lo hacemos, en San Clemente del Tuyú, la sede central, y en Colonia del Sacramento. En el mar y el campo a través de la net. En el medio, entre otros puntos urbanos: Buenos Aires.
El mundo de los Blog tiene que ver con la rapidez. La prontitud de la nota, la inmediata lectura de la misma, el comentario al instante, las réplicas entre lectores, conforman un mundo híbrido entre la revista cultural y el epistolario. De ahí que oscile entre el tono periodístico, a veces académico, y otras el amistoso de las esquelas. Y el desafiante que se instala en una especie de foro de discusión.
En las pocas visitas que hice a Blogs en los que escriben gente de la cultura se usa un estilo agresivo, violento, machazo, que provoca con frecuencia respuestas que no son más que puteadas. Puede ser que responda a alguna ideología de la Web –nunca faltan– que apunta a la libre circulación mediática de las opiniones más allá de toda censura.
De eso también hemos tenido en La lectora provisoria. A nuestros sarcasmos –los tenemos y los pulimos– nos han respondido con denigraciones y con insultos. Llega un punto en que se crea un clima de gritos sin susurros que no sirve para nada, salvo para dar un portazo e irse. No es que esté mal pelearse, ni gritarse en la letra escrita, ni enarbolar bien alto lo que se piensa, ni las groserías, pero tanta alharaca hace perder de vista algo interesante que puede llegar a decirse y que con tanto quilombo no se escucha.
Es un desperdicio que lectores que pueden aportar al Blog sus ideas, no sólo en los comments, se agoten en lo reactivo de su furia, y que los columnistas cierren con efectismos y provocaciones algo que puede llegar a escucharse.
De todos modos seguiremos igual, a los gritos con susurros, con la parodia y los arrepentimientos, con lectores que insultan pero nos quieren seguir leyendo, y los otros, que aprovechan el espacio para acercar sus observaciones e ideas. Ojalá que sea así.
Foto: Cora Burgin
febrero 12, 2007 a las 6:37 pm
Internet tomó su lugar en épocas de Clinton, Lewinski y habanos. Viene barajado así y hay que aguantárselas. Aguantar la plaga de comentarios tontos, ingratos o insignificantes. O aguantar tener que dedicarse a borrarlos. Con el tiempo, el propio ojo detecta al comentarista tábano y lo saltea. De todos modos, la jerarquía está bien clara. Acá hay solo 3 posteadores que tienen un flor de tráfico lector. Por mi parte, intento agregar mayormente nimiedades en algo constructivas, pero nunca para hacer solo eco, chupar medias ni tirar piedras encapuchado, sino por una sed de este tipo de diálogo. Es bastante lujo poder aproximarse al diálogo con los jerarcas, pero no por ello es despreciable que nos hayamos amontonado acá a leerlos y, cada tanto, comentar. Si hace falta habrá que borrar o desterrar para siempre los comentarios. Para mí que es mejor tenerlos que no tenerlos. Ojalá que siga la cosa, que vale la pena.
Gratos saludos,
Federico (Martini Crotti).
febrero 12, 2007 a las 10:27 pm
Resulta que Internet fue creado por la inteligencia técnico militar durante la guerra fría. Su función era hacer circular información sin un centro preciso ni detectable por el enemigo. Con el tiempo se lo pone a funcionar a merced de los civiles, los filisteos, los doxos. El blog se convierte cada vez mas en el espacio por excelencia de la doxologia, nunca antes tan sacralizada, mas aun por los comunicadores, los marketineros, los publicistas, los encuestadores y los Habermas. Doxa e información van de la mano, así se hacen los diarios.
Combatir la doxa no es ser un fascista. Todo lo contrario, el fascismo siempre se propaga a través de la doxa.
Tampoco se trata de contraponer un saber, una episteme rígida y academicista contra el poder de la doxa. Se trataría mas bien de ignorarla, de intentar superarla, de intentar pensar y escribir mas allá de ella, así como Nietzche pensó mas allá del bien y del mal. Entendiendo pensar como la producción de lo nuevo, del acontecimiento.
El mundo esta lleno de tópicos, el unció artista es el que logra destruirlos, o por lo menos no aferrarse a ellos.
Me interesa mucho la teoría de Tomas sobre el pensamiento rápido, pero este también corre el riesgo de caer en los tópicos de la doxa, esta vez a través de los blogs, la discusión frívola, el canchereo, la distinción anónima.
La velocidad del pensamiento no depende de la rapidez comunicacional del mundo actual, depende de su capacidad de hacer estallar o de producir un resplandor, un agujero en el muro de la opinión.
Spinoza fue el mas veloz de los pensadores, y hasta murió antes de la invención de la radio.
febrero 12, 2007 a las 10:56 pm
¿30.000 comentarios? Qué numerito. Me llama la atención. Bueno, de alguna manera llegué hasta acá. Lo celebro.
Y por lo de los comentarios… ya vieron que la gente es de por si irritable. Y esto de la interné no hace más que fomentar esa irritación (y cierto fanfarroneo) tras una IP misteriosa.
Felicidades y ojalá hayan disfrutado la torta.
febrero 13, 2007 a las 8:14 am
interesante y da para largo. el fascismo por la doxa? y la ciencia de la historia, el saber absoluto, la totalidad especulativa , la biología racial…eran pretensiones doxológicas?
febrero 13, 2007 a las 9:52 am
Es verdad… en esos casos no estamos en el terreno liso y llano de la doxa. Aunque quizá si pero con los disfrazes y las mascaras del saber científico o fenomenológico.
La filosofía se da entre amigos, es hija de la sociabilidad citadina que nace en Grecia. Su «origen» esta marcado por el dialogo pero también por la lucha entre los pretendientes del saber. En este sentido me parece que el blog e Internet también abren un espacio fructífero para la amistad.
En estas luchas amistosas la doxa es necesaria y hasta imprescindible, hay que pasar por ella necesariamente. Pero como suele pasar en las buenas charlas, llega un punto en que nace una idea que se eleva del plano en el que venia transcurriendo la discusión, podemos estar discutiendo durante horas y lo que se nos queda grabado en la memoria es una idea que nació en un momento impreciso, fuera del tiempo y del espacio convencionales.
Pero para que eso surja hizo falta pasar por muchos rodeos del orden de la doxa. Hay una autopiesis del concepto dicen Deleuze y Guattari. Este no viene dado, la opinión en cambio si, por eso se habla de lugares comunes.
El fascismo se asienta sobre lo dado, es enemigo de lo nuevo, de ahí su carácter represor que al mismo tiempo se regodea en el lugar común (condición de su carácter productor).
La empresa de vivir me parece un libro que toca estos temas con mucha lucidez. Las figuras ejemplares de los grandes empresarios me parecen también una de las principales formas actuales de la doxa vestida para matar (o ganar). Son los nuevos pretendientes.
febrero 13, 2007 a las 10:57 am
Creo que al final de cuentas hay un blog para cada lector.
A mi realmente no me interesan los del estilo «diario íntimo», por ejemplo.
Pero como todo en la vida «hay para todos los gustos»
Con respecto a los comentarios, también hay de todo. Me he topado con comentaristas agresivos, pero por suerte en general lo que recibo son palabras agradables.
En fin.
Saludos!
abril 16, 2007 a las 4:27 am
Doxa: así se tendría que haber llamado Jade